sábado, 28 de noviembre de 2015

VIOLENTA IN-TRANSICIÓN


"Quien es piadoso con los crueles acaba 
por ser cruel con los piadosos". Talmud


La noche del domingo los argentinos recuperamos la libertad después de la larga noche kirchnerista. Mucho se ha dicho sobre el fraude que se habría producido en el escrutinio provisorio que, por cierto, carece de efecto legal, ya éste queda reservado al definitivo que se conocerá en pocos días. Las encuestas "boca de urna" que se difundieron durante la jornada electoral, que arrojaban márgenes en favor del candidato de Cambiemos que iban desde 8 hasta 16 puntos, generaron dudas cuando el dato final fue un escasísimo 2,8, producto del éxito de la campaña del miedo oficialista.

Con esa pequeña diferencia y por lo mucho que conozco al kirchnerismo, me formulé una pregunta: ¿por qué Scioli reconoció su derrota tan temprano, a las 21:36, y con sólo 50% de las mesas escrutadas? El viernes, respondió que temía que la situación se saliera de cauce por la agresiva presencia de Quebracho, La Cámpora, Miles, la Tupac Amaru y el Movimiento Evita en la Plaza de Mayo.

Se confirmó ahora que el oficialismo prepara una gigantesca concentración para el 9 y el 10 de diciembre, para despedir a la Presidente e impedir que la ciudadanía acompañe a Macri en la asunción. La machacante recomendación de la imitadora local de Nicolás Maduro a sus militantes "empoderados" para que defiendan "en la calle" las supuestas conquistas y las incitaciones a la violencia de la "soñadora" Hebe Bonafini y Fernando Esteche, a sueldo de la ex-SIDE, pronostican incidentes complicados pero no deberá temblar la mano que ordene la represión de eventuales hechos antidemocráticos.

Por su parte, María Eugenia Vidal, Gobernadora electa de la Provincia de Buenos Aires, alertó sobre la posible generación de saqueos a fin de año, e instó firmemente al kirchnerismo -al cual responsabilizó- a desactivarlos.

Lo descripto, más el vergonzoso trato de la Presidente a Macri y, en especial, la bochornosa sesión en Diputados del jueves, en la cual fueron aprobados casi cien proyectos del Ejecutivo que, de transformarse en leyes, costarán al Estado la friolera de US$ 1.600 millones, justifica el título de esta nota; la esencial e imbécil colaboración de la izquierda para lograr el quorum, me recordó un artículo de José Enrique Miguens, "Darse cuenta", que está disponible en Internet. El kirchnerismo, siempre canalla, continuará sembrando bombas para intentar, hasta el último día, impedir que la próxima administración tenga éxito y, así, permitirse soñar con retornar al poder.

La Corte Suprema, por su parte, también salió a reafirmar su poder y, después de largos años de injustificado atraso, decretó la inconstitucionalidad de la ampliación del Consejo de la Magistratura, y falló en favor de las provincias en su reclamo por la cesión de coparticipación federal; ambas sentencias, sin dudas, son correctas pero no se puede decir lo mismo del momento elegido para dictarlas. La injustificable demora en la primera cuestión permitió los avances de Cristina contra la Justicia, y las consecuencias de la otra agravarán, aún más, el frágil panorama financiero del Estado.

Mauricio Macri ha designado un gabinete de lujo, quizás -como él mismo ha dicho- uno de los mejores de la historia, y su mejor gesto político fue la ratificación de Lino Barañao como Ministro de Ciencia y Tecnología. Confío en el profesionalismo y en la vocación altruista de todos sus integrantes, muchos de los cuales han resignado importantes cargos en la actividad privada, para superar la grave crisis que, a contramano de las mentiras y de falsedades del discurso agotador de la Presidente, deberemos enfrentar.

Los problemas financieros, que por cierto no son menores, quizás resultarán más simples que los demás por la muy favorable acogida internacional que tuvo el resultado del domingo. Pero la confrontación social, la pobreza, la salud, la educación, el narcotráfico, la inseguridad, los irracionales subsidios, la falta de energía, la obsoleta infraestructura, la insensata ubicación geopolítica regional y mundial, la colonización del Estado en todos sus niveles, la independencia de la Justicia, la revisión de las sentencias írritas, los derechos humanos de todos  y, sobre todo, la implacable persecución a los corruptos de todo linaje, deberán concentrar los mayores esfuerzos de ese grupo de notables.

Por lo demás, confío en que el Frente Renovador y el peronismo federal ejercerán una oposición inteligente y responsable y colaborarán con el Ejecutivo otorgando a sus proyectos el respaldo político y legislativo que nos permita evitar el abismo que estas demenciales conductas intencionalmente han generado; solo así sus nuevos líderes podrán transformarse en una verdadera alternativa a la hora de la indispensable alternancia, ya que habrán atravesado el Jordán y lavado en él sus pecados de juventud.

Nuevos vientos han soplado y los argentinos hemos cambiado, en pocos días, nuestra imagen; hemos dejado atrás la cris-pasión y el pesimismo, y eso se nota en la calle. Pero para eso se convierta en un decidido respaldo a la gestión del Mauricio Macri, éste deberá tratarnos como adultos y, el mismo día de su asunción, hacer el inventario de la real situación del país y convocarnos a todos a poner el hombro, aunque esto implique, como dijo Churchill, sangre, sudor y lágrimas.

Así, el futuro nos pertenecerá. Habremos enderezado el rumbo y recuperado los laureles que. en un pasado lejano, supimos conseguir; entonces, los libres del mundo podrán genuinamente responder "al gran pueblo argentino, salud".

Bs.As., 29 Nov 15

Enrique Guillermo Avogadro
Abogado

SIN DEFENSA, NO SOMOS NADA

Miguel Ángel Sarni[1] - 29/09/2015

Hasta que la realidad indique lo contrario (y no lo hace), no hay país sin estado y no hay estado sin FFAA. El gran experimento argentino post-Malvinas, dejar a sus FFAA sin el “hardware” de armamentos y el “software” de recursos humanos para construirlos o usarlos, no debe ni puede seguir más. Imposible otro papelón porque un juez comercial en Nueva York y otro en Ghana nos expropien un barco de guerra en un puerto africano, como una decisión sub-nacional. Los estados nación del mundo no deben siquiera poder imaginarse la posibilidad de hacernos algo así. Pero si dejamos que nuestros propios barcos de la Flota de Mar naufraguen en puerto por falta de mantenimiento, estamos dando pie a destratos futuros de pesadilla.

