lunes, 8 de octubre de 2012

Epílogo de los Días de Furia

El martes 9 de octubre de 2012, se iniciará el desarrollo del epílogo de la protesta salarial de las Fuerzas de Seguridad, durante este fin de semana largo el ministerio de seguridad pasó a disponibilidad a los gendarmes que actuaron como voceros del conflicto y el secretario de seguridad se había comprometido en dar respuesta, antes del martes, al petitorio presentado por los delegados de ambas Fuerzas de Seguridad.


Ningún “conductor”  recurre al castigo como un medio coercitivo para llevar a cabo los propósitos de la disciplina, ni vacila en utilizarlo como es merecido ante una acción culpable. Utilizar el castigo como un arma, es admitir su fracaso como “conductor”.

El gobierno que había manifestado su voluntad de no aplicar sanciones disciplinarias contra el personal que solo está reclamando contra una decisión política-administrativa, el Decreto 1307/2012  que se encuentra  viciada de “mala leche”… faltó a su palabra.


La ministro en un intento por recuperar la iniciativa, generó un nuevo “globo de ensayo”, quiso avanzar un paso más en la destrucción de las fuerzas del estado. Nuevamente el error en maniobrar ante una crisis, escalando en la violencia y dejar sin una salida honorable al ocasional oponente. La protesta continuará y el reclamo puede ser cada vez más fuerte, se corre el grave peligro de profundizar la ruptura institucional de la disciplina en el orden vertical de cada fuerza.

La disciplina por la disciplina misma no es ningún valor. El objetivo que se quiere alcanzar con la disciplina, como con cualquier conducta virtuosa es lo que justifica la razón y el sentido del instrumento.

La disciplina como formalidad impuesta desde la superioridad, en este caso de la Comandante en Jefe las Fuerzas Armadas, la Presidente de la Nación, carece de virtualidad positiva sino proviene es una derivación de la aplicación de la Carta Fundamental y es así como funciona el instrumento necesario e indispensable para el cumplimiento de los objetivos patrióticos de grandeza que inspiraron años de lucha y desencuentros, después de la gesta libertadora. Para consolidar y engrandecer el país la forma de gobierno adoptada en la Constitución es la “democrática”, pero no solo eso, sino la más importante, la “republicana”, que implica división de poderes, trasparencia de los actos de gobierno y otorga derechos inalienables en pos del bienestar del conjunto de la sociedad y no de unos pocos.


Austeridad, libertad de expresión y defensa de las instituciones, entre las que se encuentran las humilladas Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales, plena vigencia, como consecuencia del estado de derecho, al que deben someterse todos los ciudadanos, especialmente la presidente, sus funcionarios y todos los demás habitantes del país.

Por último, adopta la forma “federal”, por lo que se debe permitir las autonomías provinciales y otorgarles para ello a tiempo sus recursos para que puedan desenvolverse. Igual respetar su intervención en el Congreso de la Nación, principalmente con los senadores que las representan.

No los vamos a aburrir, con lo que todos sabemos que estas dos últimas condiciones no se cumplen, y en cuanto a la primera, la forma “democrática”, como producto de la violación de las dos anteriores, y un sistema organizado de clientelismo facilitado por un congreso adicto y sometido que le permite hacer lo que quiere con el presupuesto, tampoco funciona a pleno y solo sirve para someter a la minoría.

La corte suprema, que tiene un marketing impresionante, está formada por vasallos, por quienes piensan en sí mismo, y por inmorales fueron capaces de violar a la Constitución Nacional para seguir políticas persecutorias impuestas desde el poder ejecutivo. Comparada con la menemista, esta es tan corrupta como aquella, mas académica, pero les falta calle para medir las consecuencias de sus irresponsables actos en un gobierno sin límites, la anterior era más “viva”, en términos callejeros y eso le Impedía cometer las atrocidades que estos cometen para satisfacer a un corrupto sistema de gobierno.


En este contexto, aferrarse a la disciplina, cuando la mayor indisciplinada y contra la propia Constitución Nacional es la misma Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, parece un mero pensamiento. Nadie puede dudar de la sinceridad de los reclamos planteados por quienes están sufriendo la deshonra pública de ser tildados de destituyentes, cuando solo pretender salir de la pobreza y tener una vida digna para sostener a sus familias.

Es lamentable no saber cuál será la solución, si está cerca o lejos y el tiempo que va a tardar nuestro país, para luego recomponerse moralmente.

La justicia no está funcionando, sencillamente porque no existe... se llama venganza, y la persona que debe dar el mejor ejemplo –la jefe Suprema de la Nación- ni siquiera cumple los fallos de la corte o tribunales. Solo nos resta tener fe y esperanza para que los políticamente responsables razonen, reflexionen y corrijan sus errores.

No podemos obviar el reciente triunfo de Hugo Chávez Frías en las elecciones presidenciales de la República de Venezuela, su re-reelección  tendrá impacto en la región y puede proporcionarle al alicaído cristinismo un golpe de oxígeno en el peor momento de su administración.


Al pueblo argentina le queda el derecho de peticionar ante sus autoridades y gobernar a través de sus representantes. La sociedad aspira a recuperar su libertad plena, que se respete la Constitución Nacional y que no exista el proyecto de modificarla para permitir una re-reelección prohibida. Por todo ello, una vez más se manifestará cívicamente el próximo jueves 8 de noviembre de 2012, que se ha denominado el 8-N.


Una reflexión final: los miembros de las Fuerzas Armadas, de Seguridad, Policiales, del Servicio Penitenciario Federal y otras personas que se encuentran detenidos como Presos Políticos están sometidos a vergonzosos juicios viciados de nulidad absoluta por haber cumplido el principio de “obediencia debida” indispensable para el eficiente y correcto desempeño de la organización de toda fuerza militar o similar. Están donde están, por ser disciplinados y creyentes de una forma de vida en un país del sálvese quien pueda y de una moralidad meliflua que se adapta a las circunstancias que más le convienen. A esa sociedad le pedimos que incorpore en su reclamo una justicia verdadera y objetiva, que rescate del olvido y discriminación a las Víctimas del Terrorismo y a los Presos Políticos de la Argentina.

Los Presos Políticos de la Argentina, no tienen razón de ser, en el Juicio a las Juntas ya se habían juzgado y condenado a los responsables de la conducción política y estratégica del estado en los años del último gobierno de facto. Se había cerrado un ciclo con las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y los Decretos de Amnistía que beneficiaron a los ex jefes del PRN y a las cúpulas de las organizaciones terroristas.

Néstor Kirchner decidió retornar al pasado e hizo declarar inconstitucionales y/o anular todo acto jurídico que estaba cicatrizando las heridas de la guerra entre hermanos. La impunidad se instaló en la figuras de las cúpulas del terrorismo.

Nunca se debió continuar con el extemporáneo proceso judicial, arbitrario, prescripto, amnistiado, con derechos adquiridos y habiendo violado aviesamente la Constitución Nacional para diseñar un “derecho a medida” de la venganza implacable pergeñada, por el poder de turno, para permitir juzgar a los hoy considerados Presos Políticos.

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre

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