jueves, 24 de septiembre de 2015

CRISTINA, SCIOLI Y EL ESTRÉS DE LOS ARGENTINOS

Por Jorge Fernández Díaz para La Nación, 20 de septiembre de 2015

¿Quién está estresado?, le preguntó fríamente Cristina, y a Daniel se le heló la sangre. Él acababa de formular una tibia frase de campaña con la intención de atrapar en su red a los peces independientes: "Yo vengo a desestresar el país". Pero a ella no le gustó nada esa insinuación: acá los únicos que están estresados son esos canallas (usó una palabra más fuerte) a quienes pusimos contra la pared, le espetó con voz dura. La orden era obvia y tajante: Scioli no podía seguir batiendo parche con esa ocurrencia porque implicaba una crítica de hecho a la filosofía oficial.


Algo similar le había ocurrido al ex motonauta cuando el presidente del Banco Provincia cometió la herejía de dejarse fotografiar en un asado con algunos dirigentes de la contra. Esa vez fue Carlos Zannini el encargado de trasladarle el profundo disgusto de la Presidenta. Estos dos pequeños episodios revelan la enorme susceptibilidad de Cristina y la obediencia automática de Daniel. La jefa de Estado se muestra completamente intolerante frente a las mínimas muecas de independencia de su despreciado delfín, y el gobernador exhibe por ahora menos autonomía que un títere de trapo. El estrés y la grieta son, a su vez, evidencias de que la patrona de Balcarce 50 no quiere admitir su feroz política de conflictos y las llagas consecuentes que eso produjo en el cuerpo social, y que a la vez pretende continuidad sin cambios para su metodología de la división. La idea de que dirigentes de las antípodas no pueden mínimamente confraternizar entre ellos hace evocar, por contraposición, los epílogos del combate de San Lorenzo, cuando el general San Martín invitó a desayunar al jefe realista como simple gesto de caballerosidad.


Es una suerte que no existiera por entonces Juan Cabandié, porque seguramente lo hubiera tachado a San Martín de abyecto traidor. El asunto, en pleno siglo XXI, resulta risible y, a un mismo tiempo, patético; prueba lúcida del enorme retroceso que la convivencia experimentó durante estos años gracias al fogoneo permanente y patológico de la Casa Rosada.

La Iglesia Cristinista de Liberación Personal le otorga a Scioli un piso alto de votos, pero también un techo relativamente bajo, y es por eso que el esposo de Karina busca cada semana un pequeñísimo gesto de rebeldía, como soltarle la lengua a Miguel Bein, cuyo plan es la antítesis de las teorías de Kicillof, o invitar a un ágape público al embajador norteamericano.


Pero para que luego no se le venga encima la gran dama, para que los neocamporistas no digan que Braden nada tiene que hacer con Perón, Scioli debe pagar de inmediato tributo y posar sonriente con el ministro de Economía, que es un gran piantavotos, en un acto lujoso del Teatro Cervantes.

Hasta donde dicen los encuestadores, este vaivén de sumas y restas tiene suma cero. Por suerte para Scioli, que con bozal y con correa no puede crecer, sus socios trabajan día y noche en la intención de rebajar a sus competidores.


La máquina trituradora del Frente para la Victoria es eficaz y está formada por los servicios de Inteligencia, los fiscales de Gils Carbó, los medios paraoficiales y, finalmente, muchos dirigentes kirchneristas, que durante los últimos días han desfilado por la radio y la televisión para rasgarse las vestiduras por dos temas que siempre les han quitado el sueño: la corrupción y la libertad de prensa.

La picaresca hipócrita de estos pecadores vueltos brusca y sospechosamente virtuosos es tan intensa que recuerda las coplas de Machado: "Gran pagano, se hizo hermano de una santa cofradía. El Jueves Santo salía, llevando un cirio en la mano -¡aquel trueno!- vestido de nazareno".

Como están de moda la guasa, la chunga y el pitorreo, resulta que algunos intelectuales y artistas de variedades del fabuloso mundo de los contratos públicos no querían concentrarse esta semana en los beneficios pecuniarios de Fernando Niembro sino más bien en su ideología menemista. Son los mismos que votarán por Scioli, Aníbal, Coqui, Manzur, Gildo, Curto y tantos otros adalides del progresismo universal. Pero, claro está, cavar en el jardín de los contratos podría ser contraproducente: hay un Niembro cada diez minutos en la dispendiosa locomotora de la batalla cultural.


Nadie está muy seguro, por otra parte, de que el vergonzoso escándalo de Tucumán perjudique las chances electorales del oficialismo. Con su particular estilo piromaníaco, la arquitecta egipcia manipuló los hechos para obturar el orificio por el que le entraba el agua.

Es así como todo este desaguisado no es producto de un sistema infame y turbio que nos remite a los años 30 sino de la operación conjunta de jueces mercenarios, opositores predemocráticos con tufillo centralista que no respetan el veredicto de las urnas ni la independencia del periodismo, y de una subestimación de los pobres.

El discurso del viernes sería una pieza humorística de alto vuelo si no fuera porque proviene de la figura institucional más importante de la Argentina y porque se enmarca en una crisis política con rasgos violentos y laberínticos, y de pronóstico reservado.

Detrás de los escándalos que sacuden a varias provincias se insinúa, no obstante, una cierta decadencia del modelo medieval. Parece retroceder un formato de poder preexistente, pero que los Kirchner nacionalizaron oportunamente respaldados por el viento de cola. Néstor y Cristina convirtieron su propio gobierno en una federación de feudalismos y, a la vez, en un modelo feudal a gran escala, donde todo estaba permitido: el clientelismo rampante, la apropiación partidaria del Estado, el nepotismo, la compra de voluntades, la cooptación de fiscales y jueces, la violación de las instituciones y la entronización de obscenas oligarquías estatales. Este fenómeno está entrando en su fase menguante, pero no por el hartazgo de la sociedad ni por la madurez moral de los dirigentes, sino por la imposición cruda de las finanzas. La gestión de los últimos cuatro años consistió únicamente en reventar las tarjetas de crédito, diferir el pago de la fiesta y fabricar billetes para enmascarar el quebranto. Ahora se agotaron los fondos, y entonces flaquea todo el sistema feudal, puesto que el populismo se basa en la tarasca (para utilizar un término cristinista). Sin plata no hay paraíso, ni amor ni silencio; se acaban los valientes.

