sábado, 31 de agosto de 2019

LAS ENCRUCIJADAS ANALÓGICAS

Nicolás Rodríguez Peña
Nicolás Rodríguez Peña[1] dio la justificación usual en todas las revoluciones “… Que fuimos crueles. ¡Vaya con el cargo! Mientras tanto, ahí tienen ustedes una patria que no está ya en el compromiso de serlo. La salvamos como creímos que había que salvarla… nosotros no vimos ni creímos que con otros medios fuéramos capaces de hacer lo que hicimos. Arrójennos la culpa a la cara y gocen los resultados… nosotros seremos los verdugos, sean ustedes los hombres libres”.

Con la justificación de Rodríguez Peña les dejamos a continuación una nota de nuestro amigo y periodista español, Ricardo Angoso, sobre las recientes y preocupantes noticias provenientes de nuestra Nación hermana la Republica de Colombia.

Después de finalizar la lectura recomendada, por favor recuerden los siguientes temas:

1.  El terrorismo es inaceptable en todas sus formas y manifestaciones (Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo).

2.  Las FARC declararon y desarrollaron el enfrentamiento civil armado durante el período más largo de América (1948-2016)[2], innumerable cantidad de muertos y victimas. En nuestro país la guerra contrarrevolucionaria duró 2 años.

3.  Al igual que en la República Argentina los ex terroristas de las FARC se infiltraron en toda la estructura del estado colombiano.

4.  En la República Argentina el 10 de diciembre de 2015 asumió un nuevo gobierno que propuso un cambio al populismo.

5.  La oposición fue feroz y sin tener en cuenta el bien común, su único objetivo fue sabotear la acción de gobernar.

6.  El gobierno acorralado por esa oposición feroz no tuvo la capacidad o valentía para enfrentarla… optó por optó por mutar hacia un progresismo gradualista (se convirtieron en lo que la gente llamó “kirchneristas de buenos modales”).

Ahora… es “demasiado tarde”.
El pueblo argentino enfrenta una encrucijada y la misma presenta solo pocas opciones… sepa el pueblo elegir el mejor camino hacia el bien común y un futuro digno de ser legado a nuestros descendientes.

Las analogías o no, entre Argentina y Colombia quedan libradas a su propio criterio, después de leer el final del artículo de Angoso.

Por nuestro lado solo pedimos que antes del cambio o continuación de un nuevo período de gobierno, se disponga efectuar una auditoría jurídica para revisar todo lo actuado en los llamados juicios de lesa humanidad. Esta petición está fundamentada por la igualdad ante la ley y cumplimiento del art. 18 de la Constitución Nacional… servirá para cumplir parcialmente el objetivo no logrado de unir a los argentinos[3]



COLOMBIA, EN LA ENCRUCIJADA

Por Ricardo Angoso[4]

Quizá, a la larga, en estas circunstancias, la única vía para los colombianos es la que impulsó el asesinado primer ministro israelí Isaac Rabín durante el proceso de paz con los palestinos, cuando concluyó que iba  sentarse a negociar la paz como si no existiera el terrorismo, pero que también iba a combatir el terrorismo al mismo tiempo como si no existiera proceso de paz.

Iván Márquez, ex número dos de las FARC, retoma las armas
La declaración de un grupo disidente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), liderado por el prominente jefe guerrillero y número dos de este grupo Iván Márquez, de volver a las armas y abandonar definitivamente los acuerdos alcanzados en el proceso de paz entre este grupo terrorista y el gobierno del ex presidente Juan Manuel Santos, ha caído como un jarro de agua fría sobre la mayoría de los colombianos. Nadie lo esperaba, esa es la realidad, y menos el gobierno del presidente Iván Duque, que atraviesa sus horas más bajas y arrastra en su primer año largo una crisis de legitimidad intensa debido a su nula popularidad y escaso liderazgo.

las FARC
Mientras tanto, las FARC, todavía con representantes en la Cámara de Representantes y en el Senado y con personalidad jurídica para concurrir a las próximas elecciones locales y departamentales, donde presentan algunas candidaturas aunque sea a modo testimonial -en las últimas elecciones generales recibieron una cosecha de votos bastante exigua-, ya se han desmarcado de este regreso a las armas de sus antiguos compañeros de lucha. Por otra parte, los partidos moderados del centro derecha se han mostrado consternados y han mostrado su rechazo a esta declaración unilateral del regreso a la violencia por parte de las disidencias de las FARC, que están encabezadas por el ya citado Márquez, el fugado y narcotraficante Jesús Santrich -liberado por Duque ignominiosamente- y otro jefe guerrillero apodado alias el Paisa.