Ese futuro supone pérdidas graves más de soberanía que de territorios, es decir sin que el país deba aceptar protectorados “soft” y que le indiquen, sin siquiera levantar la voz, qué hacer con su territorio, sus recursos, su población y sus finanzas. Y deba obedecer.

Basta leer las noticias. Este es el siglo de las mayores migraciones de la historia humana, ya sea por guerras, por catástrofes climáticas o incluso por la presión demográfica expulsiva de economías que, como las del Sureste asiático, necesitan exportar inmensos excedentes poblacionales, centenares de millones de humanos que excedieron la “capacidad de porte” de sus ecosistemas y economías nativas. Los estados fracasados de África y Medio Oriente derraman refugiados sobre una Europa aterrorizada, y el super-estado chino, para salir de su laberinto demográfico, dentro de poco estará exportando infraestructura costosa a África y Sudamérica, pero con financiación y trabajadores incluidos. Serán “ofertas paquete”.

Si queremos la continuidad de la Argentina como estado nación; solo tenemos que hacer como la generación del 80. Ante un desafío conceptualmente similar, cuando había poca gente criolla y la Pampa Húmeda tenía más población extranjera que nativa, “argentinizó” a enorme velocidad a los hijos de inmigrantes mediante una escuela pública de altísima calidad. Pero al tiempo que hacía esto, la Argentina se dotaba en Europa de la última tecnología en armas livianas y artillería, así como de una envidiable Flota de Mar y otra Fluvial. Sarmiento, que veía más allá de la tiza y el borrador, en 1872 había fundado además la Escuela Naval Militar para construir una Armada de cuño profundamente tecnológico. El mensaje fue un clásico de la Roma Republicana: “Si vis pacem, para bellum” (si quieres la paz, prepárate para la guerra). El mundo escuchó: cada tanto nos invadían, y no lo hicieron más.

¿Qué mensaje estamos dando ahora?

La educación pública de calidad, incluida la posterior repotenciación académica que fue la Reforma Universitaria de 1918, logró algunos milagros argentinos entonces únicos en la región. Fueron la creación de la Fábrica de Aviones de Córdoba en 1927, la de Fabricaciones Militares en 1941, y la de Astilleros Río Santiago en 1953. Estos hitos, obra de presidentes tan disímiles como Alvear, Castillo y Perón, abrió la puerta de un camino de autosuficiencia en diseño y construcción de armamento que llegó a ser de excelencia. Lo único que se le puede reprochar a ese sistema es el no haberse unificado en proyectos transversales entre armas, y tratado de llegar a una calidad y escala que nos volviera exportadores o socios con desarrollos propios, como hoy lo son Brasil en aviación o Israel en naves no pilotadas. Hoy, una política de Defensa debe coordinarse e imbricarse con el sistema científico tecnológico nacional, que innegablemente está en avance.

Con las FFAA actuales, en estado sub-operacional por armamento y capacitación, estamos en peligro no inmediato, pero sí a mediano plazo. El que no lo quiera ver, está ciego.

El corolario del mensaje es que todo esto es solucionable. La actualización de la legislación vigente permitirá definir los escenarios futuros, elaborar un diseño estratégico de las FFAA y debatir un presupuesto militar para alcanzar un determinado fin. Se podrán establecer los requisitos de formación y perfeccionamiento que deben ser adoptados a fin de posibilitar una apropiada educación. La educación militar y la civil deben confluir. Necesitamos que la recientemente creada Universidad de la Defensa desarrolle un Estatuto y un Proyecto institucional que permita gestionar y administrar una universidad despolitizada y desideologizada, sin burocracia, con vocación de transparencia y de calidad en las carreras universitarias para formar profesionales para las Fuerzas Armadas y la Defensa, incrementando en nuestros oficiales y suboficiales, su perfil científico, técnico, de gestión y en idiomas. Porque hoy estos son saberes de combate tan legítimos como el uso de armas.

En los 90 los MD iniciaron este cambio educativo con la creación de los Institutos Universitarios de cada una de las Fuerzas, en los marcos de las leyes 23554/1988 de Defensa Nacional, 24848/1998 de reestructuración de las FFAA y 24521/1995 de educación superior, con éxito. Luego este nuevo rumbo se frenó.

La inversión que necesitamos en “cerebros y fierros” debe mantenerse al menos una generación para dar resultados en el plano de Defensa Nacional. Este y no otro deben y pueden ser el principio del rearme de la Argentina, el regreso de la República como dueña indiscutida de su propia casa, y vecina o socia interesante.

No aspiramos a volver a ser un país políticamente militarista. Solo queremos regresar, con pleno acuerdo civil, al status de “demasiado caros de invadir, de agredir o simplemente patotear”. Lo fuimos durante la mayor parte del siglo XX. Desgraciadamente, ya no lo somos.

FUENTE:  http://www.lanueva.com/opinion/833222/sin-defensa--no-somos-nada.html


[1] General de División (R). Ingeniero Militar. Escribió Educar para este Siglo.

DE COBARDÍAS E INGRATITUDES

por José Luis Milia • 25/11/2015 •

“Creo que para lograr la Patria Socialista vamos a tener que matar a no menos de un millón de personas”. Carta de Mario Roberto Santucho a su hermano Asdrúbal, capitán del ERP. (Les recuerdo que esta organización terrorista fue la que siendo Perón presidente constitucional en 1973 copó la Guarnición militar de Azul, mató a su jefe y esposa, secuestró a otro Jefe que luego asesinó y quitó la vida a oficiales, suboficiales y soldados que  se defendieron y recuperaron en un día domingo los cuarteles)

Ahora votaron. 26 ó 27 millones.  Agarraron un papel, lo pusieron en una urna, antes o después del asado o los ravioles, y siguieron con su vida común sólo aquejados de la ansiedad que una elección produce, más o menos la misma que a los fanáticos del tenis les produjo, el mismo día, la definición del master entre Federer y Djokovic.

