CUANTO
MÁS ALTO EL PEDESTAL, MÁS FUERTE LA CAÍDA
El
título expresa un conocida frase del refranero popular. Se refiere
fundamentalmente a aquellas personas que
se encaraman en un pedestal sin tener las aptitudes, cualidades o
virtudes para ello.
Cuanto
más alto han trepado mediante la utilización de engaños, mentiras y otra clase falsedades
y artimañas, la caída, a la larga o a la
corta, es inevitable y más fuerte y dolorosa.
Obviamente
también influye que llegado a la cima del poder, el no poseer valores éticos y
morales, ni la fortaleza personal para sobreponerse a la diabólica tentación
de excederse en la utilización del mismo
utilizándolo según su propio albedrío y sin limitaciones, perdiendo en
consecuencia, el equilibrio, la prudencia
y moderación para liderar exitosamente a sus conducidos.
El
más visible y patético por sus nefastas consecuencias es la de los liderazgos
políticos. Si analizamos simplemente la historia del último siglo veremos el
declive y la caída de líderes que inicialmente lograron llegar muy alto en la
adhesión y estima de sus conducidos, pero por el afloramiento de sus graves
falencias personales ya sea por la limitación de su capacidad y aptitudes para su desempeño en el cargo o
graves fallas en sus valores morales precipitaron a su país a increíbles y
catastróficas consecuencias.
Hay
numerosos ejemplos de ello, probablemente los más ilustrativos son los
dictadores del siglo pasado: Hitler en Alemania, Stalin en la Unión Soviética,
Mussolini en Italia, las numerosas dictaduras del Medio Oriente, África y del
Centro y Sud América.
A la luz de esta breve introducción, podemos
colegir sin temor a equivocarnos, que el actual gobierno ejercido por la Sra.
de Kirchner tiene inexorablemente un
negro destino final y duras y trágicas consecuencias para nuestro país.
Todos
los argentinos sabemos que la democracia en nuestro país dista mucho de ser una
verdadera democracia. Tenemos el ropaje y algunas formalidades importantes de
una democracia, el voto popular por ejemplo,
pero otras que caracterizan a este sistema político, están casi
totalmente ausentes. Los analistas políticos la denominan “democracia imperfecta”.
Uno
de los aspectos en lo que nuestra democracia está en franco déficit, es en la
independencia de los tres poderes del Estado. Como sabemos los tres
Poderes están precisamente en nuestra Constitución para balancear y equilibrarse
mutuamente y evitar excesos y extralimitaciones. Podríamos enumerar otras
falencias muy graves que afectan a nuestra democracia. Pero para el objetivo de
esta nota ya es más que suficiente.
En
el caso de nuestra presidente, la Sra. Cristina de Kirchner, la conjunción de
factores negativos que presenta la mandataria es, para decirlo suavemente, sencillamente de
terror. No vale la pena mencionarlos ya que hay una enorme cantidad
de notas y artículos en los medios e internet que hablan sobre su comprobada incapacidad y su compleja conflictiva y
conflictuada personalidad.
El
fantasioso “proyecto” del matrimonio Kirchner se acabó definitivamente cuando
se acabaron los enormes y cuantiosos fondos que dispusieron por la favorable
coyuntura económica mundial. Cuando esto sucedió, empezaron a aflorar, primero
lentamente y ahora cada vez con toda su crudeza, el resultado de haber sembrado
durante todo ese tiempo fantasías irreales.
Hoy
el fracaso del experimento kirchnerista aparece con toda claridad. El declive
cada vez más pronunciado se evidencia casi diariamente, con signos del
agotamiento del gobierno y medidas gubernamentales que sencillamente son verdaderos
disparates o torpezas burdas o groseras que aumentan el malhumor de
la población.
¿Cómo
puede funcionar un país así?
Hay
tres aspectos que se consideran los más importantes que desprestigian al gobierno: La mentira sistemática y el consiguiente
engaño, la falta de Justicia y la desenfrenada corrupción. No es objeto de
esta nota comentar estos tres aspectos ya que son más que conocidos por la
ciudadanía.
Los
Kirchner sembraron el odio en casi todos los sectores y enemistaron a los
argentinos entre si. Dividieron al país en dos.
Ya hace años, el “Primer Trabajador” para unos, o el “Gran Corruptor” para otros, expresó que cuando el pueblo se cansa
o llega al hartazgo, por ser defraudados y engañados por sus líderes, llegará
el momento en que estos “harán tronar el
escarmiento”.
Recordemos como
terminaron Ceasescu en Rumania y Khadafi en Libia, lideres inicialmente
adorados por sus pueblos y luego por su autoritarismo, ajusticiados por los
mismos.
Si
llegase ese momento, es dudoso que las
Fuerzas Policiales sean utilizada para reprimir.
Y en cuanto a las
FF.AA., no están preparadas ni instruidas para ello. No saben dispersar una
manifestación o contrarrestar un movimiento piquetero. Solo saben, entre otras
muchas cosas propias de la guerra, aniquilar al enemigo.
Sabemos también que
estas constituyen el último ratio en graves emergencias que pongan en peligro
la integridad del país o para evitar, en última instancia, la disolución de la
Nación. Pero tienen expresamente prohibido, por la “sabia” Constitución que algunos iluminados pergeñaron, actuar en
el frente interno. Seguramente las FF.AA. no saldrán sacar las papas del fuego de
esta hipotética situación que esta lamentable y patética dirigencia política ha
creado. Tampoco pienso que quieran hacerlo. No obstante, y pese a todo, finalmente tendrán
que salir…saldrán a apagar las cenizas cuando ya nada quede en pie.
Pero
lo peor de todo, es que ante esta probable, como siempre, los costos, los elevados costos originados por el desgobierno,
los va a pagar el pueblo.
07-Ago-12
Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL
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