Ya nadie discute en términos de cambio o continuidad. Sino acerca de la velocidad del cambio: shock o gradualismo. Si Cristina se quedara, debería ser Dilma, y si Scioli ganara, no podría encerrarse en su despacho y manejarse como un emperador: no habrá morlacos para esa prerrogativa. Los señores feudales de las provincias y de los conurbanos ardientes dependen en un 70% de cajas que estarán exhaustas. Para sobrevivir y desarmar todas las bombas, y para gobernar en austeridad, habrá que cancelar los dispendios y las prepotencias y volver a los consensos. No por civilidad, sino por la simple urgencia del bolsillo. La combinación de país raquítico y viento internacional de frente cambia las reglas de juego y deshace provisoriamente el diseño de una reina que reparte favores entre mandarines. Ya nadie tendrá mucho para repartir, y quien pretenda conducir esta nueva era deberá moverse con precaución, puesto que lo acechará una espiral de problemas económicos, políticos y rápidamente sociales. Al estrés de la división, podría sobrevenir el estrés de la mishiadura.

FUENTE:
* 1 8 1 0 – BICENTENARIO – 2 0 1 0 *
POR UNA MEJOR ARGENTINA PARA
RECUPERAR LA PATRIA
Año 7  Nº 256

QUIEREN INVESTIGAR COMPLICIDADES ECONÓMICAS DURANTE LA DICTADURA

 

Diputados aprobó un proyecto de Héctor Recalde; la iniciativa propone un resarcimiento a las víctimas y juicios penales

Con el respaldo de todos los bloques, menos de Pro, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó anoche y giró al Senado la creación de una comisión bicameral para investigar a quienes, desde el ámbito económico, fueron cómplices de la última dictadura militar.


El objetivo de la comisión es señalar públicamente a quienes colaboraron con el último gobierno militar, los que deberán resarcir a las víctimas y someterse, eventualmente, a juicios penales.

El proyecto fue aprobado con 170 votos a favor, ninguno en contra y 14 abstenciones, todas de legisladores de Pro, la fuerza que lidera Mauricio Macri.

Ninguno de los diputados macristas participó del debate.

La iniciativa fue elaborada por el diputado del Frente para la Victoria (FPV) Héctor Recalde. "Hay un aspecto fundamental para entender la dictadura: la responsabilidad civil. Más concretamente, la responsabilidad empresarial. Los grandes grupos económicos del país, algunos nacionales y otros de capital extranjero, se beneficiaron directamente de las acciones militares, con la letra y con la sangre", justificó el legislador oficialista.

Nuevo organismo

A través del proyecto, Recalde impulsó la creación de una Comisión Bicameral de Identificación de las Complicidades Económicas durante la última dictadura militar para la Búsqueda de la Verdad, la Memoria, la Justicia, la Reparación y el Fortalecimiento de las Instituciones de la Democracia.

¡Cuidado con este!

Según el proyecto, dicho organismo tendrá amplias facultades, como receptar información y denuncias, y citar a miembros de la sociedad civil, de organizaciones no gubernamentales, académicos, empresas y cámaras empresarias, asociaciones sindicales y partidos políticos.

También estará habilitada para exigir informes y datos tanto a los tres poderes públicos -que están obligados a suministrarlos- como a miembros del sector privado que pudieran estar implicados.


En ningún caso, dice el proyecto del legislador kirchnerista, será oponible a la comisión el secreto bancario, fiscal, bursátil o profesional, ni los compromisos legales o contractuales de confidencialidad.

Asimismo, la iniciativa establece que la comisión deberá instar a los eventuales cómplices de la última dictadura "a reconocer voluntariamente su participación, formular disculpas y desagravios a los afectados por sus acciones y a ofrecer mecanismos de reparación de daños causados a intereses o derechos individuales o colectivos". Según el escrito debatido anoche, sin embargo, ni las disculpas ni los resarc"extinguirán las acciones judiciales que por derecho pudieran corresponder".
imientos

¡Pingüinos al ataque!

Asimismo, la comisión podrá recurrir a la Justicia a fin de remover todo obstáculo arbitrario que se presente a la investigación, según se indica en el texto.



NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.

SI HUBIERA UN POCO DE INTERÉS POR LA PATRIA


Lo de Tucumán ya no tiene parangón. Lo digo desde la vergüenza y la caradurez de los políticos. Nadie se salva en nuestro país. Miren a Niembro, Boudou, Lázaro Báez, Milani, Sueños Compartidos, etc. La lista es extensa y todos se asemejan. Nadie tiene puesto el salvavidas. Todos se ahogan en la corrupción. Pero ¿cómo luchar? Muchas voces piden a la ciudadanía qué despierte. Piensan que la sociedad está dormida o anestesiada. No es así, estamos atentos y conscientes. ¿Cómo luchar? Con una guerra civil, ¿Esa es la respuesta? Es de locos pensar que sea así. Ellos quieren y persiguen una estúpida guerra fratricida para volverse víctimas y que sus proclamas se hagan realidad. Nos gobiernan las mafias, tienen armas y droga. ¿Cómo se hace? Con marchas. Llenamos las calles muchas veces. No les dan importancia. Nos matan con la indiferencia y la invisibilidad. Oh, sí. Les da buen resultado. Nos humillan, se burlan.


