martes, 20 de diciembre de 2011

Se ganó una Batalla... falta la definición.

Ayer la señora Ingeniera Mónica Liberatori de Toulemonde en su cuenta de Facebook decía: “La Armada Argentina ha dado marcha atrás en su decisión de dar retiro obligatorio a mi esposo, CF Marcelo Toulemonde, así como también ha anulado todo lo actuado respecto de la Junta que decidiera su retiro, eximiéndolo de falta alguna relacionada con desobediencia por haber concurrido al Ministerio de Defensa a hacer vista de un Expediente. Es la quinta sanción grave que deben anular de su legajo y no hay precedentes de esta naturaleza. Esta lucha no ha sido entonces en vano. El caso Toulemonde no se ha cerrado pero hemos ganado una batalla”.

Compartimos el sentimiento de Mónica y su familia, ellos tienen una madre que supo soportar una guerra y después de un largo calvario, junto a su familia, ganar una batalla… el conflicto continúa, aún deberán expedirse en el Ministerio de Defensa y en el Senado de la Nación.

Hacemos votos y planteamos muy seriamente que la ideología, o al menos su influencia, que es inevitable ya que la política es en última instancia la responsable del ministerio; incida lo menos posible al tratarse el caso Toulemonde. Lo mejor sería estar al margen de intereses partidistas. En especial hay que ser prudente en los nombramientos de cierto nivel, evitando con ello politizar de alguna manera a los cuadros de mando de la Fuerza, cualquiera ella sea.


Martes 20 de diciembre de 2011 | Publicado en edición impresa

Sorpresivo giro
La Armada dio marcha atrás con un retiro
Por Mariano De Vedia | LA NACION

La Armada dio marcha atrás con la decisión de pasar a retiro obligatorio al capitán de fragata Marcelo Toulemonde, que había sido sancionado "por no controlar a su esposa ", que intervino a los gritos durante un acto presidido por Cristina Kirchner.


Según pudo saber LA NACION de fuentes castrenses, la decisión fue adoptada la semana pasada por el jefe de la Armada, almirante Jorge Godoy, luego de recibir el informe de la Junta Superior de Calificaciones, que analizó el pedido de reconsideración y la documentación presentados por el marino.

La repercusión alcanzada por el polémico pase a retiro de Toulemonde, que tomó estado público por una nota publicada en este diario el 24 de noviembre, excedió a la fuerza y obligó al almirante Godoy a constituir una junta especial para revisar el caso.

Por considerarlos "nulos de nulidad absoluta", basándose en nuevos elementos de juicio, el jefe naval dejó sin efecto el pase a retiro y la sanción por desobediencia que se le había impuesto al capitán de fragata a mediados de este año, cuando concurrió sin autorización de sus superiores al Ministerio de Defensa para averiguar por qué se frenaba el trámite administrativo de su ascenso al grado superior.

Toulemonde había sido pasado a retiro luego de recibir un apercibimiento y sucesivas sanciones a raíz de que su esposa, la ingeniera Mónica Liberatori, reaccionó en un discurso de la presidenta Cristina Kirchner en el Colegio Militar y gritó para reivindicar al coronel Argentino del Valle Larrabure, secuestrado por el ERP en agosto de 1974 y muerto después de un año de cautiverio.

La reunión de los jefes navales que reconsideró el caso se celebró el lunes 5 de este mes en la máxima reserva. El resultado fue notificado al marino la semana última, al ser citado para una reunión con el director general de Personal de la Armada, vicealmirante Alvaro José Martínez.


Si bien se le quitaron las sanciones y se dio marcha atrás con el retiro, queda pendiente la definición de la situación de revista del marino y su eventual destino. A ello se suma la posibilidad de que, al quedar "limpio" su legajo, se reactive en la propia Armada el pedido de ascenso retroactivo, que había sido denegado por el Ministerio de Defensa.

Ante una consulta de LA NACION, voceros de la cartera que conduce Arturo Puricelli indicaron: "se trata de un tema administrativo que sustancia la Armada con sus tiempos y reglamentos". En tanto, fuentes de la fuerza naval explicaron que no se iba a brindar información oficial porque "es un tema interno y no hay nada que declarar".