Pocos han sido los que alguna vez han reflexionado sobre el párrafo transcripto en el epígrafe y que pudo llegar a ser una realidad a la que -si no fuera por la acción de las Instituciones Armadas de la República Argentina- todos aquellos que hoy tienen más de cincuenta y cinco años nos hubiéramos debido enfrentar.

Eso, la posible muerte masiva fue nuestro problema, pero esta posibilidad tenía también un remate en el que hoy pocos quieren pensar, sobre todo por las deudas que el caso entraña; si hubieran triunfado las “orgas” subversivas hoy no solo tendríamos el millón de tumbas a la que tan afecto parecía ser “Roby” Santucho sino que, al igual que en la Cuba paradigmática de la Patria Socialista nadie votaría, nadie elegiría según su albedrío y quien osase hacerlo tendría como horizonte, según la gravedad de su disenso, un paredón o un campo de trabajos forzados.

Aunque se diga otra cosa, si hoy votamos es porque un grupo de hombres -integrantes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, federales y provinciales- se pusieron la patria al hombro y enfrentaron la agresión. Callada y silenciosamente cumplieron con su deber (Queda discutir la forma). Ese que la Patria exigía y nosotros, el resto de los argentinos, desde nuestra comodidad demandábamos. Terminada la guerra, con sus convicciones incólumes, volvieron a sus cuarteles, sus naves, sus bases, sus escuadrones, sus comisarías, con el alma en cicatriz y arrastrando mochilas cargadas de dolores que nunca conoceremos porque como hombres que son los han guardado en lo más profundo de su corazón.

Hoy, más de 2000 hombres que al derrotar a la subversión nos permitieron los votos futuros, se mueren, cautivos, en los penales federales a manos de jueces que han olvidado la justicia para convertirse en sicarios, jueces que le dan -o le venden, como usted prefiera- prisión domiciliaria a un narcotraficante de sesenta y cinco años pero le revocan la misma a un Almirante de noventa en un gesto de venganza infame que nosotros con nuestro silencio pusilánime convalidamos.

Los argentinos hemos construido una sociedad que cree que la cobardía y la ingratitud son virtudes cardinales sin darnos cuenta que más temprano que tarde pagaremos por ello.

PALMARIA INCONSTITUCIONALIDAD

Señor Director: Con bombos y platillos, el gobierno nacional, el titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, los ex jueces de la Cámara Federal de Buenos Aires -Carlos Arslanián, Ricardo Gil Lavedra, Guillermo Ledesma y Jorge Valerga Aráoz- celebraron el 30º aniversario del enjuiciamiento inconstitucional de las tres primeras Juntas Militares, a la luz del decreto 158/83 del gobierno de Ricardo R. Alfonsín.


Mediante dicho decreto el alfonsinismo desarrolló a lo largo de toda su gestión su política militar, comenzando por reactivar acciones penales extinguidas por la ley 22.924, y “se prescindió de los efectos de la cosa juzgada, se anunció la desnaturalización del fuero militar, se lanzó al país hacia una revisión parcial de lo ocurrido en la Argentina, se transformó en víctimas a quienes habían ensangrentado la República con sus acciones criminales y se vulneró el artículo 95 (ahora 109) de la Constitución Nacional que prohíbe al Presidente asumir funciones judiciales”.

“A partir de la asunción del gobierno constitucional se inició una campaña publicitaria impresionante contra las instituciones militares que defendieron a la Nación en tiempos difíciles”. Éstas habían cometido errores y extralimitaciones. Pero hicieron derroche de coraje en una guerra extremadamente compleja. Nada de esto tuvo significación a la hora de la revancha. Para llevar adelante tan estéril orientación política, en el decreto 158/83 se vulneró el principio de división de poderes y el sistema republicano de gobierno. Se violó el derecho de defensa y la garantía del juez natural, así como el principio de irretroactividad de la ley penal y el precepto que exige que todo proceso se funde en ley anterior a los hechos de la causa. Se dejó cesantes al Fiscal y a todos los jueces de la Cámara Federal de Buenos Aires y se nombró otros que homologaron el designio de condena exteriorizado en el decreto 158/83 (Arslanián, Gil Lavedra, Ledesma, Valerga Aráoz, y los fallecidos Andrés D'Alessio, Jorge Torlasco y el fiscal Julio Strassera).

“Otras medidas legislativas y administrativas complementaron la persecución iniciada con el decreto 158/83”. El Congreso sancionó, el 22 de diciembre de 1983, la ley 23.040 por la que, asumiendo indebidamente funciones judiciales, además de derogar la ley de amnistía 22.924, la declaró inconstitucional e “insanablemente nula”... Se organizó, además, la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP) que produjo un informe titulado “Nunca Más”, ampliamente difundido a través de los medios oficiales. En ese clima de revancha se instauró el juicio público y oral de los Comandantes en Jefe. La Cámara Federal desplazó de oficio al Consejo de las Fuerzas Armadas y montó un escenario que no contribuyó, por cierto, a prestigiar al Poder Judicial de la Nación. “El diario LA PRENSA, en varios editoriales, enjuició severamente la política militar del gobierno nacional, particularmente en lo que se refería a las transgresiones cometidas en el juicio a los Comandantes”. En editorial del 21 de octubre de 1984, al adherir a los términos de un escrito del Teniente General Videla, en el que se rechazaba la competencia de la Cámara Federal, señaló que las impugnaciones del ex-Presidente eran fundadas y que, por tanto, “es verdad que los acusados no serán juzgados por sus jueces naturales; es verdad que el presidente de la nación se arrogó facultades judiciales; es verdad que se aplicará una ley posterior al hecho del proceso; y es verdad que se seguirá un procedimiento de guerra sin guerra y sin aplicar la ley vigente”. LA PRENSA concluyó su editorial, formulando votos “en pro de que la Corte Suprema dicte un fallo que corrija el agravio cometido por la sentencia de la Cámara Federal que pueda incorporarse a su jurisprudencia como un triunfo del derecho, la sensatez y de la verdad. O sea, un fallo que restablezca la Constitución”. La esperanza de LA PRENSA fue vana. La Corte Suprema convalidó el abocamiento y la Cámara Federal tuvo a su cargo el objetable Proceso. “Juristas distinguidos, como los Doctores Guillermo de la Riestra y Jorge M. Mayer, impugnaron desde las columnas de LA PRENSA el juicio y la sentencia dictada el 9 de diciembre de 1985”[1]. De modo que Lorenzetti, Arslanián, Gil Lavedra, Ledesma y Valerga Aráoz, Pérez Esquivel no tiene nada que celebrar, pues la condena a los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas es inconstitucional, por tratarse de una palmaria violación del artículo 18 de la Constitución Nacional.

