El martes 9 de octubre de 2012, se iniciará el desarrollo
del epílogo de la protesta salarial de
las Fuerzas de Seguridad, durante este fin de semana largo el ministerio de seguridad pasó a
disponibilidad a los gendarmes que
actuaron como voceros del conflicto y el secretario de seguridad
se había comprometido en dar respuesta, antes del martes, al petitorio
presentado por los delegados de ambas Fuerzas de Seguridad.
Ningún “conductor”
recurre al castigo como un medio
coercitivo para llevar a cabo los propósitos de la disciplina, ni vacila en
utilizarlo como es merecido ante una acción culpable. Utilizar el castigo como
un arma, es admitir su fracaso como “conductor”.
El gobierno que había manifestado su voluntad de no
aplicar sanciones disciplinarias contra el personal que solo está reclamando
contra una decisión política-administrativa, el Decreto 1307/2012 que se
encuentra viciada de “mala leche”… faltó a su palabra.
La ministro en un intento por recuperar la iniciativa,
generó un nuevo “globo de ensayo”,
quiso avanzar un paso más en la destrucción de las fuerzas del estado.
Nuevamente el error en maniobrar ante una crisis, escalando en la violencia y dejar
sin una salida honorable al ocasional oponente. La protesta continuará y el
reclamo puede ser cada vez más fuerte, se corre el grave peligro de profundizar
la ruptura institucional de la disciplina en el orden vertical de cada fuerza.
La disciplina por la disciplina misma no es ningún valor.
El objetivo que se quiere alcanzar con la disciplina, como con cualquier
conducta virtuosa es lo que justifica la razón y el sentido del instrumento.
La disciplina como formalidad impuesta desde la
superioridad, en este caso de la Comandante
en Jefe las Fuerzas Armadas, la Presidente
de la Nación, carece de virtualidad positiva sino proviene es una
derivación de la aplicación de la Carta
Fundamental y es así como funciona el instrumento necesario e indispensable
para el cumplimiento de los objetivos patrióticos de grandeza que inspiraron
años de lucha y desencuentros, después de la gesta libertadora. Para consolidar
y engrandecer el país la forma de gobierno adoptada en la Constitución es la “democrática”, pero no solo eso, sino la
más importante, la “republicana”, que
implica división de poderes, trasparencia de los actos de gobierno y otorga
derechos inalienables en pos del bienestar del conjunto de la sociedad y no de
unos pocos.
Austeridad, libertad de expresión y defensa de las
instituciones, entre las que se encuentran las humilladas Fuerzas Armadas, de
Seguridad y Policiales, plena
vigencia, como consecuencia del estado de derecho, al que deben someterse todos
los ciudadanos, especialmente la presidente, sus funcionarios y todos los demás
habitantes del país.
Por último, adopta la forma “federal”, por lo que se debe permitir las autonomías provinciales
y otorgarles para ello a tiempo sus recursos para que puedan desenvolverse.
Igual respetar su intervención en el Congreso de la Nación, principalmente con
los senadores que las representan.
No los vamos a aburrir, con lo que todos sabemos que
estas dos últimas condiciones no se cumplen, y en cuanto a la primera, la forma
“democrática”, como producto de la
violación de las dos anteriores, y un sistema organizado de clientelismo
facilitado por un congreso adicto y sometido que le permite hacer lo que quiere
con el presupuesto, tampoco funciona a pleno y solo sirve para someter a la
minoría.
La corte suprema, que tiene un marketing impresionante,
está formada por vasallos, por quienes piensan en sí mismo, y por inmorales fueron
capaces de violar a la Constitución Nacional para seguir políticas
persecutorias impuestas desde el poder ejecutivo. Comparada con la menemista,
esta es tan corrupta como aquella, mas académica, pero les falta calle para
medir las consecuencias de sus irresponsables actos en un gobierno sin límites,
la anterior era más “viva”, en
términos callejeros y eso le Impedía cometer las atrocidades que estos cometen
para satisfacer a un corrupto sistema de gobierno.
