diciembre
14, 2012
By
Carlos Manuel Acuña
Hace
pocos días anunciamos aquí que cabe esperar grandes definiciones que alterarán
significativamente el complejo escenario político nacional. Ahora podemos
afirmar que esas definiciones se están acelerando pero aclaramos que no hay que
confundirlas con los disparates que ocurren en el plano público. Asimismo,
añadimos que además de políticas tendrán relación con el funcionamiento
institucional de nuestra ex República aunque previamente habrá que soportar
nuevas contradicciones, esos hechos insólitos que no dejan de sorprendernos y
que pese a su reiteración no generan acostumbramiento.
Uno
de ellos es el histérico anuncio efectuado por la presidente Cristina en el sentido de que se reformará íntegramente
nuestro sistema judicial, pese a la imposibilidad de hacerlo en estos momentos
por múltiples motivos. En el ínterin, los grandes problemas nacionales
persisten y se agrandan con las desordenadas manifestaciones públicas como las
ocurridas anteayer y que se asignaron a los simpatizantes de Boca Juniors y al público que reaccionó
indignado por la absolución de los acusados del secuestro y asesinato de Marita Verón. Lo que no trajo la
noticia periodística, bien controlada, es que los primeros sucesos que
terminaron en grandes destrozos en el centro de la ciudad fueron iniciados por
jóvenes activistas de Quebracho, una
organización extremista que está pagada por el gobierno y cuya misión ahora fue
la de mostrar una imagen de descontrol en el ámbito metropolitano para afectar,
de esa manera, al “progresista” Mauricio Macri y de paso endilgarle la
responsabilidad por la violencia al club de fútbol de sus simpatías y que le
sirvió para ingresar a la política.
Respecto
del lamentable tema de Marita Verón,
también se disimuló -hasta ahora- el hecho de que su madre recibe un fabuloso
subsidio de la Casa Rosada, que los acusados merecen la cárcel por su actividad
en la trata de blancas pero que no existieron pruebas que permitieran su
condena. El impulso dado al problema apunta a desprestigiar a la justicia y presentarla
como dependiente de dádivas e influencias extrañas. En pocas palabras y signada
por un primitivo sentimiento de venganza, la idea es continuar la batalla del
Poder Ejecutivo contra el Judicial y olvidarse de la prevaricación que se
registra en el fuero penal federal, que abarrotó las cárceles de inocentes que,
con el tiempo, tendrán mucho para decir cuando se revisen los casos uno por
uno. El país está atado a los caprichos de Olivos y a la incapacidad de la Casa
Rosada, que no sabe controlar a una Cristina
crispada, sagaz pero impedida de objetivizar lo que sucede. Esto lo sabe bien Carlos Zannini, el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, quien más poder
demostró hasta el momento y quien más gritos e insultos recibió. Parece que
entre sus virtudes está la paciencia.
Carlos Zannini
Los
jovencitos rentados de La Cámpora
adquirieron vida propia, aunque cumplen acabadamente con las órdenes que
reciben. Hace unas horas, pusieron en marcha la operación de “apretarlo” a Daniel Scioli, quien a la vuelta de un acto realizado en Benavídez
se decidió de una vez por todas a competir con el cordobés De la Sota para ejercer el rol de hombre de reserva en el que debe
pensarse para la inevitable sucesión presidencial que puede adelantarse más de
lo que se sospecha. Estos dos gobernadores han concentrado el ejercicio interno
del poder y transitan por un mar proceloso cargado de problemas y zancadillas,
pero ambos han resuelto no permitir al cristinismo que intervenga en la
confección de las listas partidarias que competirán el año que comienza. No
solamente ellos: por debajo del entramado de las conversaciones y contactos más
o menos secretos, la decisión de convertirse en los dueños de las listas fue
adoptada por la mayoría de los gobernadores y si bien hay algunos excesivamente
impresentables en este damero -el tucumano Alperovich,
por ejemplo, cargado de casos de corrupción cuyo contenido se ampliará con el
correr de las semanas- lo concreto es que de una u otra forma, el justicialismo
moderado y opuesto al progresismo ideológico está decidido a dictar el curso de
los acontecimientos.
