El
velo de la mentira comienza a caer y mostrar su verdadero rostro… el de la violencia
descarnada iniciada por las Organizaciones
Terroristas, cuyo único objetivo era alzarse con el poder de la república –sus
acciones se iniciaron contra el gobierno democrático del Dr. Arturo Illia [1]y
continuaron en la tercera presidencia del general
(R) Juan Domingo Perón[2].
La
mentira montada en el relato oficial del poder de turno, necesito la
complicidad de los Poderes Legislativo y
Judicial, al primero lo usó para
voltear el andamiaje jurídico que había iniciado la solución para restañar las
heridas del pasado y al segundo para que prevaricara diseñando un “Derecho a Medida de su Venganza Impiadosa”
y se montaran los juicios… que cada vez se parecen más a un circo romano -feste,
farina e forca[3]-, es hora que la juventud
argentina –sometida a un lavado de cerebro al más puro estilo de los nazis-
conozca la verdadera historia, comprenda la necesidad de superar la heridas del
pasado y mirar con esperanza un futuro mejor. La paz, concordia, justicia,
historia completa y la unión entre argentinos es la única salida posible. La
unión hace la fuerza… y nos hará un mejor país.
Sinceramente,
Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre
CRÓNICAS ARGENTINAS: Los
Montoneros no están tranquilos. Cae
la estructura que los salvó de la cárcel.
Varias
y diferentes estrategias y pactos sostenidos con éxito hasta hoy, para no ser
juzgados e ir a prisión, comienzan a tambalear.
Les
duro mucho tiempo a los terroristas,
el pacto de impunidad alcanzado con los Kirchner...
Hay
varios casos que están comenzando a cercar a quienes militaron en el Movimiento Montoneros, al igual que a
los integrantes de las demás bandas armadas sobre las que se conoce han
cometido atentados en los años setenta, con los cruentos resultados conocidos.
Uno
de los sucesos que puede desencadenar el derrumbe de las estrategias de tipo
político que hasta hoy les sirvió a esos grupos para eludir la acción de la
Justicia, puede serlo desde ahora, la profundización de la investigación
recientemente ordenada por La Cámara Federal porteña, en el caso del asesinato de JOSÉ IGNACIO RUCCI, quien
fuera Secretario General de la CGT,
y asesinado el 25 de Septiembre de 1973.
La
exigencia del Alto Tribunal recayó
sobre el Juez ARIEL LIJO quien
intentó desembarazarse del caso, asegurando, ligeramente, que el mismo no podía
incluirse en lo que se conoce como “Delito
de Lesa Humanidad”.
Hay
muchos crímenes cometidos especialmente por Montoneros presentados así por serios historiadores y con claras
pruebas al respecto, que merecerían ser considerados bajo la misma condición
que el Gobierno utiliza para poder juzgar a los Militares que intervinieron en
la represión de precisamente esos crímenes. Los terribles hechos de violencia
en la Argentina, dieron inicio aún dentro de un Gobierno democrático, como lo
era el del Peronismo de entonces, con cruentos ataques a Militares y Civiles,
asesinándolos en la calle o en sus domicilios, o atacando unidades militares, o
liberando a homicidas de las cárceles, además de distintos atentados con
bombas, secuestros y extorsión. Muchos son los muertos que provocaron con esa
actitud imperdonable, la que desató luego la defensa del país por parte de las
Fuerzas Armadas, reacción pedida públicamente por buena parte de la dirigencia
política, empresarial y cultural de entonces, según una importante cantidad de
documentos que así lo acreditan.
Pero,
aún con la forzada definición del concepto de “Delito de Lesa Humanidad” que el Gobierno ha impulsado, a los
efectos de quedar a salvo de las investigaciones sobre los terroristas, ya que en su propio seno hay varios Funcionarios y Legisladores comprometidos con aquellos hechos criminales, para un
reconocido integrante del Tribunal Penal
Internacional, estos encuadran totalmente en los casos precisamente, de
esos actos terroristas.
Se
trata de LUIS MORENO OCAMPO, quien
interpreta, y lo ha dicho más de una vez en sus pasos por la Argentina, que los
crímenes cometidos por los grupos guerrilleros de los años setenta, deben ser
considerados como “De Lesa Humanidad”.
Y
nadie podría sospechar que MORENO OCAMPO
tenga algún tipo de simpatía con el llamado “Proceso Militar”, por cuanto él ha sido uno de quienes juzgaron a
los Militares comprometidos con el mismo. Y como este Juez Internacional, entre los mejores Juristas argentinos, hay coincidencia total con ese criterio.