Hablan de los pueblos originarios y su defensa y los tienen tirados en plena CABA. Ni Milagro Sala respeta a sus hermanos. Ella tampoco orina agua bendita. Bien que los usa, extorsiona y somete. Sacaron a Colón con argumentos estúpidos y a la comunidad italiana y sus protestas las pasaron por donde la Presidenta quiere pasemos las tapas de los diarios.

Están los ignorantes y los creyentes. ¿Cómo luchamos? Muchos protestamos, escribimos y decimos nuestras ideas. Nos combaten por las redes. Quieren aniquilar nuestros argumentos acosándonos. Nos persiguen, aun habiendo pasado días de la publicación de una carta. Quieren intimidarnos. A mí me pasa, a otros también. Somos ciudadanos comprometidos, vamos y hemos ido a toda marcha convocada. A las de protesta social y a las de Justicia. A la de Nisman. ¿Y qué? Nos mojamos, nos inundamos, colaboramos con nuestros compatriotas. ¿Qué más se puede hacer?


Pero los argentinos somos resistentes a todo. Somos Duracell, duramos más. Más obstáculos, mayor ingenio. Desarrollamos nuestras capacidades al máximo y despertamos la admiración de quien nos mira. No hay fuerza armadas que nos prestigien, ni policía que nos defienda.


Nos hacen falta líderes, pero honestos, ¡Probos! Líderes que nos organicen desde el honor y el amor a la Patria. Líderes que busquen la gloria de hacer historia. Hermanos, ¿qué hacemos? Tenemos la gran herramienta, el voto y no dejemos que lo roben. Meditemos cómo votar y pensemos en un gran patriota como Belgrano, quien dijo: “Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la Patria”.

Mirta L. Rivero

martes, 22 de septiembre de 2015

EL DESPRECIO Y EL RENCOR...

…Y hoy que no vale mi vida
ni ese pucho del cigarro
recién sé que son de barro
el desprecio y el rencor…
  
“De barro” (Tango – fragmento)
Sebastián Piana y Homero Manzi.

Desde el fondo de la historia la figura de la abuela fue símbolo de amor, de protección, de experiencia, de sabiduría, de solidaridad. Todo aquél que haya disfrutado de las caricias y la sonrisa de una abuela bien sabe a qué me refiero.


Fue así que los argentinos hemos visto con absoluta comprensión, e inclusive adherimos – independientemente de cualquier ideología política o religiosa –  a la cruzada de las “Abuelas” que luchaban por sus nietos desparecidos durante los años de la lucha contra el terrorismo.

Sin embargo, a partir del gobierno Kirchnerista se produjo un cambio de paradigmas y la institución de “Las Abuelas”, así como la de las “Madres”, fue utilizada con fines diametralmente opuestos a los que inicialmente le dieran origen. La política, las adhesiones y las indemnizaciones millonarias desvirtuaron aquella noble génesis desinteresada inicialmente de compensaciones económicas de ninguna especie.



Este virus desnaturalizó su lucha y así vimos, por ejemplo, aquella implacable e ilegítima persecución a dos jóvenes por el simple hecho de haber sido adoptados por un matrimonio de ideología opuesta al gobierno. Los hijos de Ernestina Herrera de Noble sufrieron vergonzosas vejaciones y cuando finalmente se comprobó en forma concluyente que no eran hijos de desaparecidos no se escuchó ni una palabra de disculpas, ni un reconocimiento del error, sólo la voz de Estela de Carlotto quien sin demostrar arrepentimiento ni vergüenza expresó:

Marcela y Felipe Noble Herrera

“Es lamentable que no fueran nuestros nietos porque les esperaba amor y saber de dónde venían, ahora seguirán ellos en la incógnita de tener hijos cuya identidad no es clara tampoco, porque eso se hereda”.

Esta aberrante muestra del desprecio y rencor de Carlotto está dirigida, aparentemente, a todos los hijos adoptivos, dado que es usual para ellos el desconocimiento de sus orígenes. El nuevo Código Civil si bien otorga el personalísimo derecho de llegar a conocer sus lazos sanguíneos a quienes hubieran sido adoptados, son exclusivamente los propios interesados quienes podrán o no ejercer tal derecho conforme fuera su voluntad, pero en modo alguno es una arbitraria facultad de las Abuelas ni las Madres de Plaza de Mayo.

Me gustaría conocer la opinión de la propia Carlotto respecto de su pensamiento de hace apenas tres años: “Bergoglio pertenece a la Iglesia que oscureció al país”, o “No hay que prejuzgar a Milani, no tiene antecedentes que lo incriminen”.
Es por tales antecedentes que ya ni siquiera llama la atención el vergonzoso episodio generado por doña Estela B. de Carlotto respecto a la posibilidad de que los integrantes de la banda “Callejeros” sean condenados con pena de prisión, lo que efectivamente sucedió a raíz de la confirmación que hiciera la Sala IV de la Cámara de Casación.


A su respecto expresó: “No sé qué voy a hacer. No me voy a quedar quieta. Los voy a acompañar siempre y espero que algo suceda. Un milagro. Le pediría a Francisco por la vida de estos músicos, que los quieren matar igual aunque no hayan muerto en la tragedia. Si estuvieran muertos, nadie diría nada”.

Y finaliza esta serie de hipócritas manifestaciones acusando a los familiares de las víctimas!!! “¿Les da tranquilidad que lleven a los músicos a la cárcel? ¿Buscan Justicia o venganza? Yo lo lamento, porque nosotros con todo el dolor que llevamos nunca buscamos venganza, odio o revancha”.

Realmente resulta imposible comprender cómo se puede ser tan ambivalente conforme la vereda en que se encuentre o respecto de quién esté hablando.