Con cordiales saludos,

Alfredo Nobre Leite 
DNI 18.221.024





[1] Basado en el libro "Historia Política y Constitucional Argentina" (1776-1989) Círculo Militar, por Ambrosio Romero Carranza, Alberto Rodríguez Varela y Eduardo Ventura, Círculo Militar, 1992, pág. 455/458. 

viernes, 27 de noviembre de 2015

APOYO A OSCAR PLATERO DE GUATEMALA

A todas las organizaciones y personas amigas que deseen adherir a la carta que se le enviará al señor presidente de Guatemala, en favor del señor Oscar Platero, se les pide por favor que escriban su adhesión a nuestro E-mail:


El señor Oscar Platero, militar retirado, es también uno de los fundadores de la Fundación contra el Terrorismo (FCT), e integró su directiva junto a Ricardo Méndez Ruiz, el abogado Moisés Galindo, el coronel Juan Francisco Escobar Blas, Marco Augusto Quilo Ortíz (sobrino de Luis Quilo Ayuso) y el coronel Carlos Alvarado Palomo. El capitán Byron Lima, quien cumple condena por el asesinato de Monseñor Juan Gerardi, es también afín a la fundación.

Platero Trabanino ha sido el principal autor del material publicado por la FCT. Ha escrito varios libros, entre ellos los tres tomos de “Las batallas por Guatemala” y “La farsa del genocidio en Guatemala”.

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempe



A la atención del Excelentísimo Presidente de la República de Guatemala, SR. ALEJANDRO MALDONADO

PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA
6 AVENIDA, NÚMERO 5-34
ZONA 1
GUATEMALA 01001

MADRID, 27 DE NOVIEMBRE DE 2015

Estimado señor:

Como observadores de la realidad política y social de su país, al que queremos tanto, vemos con mucha preocupación y zozobra que la campaña política de acoso mediático y propagandístico contra el Subdirector General de la Dirección General de Inteligencia Civil (DIGICI), Oscar Platero, haya concluido con la salida del cargo de este reputado analista, militar y escritor.

Nos preocupa mucho que determinados sectores que estuvieron implicados en la corrupción, y que no casualmente provienen de la izquierda, hayan conseguido por la vía política  la defenestración de una persona de tan indudable valor moral, humano y ético como el Sr. Oscar Platero.

Estamos asistiendo en América Latina, y por ende también en Centroamérica, a una suerte de revancha por parte de un sector que un día empuñó las armas y fue derrotado en el campo de batalla por nuestros ejércitos, habiendo logrado por la vía política lo que no lograron por la vía militar. El caso de Platero, hombre de intachable carrera y rectitud en todas sus facetas, es una muestra más de que algunos siguen combinando todas las formas de lucha, como ha sido en este caso a través de  la burda propaganda, para conseguir sus espurios intereses políticos.

Pero, mi estimado y respetado señor, el fin no justifica los medios y una mentira, aunque se repita mil veces, nunca llega a ser una verdad.

Por estas razones, y en aras de que su país logre algún día la anhelada reconciliación, la reconstrucción moral y el perdón entre todos, creo que constituye un deber para la institución que representa la investigación de este caso y analizar en profundidad las razones que han llevado a la destitución del Sr. Platero.

Nosotros, como representantes de numerosas organizaciones, instituciones y asociaciones de todo el mundo, le queremos expresar nuestro malestar y protesta por dicha decisión, que consideramos errónea y tan solo fruto de una vendetta política por parte de una izquierda que se niega a superar el pasado y encarar el futuro de una forma generosa y valiente, dejando atrás para siempre el rencor, el deseo de venganza y el odio.

Le expresamos también por la presente nuestros respetos y el deseo de que su próximo gobierno sea capaz de generar prosperidad, bienestar y buen gobierno a su país.

Nuestros saludos más fraternales con toda sinceridad.

Firmo esta carta como representantes de los adheridos de distintas nacionalidades del mundo que se detallan a continuación.


RICARDO ANGOSO (PRESIDENTE FORO IDEAS PARA LA DEMOCRACIA ESPAÑA Y COLOMBIA)

NELSON PARDO (PRESIDENTE DE LA CORPORACIÓN AMIGOS DE LOS OCHENTA-COLOMBIA)

ROBERTO JOSE ROSALES (SOCIO FUNDADOR DE PACIFICACIÓN NACIONAL DEFINITIVA-ARGENTINA)

RICARDO PUENTES (DIRECTOR DE PERIODISMO SIN FRONTERAS-ESTADOS UNIDOS-COLOMBIA)

EDWIN ROLANDO MORALES (DIRECTOR DE DIARIO CORREO INFORMATIVO-GUATEMALA)

FABIOLA PRADO (COLOMBIA)

SERGIO TAPIA (FORO DE BUENOS AIRES-SECCIÓN PERÚ)

JAIME CONGOLE (FORO DE BUENOS AIRES-SECCIÓN URUGUAY)


ADOLFO PAUL LATORRE (ESCRITOR, JURISTA Y PROFESOR, CHILE)

APOYO DE LA REINA MÁXIMA DE HOLANDA


Trascendió que la reina Máxima de Holanda, está exultante desde el 25 de octubre y está gestionando un préstamo a bajísimo interés de U$S 1.000 millones para apoyar a María Eugenia Vidal en su gobernación; particularmente en las obras de infraestructura necesarias para terminar con las inundaciones y naturalmente también vendrán especialistas holandeses en el tema, que son los mejores del mundo en esto de evitar que el agua se lleve todo.