Pero la conmoción general no es señal de que el gobierno colombiano vaya a ganar este pulso con las disidencias de las FARC, sino más bien lo contrario: su falta de carácter y su pusilanimidad en casi todos los aspectos relativos a la seguridad nacional, así como su falta de músculo político, le hacen ver ante la sociedad como un ejecutivo incapaz de conducir a buen puerto al país, ahora sumido en la zozobra, la incertidumbre y la crisis en casi todos los órdenes.  El presidente Duque se mostró dubitativo, poco rotundo y contundente frente al terrorismo, complaciente con las FARC y sus disidencias e hizo poco o nada frente al flagelo del narcotráfico, que está claramente ligado al grupo terrorista, recogiendo ahora las consecuencias de esta catarata de errores graves.

general de 5 estrellas Douglas MacArtur
Decía el general norteamericano MacArtur que las guerras se pierden por dos palabras: demasiado tarde. "La historia de los fracasos en la guerra puede resumirse en dos palabras: demasiado tarde. Demasiado tarde en la comprensión del letal propósito del enemigo; demasiado tarde en tener conciencia del mortal peligro; demasiado tarde en lo tocante a la preparación; demasiado tarde en la unión de todas las fuerzas posibles para resistir; demasiado tarde en ponernos al lado de nuestros amigos", aseguraba el veterano militar norteamericano. ¿Será demasiado tarde para Colombia y habrá perdido definitivamente la batalla contra el terrorismo?


El  reciente discurso del presidente Duque, pese a su claridad y firmeza en la defensa de la legalidad y la justicia frente al terrorismo y la criminalidad, sin embargo, tampoco despeja muchas dudas. Su escasa determinación en la lucha contra el narcotráfico, envuelta en el eterno debate sobre el glifosato y criticada por el mismo presidente norteamericano Trump, y el envío de señales equívocas a  los terroristas, como fue el apoyo a la justicia que juzga los crímenes por delitos de lesa humanidad (JEP), la tolerada y humillante fuga de Santrich y el haber aceptado, sin apenas modificaciones, los acuerdos firmados por Santos, que tanto Duque como otros dirigentes de su partido juraron rectificar durante su campaña electoral, le han dejado en un pésimo lugar.

La JEP y la Comisión de la Verdad
Así las cosas, y sin que nadie tenga dudas en esta ocasión, Colombia se encuentra en una compleja encrucijada. Tiene dos caminos ante sí y Duque tendrá que tomar decisiones al respecto. Por un lado, el presidente Duque, apoyado por el partido del ex presidente Uribe, el Centro Democrático, tiene la opción guerrerista, embarcando al país en una nueva cruzada militar de inciertos resultados sobre el campo de batalla y tal como le demandan algunos sectores del país. Y, en el otro extremo, intentar reconducir el problema de este regreso a la vía armada por parte de guerrilla por la vía del diálogo, en unas hipotéticas negociaciones que incluyeran al Ejército de Liberación Nacional (ELN) -un grupúsculo superviviente a la Guerra Fría de orientación procastrista- y a las disidencias de las FARC, que ahora anuncian a bombo y platillo su regreso a la violencia.

LAS DOS OPCIONES QUE TIENE ANTE SÍ COLOMBIA


Al mismo tiempo, cualquiera de esas dos opciones tendría que convivir con la salvaguarda de los acuerdos de paz firmados por el ex presidente Santos en La Habana, toda vez que la comunidad internacional -incluida la Unión Europea (UE) y numerosas potencias internacionales- es garante de los mismos y las FARC, ya como partido político, se han comprometido a cumplirlos. La izquierda colombiana exige al presidente Duque el cumplimiento exhaustivo de dichos acuerdos, la integración política, social y económica plena de los antiguos guerrilleros en la vida del país y el final de la vía guerrerista, a la que siguen apelando algunos sectores de las fuerzas democráticas y numerosos representantes cualificados del Centro Democrático, paradójicamente el partido bajo cuyas banderas ganó el actual mandatario en las elecciones presidenciales celebradas en el año 2018.