……el desprecio y el rencor……

Juan Manuel Otero

CRÓNICA DE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO "NO NOS CREYERON"

Lunes, 21 de septiembre de 2015

La tarde del viernes 16 de septiembre,  en el salón de la biblioteca Agustín Álvarez, tal como estaba previsto, se llevó a cabo la presentación del libro “No nos creyeron” del ex mayor del Ejército Hugo Reinaldo Abete. La misma estuvo a cargo del Sr. Patricio Videla Balaguer y de su autor.

A la cita concurrió una buena cantidad de público, convocado por el Circulo Nacionalista de Santiago del Estero, la cual siguió con sumo interés y emoción las palabras de los oradores.

El acto comenzó con una invocación religiosa elevada con la intención de que Nuestro Señor Jesucristo nos conceda pronto la gracia de reconquistar la Patria, y pidiendo así mismo por la recuperación nuestro Ejército, por los prisioneros de guerra en manos de la subversión, y por las familias argentinas.

En primero lugar el contador Marañon hizo uso de la palabra para destacar la presencia en nuestra provincia del mayor Abete y del Sr. Videla Balaguer; y para agradecer también la colaboración en la organización del acto de los amigos santiagueños del coronel Seineldin, entre los cuales cabe mencionar a don Luís Razzolini, Augusto Juárez y Sergio Pereyra.

Acto seguido Patricio Videla Balaguer se refirió a la tarea de Hugo Abete como escritor; tarea que este hombre de armas se auto-impuso con el fin de transmitir la verdad sobre aquellos hechos históricos que protagonizaron los militares carapintadas; lo cual –según sus propios dichos- vino a ser también una forma de continuar la lucha luego de que este fuese separado del ejército.


El presentador mencionó y comentó rápidamente algunos de los trabajos del autor, entre ellos sus libros: La Patria indefensa, Porque rebelde, y Testimonios, escritos todos ellos para explicar los motivos de los pronunciamientos, denunciar el desmantelamiento de las Fuerzas Armadas, y alertar sobre el trágico destino de nuestra Patria.

Luego Videla Balaguer se refirió más concretamente al libro que en la oportunidad se presentaba, el cual contiene los alegatos pronunciados por los jefes rebeldes ante la Cámara Federal que los condenó con graves penas por su participación en los hechos del 3 de diciembre de 1990. Dijo que a pesar del tiempo transcurrido la difusión de los dichos de aquellos hombres tienen una gran actualidad por su carácter profético; destacando además el valor del libro como fuente documental para todos aquellos historiadores que quieran conocer lo ocurrido en esos años.

A su turno Abete aclaró que si bien el autor del libro era él, sin embargo al ser este una compilación de escritos de varios de sus camaradas, este debía considerarse una obra colectiva de los Jefes juzgados en 1991, entre ellos el coronel Seineldin, el coronel Baraldini, los mayores Romero Mundani, Mercado, Fernández, Rafael, y el capitán Breide Obeid; y que en definitiva la autoría del libro le pertenece a todos los carapintadas.

Así mismo comentó que cuando los carapintadas se decidieron a escribir sobre los hechos que protagonizaron se propusieron evitar que sus dichos tuvieran la forma de la antipática expresión del “yo te lo dije”; aunque hoy por el tiempo transcurrido y a la vista de todo lo que nos pasa a los argentinos, el título “No nos creyeron”, expresión similar aunque menos directa que el “yo te lo dije”, era inevitable.


Luego se refirió a algunos pormenores en torno a la gestación de su obra, a la tarea de su difusión y a la personalidad de quienes de un modo y otro están relacionados con esta.

Finalmente los asistentes pudieron ver y escuchar un fragmento de los dichos del coronel Seineldin ante el tribunal que lo juzgó, lo cual como era de espera embargó de emoción al auditorio que dio vivas al coronel. Cerrándose así este emotivo acto, que esperamos se repita a lo largo del país.

                                                                             
E. Atilio Moreno


FALLECIÓ OTRO PRESO POLÍTICO


Estimados Amigos:

Lamentamos informar que el domingo 20 de septiembre de 2015, falleció el señor Capitán de Navío (R) Óscar Lanzón (Comando Naval - Promoción 93 - ESNM), quién se encontraba injustamente detenido como  Preso Político.

Con él, son 318 (trescientos diez y ocho) los Camaradas fallecidos, pertenecientes a todas las Fuerzas Armadas, de Seguridad, Policiales, Penitenciarias y civiles; en el marco de este proceso de persecución, teñido de incontables irregularidades jurídicas y sistemática venganza, propias de una justicia prevaricadora.

Expresamos nuestras sentidas condolencias a todos sus familiares, allegados, compañeros y amigos, rogándole al Señor, les conceda pronta y cristiana resignación.

Dadas las avanzadas edades y estados de salud de los Presos Políticos en la Argentina, estas lamentables noticias son cada vez más seguidas. Una vez más levantamos nuestra voz hacia el poder de turno, no pueden continuar con esta matanza selectiva… es su obligación como presidente de todos los argentinos garantizar el debido proceso, la igualdad ante la ley, brindar asistencia sanitaria adecuada y por sobre todo lograr la unión de la sociedad para superar las antinomias que después de casi 205 años aún nos mantienen divididos. Es hora de sin odios, ni venganzas, es hora de una mirada superadora… es hora de decir BASTA!

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre

FALLECIÓ OTRO PRESO POLÍTICO


Estimados Amigos:

A través de la Unión de Promociones hemos tomado conocimiento que el viernes 18 de Septiembre de 2015, falleció el señor Ex Camarista Federal de Mendoza, Dr. Carlos Martín Pereyra González, Preso Político. Su deceso se produjo luego de haber efectuado la presentación de un Escrito de Pronto Despacho para urgir la resolución de su Causa.