LOS TONTOS, LOS DISTRAÍDOS Y LOS DERECHOS HUMANOS

por José Luis Milia • 26/11/2015

Cuando los periodistas de uno de los principales diarios del país son incapaces de comprender un texto, debemos asumir que, culturalmente, estamos en el horno. Hoy leí nuevamente el editorial de ayer de La Nación; con ésta fueron tres lecturas porque, debo confesarlo, a mí el editorial me gustó más bien poco, ya que considero que todos los circos judiciales que se han llevado a cabo con el script de la “lesa humanidad” están viciados de nulidad y son, al utilizar como papel higiénico la página de la Constitución Nacional donde está impreso el artículo 18 de la misma, inconstitucionales. Pero el escrito nada de eso decía ni siquiera insinuaba, para mi pesar, que debían ser suspendidos o simplemente acabar con ellos.

Sí encontré una enérgica apelación al maltrato que los prisioneros de “lesa humanidad” reciben por parte de sus jueces de ejecución ya que al ser obligados a cumplir su pena en penales que no fueron proyectados para una franja etaria que hoy ronda los 76,6 años promedio su desplazamiento por los mismos es dificultoso y su atención médica primaria depende de los llamados módulos hospitalarios que apenas son algo más que una salita de primeros auxilios. Es aquí donde el editorial pone énfasis en esta denuncia como pone su mayor reciedumbre al denunciar la persecución que los grupos que se han apropiado de los derechos humanos llevan -a causa de su independencia de criterio- contra integrantes del poder judicial que no han permitido que les dicten sus sentencias.


Siempre hemos escuchados a los “bienpensantes” repetir hasta el hartazgo que combatir al terrorismo como se hizo en los setenta era “comerse al caníbal”; sin embargo, frente al editorial de La Nación, estos oficiantes de la justicia paranoica, Barcesat, Verbitsky, Carlotto, Bonafini y, por qué no, ese pequeño mundillo de La Nación que ayer se sintió personaje, decidieron comerse al caníbal, porque en realidad, su deseo no expresado es que todos aquellos procesados por “lesa humanidad” se mueran en abandono y dolor en las cárceles federales. Si viviéramos en un país en serio y justo aceptaríamos que este tipo de presión ejercida por los “dolientes de los derechos humanos” ronda simplemente la “lesa humanidad”.

Lo increíble de este lío que se armó con el editorial de marras es que los periodistas “serios” de La Nación en primera instancia ni siquiera leyeron el editorial, y luego miraron para el costado, dejando en soledad a quien haya sido el autor del editorial y al director del periódico Es entendible, una mirada torva y un susurro de las “madres y abuelas” pueden decretar el ostracismo de cualquier mortal que necesite de un sueldo o una canonjía para medrar.


Hubo actitudes casi cómicas por parte de las vestales del periodismo. No hablemos de los exabruptos que un canalla dedicado a meterse en vidas ajenas pueda haber proferido en televisión con el fin de afianzarse como progre y ver si se puede ganar a puro mango una mina otrora encumbrada; pero sí podemos hablar de Pablo Sirven, Secretario de Redacción de La Nación que hace veintitrés horas escribió en Facebook: “No avalo editorial de La Nación. Juicios lesa humanidad deben seguir”, cuando en todo el editorial no había ni una frase que afirmara lo que él había escrito, para terminar con una cuasi plegaria laica: “prisión domiciliaria igual que a cualquier reo anciano condenado sin peligro de fuga”, algo por demás patético ya que si algo no pueden hacer los ancianos de los penales federales es fugarse.

Lo cierto de esto es que a Sirven seguramente, la parada lo agarró desprevenido. Al fin y al cabo él es un mero cronista del espectáculo, y nunca se preocupó -ni tenía porque hacerlo- por cómo eran tratado los prisioneros políticos. A fuer de verdad no era lo suyo saber que al Almte. Vañek de 90 años de edad aquejado de enfermedades que le impiden valerse solo, le revocaron la prisión domiciliaria después de 17 años porque a su juez de ejecución se le cantó que debía volver al penal, o que el P. von Wernich parió de su pierna, cirugía mediante, un tumor de casi cuatro kilogramos de peso porque su juez de ejecución, Rozanski, le negó durante once meses el permiso para tratarse en un centro de alta complejidad y tampoco supo, o quizá se lo ocultaron, pese a la cobertura periodística que tuvo, que al Gral. Saint Jean lo subieran con una grúa esposado a su silla de ruedas al escenario de un teatro donde se celebraba -para beneplácito de una turba que desde el comienzo empezó a apuntar el pulgar hacia tierra- uno de los tantos circos judiciales que llevan el perverso nombre de juicios por la verdad; como decíamos, no era lo de él pero corrió raudo a distanciarse de un editorial que sí denunciaba estas violaciones de los derechos humanos de los prisioneros políticos.


También es cierto que no se le puede pedir ni a Sirven ni a la corte de los milagros que lo rodea que se enteren que desde hace años los familiares de los muertos por la subversión -porque hubo gente que fue asesinada en los setenta aunque algunos lo hayan olvidado- piden por, al menos, un lugar para sus muertos en la historia. Seamos sinceros, tanto los periodistas de La Nación en particular como los de Argentina en general, tienen la convicción que ni María Cristina Viola, ni Paula Lambruschini, ni ninguno de los asesinados por la guerrilla son noticia; y considerando que de las nombradas, una era hija de un Capitán del Ejército Argentino que combatía en Tucumán, y la otra, hija del jefe de la Armada Argentina, es probable que con el rasero que hemos aprendido a cualificar los crímenes de los setenta, ambas, de 3 y 15 años quizás se lo tenían merecido.