Como
es lógico, el conurbano será uno de los epicentros más importantes que dentro
de este esquema permitirá controlar al futuro Poder Legislativo y que hoy quiere utilizar Cristina aprovechando la mayoría relativa que todavía posee, pero
cerrado el camino de la reelección, también comienza a cerrarse la puerta para
participar de una sucesión que se escapa hasta tal punto, que el dubitativo Macri, que juega a ser de centro
izquierda (o algo más), es decir hacia el lado contrario de quienes lo votan,
ahora abandonaría el sueño de unirse al peronismo y mediante un giro busca a
los radicales con la idea de conquistarlos. El argumento es que la decadencia
del partido de Alem, Alvear e Irigoyen puede encontrar en el macrismo la vía para participar en
su viejo baluarte capitalino y abrir un camino, gracias al aceitado aparato
partidario, para retomar la presencia en Buenos Aires y otros distritos. La
izquierda bien definida -razonan estos estrategas- quedaría limitada por la
anticuada nominación de socialista del santafecino Binner.
A
grandes rasgos, ésta es la situación que encuentra Scioli en el límite de enfrentar el destete. Piensa en los
intendentes que podrá sumar en tanto rumia la bronca producida por los ataques
de La Cámpora a él y a Massa, quien de
todos modos no mide para el orden nacional. En Santa Fe y Buenos Aires se
despliegan los contactos con las bases agropecuarias, siempre castigadas, y las
conexiones se multiplican. En el momento de escribir estas líneas pueden darse
algunas modificaciones pero la realidad del escenario viene acompañada del
convencimiento que tiene Scioli de
la importancia y peso de la provincia que gobierna y considera que es superable
el histórico mito basado en que el gobernador bonaerense jamás logró ser
candidato presidencial.
Entre
tanto, a Cristina se le angosta la
capacidad de maniobra. A través de Nilda
Garré, la interna del Ejército y
los negocios que se manejan en las
cúpulas políticas adquieren el nivel de escándalo y la inoperancia de la
ministra determinó una crisis de proporciones en la Policía Federal, lo que viene a ocurrir en medio del crecimiento
vertical del delito y la competencia con “SuperBerni” que supo “pasarla por arriba”, como quien dice.
Aparte de sus disfraces, de su condición de militar y de universitario, éste se
perfila como un aspirante lleno de posibilidades y conexiones, aunque con una Cristina enferma que hace y dice
disparates, que comete errores tan graves como abrir frentes de pelea
múltiples, no es fácil trazar estrategias a mediano plazo.
Ahora
Garré nombró al comisario Román Argentino Di Santo como Jefe de Policía pero hay un “run
run” que alarma a la Fuerza
-digamos que a todas las Fuerzas y a
quienes están informados- en el sentido de que prepara un equipo de civiles
para que se hagan cargo de la conducción policial. Por ahora -y esta es una de
las tantas causas de lo que ocurre- se mantendrá la política de incrementar la
actividad de la Gendarmería Nacional en materia de seguridad
urbana, pero con presencia activa en las Comisarías,
lo que determina superposición de funciones y por lo tanto, motivo de
encontronazos que todos quieren evitar pero que resultan inevitables. La
formación policial y la de Gendarmería poseen contenidos bien
distintos, tema que posiblemente Garré
desconozca en profundidad o simplemente no le importe. La Prefectura mantiene su espacio bien definido en las riberas y zonas
portuarias, pero hay un tema que es común a todos los sectores: el deterioro
interno por las atrasadas cuestiones salariales y las promesas incumplidas que
llegan hasta las Fuerzas Armadas, disminuidas, perseguidas y
agraviadas. En síntesis, podemos decir que el cristinismo gobernante tiene
serios y crecientes problemas con todos los factores de poder. Los sumisos
sectores empresarios también registran un creciente estado de críticas e
independencia, el mundo del comercio se reduce y paraliza, las pymes no se
resignan, los mercados inmobiliarios no funcionan y con ello los miles de
escribanos y otros profesionales enfrentan la realidad adversa que Cristina niega. La clásica movilización
que produce el verano no se advierte en la vida cotidiana y la publicidad está
forzada con la esperanza de que el disimulo genere atracciones y tentaciones
que no se alcanzan.
De
todos modos aún no concluyó el año. La derrota del gobierno en el terreno de la
Ley de Medios lo afectó
emocionalmente y clausuró el proyecto de la reelección con todas sus
consecuencias. Ya existen varias puntas de lanza graves e importantes. El área
de siembra está afectada aproximadamente -las cifras oficiales no son
confiables en absoluto- en un 50 por ciento; tal como lo anticipamos, es más
que posible el retorno de Repsol a YPF, las equivocaciones de los
funcionarios es proverbial y hasta sería graciosa si no fuera por el daño que
producen y el 19 será el sector obrero el que dará la puntada final de un 2012
que se despide plagado de confusos interrogantes.
Carlos Manuel Acuña
Fuente: http://site.informadorpublico.com/?p=22863
Notas: las imágenes y negritas no correponden a la nota original
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