Con él, son 317 (trescientos y siete) los Camaradas fallecidos, pertenecientes a todas las Fuerzas Armadas, de Seguridad, Policiales, Penitenciarias y civiles; en el marco de este proceso de persecución, teñido de incontables irregularidades jurídicas y sistemática venganza, propias de una justicia prevaricadora.

Expresamos nuestras sentidas condolencias a todos sus familiares, allegados, compañeros y amigos, rogándole al Señor, les conceda pronta y cristiana resignación.

Dadas las avanzadas edades y estados de salud de los Presos Políticos en la Argentina, estas lamentables noticias son cada vez más seguidas. Una vez más levantamos nuestra voz hacia el poder de turno, no pueden continuar con esta matanza selectiva… es su obligación como presidente de todos los argentinos garantizar el debido proceso, la igualdad ante la ley, brindar asistencia sanitaria adecuada y por sobre todo lograr la unión de la sociedad para superar las antinomias que después de casi 205 años aún nos mantienen divididos. Es hora de sin odios, ni venganzas, es hora de una mirada superadora… es hora de decir BASTA!

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre

lunes, 21 de septiembre de 2015

DDHH Y DEFENSA NACIONAL EN AMÉRICA LATINA

domingo, 20 de septiembre de 2015

Por Sergio Tapia T.

Desde la experiencia y con la multidisciplinaria visión de diversos autores provenientes de ocho nacionalidades (Argentina, Colombia, Chile, Guatemala, Perú, Uruguay y Venezuela, así como de España), se ha presentado la obra “Derechos Humanos y Defensa Nacional en América Latina”, con el auspicio de la Cátedra Perú de la Universidad San Martín de Porres.


La Defensa Nacional jugó un rol insustituible para mantener o recuperar la democracia en nuestro Continente. El enemigo de la continuidad del sistema político republicano, no han sido los golpes militares, ha sido y aún lo es el marxismo, en sus diversas variantes estratégicas y tácticas: leninismo, maoísmo, trotskismo y actualmente el gramscismo).

Las naciones latinoamericanas han sufrido diversas y repetidas agresiones por parte de los grupos armados que, adiestrados en territorios foráneos, financiados por presupuestos estatales de países cautivados por el marxismo y hasta bajo la conducción de “comandantes” extranjeros: han asolado, asesinado cruelmente, torturado salvajemente, mantenido en cautiverio inmisericorde a combatientes rendidos y empresarios secuestrados.

Las geografías cambian: urbanas o rurales, desérticas o selváticas, de altitud andina o del litoral oceánico. Las fechas, también, los sesenta, los setenta, los ochenta, los noventa y lo que va del dos mil.

Pero, se verifica la misma identidad del atacante de causas ilegítimas, y de los defensores nacionales ejerciendo la legítima defensa nacional frente a la agresión injustificada.

Las operaciones militares tuvieron éxito, la paz volvió a las patrias latinoamericanas. Pero, si la guerra es la continuación de la política por otros medios, como sostuvo Carl von Clausewitz. El marxismo adaptó nuevos instrumentos para continuar con su dictado político.

Y, constatamos, lamentándonos, que los derechos humanos formulados solemnemente por los Estados de América, han sido manipulados vilmente para la defensa de los objetivos permanentes del marxismo internacionalista, en los que la aplicación “del derecho penal del enemigo” contra las FFAA latinoamericanas, contrasta con el despilfarro presupuestario estatal encubierto bajo el término de “reparaciones”.

Publicado en el diario “La Razón”, Lima, viernes 18 de setiembre de 2015, pág. 6.


FUENTE: http://larazon.pe/opinion/39261-ddhh-y-defensa-nacional-en-a-l.html/ y Diario Correo Informativo 422 de Guatemala.

domingo, 20 de septiembre de 2015

CONVENCIÓN SOBRE LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS MAYORES

15 de junio de 2015


La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó la resolución para modernizar y reorganizar la Secretaría General, conforme a la visión estratégica de la institución y al fortalecimiento del sistema interamericano, así como dos iniciativas impulsadas por la Argentina: la Convención Interamericana sobre la Protección de los derechos humanos de las personas mayores y un respaldo al proceso eleccionario de Guatemala.


La Convención sobre la protección de los derechos de las personas mayores fue aprobada por la Asamblea General de la O.E.A. con la firma de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay, convirtiéndose así en un nuevo estándar americano y un precedente a nivel mundial tras un tiempo récord de trabajo de tres años.

América es a partir de hoy "la primera región en todo el mundo que cuenta con un instrumento internacional vinculante para promover y proteger los derechos humanos de las personas mayores", señaló a Télam el presidente del grupo de trabajo y miembro de la misión de Panamá ante la OEA, Ivan Chanis.

Presentada inicialmente por Argentina, la Convención recibió el apoyo de Brasil, El Salvador, Paraguay y los países del Caribe, entre otros, y si bien necesita la ratificación de dos países para entrar en vigor, con su firma ya ingresó en el sistema interamericano de derechos humanos.

Vale la pena destacar algunas de sus normas:

Artículo 2. Definiciones

A los efectos de la presente Convención se entiende por:
  • “Abandono”: La falta de acción deliberada o no para atender de manera integral las necesidades de una persona mayor que ponga en peligro su vida o su integridad física, psíquica o moral.
  • “Maltrato”: Acción u omisión, única o repetida, contra una persona mayor que produce daño a su integridad física, psíquica y moral y que vulnera el goce o ejercicio de sus derechos humanos y libertades fundamentales, independientemente de que ocurra en una relación de confianza.
     
  • “Negligencia”: Error involuntario o falta no deliberada, incluido entre otros, el descuido, omisión, desamparo e indefensión que le causa un daño o sufrimiento a una persona mayor, tanto en el ámbito público como privado, cuando no se hayan tomado las precauciones normales necesarias de conformidad con las circunstancias.
     
  • “Persona mayor”: Aquella de 60 años o más, salvo que la ley interna determine una edad base menor o mayor, siempre que esta no sea superior a los 65 años. Este concepto incluye, entre otros, el de persona adulta mayor.

