lunes, 29 de julio de 2013

LA FUERZA DE LA VERDAD


Queridos amigos:

Una de las frases más conocidas del libro “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry expresa que lo esencial es invisible a los ojos y que la verdad solo puede ser percibida por el corazón. Es un concepto poético, profundo y quizás discutible pero realmente impacta, porque a pesar de que tendemos a analizar los discursos humanos con racionalidad y espíritu crítico, cuando alguien nos habla con sinceridad y percibimos que lo hace derramando su esencia desde el sentimiento, es usual que su mensaje alcance nuestra esfera emocional.


La gran figura que  nos conmovió a través de sus mensajes en la pasada semana fue sin dudas el Papa Francisco. Desde la hermosa ciudad de Río de Janeiro, en la que se desarrolló una nueva Jornada Mundial de la Juventud, la  coherencia entre el verbo y el acto,  y la fuerza de la verdad que emanaba de sus palabras tuvieron un impacto superlativo sobre católicos y no católicos.


Francisco habló de justicia y solidaridad, de luchar contra la pobreza y la indiferencia y llegó al corazón de sus interlocutores porque no hizo más que trasmitir desde una tribuna privilegiada lo que ha sido su compromiso de vida. Pero también dejó la impronta de la firmeza de sus convicciones al plantarse a favor de la vida y de la familia, al manifestar su franca oposición a la legalización de las drogas y al condenar sin medias tintas a la corrupción.  Muchos de esos conceptos deben haber restallado con fuerza en los gobernantes de la región que van cediendo a la presión de los narcotraficantes y de la izquierda mal llamada progresista. Mal se sienten los hipócritas que hablan de su condena a los ricos mientras desbordan de bienes personales mal habidos  ostentando sus fortunas injustificables y los que se llenan la boca hablando de su compromiso social pero legislan en contra de los intereses de su nación y de su gente a cambio de su propio beneficio.


Da pena ver los patéticos esfuerzos de esos personajes  haciendo piruetas intelectuales para tratar de que sus lamentables actos parezcan estar en línea con la palabra del Santo Padre, de quien quieren estar a la sombra por su popularidad entre las grandes mayorías y llegan al extremo, como lo ha hecho nuestra propia presidente, de viajar con su candidato para sumar puntos robando una foto de campaña. Grandeza y miseria se mezclan en la vida con el mismo caótico desorden que Enrique Santos Discépolo desgranara en los versos  de su tango Cambalache. El Papa Francisco se vuelve ahora a Roma y nos deja extraordinariamente reforzado el espíritu para luchar por los valores que siempre proclamamos y con el regalo adicional  de sentir que ya  no estamos solos en la prédica por rehabilitar la política, tarea en que ha fijado una de las exigencias para el futuro, a cumplir por todos los jóvenes, al menos de espíritu.


El segundo mensaje contundente y sin  eufemismos que recibimos esta semana provino del presidente de la Sociedad RuralLuis Miguel Etchevehere, en ocasión de la inauguración oficial de la exposición Rural de Palermo.  Fue un mensaje crítico, descarnado y directo, en línea con los que escucho en cada acto en que acompaño a Gerónimo Venegas, quien coincidía entusiasmado, mientras los aplausos subían desde los cuatro costados de la tribuna. Etchevehere  no dudó en denunciar las mentiras oficiales y recorrer punto por punto las promesas incumplidas, los datos falseados y los daños causados por una gestión que, como bien dijo, nos ha dejado sin carne, sin trigo y sin rentabilidad. Pero no se detuvo simplemente en los problemas del sector sino que asumiendo su lugar de ciudadano recordó las amenazas a la justicia, la corrupción, las tragedias ferroviarias, las inundaciones, la pérdida de infraestructura y los avances sobre la propiedad privada,  para terminar pidiendo tan solo que se  permita trabajar y producir en libertad.


La conclusión, luego de escuchar ese mensaje, es que el miedo va cediendo terreno y que las amenazas y las presiones cada vez le alcanzan menos al gobierno para acallar las voces de la ciudadanía y dejarle el terreno libre para su relato y sus mentiras. Es todo un avance  y una luz de esperanza.

Curiosamente, quienes más cuidan sus palabras y miden sus críticas son los  políticos en campaña, que a medida que suman puntos en las encuestas tornan más vagas sus definiciones y más diluidas sus proclamas por temor a que se le fugue algún votante  o lo cruce algún adversario.