La encrucijada está ahí, el dilema para el actual inquilino de Casa Nariño -la sede de la presidencia de la República de Colombia- está encima de la mesa. Pero tampoco son  tiempos para la duda y la incertidumbre, para acrecentar la zozobra que se abate sobre la sociedad en estos momentos y generar un vacío de poder ante la situación que agravaría la gravedad del momento, sino que es hora de tomar decisiones y hacer frente a la situación con realismo y contundencia, no obviando las graves responsabilidades que tiene ante sí el presidente Duque frente a su país en esta difícil coyuntura.


¿Qué hacer ahora? Quizá una combinación de las dos vías que surgen en el camino, es decir, la vía militar frente a la nueva estrategia del terror y volver a la mesa del diálogo, pese a la continuidad violencia, podrían proporcionar la clave de la que podría ser una política de paz para los próximos años en Colombia, aunque eso no excluye que seguramente habrá nuevos atentados terroristas y nuevas víctimas que unir a la lista de asesinados, secuestrados y heridos en este país por la violencia terrorista. Y que el camino hasta lograr la verdadera paz -nunca lograda por el proceso de paz de Santos, técnicamente mal desarrollado- será largo y doloroso. Quizá, a la larga, en estas circunstancias, la única vía para los colombianos es la que impulsó el asesinado primer ministro israelí Isaac Rabín durante el proceso de paz con los palestinos, cuando concluyó que iba  sentarse a negociar la paz como si no existiera el terrorismo, pero que también iba a combatir el terrorismo al mismo tiempo como si no existiera proceso de paz. Colombia, otra vez en su historia, como tantas veces, puede que se encuentre ad portas ante ese horizonte incierto.

Ricardo Angoso García
Espíritu Santo, 27 Local B
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España
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NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.



[1] Fue un comerciante y político argentino conocido principalmente por su actuación en contra de las 2 Invasiones Inglesas  (1806 y 1807),   durante la Revolución de Mayo y por haber integrado el Segundo Triunvirato. Un prócer importante de nuestra historia patria.

[2] Al igual que en nuestro país, las organizaciones guerrilleras en Colombia, fueron mutando en el tiempo, adoptando distintos nombres -Autodefensas Campesinas,  Guerrillas de Marquetalia, Bloque Sur, Ejército Popular de Liberación etc.- pero manteniendo inalterable su accionar violento para hacerse del poder político, aplicando la influencia del Che Guevara y de Mao en la guerrilla comunista. Pasaron de la lucha por supuestos ideales de liberación del capitalismo al narco tráfico o narco terrorismo que envenenó a gran parte del mundo… hasta el ingenuo proceso de paz en Colombia propuesto por el entonces presidente de Colombia Juan Manuel Santos y finalizado con la firma de Los Acuerdos de Paz de La Habana firmados el lunes 26 de septiembre de 2016 entre el Estado colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) en Cartagena de Indias, Colombia.

[3] Mauricio Macri: “Nuestras prioridades son pobreza cero, derrotar al narcotráfico y unir a los argentinos” (10/12/2015).

[4] Ricardo Angoso (1966, Salamanca) es sociólogo, analista internacional y periodista. Ha escrito, trabajado y colaborado, en los últimos años, para El Independiente, Diario 16, El Mundo, Fax Press, Colpisa, La Aventura de la Historia, Safe Democracy, Infomedio, Historia 16, Radio Francia Internacional, Radio Exterior de España, Ideas y Debate, Raíces e Historia y Vida. Durante mucho tiempo ha residido en el extranjero, siendo un buen conocedor de los Balcanes y habiendo pasado largas temporadas en Albania, Bosnia y Herzegovina, Hungría, Rumania, Macedonia, Montenegro, Serbia y Turquía. Como observador electoral de la Organización para la Seguridad en Europa (OSCE) ha participado en numerosos procesos electorales en una decena de países. A su vez, ha sido profesor en la Universidad Nacional de Honduras y becario del Ministerio de Asuntos Exteriores español en Hungría, Rumania y Turquía. También ha ganado varios premios literarios, entre los que destacan el Joven y Brillante, el Ciudad de Periana y el Ateneo de Jaén. En la actualidad, colabora en varios medios de comunicación, es Coordinador General de Diálogo Europeo y dirige la revista Lecturas para el Debate. Libros publicados: Europa a Debate, Las próximas guerras europeas y Rapsodia húngara sobre fondo rojo.