En este contexto, aferrarse a la disciplina, cuando la
mayor indisciplinada y contra la propia Constitución
Nacional es la misma Comandante en
Jefe de las Fuerzas Armadas, parece un mero pensamiento. Nadie puede dudar
de la sinceridad de los reclamos planteados por quienes están sufriendo la
deshonra pública de ser tildados de destituyentes, cuando solo pretender salir
de la pobreza y tener una vida digna para sostener a sus familias.
Es lamentable no saber cuál será la solución, si está cerca
o lejos y el tiempo que va a tardar nuestro país, para luego recomponerse
moralmente.
La justicia no está funcionando, sencillamente porque no
existe... se llama venganza, y la persona que debe dar el mejor ejemplo –la jefe Suprema de la Nación- ni siquiera
cumple los fallos de la corte o tribunales. Solo nos resta tener fe y esperanza
para que los políticamente responsables razonen, reflexionen y corrijan sus
errores.
No podemos obviar el reciente triunfo de Hugo Chávez Frías en las elecciones
presidenciales de la República de Venezuela, su re-reelección tendrá impacto en la región y puede proporcionarle
al alicaído cristinismo un golpe de oxígeno en el peor momento de su
administración.
Al pueblo argentina le queda el derecho de peticionar ante sus autoridades y gobernar a través de sus representantes. La sociedad aspira a recuperar su libertad plena, que se respete la Constitución Nacional y que no exista el proyecto de modificarla para permitir una re-reelección prohibida. Por todo ello, una vez más se manifestará cívicamente el próximo jueves 8 de noviembre de 2012, que se ha denominado el 8-N.
Una reflexión final: los miembros de las Fuerzas Armadas, de Seguridad, Policiales, del Servicio Penitenciario Federal y otras personas que se encuentran detenidos como Presos Políticos están sometidos a vergonzosos juicios viciados de nulidad absoluta por haber cumplido el principio de “obediencia debida” indispensable para el eficiente y correcto desempeño de la organización de toda fuerza militar o similar. Están donde están, por ser disciplinados y creyentes de una forma de vida en un país del sálvese quien pueda y de una moralidad meliflua que se adapta a las circunstancias que más le convienen. A esa sociedad le pedimos que incorpore en su reclamo una justicia verdadera y objetiva, que rescate del olvido y discriminación a las Víctimas del Terrorismo y a los Presos Políticos de la Argentina.
Los Presos Políticos de la Argentina, no tienen razón de ser, en el Juicio a las Juntas ya se habían juzgado y condenado a los responsables de la conducción política y estratégica del estado en los años del último gobierno de facto. Se había cerrado un ciclo con las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y los Decretos de Amnistía que beneficiaron a los ex jefes del PRN y a las cúpulas de las organizaciones terroristas.
Los Presos Políticos de la Argentina, no tienen razón de ser, en el Juicio a las Juntas ya se habían juzgado y condenado a los responsables de la conducción política y estratégica del estado en los años del último gobierno de facto. Se había cerrado un ciclo con las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y los Decretos de Amnistía que beneficiaron a los ex jefes del PRN y a las cúpulas de las organizaciones terroristas.
Néstor Kirchner decidió retornar al pasado e hizo declarar
inconstitucionales y/o anular todo acto jurídico que estaba cicatrizando las
heridas de la guerra entre hermanos. La impunidad se instaló en la figuras de
las cúpulas del terrorismo.
Nunca se debió continuar con el extemporáneo proceso
judicial, arbitrario, prescripto, amnistiado, con derechos adquiridos y
habiendo violado aviesamente la Constitución Nacional para diseñar un “derecho a medida” de la venganza
implacable pergeñada, por el poder de turno, para permitir juzgar a los hoy
considerados Presos Políticos.
Sinceramente,
Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre
por una Nueva Década en Paz y para Siempre
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