jueves, 30 de marzo de 2017

MUCHOS DEMONIOS O UNO CON MUCHAS CABEZAS


Con profundo asombro, en La Nación del 12 de Febrero de 2017, he comprobado que a Jorge Fernández Díaz, de golpe se le ha hecho la luz y ha “descubierto” que en Argentina hubo terrorismo, sólo que, aún continúa padeciendo de amnesia, toda vez que, inconsciente o deliberadamente, solamente se refiere a terrorismo vinculado al peronismo, omitiendo las organizaciones terroristas vinculadas con el radicalismo y comunismo.

En su artículo “La historia que nadie quiere volver a oír”, con esa rara forma que tienen los periodistas para eludir sus responsabilidades, habla en tercera persona, es decir colocándose como fiscales en lugar de reos, dijo que “Cualquier crítica a la guerrilla era galvanizada bajo el eje "la teoría de los dos demonios"”.

Hubiera querido responderle, pero su columna tiene impedida la posibilidad de hacer Comentarios, tal vez por temor a encontrarse acribillado a críticas ante su perenne cinismo e hipocresía demostrando el poco apego que tiene a la remanida "libertad de expresión".

El artículo da para mucho, pero solamente me voy a referir a la abusada “teoría de los dos demonios”, por cuanto ya estoy harto que se haga el reduccionismo binario de responsabilizar de lo acaecido en la década del ’70, solamente a quienes tuvimos la desgracia de ejercer la violencia, unos para lograr su objetivo de la toma del poder y los otros para impedir que ello se pudiera concretar.

Es así que me voy a referir a los múltiples demonios que fueron culpables de la tragedia que nos tocó vivir a todos los argentinos, sin que el orden en que serán mencionados haga a unos más responsables que a otros, dado que todos lo fuimos por igual.

El “primer demonio” fueron las organizaciones terroristas que, por medio de la violencia, quisieron hacerse del poder para imponernos el modelo castro-guevarista, o comunista, o socialista, o vietnamita, o maoísta, o estalinista, o marxista-leninista, o soviético, o como cada uno quiera denominarlo.- El resultado final hubiera sido el mismo.- Ya hemos visto los padecimientos de los pueblos cubano, colombiano, venezolano, vietnamita, camboyano, norcoreano, chino, o de cualquiera de las naciones que quedaron detrás de la Cortina de Hierro o del Muro de Berlin.- Pensar que por haberle evitado al pueblo argentinos esos sufrimientos, más de 2000 miembros de las FFAA, de Seguridad, Policiales y Penitenciarias y civiles, hoy purgan ilegal, ilegítima e injusta privación de libertad y casi 400 ya han sido asesinados en el marco del plan criminal y sistemático de un sector de la población diseñado por la corporación política (incluida la de Cambiemos) y ejecutada por la judicial.- De ellos 60 fueron ejecutados a partir del 10 de Diciembre de 2016, es decir desde que Macri asumió como presidente.

El “segundo demonio” fuimos las FFAA, de Seguridad y Policiales que, por orden de un gobierno constitucional, primero y de otro de facto, después, ante el clamor popular que pedía a gritos que pusiéramos fin al flagelo terrorista, tuvimos que empuñar las armas para impedir que los objetivos de las organizaciones armadas, pudieran ser alcanzados para asegurar la libertad que, hasta hoy, hemos podido disfrutar.

El “tercer demonio” es el constituido por los periodistas y los medios de comunicación social, que apoyaron, tanto a unos como a los otros, sin que en aquellos años les importara cómo combatíamos, en tanto y en cuanto se lograran objetivos fijados (sea el asalto al poder, sea impedirlo).- Debemos recordar que muchos de ellos hasta revistaron en las filas de las organizaciones terroristas, tales como Horacio Verbitsky, Liliana Franco, León Rozichtner, Rodolfo Walsh, Jorge Lanata, Alfredo Leuco y tantos otros

El “cuarto demonio” fueron los intelectuales, que actuaron con la misma “ligereza”, que los periodistas, apoyando tanto a terroristas como a las Fuerzas Legales, según sus ideologías, angustias u oportunismo.- Entre ellos podemos recordar a Eduardo Anguita, Martín Caparrós, Miguel Bonasso, Juan Gelman, Mempo Giardinelli y tantos otros. (muchos de ellos integrantes tambien de las organizaciones subversivas como Eduardo Anguita que hoy participa como panelista en un programa de televisión).

El “quinto demonio” fue la Iglesia Católica que envió a la muerte a miles de jóvenes enrolados en la Teología de la Liberación o el tercermundismo, instándolos a sumarse a las organizaciones terroristas.

El “sexto demonio” fueron los docentes de colegios secundarios y universitarios, que, al igual que los curas tercermundistas, les llenaban la cabeza a sus alumnos reclamándoles empuñar las armas contra la sociedad argentina.

El “séptimo demonio” fue el empresariado y la burguesía nacionales (industrial, financiero. comerciantes o vinculado a la obra pública) que, por cobardía o connivencia, por un lado, financió a las organizaciones terroristas y, por el otro, nos exigía poner fin al flagelo que los había tomado de rehenes.

El “octavo demonio” fue la propia sociedad argentina, que nos reclamaba que le devolviéramos la tranquilidad y le aseguráramos la libertad. Un 10 % apoyó a los terroristas, otro tanto a las Fuerzas Legales y el 80 % restante, como bien lo definió el General Perón, obró como "bosta de paloma". Pasados los años y aseguradas la tranquilidad y la libertad, con total impudicia, cinismo e hipocresía, los mismos que nos habían alentado, no tuvieron ningún prurito en levantar su dedo acusador para condenarnos por lo que habíamos hecho, elevando a los altares a aquéllos que en los ’70 los habían agredido.

Todos los “demonios” tuvieron un común denominador: a ninguno le importó la metodología que empleáramos en el logro de los objetivos impuestos. Nadie mayor de 55 años puede alegar ignorancia sobre los hechos del pasado. Sin embargo hoy vemos como sin ningún tipo de vergüenza, los mismos periodistas e intelectuales que fueron miembros de las organizaciones terroristas que asolaron nuestra Patria, no satisfechos con el daño que nos hicieron en los '70, hoy continúan agitando las aguas para mantener abiertas las heridas del pasado.

Emilio Nani

Teniente Coronel (R) VGM

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