CADENAS DEL ODIO

"Es justo honrar el valor y aliviar el dolor de quienes lo dieron todo por nosotros"

Las sentidas palabras del jefe de Estado Mayor del Ejército, teniente general Pascualini, recogidas en la elocuente nota de Mariano de Vedia, publicada al día siguiente, tanto como los términos de la carta del obispo castrense monseñor Guillermo Olivera, publicada en esta columna el domingo pasado, resultan un importante aporte en orden a romper las cadenas del odio, que atenazan a los argentinos. Este reconocimiento tendría que ser una política de Estado, afirmó el obispo, y como corolario, agregamos nosotros, deberían concluir los juicios de la venganza que mediante la demolición de los principios más básicos del derecho, llevaron a la cárcel a más de dos mil presos políticos, que son tales por cuanto su encierro obedece a una voluntad política e ideológica, que los ha condenado a muerte, sin que les quepa ninguno de los derechos y garantías constitucionales que rigen para cualquier habitante de la Nación. Ya han muerto 530 en cautiverio, últimamente a razón de dos por semana.

Alberto Solanet
Presidente de la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia

Carlos Bosch
Secretario


NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.

CANALLAS LENGUARACES



"Pondrá en pie, según la fórmula de Juan Claudio Lechín, 'un caudillismo
mesiánico basado en la delincuencia', una dictadura narco-populista".
Laurence Debray

Las multitudinarias manifestaciones del sábado (24/08/2019) encendieron luces rojas en el tablero de control del Frente de Todos, que esperaba un paseo tranquilo y triunfal hasta octubre. Rápidamente, el Instituto Patria ordenó a Alberto Fernández que dinamitara el tácito acuerdo que lo vinculaba a Mauricio Macri para mantener la calma en la economía hasta las elecciones; el candidato, obediente, dejó de lado su disfraz de estadista y salió a incendiar la pradera, aún a costa de dejar la tierra arrasada.

Bastaron unas frases falsas suyas el lunes para que, otra vez en menos de quince días, todo volara por el aire. Con el sablazo que implicaron sus dichos acerca del interés del FMI en adelantar las elecciones expresado por sus funcionarios que nos visitaban, nuevamente nos hizo retroceder al mismo tembladeral que se produjo el 12 de agosto, cuando los mercados entraron en pánico por el triunfo de la fórmula Fernández² en las PASO.

Esa repetida reacción negativa, que llevó a otra escalada del dólar -que repercute instantáneamente sobre la inflación- y del riesgo-país, muestra a las claras qué opina el mundo respecto a la posibilidad de un retorno kirchnerista al poder. Y, sobre todo, expone el enorme desprecio que esa banda de canallas siente por los sectores más pobres de la sociedad.

La otra maniobra de pinzas sobre la Casa Rosada la constituyeron las masivas marchas, organizadas para conservar el abyecto dominio de la calle y comenzar la agitación -de manual revolucionario- en busca de la destitución del Gobierno. Gran cantidad de organizaciones movilizaron a una masa de pobres sodomizados por sus dirigentes, que lucran con subsidios y planes de todo tipo; fue patético escuchar a los asistentes entrevistados por canales de televisión, ya que todos dijeron ignorar para qué estaban allí.

Se intenta repetir así lo sucedido en diciembre de 2001, cuando se ahogó financieramente a la administración de Fernando de la Rua, se ejecutó el “plan helicóptero” que costó tantos muertos y, poco después, se concretó la devaluación asimétrica que se llevó todos los ahorros de los argentinos.

Conociendo muy bien a qué extremos de violencia está dispuesto a llegar el Foro de San Pablo para recuperar en América Latina el poder para el “socialismo del siglo XXI”, y el apoyo militar y económico que recibe de China, Rusia e Irán, tal como sucede con Cuba, Nicaragua y Venezuela, me sorprendió la suave calificación de “autoritario” con que Alberto Fernández describió al genocida régimen de Nicolás Maduro, cuando ya sus crímenes se encuentran probados por el informe de Michelle Bachelet, la inobjetable responsable de los derechos humanos en la ONU.

El Foro, el 28 de julio en Caracas, resolvió “apoyar al movimiento popular de Argentina, que ha logrado conformar una alianza unitaria en el Frente de Todos, . para enfrentar al macrismo”., el Nº 2 de la dictadura, (Diosdado Cabello) advirtió a Alberto que no se crea que el elegido será él puesto que los votos son de Cristina, y las FARC colombianas han publicado su propio documento apoyándola.

