sábado, 21 de septiembre de 2019

DÍA NACIONAL DE LOS ESTUDIANTES



El Día del Estudiante es una fecha anual que se conmemora en varios países; aunque la efeméride exacta en que se observa difiere en cada país, esta celebración suele estar relacionada con la juventud y la primavera.

Argentina


Se conmemora el 21 de septiembre y si bien coincide con el día de la primavera, la verdadera razón de la elección de esa fecha es que en ese día de 1888 llegaron a Buenos Aires los restos repatriados del prócer Domingo Faustino Sarmiento (15 de febrero de 1811 – 11 de septiembre de 1888), quien durante su presidencia fue responsable de la construcción de más de 801 escuelas. Este día los alumnos de los secundarios no concurren a clases.


Particularmente en la provincia de Jujuy se realiza la Fiesta Nacional de los Estudiantes[1], siendo declarada fiesta nacional y sede permanente de estos festejos, en los cuales se eligen reinas de todas las provincias argentinas. A continuación el periodista sanjuanino  Jorge Reinoso Rivera nos amplía la relevancia de ese día en nuestro país.




La verdadera razón del “Día del Estudiante”.


El 21 de Septiembre es el inicio de la Primavera y se festeja en Argentina “El Día del Estudiante”, en realidad que ese día comience la primavera es pura coincidencia, ya que el verdadero motivo de festejar “El Día del Estudiante” en esa fecha se debe a la llegada a Buenos Aires los restos mortales de Domingo Faustino Sarmiento, fallecido el 11 del mismo mes en la ciudad de Asunción, República del Paraguay y fueron sepultados en el Cementerio de la Recoleta, provisoriamente en la cripta junto a los restos de su hijo adoptivo “Dominguito”, muerto en la Guerra contra el Paraguay, y fue inscripta una frase que el propio Sarmiento escribió que dice “Una América Toda, Asilo De Los Dioses todos, Con Lengua, Tierra y Ríos, Libre Para Todos”.

El féretro había sido cubierto con las banderas de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, cumpliendo con los deseos del propio Sarmiento, y fue despedido en Asunción del Paraguay, mediante un emotivo acto, luego del cual, fue trasladado hacia Formosa donde se lo embarcó en el ARA San Martín, un buque de la Armada Argentina especialmente enviado para traerlo a su patria.

En su paso hacia Buenos Aires, se detuvo en Corrientes y en la Catedral de esa ciudad, se celebró una solemne Misa con la presencia de las autoridades provinciales y de gran cantidad de asistentes, deseosos de despedirse del ilustre sanjuanino, lo mismo que sucedió en su paso por Rosario y luego San Nicolás.


Finalmente, luego de un viaje que duró 7 días, los restos de Sarmiento llegaron a Buenos Aires un medio día lluvioso y gris del 21 de setiembre de 1888. Una multitud compacta y conmovida rindió sentido homenaje al paso de la Cureña que transportaba el féretro del Gran Maestro, haciendo uso de la palabra en una tocante ceremonia, una vez desembarcado los restos del prócer, varios oradores, entre ellos Aristóbulo Del Valle, Osvaldo Magnasco, Agustín De Vedia Y Paul Groussac y el entonces vicepresidente de la Nación, doctor Carlos Pellegrini, quien dijo, entre otras palabras, que Sarmiento “había visto más lejos en el porvenir los destinos de nuestra Patria . y quien mejor había comprendido los medios de alcanzarlos” y su Frase más célebre fue “falleció el cerebro más importante que diera la América”.

Relato éstos hechos por su importancia histórica, pero volvamos al motivo de éste artículo.

En 1902 el Presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras, Salvador Debenedetti (posteriormente un reconocido Arqueólogo), de tan solo 18 años de edad, propone recordar ese día a quién fuera el gran impulsor de la educación en Argentina, Sarmiento, con actos recordando su vida y palabras alusivas.


