domingo, 16 de junio de 2013

EL DÍA DEL PADRE PARA LOS PRESOS POLÍTICOS


Mañana se conmemora el Día del Padre, estamos pensando en los más de 1.000 padres y abuelos detenidos como Presos Políticos por el poder de turno. Ellos son los que en la década de los ’70 cumplieron órdenes emanadas del más alto poder político de turno en el poder, ya sea durante el período democrático de 1973 a 1976 cuando gobernaba el Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) o desde 1976 a 1983 durante el último gobierno de facto militar conocido como Proceso de Reorganización Nacional.  


Gracias a esos soldados,  injustamente detenidos, juzgados y algunos condenados; hoy los argentinos podemos vivir en un sistema de gobierno democrático y no bajo el yugo de una dictadura castro-marxista, como la que pretendieron instalar  los llamados “jóvenes idealistas” mediante la violencia y el uso del terror. Vaya paradoja, quienes nos dieron nuevamente la oportunidad de gozar la democracia, hoy son los malos de la película; mientras que los que abrieron la Caja de Pandora desatando el terror, son las víctimas y héroes del mismo drama… difícil de comprender y entender. Especialmente para los hijos y nietos de los primeros.

Víctimas del Terrorismo en la Argentina

Quién ha tenido la dicha de ser padre, sabe que no hay nada más hermoso que acunar en sus brazos al retoño de su vida. Hoy esos ancianos soldados, en los que estamos pensando, están encerrados alejados de sus familias, enfermos, débiles y ansiando el abrazo amoroso de sus hijos y nietos; pero nuestra sociedad –la misma que les pidió terminar con el desquicio imperante en esa época– es la que hoy los ignora y socialmente los ha condenado al ostracismo. Su presencia incomoda y mejor tenerlos encerrados que convivir con ellos. Seguramente esa es la mayor injusticia, más allá de todas “aberraciones jurídicas” perpetradas para cumplir con la venganza ordenada por quienes hoy ostentan el poder político.


El honor, la justicia y la moral son las bases de la disciplina que rige
la conducta de los soldados, tanto en el desempeño de su servicio, como en las relaciones familiares y sociales. Para ellos, si no hay honor… no hay nada.


Al detenerlos, juzgarlos y condenarlos, la justicia –que se alejó de su independencia y principios básicos del derecho–  les ha privado de su honor, han sido abandonados por sus propios camaradas de armas, estigmatizados a través de un relato político de conveniencia y sufrido el escarnio de la misma sociedad ¿Qué regalo podemos darles hoy en el Día del Padre? Obviamente devolverle todo aquello de lo que se los privó durante todo este tiempo, dejar que en la última etapa de su vida regresen al seno de sus familias y allí encuentren la contención necesaria después de tantos años de sufrimiento.


En este día especial, Soldados Presos Políticos reciban nuestra comprensión, respeto, solidaridad, amistad,  deseos de una pronta y justa libertad; la que no pudieron alcanzar quienes fallecieron en prisión, para ellos una oración por su eterno descanso al lado de nuestro Señor.

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva

por una Nueva Década en Paz y para Siempre