DOMINGO, 25 DE NOVIEMBRE DE 2012
Charles Lynch fue
un revolucionario estadounidense que encabezó una irregular corte en Virginia
para castigar a un grupo de conservadores acusados de varios incidentes durante
la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos. Estos reos fueron
absueltos de todos los cargos por el jurado que debía juzgarlos.
Lynch
con un grupo de vecinos “juzgó”, “condenó” y ahorcó a los acusados. Su
nombre dio origen al término "linchamiento".
Es un acto que está fuera de la ley, por ser el Estado quien debe sostener
el monopolio de la fuerza (ius puniendi[1]).
En
nuestro país, una justicia garantista, “garantiza”
los derechos humanos de los delincuentes en desmedro de los derechos humanos de
los ciudadanos que viven dentro de la ley y que aportan con su trabajo al
sostenimiento de la Nación.
Un gobernador es asesinado por su esposa y ésta permanece en libertad
luego del crimen, y cuando, juzgada, es condenada, se dispone que cumpla su
prisión en un establecimiento asistencial de salud.
A
violadores sexuales y asesinos, se les conceden salidas transitorias y
libertades anticipadas sin ningún control, habiéndose comprobado luego, que
reincidían en sus delitos. Otros presos se unen al “vatayón militante” para
obtener “salidas culturales”.
Así,
la inseguridad, que aumenta exponencialmente debido a los elevados índices de
pobreza y exclusión social, encuentra en la impunidad, otro elemento para su
crecimiento, obligando a los ciudadanos que no delinquen, a vivir “enrejados”.
Lo
que tampoco alcanza para brindarles seguridad.
Días
pasados, en la Ciudad de Santa Fe, dos delincuentes asaltaron a una persona y
huyeron en moto. Un vecino advierte el delito y los persigue en auto mientras
por celular da aviso a la policía. En su fuga chocan contra un automóvil, caen
y continúan su huida a pie. Entonces varios vecinos se suman a la persecución,
alcanzan a uno de ellos y le dan una feroz golpiza hasta que la policía lo
rescató de manos de los vecinos, luego, una justicia garantista lo libera para
que pueda continuar delinquiendo.
En
Buenos Aires, el periodista Angel "Baby" Etchecopar, víctima
de un asalto, en defensa propia debió dar muerte a uno de sus agresores y herir
a otro. El delincuente muerto, estaba gozando de la libertad condicional que le
había otorgado nuestra justicia garantista.
La
mayor parte de nuestra sociedad aplaude la golpiza propinada al delincuente en
Santa Fe y el homicidio cometido por Etchecopar.
Del mismo modo que repudia los beneficios concedidos a la Sra. Susana Freidoz, asesina del entonces Gobernador de Rio Negro.
Acaso,
ante tanta injusticia de la justicia, se esté provocando a los ciudadanos a
hacer JUSTICIA por sus propias manos.
Ojalá
la justicia comience a hacer JUSTICIA, para que no se produzcan linchamientos.
Orlando Agustín Gauna
TE 0342 155036171 - 0342 4510487
[1] Ius puniendi es una expresión latina
utilizada para referirse a la facultad sancionadora del Estado. De forma
desglosada encontramos por un lado que, la expresión “ius” equivale a decir “derecho”,
mientras que la expresión “puniendi”
equivale a “castigar” y por tanto se
puede traducir literalmente como derecho a penar o derecho a sancionar. La
expresión se utiliza siempre en referencia al Estado frente a los ciudadanos.
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