Los festejos se terminaron expandiendo por todas las Facultades y en 1904, Estudiantes alquilan para bailar, el “Palais de Glace”, en Recoleta y otros asistieron al Hotel Savoy, donde fueron agasajados con diferentes comidas.


En 1919 esos bailes y comidas se popularizaron en todo el País dando paso a que el 21 de Septiembre se celebre y festeje como “EL DÍA DEL ESTUDIANTE”.

Jorge Reinoso Rivera
Periodista

NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.



[1] Si bien la Fiesta de los Estudiantes comenzó su etapa gloriosa en el año 1952, no se puede dejar de lado lo acontecido en 1949 cuando San Salvador de Jujuy, capital de la Provincia de Jujuy, se convirtió por decisión ministerial de la Nación, en sede de la Fiesta Nacional de la Juventud. Delegaciones de todo el país se expresaron en el deporte y se desarrollaron importantes actividades culturales que incluyó presencia y actuación de artistas famosos de todo el país. El broche de oro, siguiendo la costumbre, fue la elección de la Reina y la circunstancia animó a los Estudiantes a elegir representantes entre las que ya habían sido consagradas en los colegios. Ese fue el primer paso. Reina y Carroza quedaron inscriptos en el imaginario colectivo. En el Colegio Nacional comenzó a acariciarse el sueño de la Fiesta en códigos de belleza. Registros de los años 1950/ 51 hablan de una que otra carroza paseando por la plaza Belgrano. En 1952 fueron siete las carrozas que pasearon a decenas de reinas y princesas. Siete los trofeos (iguales) que entregó a los estudiantes el gobernador de la provincia, Dr. Jorge Villafañe. Y desde entonces, con otros números y detalles, la historia se repite. En 1972, con mayoría de edad bien adquirida, la Fiesta convocó a las provincias y ostenta desde entonces el título de "Fiesta Nacional". En 1976, con una Comisión Central que hizo historia, presidida por Patricia Mengual, la Fiesta Nacional de los Estudiantes cobra un vuelo muy importante con la difusión que realizan los estudiantes en Buenos Aires. Patricia Mengual es invitada a almorzar con Mirtha Legrand y llega a Jujuy Juan Alberto Badía, quien desde Radio del Plata difunde la bella fiesta a todo el país. La Reina Nacional fue Lucía Mallagray. A partir de entonces la Fiesta Nacional de los Estudiantes se convirtió en un Polo Turístico de gran importancia para la provincia. En 1984, siendo gobernador el Ing. Carlos Snopek, se le dio carácter Latinoamericano que la Fiesta mantuvo por unos años y ha quedado atrás. En 2001, esta fiesta cumplió 50 años y el festejo fue acompañado por el gobernador de la provincia de Jujuy, en ese entonces, el Dr. Eduardo Fellner.

domingo, 15 de septiembre de 2019

FUE UNA GUERRA


Para sostener esta afirmación, nos limitamos a transcribir lo expresado al respecto, por el ex dirigente máximo de Montoneros: “Coincido con Videla. Fue una guerra. Habrá habido alguno que otro desaparecido que no tenía nada que ver pero la inmensa mayoría eran militantes y, de ellos, la mayoría eran montoneros. A mí me hubiera molestado muchísimo que mi muerte la utilizaran para decir que fui un pobrecito dirigente asesinado”. (Mario Firmenich).

Mario Firmenich (a) Pepe

También y a modo ilustrativo de la forma de pensar de los llamados -por el relato oficial- jóvenes idealistas transcribimos los dichos de Mario Roberto Santucho, Comandante del ERP: “Creo que para lograr la patria socialista vamos a tener que matar a no menos de un millón de personas”.

Mario Roberto Santucho (a) Robi

Somos de opinión que las expresiones del señor Teniente General (R) Don Jorge Rafael Videla, entonces Presidente de la Nación y Comandante en Jefe del Ejército Argentino, la de los dos máximos dirigentes terroristas argentinos Mario Fimenich y Mario Roberto Santucho, sumadas al reconocimiento de los integrantes del Tribunal que juzgó a las Juntas Militares refuerzan fehacientemente que el conflicto violento de los años 70(s) fue una guerra. Afirmación sostenida por muchos testigos de la época y que fuera desconocida por los tribunales sujetos a obediencia debida del poder de turno, razón por la cual sostenemos que todo lo actuado en los juicios llamados de lesa humanidad es nulos de nulidad absoluta.

Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal, integrada por los jueces Jorge Torlasco, Ricardo Gil Lavedra, León Carlos Arslanián, Jorge Valerga Araoz, Guillermo Ledesma y Andrés J. D’Alessio. El fiscal fue Julio César Strassera y el fiscal adjunto Luis Gabriel Moreno Ocampo

Por favor si aún no lo hicieron firmen esta petición, difundan a todos los contactos posibles y si pueden patrocinar con un pequeño aporte a Change.org  de $ 150, les estamos muy agradecidos.


MUCHOS MILITARES SUFREN PRISIONES INJUSTAS, AFIRMA MONSEÑOR OLIVERA

Dentro de unos años vamos a tener que pedir perdón por estos tiempos, reflexionó 



Al ser consultado sobre este caso por La Prensa, monseñor Olivera respondió que “cuando la Justicia está ideologizada no es Justicia” y añadió que muchos militares están sufriendo detenciones abusivas. “Dentro de unos años vamos a tener que pedir perdón por estos tiempos”, añadió. 

Flores se encuentra detenido en Salta, ciudad que el obispo tenía previsto visitar este fin de semana para una reunión con capellanes de las distintas fuerzas de la zona noroeste, y La Prensa quiso saber si tenía pensado visitarlo.


El obispo explicó que compromisos de último momento lo obligaron a cancelar el viaje, que estaba pensado para que coincidiera con la festividad del Señor y la Virgen del Milagro, aunque aceptó conversar sobre la situación de los militares detenidos. 

“El viaje a Salta tengo que reprogramarlo, pero no creo que pueda ir en lo que queda del año. Será el año próximo”, expresó, antes de aclarar que sí estará en Jujuy el lunes para presidir una ceremonia en la que impartirá el sacramento de la Confirmación a un grupo de soldados y de fieles. 

Será una visita de unas pocas horas que no dejará tiempo para ver a ningún detenido, aunque el obispo asegura que siempre se toma tiempo para visitarlos. “En Córdoba lo he hecho, en Buenos Aires también, y me gustaría visitar a los que tengo allí. Los capellanes son los que van haciendo el nexo, o bien son las familias las que me piden. Pero yo estoy visitándolos y cuando vaya a Salta me encantará visitarlos también”, señaló. 

- En Salta hay dos militares detenidos en el penal de Cerrillos, y otros seis tienen prisión domiciliaria por delitos de lesa humanidad. Otros dos están detenidos en el penal de Güemes por otras causas, mientras que un ex juez, Ricardo Lona, también tiene domiciliaria por lesa humanidad. ¿Usted dice que irá a verlos entonces?

- Sí, lo registraré sin dudas. Es parte de mi ministerio acompañar a aquellos fieles nuestros que están sufriendo, muchos de ellos injustamente. 

- Uno de los detenidos en el penal de Cerrillos acaba de recibir una condena de 25 años de prisión. Es Julio Narciso Flores, salteño, ex cabo de la Fuerza Aérea, que tenía 19 años en el momento del delito que le imputan. Su nombre apareció en el libro de guardia de la Brigada Aérea de Palomar y el juez interpretó que, como ese lugar es considerado un centro clandestino de detención, debió ser parte de grupos de tareas que privaban de su libertad a detenidos en la llamada Mansión Seré. Tengo entendido que no existen en la causa ni indicios ni testimonios que lo vinculen con los hechos. Tenía 19 años y lo presentan como jefe de patrulla. ¿Qué responsabilidad podía tener? Parece contrario al sentido común. ¿Es esto Justicia? ¿Qué opina? 

