domingo, 7 de octubre de 2012

NO LE SIRVE SIQUIERA…COMO FUSIBLE



Los hechos acaecidos a consecuencias del justo reclamo salarial iniciado por los suboficiales de la Prefectura Naval Argentina a la que rápidamente se sumó la de Gendarmería Nacional Argentina, adhirieron distintas delegaciones de las Fuerzas Armadas y Policiales no solo en la Capital Federal sino también en distintos lugares del país, tiene y tendrá fuertes repercusiones en la conducción de cada fuerza, cadena de mandos, disciplina y futuro de varias instituciones de la Nación.


Durante estos días hemos observados fuertes debates internos que hacen a la conducción de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales. Entiéndase por “conducción” como “el arte de imponer su propia voluntad sobre los otros, de una manera tal que se domina su obediencia, confianza, respeto y leal colaboración”. Desde el advenimiento de la democracia esas fuerzas se han sometido, institucionalmente, a la subordinación del poder civil a través de los distintos gobiernos. Las excepciones a esta norma fueron dadas por justos reclamos y no atendidos debidamente por el poder de turno, ya sean los movimientos carapintadas de Rico y Seineldín o este de la protesta salarial. No viene a nuestra memoria algún otro hecho acaecido en democracia, si lo hubo fue aislado y sin repercusión nacional como los mencionados.


Ahora bien, la obediencia, confianza y lealtad no se heredan… cada líder político se las debe ganar y especialmente con el ejemplo. Los atributos de un buen “conductor” son los mismos en todas partes, el conductor sobresaliente inculca de tal modo en sus subordinados el deseo de ser dirigidos, que estos harán lo posible para satisfacer sus directivas y apoyarán sus políticas de organización, esté o no presente el “conductor”.

Según nuestra incumplida Constitución Nacional, el cargo de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas es desempeñado por el o la Presidente de la nación, quien además es  el jefe supremo de la Nación, jefe del gobierno y responsable político de la administración general del país. Parte de ese manejo, conducción y administración es delegada por el presidente al jefe de gabinete de ministros y los demás ministros secretarios, quienes tienen a su cargo el despacho de los negocios de la Nación, deben refrendar y legalizar los actos del presidente por medio de su firma, sin cuyo requisito carecen de eficacia. Todos ellos tienen responsabilidad política ante el Congreso de la Nación.


El ahora famoso Decreto 1307 que desató la crisis salarial de Gendarmería y Prefectura fue redactado por Raúl Garré, hermano y jefe de gabinete de la ministro de Seguridad, Nilda Garré. El texto fue cuestionado hace meses por Sergio Berni, secretario de seguridad, y por las cúpulas de ambas fuerzas. Berni advirtió que habría una rebelión de gendarmes y prefectos. Y propuso igualar sus sueldos a los de la Policía Federal, hacia arriba, pero su advertencia fue ignorada por la ministro de quién depende.

Raúl Garre
No podemos dejar de lado que la ministro Garré es una ex terrorista que combatió en el monte tucumano, y por ejemplo en esa provincia El 28 de agosto de 1975, el avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina, matrícula TC-62 fue derribado por una poderosa bomba, colocada y hecha estallar por control remoto por fuerzas de la organización terrorista Montoneros. En el avión se trasladaban 114 efectivos de la Gendarmería Nacional, de los cuales, seis fallecieron en el acto y más de 60 resultaron heridos, nueve de ellos de gravedad. Si Garré era partidaria de la violencia, no hemos escuchado, ni leído alguna expresión de arrepentimiento por esos hechos que enlutaron a la Nación toda. Es por ello que creemos que el Decreto 1307 no fue una cuestión de impericia o ineficiencia, nos permitimos dudar de sus verdaderas intenciones… no puede ser tan burra!


Tampoco hemos visto a la jefe suprema de la Nación aparecer por su reiterada, casi diariamente, cadena nacional y referirse a la grave situación que mantiene en vilo a gran parte de la sociedad. Señora presidente los  asuntos de los soldados, prefectos, gendarmes y policías de la Patria… son más importante que inaugurar un matadero de cerdos en una lejana provincia. Debe usted actuar como una verdadera conductora a la altura que las circunstancias le imponen… de no hacerlo está incumpliendo sus obligaciones constitucionales.  Debe genuinamente ganarse la obediencia, confianza y lealtad de sus subordinados. 

Si el ministerio de seguridad no le ha resuelto un problema que ya estaba cantado hace tiempo y además no le ha solucionado el problema muy grave de la inseguridad pública ¿De qué le sirve un ministerio creado durante su gestión y que no le sirve siquiera como fusible? Por favor piénselo bien y decida mejor.

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre

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