La
recurrente negativa del Gobierno de los
KIRCHNER y de sus socios vinculados directamente con los crímenes de los
años setenta, comienza a tambalear ahora porque desde el plano judicial, y tan
sólo por mencionar unos pocos casos, si se investigara debidamente el caso RUCCI, se encontraría, quien lo
hiciera, con vallas insalvables a la hora de querer mantener la mentira
oficialista. Tal vez el más importante, y rebuscado en este caso, requisito que
exige la versión del Gobierno, para considerar a los hechos como de “Lesa Humanidad”, poniéndolo como una
fuerte traba para avanzar sobre los crímenes de la guerrilla, como lo es la
ausencia de una relación con el Estado de parte de quienes actúen con
violencia, se cae ante la más rápida lectura de las causas en las cuales los
guerrilleros actuaban bajo el amparo de no uno, sino de varios Estados, como lo
han sido el de Cuba, el de Nicaragua, y algunos provinciales de la Argentina. Todo eso
está ampliamente probado.
Otro
emblemático crimen de los insurrectos armados de los años setenta, cuya
investigación ya ha avanzado mucho, como lo es el del secuestro, torturas y
muerte del Coronel ARGENTINO DEL VALLE
LARRABURE, quedó últimamente, a las puertas del ingreso de la consideración
de “Lesa Humanidad”. Cualquier
movimiento cercano hará entrar al caso, rápidamente en esa condición.
Y
como se dice más arriba, no son éstos los únicos hechos a probar, donde
conocidas figuras del actual Gobierno quedarían inevitablemente “pegadas”.
El
sostén más fuerte que han tenido los grupos terroristas en la Argentina para no
ser juzgados y condenados, han sido los acuerdos de impunidad obtenidos con los
dos Gobiernos kirchneristas, y el
actual, el de CRISTINA KIRCHNER,
tiende a desaparecer cuando concluya su actual mandato legal. Por lo tanto,
imaginar un fuerte vuelco de la situación para estos grupos, a muy corto plazo,
no se trataría de una esperanza sin sentido alguno…
Fuente: http://www.enfoquespositivos.com.ar/front.php?id=7990
Fuente: http://www.enfoquespositivos.com.ar/front.php?id=7990
Referencias:
[1] Durante la presidencia de Illia la opinión pública argentina se enteró de la existencia de campamentos castristas en el norte del país. Estos grupos, posiblemente financiados desde del exterior, estaban formados por jóvenes marxistas que adherían a la línea ideológica china. Algunos integrantes habían abandonado el Partido Comunista argentino o habían sido expulsados de él y uno de los temores que cundía entre el gobierno y otros partidos era que los sectores de izquierda del peronismo se unieran a ellos y lograran desarrollar actividades guerrilleras de carácter permanente.
En noviembre de 1963 se produjo
una división dentro del Movimiento
Nacionalista Tacuara. El sector tradicionalista continuó reconociendo la
jefatura de Alberto Ezcurra, en tanto que el sector izquierdista siguió a su
líder Joe Baxter. Este último logró
unir a un número considerable de integrantes de Tacuara con grupos comunistas y
miembros del Movimiento de Liberación
Nacional. Pero también Baxter se
proclamó peronista y su semanario Tacuara, reivindicaba al justicialismo.
En marzo y abril de 1964, la Gendarmería informó que había tenido
enfrentamientos armados con guerrilleros
en la provincia de Salta. El gobierno, consciente de la gravedad de estos
hechos, comenzó a preparar un proyecto de reformas al Código Penal para
adecuarlo a estas nuevas situaciones.
[2] Si bien durante
sus primeros años recibieron el apoyo de Juan
D. Perón y de buena parte del Movimiento
Peronista, a partir del 1.º de mayo de 1974 sus acciones provocaron el rechazo de su líder y de los sectores
sindicales y políticos del peronismo ortodoxo, llevándolos a un gradual
aislamiento al que siguió su retorno a la clandestinidad y posterior
desarticulamiento por la dictadura militar que derrocó a la viuda de Perón, el 24 de marzo de 1976.
[3] Entre el
final del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX, en Nápoles se decía que
el rey Fernando IV de Borbón reinaba
con “las 3 efes”: feste, farina e forca (fiestas, harina
y horca): fiestas, para distraer el poblacho de los reales problemas del reino,
harina, regalada a los más pobres para que tuvieran algo que comer (se dice que
fue entonces cuando se inventó la pizza), y horca para los opositores del
régimen.
Que, al fin y e al cabo, era la
versión moderna del romano panem et
circenses.
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