- La misma pregunta me haría yo. Cuando la Justicia está ideologizada no es verdaderamente Justicia. Porque la Justicia implica escuchar; y para el detenido, poder expresarse. Y siempre debe prevalecer el sentido común. En este caso concreto, el acusado tenía 19 años… con todo lo que eso implica. Este es un tema que requiere ser pensado con seriedad en la Argentina. Primero hay que conocer el mundo militar y lo que es la obediencia. Y después, pensar en el papel de un joven de esa edad. Que se lo haya condenado… Las injusticias me constan. Las he visto. Hace poco absolvieron a un hombre que insistía en su inocencia. Estuvo ocho años preso. ¿Quién le devuelve los años detenido? ¿Y el dolor? A los acusados de crímenes de lesa humanidad se los presenta como lo peor. Sin desmedro de las gravedades que se puedan haber cometido, hay que mirar la historia con verdad y con Justicia. Sin venganza. 

- En todo el país hay más de 2.000 presos entre militares, policías y civiles acusados de presuntos delitos cometidos en los 70. Muchos de ellos tienen prisiones preventivas eternas. Y mientras tanto van muriendo. Ya murieron 538 en cautiverio. Como usted decía, hay muchas injusticias cometidas con estos hombres. Se ha demolido el estado de derecho para llegar a las condenas, hay casos de ancianos privados de medicamentos... ¿Qué reflexión le merece?

- Dentro de unos años vamos a tener que pedir perdón por estos tiempos. En primer lugar porque -no sé si hay muchos que se animen a decirlo-, también tenemos que agradecer a muchos de los hombres de nuestras armas que han defendido a nuestra Patria. Esto es verdad. Ha sido gente que ha tenido que defenderse de ataques guerrilleros, perpetrados aun en tiempos democráticos, que han sido terribles. Vamos a tener que pedir perdón. Muchos estamos callados y se están cometiendo graves atentados contra la Justicia, contra el derecho humano más elemental. Eso de las prisiones preventivas eternas claman al cielo. Es cierto, hay hombres enfermos. Me da mucha pena cuando han muerto sus mujeres, cuando no han podido estar para los bautismos o casamientos de sus hijos, de sus nietos. Me parece que a veces es crueldad. Y por eso insisto en que parece más venganza que Justicia.

   

- Hay una presunción de culpabilidad… 

- Sí, exactamente. Y no al revés, como debería ser, que existiera una presunción de inocencia. A veces no los dejan ni expresarse a los detenidos. Como si ya tuvieran la decisión tomada y todo lo demás fuera una pantalla. 


- Yo creo que muchos estarán viciados de nulidad. Hay abogados que están trabajando en el tema. Lo que ocurre es que tampoco tiene mucha prensa quien está dispuesto a pensar a favor. El papa Francisco dice que hay que tener cuidado con las ideologías de uno y otro lado. A veces del otro lado también pueden ser muy duros. Al que se atreve a decir que se están cometiendo injusticias lo presentan como alguien que intenta bendecir otras cosas. Pero la Justicia es Justicia. También los militares lo viven así. Piden que se haga justicia y que pague quien tenga que pagar. Pero pareciera que muchos están pagando y no tienen nada que pagar. Y después de años les dicen que están absueltos y nadie pide perdón.

- Son pocos los obispos que denuncian estas situaciones: usted, entre otros, monseñor Baseotto, y alguno más. Hace exactamente un año, en septiembre de 2018, distintas entidades como Justicia y Concordia, Afavita, el Centro de Estudios Salta y otras, fueron recibidas en la sede de la Conferencia Episcopal y reclamaron a la Iglesia que eleve su voz ante la persecución de los militares. Esto no ocurrió. ¿Por qué el silencio de la Iglesia ante estas injusticias?
  
