miércoles, 13 de noviembre de 2013

DURÁN BARBA Y LOS DISCRIMINADORES

Mauricio Ortín
El INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) resolvió de oficio "intimar formalmente" al asesor de Macri "para que dé explicaciones y evaluará la posibilidad de denunciarlo ante la Justicia penal". Por su parte, medios de prensa, políticos, artistas, entre otros, han salido a despegarse y/o condenar los dichos de Jaime Durán Barba que calificaban a Adolfo Hitler de "tipo espectacular" e "importante". Ahora bien, como dice Adrián (un amigo) el término espectacular está referido a "aquel que da espectáculos" y, si alguien hizo de la política eso mismo, ese fue el gran propagandista Hitler


Quien tenga dudas, no tiene más que ver sus largas y numerosas arengas nacionalistas cargadas de dramatismo ante impresionantes formaciones militares, llenas de banderas y símbolos nazis, demonizando e inventando enemigos que justificaran su locura asesina y su permanencia en el poder. No fue el único pero sí tal vez el más espectacular. Benito Mussolini, Fidel Castro y otros hicieron también lo suyo. Coincido con Durán Barba en que Hugo Chávez, más allá del espectacular esfuerzo que puso para empardarse, está lejos de Hitler. Lo espectacular no agrega ni quita monstruosidad a nadie. Señala, simplemente, un rasgo particular de la personalidad que no compromete su ser moral. Es como decir que alguien es más extrovertido que otro. 


Cosa muy distinta es asumirse nazi o, como públicamente hizo la diputada kirchnerista Diana Conti, asumirse "estalinista". Stalin, aunque menos espectacular que el líder nazi, fue un genocida mucho mayor pero menos reconocido. Salvo Pepe Eliaschev y uno que otro periodista, nadie salió a rasgarse las vestiduras por los dichos de Conti. El susceptible INADI no dijo ni hizo nada cuando Hebe de Bonafini festejó los miles de muertos de Las Torres Gemelas o el tristemente célebre D'Elía justifica a los que pretenden hacer desaparecer a Israel. Tampoco, cuando desde el gobierno, sistemáticamente, se estigmatiza y condena "al campo" o a Clarín como los responsables de los males argentinos. Más aún, si algo revela la política discriminadora del Instituto contra la Discriminación (INADI) es su absoluta inacción y denuncia en lo referente al trato de parias que reciben los militares y todo aquel que se lo vincule con la dictadura de los '70. Es así que pasa por alto que la "justicia" absuelva y acepte como testigos a guerrilleros que asesinaban como método para llegar al poder y, simultáneamente, la misma "justicia" procese al empresario Blaquier por, supuestamente, haber prestado vehículos a los militares para operativos de secuestro (en la instrucción no se probó que haya facilitado camionetas y, por ende, mucho menos que supiera en qué se usarían). Lo mismo sucede con dos subtenientes que, en la megacausa de Salta, están siendo juzgados porque un soldado declaró que eran instructores cuando desapareció el soldado Brizzi. Ningún testigo relacionó de manera específica alguna al desaparecido con los acusados. La "prueba" determinante para ir a juicio, al parecer, es haber estado en el cuartel (con otros cientos de oficiales y suboficiales) y tener la mala suerte de que un colimba los recuerde al pasar. Y, aunque hay pruebas para hacer dulce (incluso, confesiones públicas de guerrilleros), no se ve el mismo celo justiciero con los corruptos y terroristas. Se trata de una discriminación tamaño baño y, sin embargo, el escándalo es Durán Barba. Mas, no sólo lo es para el INADI sino también (incluido el propio Macri) para la gilada progre. El kirchnerismo, que ha colonizado mentalmente a la oposición, la corre por izquierda. El nuevo demonio y pasto para las fieras es Durán Barba. En los juicios de lesa humanidad no se juzgan personas sino la Dictadura Militar y, por extensión, al régimen nazi, a la "derecha" y al "neoliberalismo". Al mismo tiempo, por omisión, se absuelve de toda culpa al terrorismo asesino de ERP y Montoneros y, por extensión, al régimen represor y asesino del partido Comunista que en el mundo dejó un tendal de cien millones de muertos. Moraleja: Lo que el INDEC es al índice de inflación, el INADI lo es a la no discriminación.



NOTA: Las imágenes y negritas no corresponden a la nota original.

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