lunes, 29 de abril de 2019

MONSEÑOR ANGELELLI



Con vergüenza, católicos del mundo entero y, especialmente, de estas latitudes tendremos que ver cómo la Santa Sede -que debe presidir en la fe y la caridad a la Iglesia- proclama beato a monseñor Angelelli, en un acto de suyo falible. Causa enorme tristeza que se proponga como modelo a tan controvertido -por decir lo menos- personaje. Pues aunque es posible que el difunto obispo esté en el cielo -misericordioso es Dios-, ciertamente no constituye un ejemplo de seguimiento de Cristo, el buen pastor. Así como es claro que la muerte del entonces prelado no fue más que un accidente, también lo es que el personaje no fue precisamente modelo de virtud. No obstante ello, se insiste en su beatificación, bajo la premisa de su martirio.

En el orden prudencial, llama además poderosamente la atención que en tiempos de disgregación de nuestra Patria en ruinas, desde Roma se impulsen actos que ahonden grietas entre nosotros. A esta altura solo queda rezar frente a este acto reñido con la verdad y la justicia, y pedir especialmente a los verdaderos mártires las fuerzas para sobrellevarlo. Asimismo, encomendar la conducción de la Iglesia al Señor sabiendo que todos seremos juzgados por Cristo.

Francisco J. Roggero
DNI 25.647.360


NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.

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