- Sí, la pregunta es compleja. He hablado con algunos obispos y con el presidente del Episcopado, monseñor Oscar Ojea, y él sabe, y me apoya, y descansa en que yo, como obispo castrense, vaya acompañando y haciendo notar estas situaciones. Dios quiera que sean tiempos, algún día, en que podamos expresarnos con mayor libertad. Avanzar en un camino de mayor justicia, que es lo que merecen los que están sufriendo. Yo puedo hablar por mí. No me animo a hablar de ese cierto silencio. Quizás por este tiempo. Quizás porque se pueda pensar que uno quiere avalar otras cosas. Pero hay que insistir en que la historia no se puede mirar con un solo ojo. Con esta idea de que hay algunos que son los más malos, se olvida un momento democrático que pedía una acción eficaz contra la subversión. Después si hubo excesos hay que juzgarlos. Después hay contradicciones. Por ejemplo, en el hecho de que el Estado se haya convertido en querellante de algo que él mismo Estado había pedido. Si hubo excesos, todos deben ser puestos en la mira. También los políticos de su tiempo… 

- Hay un clima de época que obliga a tener esa mirada parcial sobre el pasado y a mantener una presunción de culpabilidad sobre toda esta gente. 

- Fueron muchos años de hacer un solo discurso. Se ha formado a muchas generaciones como si, en sí mismos, los militares fueran malos. Yo en estos dos años que llevo en este ministerio me he encontrado con hombres de bien, de amor a la Patria, de amor a la familia, de amor a Dios. Pero hoy es políticamente incorrecto decir muchas cosas y sin embargo hay que decirlas.

Agustín De Beitia
@agustindebeitia 

FUENTE: http://www.laprensa.com.ar/480767-Muchos-militares-sufren-prisiones-injustas-afirma-monsenor-Olivera.note.aspx

NOTA: No todas las imágenes, los enlaces y destacados corresponden a la nota original.

IMPRECISIONES. AGRADECERÍA SU PUBLICACIÓN

Internet


Sr. Director
Diario La Nación

Si en algo se destaca La Nación es en la objetividad y en la precisión de sus artículos; por eso me resultó sorprendente la confusa calificación que el Sr. Gabriel Sued hace en su artículo de los padres del político Eduardo “Wado” de Pedro donde los ubica como: “dirigentes peronistas desaparecidos.”

Esta definición es, cuanto menos, imprecisa. Si bien podemos calificar a ambos progenitores como “peronistas” y “desaparecidos” no debemos olvidar que ambos eran, también, terroristas montoneros; al extremo que la madre de "Wado" de Pedro, Lucila Révora, pertenecía al grupo que puso la bomba con la que fueron asesinadas Paula Lambruschini y Margarita Obarrio.

Atentamente

José Luis Milia
D.N.I.: 6.251.032

NOTA: La carta aún no fue publicada por el diario. La imagen y enlaces no corresponden a la nota original.

PROTESTA EN SHOPPINGS

Militantes de la CTEP, el grupo de Juan Grabois, ingresaron a shoppings porteños y reclamaron por la emergencia alimentaria. El video es del Patio Bullrich.

Nadie puede ignorar la emergencia social por la que está pasando el país. Todos deberíamos ser solidarios para tratar de revertir esta circunstancia que castiga a un sector importante de los argentinos. Pero esto no justifica la permanente movilización de movimientos piqueteros que, contraviniendo leyes y normas, interrumpen el tránsito, impiden el trabajo y amedrentan al resto de los ciudadanos. Ahora irrumpieron masivamente en shoppings y galerías comerciales imponiendo sus cánticos, gritos y consignas. Ninguna de estas acciones es propia de un país civilizado, condición que el nuestro está perdiendo en forma alarmante. Lo que llama la atención e incrementa el temor de todos es la ausencia de las fuerzas de seguridad para evitar estas acciones que alteran el orden público. El Estado tiene el monopolio de la fuerza y debe ejercerla cuando algo así ocurre. Si el Estado teme emplear los organismos a su disposición cuando las circunstancias así lo exigen, no pasará mucho hasta que ese espacio sea ocupado por quienes se sienten dueños de la calle. Llegada esa circunstancia, estaremos rozando los límites del caos o la anarquía.

Florencio Olmos
DNI 5.941.080


NOTA: El video no corresponde a la nota original.