El gobierno, por su parte, desarrolla la campaña sin reparar en aprovechar ventajas espurias y violar las normas restrictivas que imponen las leyes y decretos que el mismo oficialismo promulgó. Con total desparpajo reparte dinero para obras y planes   solamente en los municipios con intendentes afines (800 obras por 3900 millones de  pesos según el diario La Nación) y continúa anunciando obras después de la veda que impone la ley. En cada acto lleva al primer candidato a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires para que “robe” cámara en la televisión por afuera de los espacios asignados, aunque en general la presidente lo  muestra pero no lo deja hablar. Quizás sea una simple protección ya que,  micrófono en mano, Insaurralde dijo en una de sus pocas exposiciones y  refiriéndose a la inseguridad “Yo  también tengo miedo como todos los vecinos”, olvidando obviamente que él está postulado para solucionar los problemas y no para victimizarse por ellos.

Sin pruritos, la presidente eligió este momento de la campaña para acordar con los gremios amigos un aumento del salario mínimo que se lleva a  magros 3600 pesos y anunciar la devolución del impuesto a las ganancias correspondiente al aguinaldo ya cobrado. Todo esto tiene su correlato en las cuentas públicas que evidencian una caída del 30 por ciento en el superávit fiscal respecto del año anterior y un déficit de 9400 millones en el resultado financiero para los primeros cinco meses del año, a pesar de los aportes realizados por el PAMI, el Banco Central y la AFIP.


En la batalla electoral todos los funcionarios son soldados y hacen su aporte al igual que las instituciones del Estado. La AFIP reconoce haber enviado “cartas de  inducción” para que los contribuyentes se sumen al blanqueo, la Subsecretaria de Defensa del Consumidor suspendió a la Asociación de Consumidores de Argentina por denunciar la presión que el gobierno ejerce sobre los supermercados para que no publiquen precios en los diarios no alineados  y se señala que el Secretario Moreno ejerce presiones para que los bancos operen en el mercado marginal para hacer bajar el llamado “dólar blue”. Por su parte, un grupo de empleados municipales bonaerenses, encabezado por un dirigente del FPV, cortó la Avenida 9 de Julio y consiguió interrumpir el tráfico y el funcionamiento del Metrobús, recién  inaugurado por Mauricio Macri, en su segundo día de funcionamiento, mientras que  los delegados gremiales del subte, afines al gobierno, se negaron a extender  el viaje a las dos estaciones recientemente habilitadas por el Jefe de Gobierno de la Ciudad, con excusas que la justicia desestimó. Todo sirve y todo vale en la campaña electoral que se lleva con un desprecio bizarro por las normas, que solo se aplican con rigurosidad a las huestes de la oposición.

Sin embargo, al gobierno no le faltan disgustos generalmente ocasionados por la dura realidad que obligó a cortar el suministro de gas a empresas por escasez de fluido y que generó una caída del superávit comercial del 26 por ciento en los primeros seis meses del año impulsado por el déficit de 3247 millones de dólares en el saldo del  sector energético. Con el agua al cuello, todo el esfuerzo está puesto en llegar a las elecciones y después será el diluvio como sucediera en el 2011. El dato negativo para el gobierno es que, fuera del 27 por ciento que hoy le asignan las encuestas en la Provincia de Buenos Aires, todo el resto es oposición legislativa en la provincia más poblada del país,  siempre y cuando Sergio Massa mantenga su rol opositor.


El otro frente de disgustos del gobierno provino del sector afín, cuando el CELS cambió su posición respecto del aval al ascenso del General Milani y motivó que la presidente retirara su pliego del Senado. Así nos anoticiamos de que este Centro de Estudios tiene más poder  y capacidad investigativa que el Estado mismo y que es quien controla los ascensos militares por encima de las decisiones presidenciales. La señora presidente pudo, por ahora, mantener al General Milani en su cargo e instó a “no cometer la torpeza de enfrentarnos entre civiles y uniformados”, torpeza de que ha hecho gala el actual gobierno desde la asunción del difunto ex presidente  Néstor Kirchner con obsesivo entusiasmo.


Finalmente, llegamos al final con espacio para comentar que seguimos con empeño la campaña desde el frente UNION CON FE, a pesar de que no podemos acceder a los canales de aire ni a los grandes medios gráficos y que los recursos son tan limitados que solo nos permiten decir nuestra verdad desde los medios alternativos, el boca a boca  o en algún micrófono o escenario que las circunstancias y el trabajo esforzado de nuestra gente de prensa puede obtener.  Pero pese a ello, estamos tan convencidos del poder que da la fuerza de la verdad que abrigamos la esperanza de que si un argentino virtuoso pudo llegar al papado, por qué no podría el futuro permitirnos  llevar al Congreso y después al gobierno a un grupo de hombres  dignos y con vocación de servicio,  para cambiar para bien la historia de este amado país que es nuestra  patria. Por ahora nadie puede arrebatarnos esa fe.
Un abrazo para todos.


Juan Carlos Neves, Presidente de  Nueva Unión Ciudadana
Twitter   @NevesJuanCarlos


NOTA: Las imágenes y negritas no corresponden a la nota original.

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