DECLARACIÓN
¡NOS
APLASTA LA TIRANÍA!
- El Consejo Superior de la UBA, previa opinión en igual sentido de una Comisión integrada, entre otros, por el juez de la Corte Suprema de la Nación, Dr. Eugenio Zaffaroni, resolvió formalmente negar a los condenados y procesados por delitos denominados “de lesa humanidad” el derecho a participar en los programas de estudios universitarios que se dictan en las cárceles.
- Esta decisión -por sí sola- evidencia la terrible realidad de la persecución vengativa a la que son sometidos los soldados y policías que combatieron la subversión en los setenta, ya no sólo para encarcelarlos, sino para martirizarlos aún en la prisión. Mientras a estos hombres no se les permite siquiera estudiar, el Director del Servicio Penitenciario organiza murgas y fiestas fuera de las cárceles con asesinos recientemente condenados por crímenes atroces, al tiempo que se declara entusiasta militante de “La Cámpora” e integrante de la agrupación kirchnerista autodenominada “Negros de Mierda”.
- Adviértase a lo que hemos llegado: la organización “Negros de Mierda” es quien custodia, encarcela y decide que los presos militares ni siquiera podrán estudiar en la cárcel.
- Estos presos no tienen derecho a nada. No sólo se les niega estudiar, sino que los jueces designados o amenazados por la tiranía gobernante les prohíben la prisión domiciliaria a los ancianos de ochenta y más años y a los enfermos terminales. Les niegan juicios objetivos aceptando como prueba absoluta la palabra de dos o tres terroristas manifiestamente preparados y ni siquiera congruentes, les suprimen a ellos las salidas transitorias que tiene cualquier condenado, los tienen años encarcelados sin condenas.
- Nadie puede dudar ya, de buena fe, de que esto no es Justicia sino Persecución y Venganza. Y si ello es así, si los hechos demuestran que todos estos hombres son perseguidos por una tiranía, ¿por qué alguien creerá que realmente cada uno de dichos militares y policías cometieron los crímenes que se les imputan? No se dice aquí que no haya habido crímenes en esa terrible y nefasta guerra sucia. Lo que se dice es que no hay Justicia en el país.
- Pero la desviada doctrina de los crímenes de lesa humanidad que, con la complicidad y el impulso de la Corte Suprema, se aplica exclusivamente contra los militares y policías que enfrentaron el terrorismo subversivo y -en cambio- es negada en su aplicación respecto de los terroristas que integraron verdaderos ejércitos adiestrados en Cuba para la toma del Estado argentino, es sólo el primer dato de la tiranía que se va imponiendo en la Argentina. Fue lo primero, porque lo primero era destrozar a las fuerzas armadas.
- No es ésta, por ende, la única evidencia de que el Estado nacional se encuentra hoy en manos del terrorismo de los años setenta. No es esta de los militares encarcelados la única muestra de la tiranía que avanza incontenible en la Argentina, apropiándose día a día de todos los resortes económicos y coartando cada vez más todas las libertades individuales.
- Porque la inseguridad en el país llega a límites nunca pensados. Porque las hordas camporistas invaden las escuelas primarias para adoctrinar a nuestros hijos en el odio y en la mentira. Porque la educación en general está desvirtuada y abandonada. Porque son invadidos, uno a uno, nuestros ámbitos de libertad de hablar, de opinar, de comerciar, de enseñar, de aprender. Porque día a día se nos aplasta brutalmente con más y más impuestos para recaudar dinero para un Estado que es empleado para el fortalecimiento de la tiranía y para la destrucción de nuestra sociedad. Porque tiránicamente se califica como un crimen sostener que el matrimonio y la familia han de ser fundados por un hombre y una mujer. Porque mientras se nos aplasta con impuestos y trabas, se da rienda libre a la delincuencia, a la droga, al aborto, a la homosexualidad, y desde el sillón presidencial se imparten diariamente clases de desfachatez y chabacanería.
- Estamos en nuestras casas, nos refugiamos en nuestras vidas particulares sin advertir que a nuestro alrededor crece cada vez más fuerte esta terrible tiranía que nos ahoga cada día más. Destruyó primero al ejército en su fuerza material y en su moral, siguió con la destrucción de las fuerzas policiales mediante su corrupción y debilitamiento material, se va apropiando ahora del campo, del comercio y de la industria, mientras promueve normas para terminar con el orden cultural y familiar del país y eliminar las libertades.
- Los que estamos sufriendo todo esto somos muchos. Somos la mayoría del país. El asunto es que tomemos conciencia de que esto realmente nos está sucediendo y estemos dispuestos a reaccionar.
Buenos
Aires, 31 de agosto de 2012.
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