Por: Edgardo Aguilera
El Gobierno hizo un
esfuerzo titánico durante su gestión para despolitizar a los uniformados y
transformarlos en «ciudadanos
profesionales con uniforme», según decía.
Los últimos marinos abandonaron ayer por la mañana la fragata Libertad
en el puerto de Tema. Quedaron 45 oficiales hasta que termine el conflicto.
en el puerto de Tema. Quedaron 45 oficiales hasta que termine el conflicto.
Esta madrugada, los
69 guardiamarinas de las promociones 141ª del Escalafón Naval Comando y 97ª del
Cuerpo Profesional, Escalafón Intendencia, cuyo destino fue el peor que un
marino puede sufrir: abandonar el buque que está a flote, eran el reflejo vivo
de quien entró a la política por una crisis ajena.
Rostros de jóvenes
apesadumbrados, muchos con bronca contenida. Voces anónimas -temen sanciones-
dijeron a este diario que esperaron hasta último momento que la suerte se
modificara por la gestión de la comitiva especial (embajadorEduardo Zuain y secretario
de Asuntos Internacionales de Defensa, Alfredo Forti) que envió el Gobierno
para negociar la liberación de la fragata con las autoridades de Ghana. «Nos molesta que se diga que evacuamos la
fragata», apuntó otro, «no es un
término que se ajuste a los hechos, no había peligro, ni riesgos de una
catástrofe, tampoco un siniestro que justifique el empleo de esa palabra». En
el hall de la terminal aérea los esperaban los familiares, abrazos, besos a
novias emocionadas y luego subieron a los ómnibus que los transportaron a la
Escuela Naval Militar, en Río Santiago.
El contingente llegó
al mando del segundo comandante del
navío escuela, capitán de fragata
Carlos Allievi, en un vuelo de Air France AF 4140 que tenía previsto
arribar a Ezeiza a las 20.45 y lo hizo casi a la medianoche.
No hubo funcionarios
del Ministerio de Defensa ni de la Cancillería aguardando a los marinos
replegados, la bienvenida oficial estuvo a cargo del director general de Educación de la Armada, contraalmirante Juan Carlos Bazán.
Todos los becados
extranjeros vinieron en el mismo avión a excepción de 2 de los 15
guardiamarinas chilenos, que retornaron un día antes a Chile, a raíz de una
lesión menor. El ministro de Defensa
trasandino, Andrés Allamand, los recibió en el aeropuerto internacional de
Santiago.
Hoy a la mañana está
prevista una reunión del jefe de la
Armada, vicealmirante Daniel Martin,
con todos los guardiamarinas para explicarles cómo continúa el plan de
instrucción; luego quedarán en uso de licencia hasta el 5 de noviembre.
Al término de ese
período de descanso, los guardiamarinas reanudarán el plan de adiestramiento en
la Base Naval de Puerto Belgrano, asiento de la Flota de Mar.
El complejo donde
está basado el grueso de los buques de guerra dispone de centros de
capacitación operativa aptos para simular maniobras en el mar.
Se necesita suplir el
lapso de instrucción marinera que se adquiere en la navegación del cruce del
Atlántico sur desde el continente africano hacia el puerto de Buenos Aires que
quedó trunco por la detención de la Libertad en Ghana. La captura del velero
escuela dejó a los jóvenes marinos con casi 60 días menos de navegación. Los
buques de la flota incorporarán a los guardiamarinas a sus ejercitaciones para
foguearlos en la rutina de a bordo; esta solución de emergencia asegura el egreso
con las nociones básicas para tripular naves de línea.
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