martes, 12 de marzo de 2013

CONTINÚAN LOS APOYOS A CECILIA PANDO… LA INJUSTICIA AGIGANTA SU FIGURA



Amigos, el miércoles 13 a las 12:00 horas se darán los fundamentos de la sentencia que condena a Cecilia Pando.

Más allá de que nada puede cambiar esa realidad, sería bueno acompañarla. El lugar será el tercer piso del edificio del Gobierno de la Ciudad que se encuentra en la Avda. Coronel Díaz y Beruti.

Digo que nada puede cambiar lo que pasó, más allá de que la sentencia se vaya a apelar porque el disgusto y la ansiedad nadie se lo puede quitar.

La última vez que el gobierno le hizo perder el trabajo a su marido, en enero de 2012, Cecilia recibió un duro golpe y ya no quería volver a la vida pública.

Varios presos políticos la llamaron a su casa, suplicándole que no abandone la causa de su libertad.

Con un enorme esfuerzo personal y familiar volvió a la lucha.

Le han asestado un nuevo golpe con esta condena pero el golpe fue más duro porque a las dos audiencias, pocos fueron los que asistieron a acompañarla.

No seamos desagradecidos, Cecilia nos necesita. Es necesario darle apoyo emocional y político. Que los enemigos vean que hay gente que la apoya.

Saludos.

Andrea Palomas Alarcón





Sinceramente el estado de nuestro Poder Judicial me causa pena.
Tenemos por un lado a los prevaricadores perversos que condenan firmando a ciegas previsibles sentencias condenatrias que les envían desde el Palacio, que se cagan en la necesidad de ley previa al hecho que se condena, que analizan con tuerta mirada el Tratado de Roma burlándose de su irretroactividad y de la posibilidad de imputar a organizaciones terroristas, que se mofan de ancianos desvàlidos que tienen abandonados a su suerte en las mazmorras Kirchneristas, sin derecho al humanitario arresto domiciliario, tampoco a la excarcelación transcurrido el plazo procesal sin condena. En cambio se hacen los pelotudos y miran para otro lado mientras les ponen sobres en sus bolsillos manchados de sangre y proclaman que los asesinos que dieron lugar a los tristes años de enfrentamientos eran unos cachorros angelicales, unos "jóvenes idealistas" pese a que cargaban, y siguen cargando sobre sus espaldas, asesinatos de inocentes y a que se alzaron en armas contra la Nación. Hay algunos TOF en los que la sola enunciación de sus componentes provocan vómitos y diarrea.
Y frente a estos corruptos, existen jueces que hacen honor a su juramento y dictan sentencias conforme a derecho honrando la justicia, aunque molestando al reino.
Para estos últimos, les tengo una mala noticia. O cambian su actitud o sus días frente a sus juzgados están contados. El Gran Hermano Kunkel y la Camarada Conti se encargarán de poner en vuestros lugares a simios amaestrados con reverenciales togas negras.

Hoy ha sido condenada una valiente mujer que, al igual que las inimputables del pañuelo blanco, ha osado pintar en el suelo de la Plaza de Mayo un símbolo en tributo a quienes cayeron por las balas traicioneras de los terroristas asesinos, hoy reverenciados por un gobierno corrupto. A igual acción, distinto tratamiento.

Parte de nuestra justicia me provoca vergüenza...

Y el resto me provoca orgullo y pena por su próximo e inexorable fin.

Juan Manuel Otero.


MANCHAS
Atónita escuché la sentencia a la Sra. M. Cecilia Pando cuando se la condena a 5 meses de prisión en suspenso, mientras esa misma justicia pone en libertad a Shoklender y absuelve al juez Oyarbide. Se miente al decir que la Sra. Pando pintó sobre los pañuelos de las Madres. Ellas solas los mancharon con los oscuros negocios de "Sueños Compartidos". ¿Porqué la justicia contravencional no toma medidas con Hebe de Bonafini cuando utilizó la Catedral Metropolitana como retrete? ¿En manos de qué jueces estamos los argentinos, que tienen doble moral para juzgar los hechos según la ideología? ¿Para qué el gobierno quiere democratizar la justicia si hoy la maneja a su antojo?

María Ines Hansen
Lines_hansen@hotmail.com
DNI 13.550.705


CECILIA PANDO (martes 12 marzo)
Creemos en la inocencia de Cecilia Pando porque nosotras, esposas, hijas, hermanas de víctimas del terrorismo de los años 70 o de presos políticos en la actualidad, la acompañábamos en sus marchas. Nunca pintamos los pañuelos de las Madres, porque respetamos su dolor. También tenemos familias divididas o amputadas por la guerra. Nunca tocamos los pañuelos, pero pintamos nuestro propio dolor en la Plaza de Mayo porque es de todos los argentinos. Y la historia debemos contarla completa.

Sólo Cecilia fue condenada porque le temen y por temor la demonizan. Es que nadie puede negar el valor de esa mujer que se enfrenta como una hormiga a un elefante y aun así no se detiene. Cecilia Pando es una persona íntegra y generosa que no merece ser condenada por hablar por los que no tienen voz.

Las abajo firmantes conocemos bien la inocencia de Cecilia Pando y solicitamos a la Justicia que revea su injusta condena.

Ana Delia Magi de Barreiro, Inés Hansen, Marcela Dubourg, María Mercedes Tumini, Graciela Donda, Anin Pernias, Susana García Tallada, Eneida Alves De Oliveira, Elsita Herrero Anzorena, Maria I. Lamolla, Patricia Isabel Mauriño, Lucrecia G. Astiz, María Elena Vásquez, Eugenia M. Astiz, Carmen Cristina Mauriño y María Parodi.

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