La reserva del caso Toulemonde llevó, incluso, al jefe de la Armada a no admitir un pedido que había planteado la diputada nacional Patricia Bullrich (Unión por Todos), que integra la Comisión de Defensa de la Cámara baja, para presenciar la reunión de la junta constituida por los altos jefes navales para reconsiderar la situación de Toulemonde.

No obstante, según pudo saber LA NACION, en un diálogo que Godoy mantuvo con la diputada Bullrich, el jefe de la Armada admitió que había sido "un error" la sanción impuesta al capitán por los dichos de su esposa.

"Existe una clara actitud discriminatoria y notoriamente tendenciosa de parte de quienes sancionaron al capitán Toulemonde por los dichos de su esposa", escribió la legisladora Bullrich, en una carta dirigida al ministro Puricelli, que tampoco cursó respuesta.


La diputada consideraba preocupante que "en la Argentina del siglo XXI no se comprenda que las libertades individuales deben ser protegidas" y que el Estado pueda "juzgar a una persona por los actos de otra".

CALVARIO

"Vivimos un calvario de persecuciones", había relatado a LA NACION la señora Liberatori de Toulemonde, cuya reacción frente al discurso que la presidenta Cristina Kirchner pronunció en el Colegio Militar el 22 de diciembre de 2007 fue el origen de una sucesión de represalias contra el oficial naval, que llegó hasta la decisión de disponer el retiro forzoso.

En ese acto egresaba como guardiamarina el hijo mayor del marino sancionado, Agustín Toulemonde. Otro hijo, Matías, también siguió la carrera naval y se graduó con el mejor promedio a fines de 2009, ocasión en que la propia Presidenta de la Nación le entregó el sable de egresado.

Tras aquel incidente, Toulemonde fue relevado de la jefatura del Arsenal Naval de Mar del Plata y el Ministerio de Defensa le imputó una serie de responsabilidades en supuestas averías en el Buque Hidrográfico Puerto Deseado y el presunto incumplimiento de tareas de control y supervisión del buque, que finalmente fueron desestimadas.

"Todas las sanciones, incluso la de desobediencia por intentar ver el expediente en el Ministerio de Defensa, calificada de gravísima, quedaron sin efecto y teóricamente el legajo de Marcelo estaría intacto y en condiciones de ser considerado para un futuro ascenso", interpretó su esposa Mónica, ante una consulta que le hizo LA NACION..


4 comentarios:

  1. Le debe haber dolido al zurdaje este supositorio. Jah!

    ResponderBorrar
  2. Esa señora, si que es cojonuda. Plantarsele a la presidente y reclamar por aquel coronel victima de los terroristas, no es facil. Mas aún, cuando estamos todos en sus manos. Me trae a la memoria, aquello de que luego de la batalla de La Ciudadela, el Gral Quiroga, teniendo enfrente al prisionero Cnel Barcala (de raza negra), le pregunta: cnel, si ud hubiese tomado prisionero al gral quiroga, que haria con él. A lo que Barcala, respondió: "lo mandaria a fusilar mi gral". Se le perdono la vida. Quiroga, no tenia rencores, porque no en vano era el tigre de los llanos. Hoy el revanchismo esta a la orden del día. O cuando Lavalle y Alvear, se le plantaron, al tirano Bolivar. No da mas hombres esta tierra carajo?

    ResponderBorrar
  3. Por fin alguien se planta. Hasta cuándo hay que seguir soportando los abusos de poder y las injusticias. Ley pareja no es rigurosa. Aguante, falta poco.

    ResponderBorrar
  4. Si recordamos a Cecilia Pando, Victoria Villarruel, Silvia Igarzabal, María Cristina Picón, Mónica Liberattori, Arturo Larrabure y muchos más... son varios los que se han plantado frente al poder de turno. A todos ellos -inclusive los No mencionados por razones de espacio- muestro máximo reconocimiento a su dura lucha.

    ResponderBorrar

No dejar comentarios anónimos. Gracias!