Ambos temas -FMI y relaciones exteriores- se concatenan porque los mercados voluntarios de crédito internacional se encuentran cerrados, a cal y canto, para nosotros, defaulteadores seriales. ¿A quién recurrirá el candidato, si llegara a Presidente, para pedir dinero cuando necesite pagar las cuentas del populismo que pretende reinstalar? Las opciones serán escasas: al Fondo será inútil rogarle y ya sabe que su jefa y candidata a Vicepresidente no cuenta con la simpatía de nadie. Su amenaza al mundo occidental de recurrir a China, además de los conflictos que generará con nuestros actuales aliados, conlleva el enorme riesgo de mayores exigencias por parte de Xi Jimping en materia de bases militares y de materias primas, absolutamente indispensables para el gigante asiático en su actual situación de guerra comercial con Estados Unidos y de desaceleración de su economía.

Cuando ya se ha comprobado que todos los activos argentinos (bancos, empresas, títulos, etc.) valen la mitad que de lo que valían el 9 de agosto, cuando está muy claro que serán Cristina Fernández y Carlos Zannini quienes gobiernen y nos lleven sin escalas hacia el peor infierno, cuando sabemos que será inevitable la impunidad de los ladrones, cuando un triunfo permitirá que los dueños del narcotráfico regresen al poder, cabe preguntarse: ¿están locos tantos argentinos?, ¿cómo no perciben esa realidad?, ¿cómo muchos, que han visto sus fortunas licuarse en pocos días, siguen financiando este demencial proyecto?, ¿cómo privilegian una imposible tranquilidad en sus bolsillos sobre su futuro y los de sus hijos y nietos?

El sábado pasado, muchos dijimos que ¡sí, se puede! Se pueden conservar las instituciones de la República, se puede respetar la Constitución y no modificarla, se pueden garantizar la libertad de prensa y de cátedra, se puede mejorar el servicio de justicia sin convertirla en militante, se puede meter presos a los ladrones y a los corruptos, se pueden seguir combatiendo la droga y el delito, se pueden hacer obras públicas sin monstruosos sobreprecios, en fin, se puede vivir en libertad, ejerciendo nuestros derechos y respetando a ultranza los de los demás.

Nada está perdido, aún la batalla está por librarse. Pero, para triunfar, todos quienes pensamos así deberemos trabajar arduamente, explicando a nuestros amigos y vecinos qué se juega, exigiéndoles que vayan a votar, convenciendo a quienes ejercieron el “voto castigoq” en las PASO, fiscalizando las elecciones para garantizar su transparencia. La Argentina que soñamos nos lo exige.

Bs.As., 31 Ago 19

Enrique Guillermo Avogadro
Abogado

martes, 27 de agosto de 2019

SOBRE LOS ARTÍCULOS PUBLICADOS EN QUE SE ABOGA POR LA “UNIÓN DE LOS ARGENTINOS” Y OTRO, TODO LO CONTRARIO, MANTENER Y AGRADAR LA “GRIETA”



Estimados de la Fundación Malvinas:

Muy interesante dos artículos en uno se aboga por la “unión de los argentinos” y en el otro todo lo contrario es decir mantener y agradar la “grieta”, entre los que lucharon en un bando militares y policías y los que lucharon en otro bando o sea las organizaciones guerrilleras.

Algunas precisiones que pido se difundan:

Habla el autor de GENOCIDIO grave error a pesar de varias generaciones de jueces en democracia; no se juzgó y menos condenó en la Argentina a nadie por GENOCIDIO otros delitos si pero este no[1]. 

Sigue el autor en otro error material, al decir que hubo TERRORISMO DE ESTADO, esta figura no existe el Código Penal Argentino ni tampoco en su actual reforma, lo que si hubo y está penado es el TERRORISMO -por varias leyes nacionales e internacionales-.

Algunas de las víctimas de los atentados terroristas en 1976

En algo si coincido y es que no se puede igualar a ambos bandos[2].

Los militares y policías[3] no fueron “voluntarios” a la “Guerra Revolucionaria”, sino que por la carrera seguida era esta su obligación, en cambio los sediciosos eran “voluntarios” o sea, podían colocar bombas y asesinar personas.

La otra gran diferencia era que repito militares y policías[3] de gobiernos de “Derecho en Democracia” eran y son las Fuerzas Legales”, en cambio durante estos periodos los terroristas que los hubo y muchos; eran “sediciosos” (Art. 22 de la CN); por ello es que tanto el ERP como Montoneros fueron declaradas organizaciones “sediciosas” y “puestas fuera de la ley” por sendos Decretos de Isabel Perón[4].