Artículo 4. Deberes generales de los estados parte

Los Estados Parte se comprometen a salvaguardar los derechos humanos y libertades fundamentales de la persona mayor enunciados en la presente Convención, sin discriminación de ningún tipo, y a tal fin:

a)    Adoptarán medidas para prevenir, sancionar y erradicar aquellas prácticas contrarias a la presente Convención, tales como aislamiento, abandono, sujeciones físicas prolongadas, hacinamiento, expulsiones de la comunidad, la negación de nutrición, infantilización, tratamientos médicos inadecuados o desproporcionados, entre otras, y todas aquellas que constituyan malos tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes que atenten contra la seguridad e integridad de la persona mayor.

b)    Adoptarán las medidas afirmativas y realizarán los ajustes razonables que sean necesarios para el ejercicio de los derechos establecidos en la presente Convención y se abstendrán de adoptar cualquier medida legislativa que sea incompatible con la misma. …

c)    Adoptarán y fortalecerán todas las medidas legislativas, administrativas, judiciales, presupuestarias y de cualquier otra índole, incluido un adecuado acceso a la justicia a fin garantizar a la persona mayor un trato diferenciado y preferencial en todos los ámbitos.

Artículo 5. Igualdad y no discriminación por razones de edad

Queda prohibida por la presente Convención la discriminación por edad en la vejez.

Los Estados Parte desarrollarán enfoques específicos en sus políticas, planes y legislaciones sobre envejecimiento y vejez, en relación con la persona mayor en condición de vulnerabilidad y aquellas que son víctimas de discriminación múltiple, incluidas las mujeres, las personas con discapacidad, las personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género, las personas migrantes, las personas en situación de pobreza o marginación social, los afrodescendientes y las personas pertenecientes a pueblos indígenas, las personas sin hogar, las personas privadas de libertad, las personas pertenecientes a pueblos tradicionales, las personas pertenecientes a grupos étnicos, raciales, nacionales, lingüísticos, religiosos y rurales, entre otros.

Artículo 6. Derecho a la vida y a la dignidad en la vejez

Los Estados Parte adoptarán todas las medidas necesarias para garantizar a la persona mayor el goce efectivo del derecho a la vida y el derecho a vivir con dignidad en la vejez hasta el fin de sus días, en igualdad de condiciones con otros sectores de la población.

Artículo 9. Derecho a la seguridad y a una vida sin ningún tipo de violencia

La persona mayor tiene derecho a la seguridad y a una vida sin ningún tipo de violencia, a recibir un trato digno y a ser respetada y valorada, independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la cultura, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen social, nacional, étnico, indígena e identidad cultural, la posición socio-económica, discapacidad, la orientación sexual, el género, la identidad de género, su contribución económica o cualquier otra condición.

La persona mayor tiene derecho a vivir una vida sin ningún tipo de violencia y maltrato. Para los efectos de esta Convención, se entenderá por violencia contra la persona mayor cualquier acción o conducta que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la persona mayor, tanto en el ámbito público como en el privado.

Se entenderá que la definición de violencia contra la persona mayor comprende, entre otros, distintos tipos de abuso, incluso el financiero y patrimonial, y maltrato físico, sexual, psicológico, explotación laboral, la expulsión de su comunidad y toda forma de abandono o negligencia que tenga lugar dentro o fuera del ámbito familiar o unidad doméstica o que sea perpetrado o tolerado por el Estado o sus agentes dondequiera que ocurra.

Los Estados Parte se comprometen a:

a)    Adoptar medidas legislativas, administrativas y de otra índole para prevenir, investigar, sancionar y erradicar los actos de violencia contra la persona mayor, así como aquellas que propicien la reparación de los daños ocasionados por estos actos. …

i)     Promover activamente la eliminación de todas las prácticas que generan violencia y que afectan la dignidad e integridad de la mujer mayor.

Artículo 10. Derecho a no ser sometido a tortura ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes

La persona mayor tiene derecho a no ser sometida a tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.

Los Estados Parte tomarán todas las medidas de carácter legislativo, administrativo o de otra índole para prevenir, investigar, sancionar y erradicar todo tipo de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes hacia la persona mayor.

Artículo 13. Derecho a la libertad personal

Los Estados Parte garantizarán que cualquier medida de privación o restricción de libertad será de conformidad con la ley y asegurarán que la persona mayor que se vea privada de su libertad en razón de un proceso tenga, en igualdad de condiciones con otros sectores de la población, derecho a garantías de conformidad con el derecho internacional de los derechos humanos y a ser tratada de conformidad con los objetivos y principios de la presente Convención.

Los Estados Parte garantizarán el acceso de la persona mayor privada de libertad a programas especiales y atención integral, incluidos los mecanismos de rehabilitación para su reinserción en la sociedad y, según corresponda, promoverán medidas alternativas respecto a la privación de libertad, de acuerdo con sus ordenamientos jurídicos internos.

Artículo 19. Derecho a la salud

La persona mayor tiene derecho a su salud física y mental, sin ningún tipo de discriminación.

Artículo 29. Situaciones de riesgo y emergencias humanitarias

Los Estados Parte tomarán todas las medidas específicas que sean necesarias para garantizar la integridad y los derechos de la persona mayor en situaciones de riesgo, incluidas situaciones de conflicto armado, emergencias humanitarias y desastres, de conformidad con las normas de derecho internacional, en particular del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario.

Los Estados Parte adoptarán medidas de atención específicas a las necesidades de la persona mayor en la preparación, prevención, reconstrucción y recuperación en situaciones de emergencias, desastres o conflictos.

Los Estados Parte propiciarán que la persona mayor interesada participe en los protocolos de protección civil en caso de desastres naturales.