Algunas de las Víctimas de la bomba
en el Comedor de Coordinación Federal

Pero no demos por el pito más de lo que el pito vale, la trama operística del editorial arrancó con el empuje dramático de “Tosca” pero terminó con el ritmo ramplón de cualquier cumbia villera; Sirven, que al menos puso la jeta, y su corte de huidizos escribas terminaron equiparados a una iletrada como es Victoria Donda que si bien se dirigió a los dueños de La Nación, trató, según su estilo, de salpicar a todos -cómitres y galeotes- con sus palabras: “Los dueños del centenario diario, irresponsablemente, hablan de venganzas, comparan lo sucedido en aquellos años en nuestro país con el terrorismo internacional que mantiene en vilo a Europa por estos días…” En verdad, ni Vicky, ni los periodistas en general, ni una buena parte del pueblo argentino han aprendido nada, porque aunque a ellos les moleste, lo sucedido en los setenta es similar a la masacre de París, quizás no con tantos muertos, pero muertos al fin. Vicky Donda usa, de manera chapucera, el mismo argumento de quienes niegan el Holocausto: “no fueron seis millones de judíos los gaseados sino 5.400.000…” Poner una bomba y matar a veintitrés personas en el comedor de Coordinación Federal o a ochenta en Bataclán, es lo mismo; la muerte de un hombre es un hecho cualitativo y el número solo sirve para sumar horror, al horror de quitar una vida, sea quien sea el que puso la bomba, tu padre o el hijo de un argelino con chilaba y turbante.

EL REPUDIO AL EDITORIAL DE LA NACIÓN Y LOS DERECHOS HUMANOS

26/11/15                                                                           Por Mauricio Ortín

El editorial de La Nación del 23/11/05 que lleva por título “No más venganza” ha desatado una oleada de indignación y rechazo por parte de los formadores de opinión. Se lo ha tomado, aparentemente, como una presión desde el medio contra el nuevo gobierno para terminar con los juicios por crímenes de lesa humanidad y, por ende, lograr la impunidad de los acusados. De la lectura del editorial, sin embargo, no se desprende concepto alguno que justifique semejante reacción. En rigor de verdad la nota manifiesta, esencialmente, tres cosas: la primera, que el relato oficialista de lo sucedido en los ’70 es mentira; segundo, que los crímenes cometidos en Francia por el ISIS son de la misma naturaleza que los perpetrados por la subversión en la Argentina; y, tercero, que en los juicios por crímenes de lesa humanidad llevados a cabo en nuestro país el Estado viola los derechos humanos de los acusados. Respecto de la falsedad del relato histórico K no albergo la menor duda. A mí nadie me lo contó, viví esa época y recuerdo perfectamente que fueron los subversivos los que declararon la guerra al gobierno constitucional y que éste los mandó a aniquilar y comenzó su aniquilamiento. En este aspecto, el gobierno militar fue una continuidad del anterior. De ninguna manera fue un genocidio sino una guerra del Estado contra los que pretendían tomar el poder por la vía armada. Por otro lado no es ningún disparate comparar entre aquellos y estos actos terroristas (los del ’70 y los de Francia). El terrorismo que asesina, secuestra, roba es un enemigo de la sociedad que debe ser combatido. El presidente francés, Hollande, le declaró la guerra, les da caza en su país y los bombardea en Siria. Ochenta y ocho mil militares han sido movilizados para aniquilar a no más de una docena de terroristas en territorio francés. ¿Acaso debe considerarse a éstos genocidas por reprimir? La señora de Carlotto en relación al editorial dijo lo siguiente: “poner en un mismo plano a los represores de Estado y a los guerrilleros durante la dictadura militar argentina es una bajeza” ¿Aplicará el mismo criterio para los represores estatales franceses? ¿Cuál es el metro moral que dice que un guerrillero que mata por sus ideas es mejor persona que un policía que mata defendiendo el Estado de Derecho? El relato K de los ’70 ha elevado al nivel de próceres a quienes de ninguna manera lo son. La hija de la señora de Carlotto no merece ser recordada como una persona que contribuyó a la felicidad de los argentinos, pertenecía a una organización que a hierro mataba y a hierro moría y, por lo tanto, corresponsable de esa década sangrienta. A mí no me lo contaron…

Y dice también o, más bien, denuncia el editorial un hecho gravísimo en el que nadie de los “indignados” se ha molestado en reparar. Denuncia que se están violando, en los juicios por crímenes de lesa humanidad, los derechos humanos de los procesados y condenados. Que se los condena sin pruebas, con testimonios falsos y se los somete a un calvario por el solo hecho de su condición de acusados de lesa humanidad. ¿Es que a Alfredo Leuco, Jorge Lanata y todos aquellos que repudiaron el editorial estiman que los derechos humanos no valen para los militares? Ni siquiera mencionaron esta denuncia pública. Lo cual, si es que verdaderamente se violan, los convierte en cómplices.


He estudiado algunas causas e incluso presenciado unos cuantos juicios por crímenes de lesa humanidad y, al respecto, tengo la impresión de que constituyen un verdadero mamarracho legal y, como dice Mauricio Macri, un “curro”. Ahora bien, es cierto que no son pocos los que se muestran orgullosos de la “política de derechos humanos” del kirchnerismo.  A otros, en cambio, les repugna advertir a la injusticia disfrazada de virtud.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

JUSTICIA SIN VENGANZA

Sorprenden algunas reacciones al editorial de “La Nación” publicado el lunes 23. Más allá de la oportunidad o inoportunidad de esa publicación, hay que remitirse a lo que allí se dice, antes que leer entre líneas. Adjudicar intenciones o afirmaciones que no se desprenden del texto, es imponer el cierre del debate antes de abrirlo.

En ese texto hay un llamado a superar para siempre el deseo de venganza. Lejos de ser reprochable, esto es bueno, saludable y necesario. En Occidente, la venganza fue la herramienta de la fuerza privada, arbitraria y sangrienta cuya extinción, posibilitada por la construcción de Estados nacionales dotados del monopolio de la fuerza pública y de un sistema jurídico, dio lugar al imperio de la ley. La venganza solo genera más venganza, en una rueda infinita e infernal.

Ese editorial, de forma contundente, llama “aberrante terrorismo de Estado” al accionar con que se respondió a la violencia de grupos que protagonizaron la guerra sucia en los ’70. Denuncia el uso ideológico de la exaltación de tales grupos por parte del relato oficial. No justifica aquellos procedimientos y tampoco a quienes violaron los derechos humanos practicando la misma moral de quienes querían combatir.


Mantener en prisión común a militares -condenados, imputados, o meramente sospechosos- a pesar de su edad y deterioro de su salud, es violatorio del Art. 18 de la Constitución Nacional que declara abolido todo tipo de tormento, y establece que las cárceles serán “para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice”. “El fin del establecimiento de las penas no puede ser la de atormentar a un ser sensible”, dijo Cesare Beccaria en 1764.