El ánimo NO ES AMPLIAR LA "GRIETA"- TODO O CONTRARIO, para ello es necesario dar a las palabras el sentido real y verdadero; apoyado en las constataciones legales y políticas de “Estado de Derecho” que la sustentan, que tienen la aprobación de los “representantes del pueblo”, que las sancionaron

Gracias por escuchar.

A.   Valiente+


NOTA: Las imágenes, referencias y destacados no corresponden a la nota original.



[1] Ese término es de uso corriente por parte de las organizaciones de derechos humanos, por los políticos y militantes encargados de difundir un “relato gramsciano” del progresismo improductivo que tiene como objetivo reinstalar el populismo en nuestra república. También es necesario destacar que ninguno de los Comandantes en Jefe de las Juntas Militares juzgados en la Causa 13/84, fue siquiera investigado, juzgado y sentenciado por los ahora llamados “crímenes de lesa humanidad! y/o genocidio… Sí en cambio a partir del 2003 fueron juzgados por esos “nuevos delitos de lesa humanidad” en forma retroactiva y otras irregularidades políticas, en los que jamás hubo un juicio y condena por GENOCIDIO. Término del que también hacen uso repetida y ligeramente la mayoría de los medios de comunicación social, instalando un relato que solo contribuye a ensanchar y profundizar la grieta que divide a la sociedad argentina.

[2] En nuestra modesta opinión el único lugar en el que se los puede igualar es el mal llamado “parque de la memoria”, al cual nuestras autoridades llevan a ilustres visitantes a arrojar flores al río en homenaje a los terroristas que pretendieron alzarse con el poder del estado mediante el empleo de la violencia. Ese sitio de homenaje debería llamarse “Monumento de la Historia Argentina” y allí homenajear a todas las personas -sin discriminación alguna- caídas en los frecuentes enfrentamientos internos -guerra civiles- que regaron con sangre toda nuestra verdadera historia a partir de nuestra independencia… eso sería lo más justo.

Parque de la Historia Argentina - para unir a todos los argentinos

[3] Aquí corresponden colocar a todas las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad, Fuerzas Policiales, Fuerzas Penitenciarias y Civiles que combatieron contra el terrorismo por orden del estado.

[4] En realidad la guerra contra las organizaciones contra las organizaciones político-militares terroristas fue dispuesta en 1974 por el propio general Juan Domingo Perón.
El decreto secreto en el que Perón acusó a la "subversión armada" de atacar la democracia "pluripartidista" y ordenó enfrentarla, el que posteriormente fue complementado con los decretos 261/75, 2770/75, el 2771/75 y 2772/75 dictados por el Poder Ejecutivo Nacional de la República Argentina en acuerdo de ministros, durante el año 1975 y apoyados por el Congreso Nacional (ver Diario de Sesiones de la época)ñ
Esas políticas de estado fueron continuadas por el último gobierno de facto desde 1976 a 1983.

domingo, 25 de agosto de 2019

CARTA ABIERTA AL SEÑOR PRESIDENTE DE LA NACIÓN



Buenos Aires, 25 de agosto de 2019



Señor Presidente de la Nación
Ing. Mauricio Macri
S            /           D

De mi mayor consideración:

Sin ninguna duda la noche del domingo 11 de agosto de 2019, debe haber sido uno de los peores momentos de su vida política… el pueblo le dio la espalda y se encontró con un resultado que usted y su equipo más cercano no esperaban. Para colmo de males en un primer momento no supo escuchar la voz del voto, nos retó y buscó descargar culpas en terceros, los que no tenían ninguna responsabilidad tan grande como la suya y la de su equipo de gobierno o quienes ya son parte de un pasado, al que todos rogamos para no regresar.


Ayer la ciudadanía le ofreció una nueva oportunidad, masivamente en todo el país y le dio su apoyo para que continúe un período más al frente de la primera magistratura del estado, cómo se dice vulgarmente: ahora la pelota la tiene usted  y debe jugar bien… hacer un gol o un pase gol. Como hombre del fútbol que es, sabe perfectamente que si falla en la próxima jugada puede perder el partido… pero con un condimento de mayor responsabilidad, si pierde este partido nos lleva puestos a todos los ciudadanos que creemos firmemente que la democracia -aún imperfecta- sigue siendo el mejor sistema de gobierno.