Artículo 31. Acceso a la justicia

La persona mayor tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.

Los Estados Parte se comprometen a asegurar que la persona mayor tenga acceso efectivo a la justicia en igualdad de condiciones con las demás, incluso mediante la adopción de ajustes de procedimiento en todos los procesos judiciales y administrativos en cualquiera de sus etapas.

Los Estados Parte se comprometen a garantizar la debida diligencia y el tratamiento preferencial a la persona mayor para la tramitación, resolución y ejecución de las decisiones en procesos administrativos y judiciales.

La actuación judicial deberá ser particularmente expedita en casos en que se encuentre en riesgo la salud o la vida de la persona mayor.

Artículo 36. Sistema de peticiones individuales

Cualquier persona o grupo de personas, o entidad no gubernamental legalmente reconocida en uno o más Estados Miembros de la Organización de los Estados Americanos, puede presentar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos peticiones que contengan denuncias o quejas de violación de alguno de los artículos de la presente Convención por un Estado Parte.





La presente resolución de la O.E.A. deberá ser tenida en cuenta por los jueces que intervienen en los llamados juicios de lesa humanidad, especialmente al impartir justicia, otorgar el beneficio de la prisión domiciliaria y prestar atención de la salud de los ancianos Presos Políticos de la Argentina.

LLEGAN LOS GODOS AL IMPERIO VENCIDO

Arturo Pérez-Reverte
El País

En el año 376 después de Cristo, en la frontera del Danubio se presentó una masa enorme de hombres, mujeres y niños. Eran refugiados godos que buscaban asilo, presionados por el avance de las hordas de Atila. Por diversas razones -entre otras, que Roma ya no era lo que había sido- se les permitió penetrar en territorio del imperio, pese a que, a diferencia de oleadas de pueblos inmigrantes anteriores, éstos no habían sido exterminados, esclavizados o sometidos, como se acostumbraba entonces. En los meses siguientes, aquellos refugiados comprobaron que el imperio romano no era el paraíso, que sus gobernantes eran débiles y corruptos, que no había riqueza y comida para todos, y que la injusticia y la codicia se cebaban en ellos. Así que dos años después de cruzar el Danubio, en Adrianópolis, esos mismos godos mataron al emperador Valente y destrozaron su ejército. Y 98 años después, sus nietos destronaron a Rómulo Augústulo, último emperador, y liquidaron lo que quedaba del imperio romano.

Y es que todo ha ocurrido ya. Otra cosa es que lo hayamos olvidado. Que gobernantes irresponsables nos borren los recursos para comprender. Desde que hay memoria, unos pueblos invadieron a otros por hambre, por ambición, por presión de quienes los invadían a ellos. Y todos, hasta hace poco, se defendieron y sostuvieron igual: acuchillando invasores, tomando a sus mujeres, esclavizando a sus hijos.

Así se mantuvieron hasta que la Historia acabó con ellos, dando paso a otros imperios que a su vez, llegado el ocaso, sufrieron la misma suerte. El problema que hoy afronta lo que llamamos Europa, u Occidente (el imperio heredero de una civilización compleja, que hunde sus raíces en la Biblia y el Talmud y emparenta con el Corán, que florece en la Iglesia medieval y el Renacimiento, que establece los derechos y libertades del hombre con la Ilustración y la Revolución Francesa), es que todo eso -Homero, Dante, Cervantes, Shakespeare, Newton, Voltaire- tiene fecha de caducidad y se encuentra en liquidación por derribo. Incapaz de sostenerse. De defenderse. Ya sólo tiene dinero. Y el dinero mantiene a salvo un rato, nada más.

Pagamos nuestros pecados. La desaparición de los regímenes comunistas y la guerra que un imbécil presidente norteamericano desencadenó en el Medio Oriente para instalar una democracia a la occidental en lugares donde las palabras islam y rais -religión mezclada con liderazgos tribales- hacen difícil la democracia, pusieron a hervir la caldera. Cayeron los centuriones -bárbaros también, como al fin de todos los imperios- que vigilaban nuestro limes. Todos esos centuriones eran unos hijos de puta, pero eran nuestros hijos de puta. Sin ellos, sobre las fronteras caen ahora oleadas de desesperados, vanguardia de los modernos bárbaros -en el sentido histórico de la palabra- que cabalgan detrás. Eso nos sitúa en una coyuntura nueva para nosotros, pero vieja para el mundo. Una coyuntura inevitablemente histórica, pues estamos donde estaban los imperios incapaces de controlar las oleadas migratorias, pacíficas primero y agresivas luego. Imperios, civilizaciones, mundos que por su debilidad fueron vencidos, se transformaron o desaparecieron. Y los pocos centuriones que hoy quedan en el Rhin o el Danubio están sentenciados. Los condenan nuestro egoísmo, nuestro buenismo hipócrita, nuestra incultura histórica, nuestra cobarde incompetencia. Tarde o temprano, también por simple ley natural, por elemental supervivencia, esos últimos centuriones acabarán poniéndose de parte de los bárbaros.

A ver si nos enteramos de una vez: estas batallas, esta guerra, no se van a ganar. Ya no se puede. Nuestra propia dinámica social, religiosa, política, lo impide. Y quienes empujan por detrás a los godos lo saben. Quienes antes frenaban a unos y otros en campos de batalla, degollando a poblaciones enteras, ya no pueden hacerlo. Nuestra civilización, afortunadamente, no tolera esas atrocidades. La mala noticia es que nos pasamos de frenada. La sociedad europea exige hoy a sus ejércitos que sean oenegés, no fuerzas militares. Toda actuación vigorosa -y sólo el vigor compite con ciertas dinámicas de la Historia- queda descartada en origen, y ni siquiera Hitler encontraría hoy un Occidente tan resuelto a enfrentarse a él por las armas como lo estuvo en 1939. Cualquier actuación contra los que empujan a los godos es criticada por fuerzas pacifistas que, con tanta legitimidad ideológica como falta de realismo histórico, se oponen a eso. La demagogia sustituye a la realidad y sus consecuencias. Detalle significativo: las operaciones de vigilancia en el Mediterráneo no son para frenar la emigración, sino para ayudar a los emigrantes a alcanzar con seguridad las costas europeas. Todo, en fin, es una enorme, inevitable contradicción. El ciudadano es mejor ahora que hace siglos, y no tolera cierta clase de injusticias o crueldades. La herramienta histórica de pasar a cuchillo, por tanto, queda felizmente descartada. Ya no puede haber matanza de godos. Por fortuna para la humanidad. Por desgracia para el imperio.