También viola los incisos a), b) y d) del Art. 1º de la Ley 26.472, sobre ejecución de la privación de libertad. Señalarlo no significa absolver a los culpables, sino reclamar el cumplimiento de la ley. Sobre todo implica no emplear los mismos métodos de violación de los derechos humanos que empleó un régimen de facto que abusó de su poder ilegítimo.

La izquierda celebra la mejora del régimen carcelario de más de cien terroristas presos, y el reciente indulto otorgado por el gobierno colombiano a guerrilleros de las FARC acusados de delito de lesa humanidad. Lo aplaude pero se escandaliza cuando se hace pública la inhumana situación de militares argentinos en prisión. El editorial pide el cese de la persecución a magistrados. Es de esperar que el nuevo gobierno garantice la independencia del Poder Judicial, como prometió en campaña.

No se trata de impunidad sino de que cese la cultura de la venganza, que se establezcan plenamente la verdad y la justicia, que impere la ley. Mandela consideraba que humillar al otro es infligirle un sufrimiento innecesario: trató de evitarlo. Antes y después de ser presidente, dialogó con cada uno de sus enemigos. Con humildad, perseverancia y voluntad de inclusión, logró que blancos y negros perdieran el miedo mutuo, superaran el peso de conductas anteriores, construyeran la verdad sobre sus más oscuros crímenes, y se integraran en un esfuerzo común por construir un país para todos.

Rodrigo A. Caro Figueroa
14.022.309
SALTA

SUECIA VA CAMINO A SER EL PRIMER PAÍS SIN EFECTIVO

Hace muchos años atrás, Bill Gates vaticinó que el dinero virtual remplazaría al papel moneda, Suecia ya está en ese camino y en la República Argentina el poder que se va nos deja inundados de pesos y totalmente faltos de dólares. ¡Siempre detrás del futuro!


En los últimos seis años, el dinero en circulación cayó a casi la mitad


ESTOCOLMO.- Varios bancos importantes en Suecia ya no manejan efectivo y si se quiere comprar una golosina en el quiosco de la esquina, se debe sacar el celular. Hasta la gente sin techo que vende el diario en la calle acepta tarjeta de crédito. A fines de 2014, cuatro de cada cinco transacciones en el país se hacían ya sin efectivo. Varios estudios indican que el monto de dinero en circulación cayó entre 40 y 50% en los últimos seis años.

Una app llamada Swish, lanzada por bancos suizos, ayuda a impulsar el cambio. La aplicación permite transferir fondos digitalmente entre cuentas bancarias tan rápido como si se entregara dinero. "Se tarda alrededor de dos segundos en hacer la transferencia, lo que le da un carácter similar al efectivo", dice Niklas Arvidsson, profesor del Instituto Real de Tecnología KTH sueco, que estudia el abandono del efectivo. Si bien otros países tienen apps similares, como la Venmo en Estados Unidos, no funcionan en tiempo real; la transferencia puede tardar un día o incluso dos. La app Dwolla de Estados Unidos quiere esquivar el sistema de compensación automática tradicional para hacer transferencias instantáneas, pero hasta ahora sólo unos pocos bancos se anotaron en el servicio. Suecia, por el contrario, la abrazó rápidamente: Swish tiene ahora tres millones de usuarios, en una población de 9,5 millones.

Este país tiene historia de adoptar rápidamente innovaciones financieras. El país instaló su primer cajero automático en 1967, dos años antes que EE.UU. Ahora está en proceso de eliminación de las máquinas (entre 2010 y 2012 los bancos eliminaron alrededor de 900 cajeros).

El paso a la digitalización de todo se da desde hace un tiempo: Suecia también adoptó los depósitos directos y el pago con tarjeta rápidamente. Desde el comienzo de este siglo los sindicatos vienen presionando para eliminar el efectivo como modo de proteger de los robos a trabajadores como los choferes de colectivos: ahora no se puede pagar con efectivo en el ómnibus.

"Detrás de esto también hay un fenómeno demográfico" dice Niklas Arvidsson, profesor del Instituto Real de Tecnología de Suecia, que estudia el abandono del dinero. "La gente más joven no comienza usando efectivo sino que directamente utiliza los nuevos servicios, mientras que la gente mayor -que es la que usa con más frecuencia los billetes- reduce su gasto a medida que envejece."

El cambio ayuda a hacer menos común el robo y puede reducir el crimen organizado (los bancos que todavía aceptan efectivo sospechan de cualquiera que trate de hacer un depósito) y la evasión impositiva. En general es más barato para el país, porque las transacciones electrónicas cuestan menos que el manejo de dinero en efectivo. Y para la mayoría de la gente es más conveniente: imagine no tener que caminar nunca más seis cuadras para encontrar el cajero más cercano. Por supuesto que incluso en Suecia, no todos tienen un celular inteligente o una tarjeta de débito. "El principal desafío es crear un servicio de pago que permita a todos en una sociedad hacer pagos y recibir dinero de modo conveniente" dice Arvidsson.

INVESTIGAR Y CONDENAR LA CORRUPCIÓN

Es de esperar que ningún acuerdo de gobernabilidad futuro pueda estar teñido por un blindaje de impunidad ni para funcionarios ni para empresarios corruptos

EDITORIAL

Numerosos fantasmas acompañarán por bastante tiempo al kirchnerismo cuando abandone el poder y lo obligarán a rendir cuentas ante la Justicia. Los escándalos de corrupción han sido una característica de los 12 años de gestión de los Kirchner, tan grave como los esfuerzos desplegados desde el Poder Ejecutivo por someter a los jueces a sus designios para que se consagrara la impunidad de los funcionarios involucrados en aquellos hechos.


En una de sus primeras declaraciones como presidente electo, Mauricio Macri anunció que será "implacable" con la corrupción y que la Justicia debe tener apoyo "para que no haya impunidad", al tiempo que prometió que todo aquel funcionario que traicione la confianza de la gente será echado. Es de esperar que este compromiso -junto a la presencia en su frente político de figuras que han sido abanderadas de la lucha contra la corrupción, como Elisa Carrió- contemple que gran parte del cambio verificado en las urnas fue producto de una sociedad que está harta de un flagelo que se ha profundizado en los últimos años, a la par que el grupo gobernante intentaba sembrar las bases de un poder hegemónico.