Me dirijo a usted en mi doble condición de ciudadano y militar en situación de retiro efectivo. En los primeros párrafos de esta carta lo hago como ciudadano que lo voté en 2015, 2017 y dudé en hacerlo en los recientes comicios, finalmente hice uso de mi derecho al corte de boleta. Decidí darles a usted y a la gobernadora Vidal una segunda oportunidad, pero también voté con la sana intención que en el Congreso Nacional, las Legislaturas provinciales y Consejos Deliberantes municipales se empiecen a escuchar voces distintas al progresismo improductivo que viene relatando hace años y aún lo hace.

Por mi edad he sido testigos de épocas que no quiero recordar, ni volver a sufrir… no por mí, ya hice mi vida y di todo por mi Patria, pero me preocupa el legado que dejamos a nuestros descendientes.

Por favor permítame recordarle que la sociedad está hastiada de los políticos que en campaña prometen todo en búsqueda del voto ciudadano, promesas que luego quedan en el tintero. Ha ocurrido inexorablemente en la historia argentina.

Si usted en 2014 expresó: “Mi gobierno ha sido defensor de los derechos humanos, de la libertad de prensa, acceso a la salud y la educación. Ahora los derechos humanos no son Sueños Compartidos y los “curros” que han inventado. Con nosotros, todos esos curros se acabaron”, es hora que demuestre efectivamente que como gobernante de la Nación cumplirá su palabra. A modo de ejemplo le menciono brevemente una importante situación que me confunde:

·       Si su gobierno respeta los derechos humanos, debe empezar por respetar los derechos jurídicos de más de 2.000 ex integrantes de todas las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad, Fuerzas Policiales, Fuerzas Penitenciarias y Civiles; en el marco de un proceso de persecución, venganza y exterminio, donde se continúan repitiendo en forma sistemática infinidad de irregularidades jurídicas, instrumentadas en el ámbito de una justicia prevaricadora. Personalmente he iniciado una petición a través de una plataforma de Internet en la que solicito que se disponga una auditoría jurídica de todo lo actuado en los juicios de lesa humanidad, con participación de la partes en la designación de peritos de inobjetable prestigio personal y profesional, que la justicia cumpla el dictamen de la misma y las partes lo acepten sin objeción alguna… no repitamos otro caso Maldonado.

·       Es imprescindible dar muestras que en la República Argentina se respeta el derecho de la ley igualitaria y que el estado garantiza el debido proceso, tal como lo establece nuestra Constitución Nacional.

·       También es muy importante que el estado deje de ser querellantes en esos juicios, se da la paradoja que el mismo estado -de cualquier signo político- que ordenó aniquilar el accionar subversivo, ahora se presente como querellante de una orden impartida por las más altas autoridades del gobierno democrático de Perón-Perón y continuada por el último gobierno de facto, ambos apoyados respectivamente por el Congreso Nacional y la Comisión de Asesoramiento Legislativo (ver diario de sesiones).

Mi petición no es de indulto, ni amnistía alguna, solo pido que se respeten las garantías constitucionales que rigen la convivencia ciudadana en un marco legal y pacífico.

Dejo a los expertos las decisiones políticas, jurídicas y constitucionales para que, de una vez por todas, se cierre la profunda grieta que divide a la sociedad argentina. La mayoría de la población no quiere regresar su mirada al pasado, quiere mirar un futuro promisorio y digno de ser legado a las futuras generaciones. Razón de más para alcanzar la concordia entre hermanos y dejar de usar los errores cometidos con fines políticos.

Si usted es el líder que la nación espera y necesita, debe actuar de acuerdo a las circunstancias… a la famosa frase del Presidente Bill Clinton: “Es la economía… estúpido” yo le recomiendo modificarla por una más amplia: “No es solo la economía… señor Presidente”.

Respetuosamente,

Roberto José Rosales
Capitán de Corbeta de I.M. (RE)
DNI N° 5.400.027

NOTAS:
  •        Dejo expresa constancia que en el día de la fecha, esta carta ha sido enviado por mail a  casarosada@argentina.gob.ar  y CC a organizaciones y personas que se interesan en estos temas.
  •      Por favor solicito dar a la presente la más amplia difusión que les sea posible. ¡Muchas Gracias!
  •      Las imágenes no corresponden a la nota original enviada al señor Presidente de la Nación.