Todo eso lleva al núcleo de la cuestión: Europa, o como queramos llamar a este cálido ámbito de derechos y libertades, de bienestar económico y social, está roída por dentro y amenazada por fuera. Ni sabe, ni puede, ni quiere, y quizá ni deba defenderse. Vivimos la absurda paradoja de compadecer a los bárbaros, incluso de aplaudirlos, y al mismo tiempo pretender que siga intacta nuestra cómoda forma de vida. Pero las cosas no son tan simples. Los godos seguirán llegando en oleadas, anegando fronteras, caminos y ciudades. Están en su derecho, y tienen justo lo que Europa no tiene: juventud, vigor, decisión y hambre. Cuando esto ocurre hay pocas alternativas, también históricas: si son pocos, los recién llegados se integran en la cultura local y la enriquecen; si son muchos, la transforman o la destruyen. No en un día, por supuesto. Los imperios tardan siglos en desmoronarse.

Eso nos mete en el cogollo del asunto: la instalación de los godos, cuando son demasiados, en el interior del imperio. Los conflictos derivados de su presencia. Los derechos que adquieren o deben adquirir, y que es justo y lógico disfruten. Pero ni en el imperio romano ni en la actual Europa hubo o hay para todos; ni trabajo, ni comida, ni hospitales, ni espacios confortables. Además, incluso para las buenas conciencias, no es igual compadecerse de un refugiado en la frontera, de una madre con su hijo cruzando una alambrada o ahogándose en el mar, que verlos instalados en una chabola junto a la propia casa, el jardín, el campo de golf, trampeando a veces para sobrevivir en una sociedad donde las hadas madrinas tienen rota la varita mágica y arrugado el cucurucho. Donde no todos, y cada vez menos, podemos conseguir lo que ambicionamos. Y claro. Hay barriadas, ciudades que se van convirtiendo en polvorines con mecha retardada. De vez en cuando arderán, porque también eso es históricamente inevitable. Y más en una Europa donde las élites intelectuales desaparecen, sofocadas por la mediocridad, y políticos analfabetos y populistas de todo signo, según sopla, copan el poder. El recurso final será una policía más dura y represora, alentada por quienes tienen cosas que perder. Eso alumbrará nuevos conflictos: desfavorecidos clamando por lo que anhelan, ciudadanos furiosos, represalias y ajustes de cuentas. De aquí a poco tiempo, los grupos xenófobos violentos se habrán multiplicado en toda Europa. Y también los de muchos desesperados que elijan la violencia para salir del hambre, la opresión y la injusticia. También parte de la población romana -no todos eran bárbaros- ayudó a los godos en el saqueo, por congraciarse con ellos o por propia iniciativa. Ninguna pax romana beneficia a todos por igual.

Y es que no hay forma de parar la Historia. "Tiene que haber una solución", claman editorialistas de periódicos, tertulianos y ciudadanos incapaces de comprender, porque ya nadie lo explica en los colegios, que la Historia no se soluciona, sino que se vive, y, como mucho, se lee y estudia para prevenir fenómenos que nunca son nuevos, pues a menudo, en la historia de la Humanidad, lo nuevo es lo olvidado. Y lo que olvidamos es que no siempre hay solución; que a veces las cosas ocurren de forma irremediable, por pura ley natural: nuevos tiempos, nuevos bárbaros. Mucho quedará de lo viejo, mezclado con lo nuevo; pero la Europa que iluminó el mundo está sentenciada a muerte. Quizá con el tiempo y el mestizaje otros imperios sean mejores que éste; pero ni ustedes ni yo estaremos aquí para comprobarlo. Nosotros nos bajamos en la próxima. En ese trayecto sólo hay dos actitudes razonables. Una es el consuelo analgésico de buscar explicación en la ciencia y la cultura; para, si no impedirlo, que es imposible, al menos comprender por qué todo se va al carajo. Como ese romano al que me gusta imaginar sereno en la ventana de su biblioteca mientras los bárbaros saquean Roma. Pues comprender siempre ayuda a asumir. A soportar.

La otra actitud razonable, creo, es adiestrar a los jóvenes pensando en los hijos y nietos de esos jóvenes. Para que afronten con lucidez, valor, humanidad y sentido común el mundo que viene. Para que se adapten a lo inevitable, conservando lo que puedan de cuanto de bueno deje tras de sí el mundo que se extingue. Dándoles herramientas para vivir en un territorio que durante cierto tiempo será caótico, violento y peligroso. Para que peleen por aquello en lo que crean, o para que se resignen a lo inevitable; pero no por estupidez o mansedumbre, sino por lucidez. Por serenidad intelectual. Que sean lo que quieran o puedan: hagámoslos griegos que piensen, troyanos que luchen, romanos conscientes -llegado el caso- de la digna altivez del suicidio. Hagámoslos supervivientes mestizos, dispuestos a encarar sin complejos el mundo nuevo y mejorarlo; pero no los embauquemos con demagogias baratas y cuentos de Walt Disney. Ya es hora de que en los colegios, en los hogares, en la vida, hablemos a nuestros hijos mirándolos a los ojos.

Periodista y escritor español