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martes, 10 de julio de 2012

“Es hora de quemar las naves… no de tomarse el buque”.


Esta mañana, ante una nutrida concurrencia, al cerrar el acto en homenaje al asesinado Juez Jorge Vicente Quiroga, organizado por la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, su vicepresidente el Dr. Gerardo Palacios Hardy pronunció, entre otras, las siguientes palabras: “Es hora de quemar las naves… no de tomarse el buque”.

Foto de archivo.

La frase “Es hora de quemar la naves” tiene diversos episodios y personajes en la historia de la humanidad… pero el mensaje es siempre el mismo. A nuestro entender el que mejor lo refleja es el siguiente hecho histórico:


En el año 335 A.C., al llegar a la costa de Fenicia, Alejandro Magno debió enfrentar una de sus más grandes batallas. Al desembarcar comprendió que los soldados enemigos superaban en cantidad, tres veces mayor, a su gran ejército.
Sus hombres estaban atemorizados y no encontraban motivación para enfrentar la lucha. Habían perdido la fe y se daban por derrotados. El temor había acabado con aquellos guerreros invencibles.

Cuando Alejandro Magno hubo desembarcado a todos sus hombres en la costa enemiga dio la orden de que fueran quemadas todas sus naves.

Mientras los barcos se consumían en llamas y se hundían en el mar, reunió a sus hombres y les dijo: "¡Observen como se queman los barcos, esa es la única razón por la que debemos vencer, ya que si no ganamos, no podemos volver a nuestros hogares, y ninguno de nosotros podrá reunirse a su familia nuevamente, ni podrá abandonar esta tierra que hoy despreciamos!

¡Debemos salir victoriosos en esta batalla, ya que solo hay un  camino de vuelta y es por el mar!

¡Caballeros, cuando regresemos a casa lo haremos de la única forma posible, en los barcos de nuestros enemigos! "

Cuantas veces la falta de fe, el temor y la inseguridad, el estar atado a lo seguro nos priva de conseguir nuevos éxitos, nos hace renunciar a los cambios, nos hace renunciar a los sueños, nos hace negar los anhelos y  las metas que están grabadas en lo más profundo de nuestros corazones.

Cuantas veces la seguridad de poseer algo, nos hace renunciar a la posibilidad de conseguir algo mucho más cuantas veces lo que tenemos fácilmente a nuestro alcance nos impiden crecer, haciendo que la seguridad se convierta en mediocridad, en fracaso y en monotonía.

Debemos saber que perseverando todo puede lograse. Que el amor y la fe nos dan la fuerza necesaria para obrar milagros en nuestras vidas si así lo deseamos.

Que las personas perseverantes inician su éxito donde otras acaban por fracasar.

Que ningún camino es demasiado para el hombre que avanza decidido y sin prisas teniendo claro sus objetivos

El ejército de Alejandro Magno venció en aquella batalla, regresando a su tierra a bordo de los barcos conquistados al enemigo.

Los mejores hombres no son aquellos que han esperado las oportunidades, si no quienes las han buscado y las han aprovechado a su tiempo, quienes han asediado a la oportunidad. Quienes la han conquistado.

La conquista puede ser un amor, conocimientos, trabajo, riquezas materiales o espirituales, todo está a tu alcance, usted puede plantearse las metas y los objetivos que desea.

Las condiciones para lograr el éxito no son siempre fáciles, no hay otro método que trabajar duro, ser tenaz, soportar, tener fe, luchar, creer siempre, no rendirse y jamás volver la espalda.

Estamos convencidos que ese es el sentido que Palacios Hardy quiso darle al pronunciar la conocida frase… pero el agregado de la expresión: “… no de tomarse el buque”, infiere otro significado. Es una expresión que solo se puede ubicar en la jerga, lunfardo o argentinismos, un sinónimo podría ser: “tomarse el olivo”, no encontramos hechos históricos que reflejen la expresión a excepción del conocido episodio pronunciado por el ex secretario de la C.G.T. Casildo Herrera, para justificar su huida a Uruguay antes de la caída del gobierno peronista de María Estela Martínez Vda. de Perón, cuando acuñó la expresión: “Yo me borre”.

Pensamos que Palacios Hardy nos dijo que es hora de estar presentes, de no abandonar al soldado herido en la trinchera, que si queremos libertad y sus derechos debemos de luchar por todos ellos y ganar la lucha sí o sí… no podemos perder, en ello se nos vá la república, nuestra historia y nuestro estilo de vida. 

Nosotros ya hicimos una elección, ahora elija usted: ¿Quema las naves? o ¿Se toma el buque?


Más tarde, cuando las obtengamos de parte de los organizadores, publicaremos el texto completo de la 4ta. Carta de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, leída por el Dr. Albeto Solanet presidente de la AAJYC, y las palabras completas del acto de cierre efectuado por el Dr. Gerardo Palacios Hardy. De ser posible editadas en vídeos.

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