Entre los fantasmas que acosan al kirchnerismo, además de los escándalos del vicepresidente, Amado Boudou, se encuentra el de los hoteles de la Presidenta y sus hijos, sospechados de haber sido empleados para lavar dinero. Al pseudoempresario Lázaro Báez pertenecían aquellos fondos presuntamente lavados mediante el añejo y resabido mecanismo de pagar habitaciones de hotel que jamás se ocuparon. En este caso, en los hoteles Las Dunas y Alto Calafate.


Se ha sumado documentación que probaría que, desde fines de 2008 y hasta mediados de este año, el segundo de esos hoteles fue beneficiado con dos millones y medio de dólares que Aerolíneas Argentinas pagó por el alojamiento de sus tripulaciones que recalaban en El Calafate, para lo cual la empresa contrató 35.000 cuartos, según informaciones periodísticas.


Hay cuatro vuelos diarios a ese destino, pero no todas las tripulaciones deben hacer noche allí, pues en algunos vuelos se trata de una escala. Según la diputada Margarita Stolbizer, de Progresistas, denunciante del caso Hotesur, la cifra abonada por la aerolínea estatal que pierde diariamente más de un millón de dólares, "es exorbitante y supera ampliamente a los integrantes de las tripulaciones que descansan en ese hotel". Los pilotos y tripulantes de Aerolíneas, cuyo presidente es el dirigente camporista Mariano Recalde, representan el 30% de la ocupación diaria del Alto Calafate. De esta manera se ha ido conformando un esquema por el cual el Estado, con su aerolínea, y un contratista del Estado como Báez, que con sus empresas se dedica a la obra pública, habrían financiado a la familia Kirchner de manera presuntamente ilegal. Eso, sin tener en cuenta la violación del Código de Ética de la Función Pública, que impide a funcionarios hacer negocios con contratistas del Estado.


A su vez, el Gobierno se vale de organismos estatales para guardar bajo llave información delicada sobre las relaciones económicas entre Báez y los Kirchner. Así, la Inspección General de Justicia se niega a entregar esa documentación a Stolbizer.


De todos modos, las sospechas tienen sobrados fundamentos. Por ejemplo, Báez ha asegurado que contrató cientos de habitaciones del Alto Calafate para alojar a personal de sus empresas, pero, como consignó una investigación de LA NACIÓN, esas obras públicas se encontraban a entre 300 y 600 kilómetros del hotel de los Kirchner, según los datos facilitados por Báez ante la AFIP. Había otros hoteles mucho más cercanos a las obras que ejecutaban sus empresas Kank y Costilla SA y Loscalzo y del Curto SA. Asimismo, se conocen documentos que revelan los estrechos lazos comerciales con Báez. En las oficinas de Máximo Kirchner la Justicia secuestró cheques, facturas, poderes y varios contratos de alquiler entre Néstor Kirchner y el contratista del Estado, además de una carpeta con 93 recibos entre Máximo y la empresa Austral Construcciones, de Báez, y contratos de locación firmados por ellos dos.


Otro contratista del Estado y figura muy cercana al kirchnerismo, el empresario patagónico y zar del juego Cristóbal López, ha sido otro gran benefactor de los negocios de la familia presidencial. Los socios de Máximo Kirchner en una inmobiliaria de Río Gallegos recibieron casi 1,2 millones de pesos por mes de López por el alquiler de inmuebles y maquinarias y por asesoramiento inmobiliario. Quienes percibieron esos pagos fueron Osvaldo Sanfelice, hoy responsable de la gerenciadora del Alto Calafate, y el ex gobernador de Santa Cruz Carlos Sancho. Los movimientos se efectuaron por medio de una sociedad con el CUIT inhabilitado por la AFIP y en la que figura como socio un ex docente. Sanfelice y Sancho recibieron esos millones de López y de empresas del Grupo Indalo.


El esquema parece elemental. La principal línea aérea nacional, que requiere una constante inyección de fondos por ser absolutamente deficitaria, aparece beneficiando a empresas de la Presidenta, al igual que lo hacen dos poderosos contratistas del Estado. A este esquema le corresponden dos preguntas también elementales: ¿son Báez y López testaferros de los Kirchner? ¿Las sumas que pagan a los negocios de la familia presidencial corresponden a una contraprestación de servicios? La Justicia debe responder ambos interrogantes.


Como hemos señalado desde esta columna editorial, el uso de lo público en beneficio privado ha sido en la era kirchnerista una suerte de programa de gobierno, que se extendió hasta algunas de las áreas sensibles para la sociedad, como el PAMI y los planes de vivienda. Cabe esperar que en los tiempos por venir la Justicia pueda actuar con la necesaria independencia para investigar y condenar a los responsables y que ningún acuerdo de gobernabilidad futuro pueda estar teñido por concesiones tendientes a blindar de impunidad a quienes el 10 de diciembre dejarán el gobierno.



NOTA: Las imágenes no corresponden a la nota original. 

EL NIETO 95…

…denuncia desprotección del Estado y lucha por llevar el nombre que tuvo por 37 años. Hilario Bacca o Federico Cagnola Pereyra nació en la ESMA. Se siente “perseguido” por H.I.J.O.S. y no respetado por Abuelas. Por qué dice que no aparecen todos los nietos.   Hilario Bacca nació el 27 de febrero de 1978 en la ESMA.

Foto: Facebook

Hilario Bacca nació el 27 de febrero de 1978 en la ESMA y a sus 37 años está inmerso en una batalla judicial por conservar su nombre. Para Abuelas de Plaza de Mayo él es Federico Cagnola Pereyra, el nieto recuperado número 95, hijo de Liliana Carmen y Eduardo. No obstante, él se crió con Cristina Mariñelarena y José Ernesto Bacca, de quienes afirma ser “su hijo del corazón”.

Desde los 4 años que el matrimonio le contó que no era su hijo biológico. Alrededor de los 11, cuando en la escuela empezó a estudiar la historia argentina, comenzó a sospechar cuál podría ser su origen por su año de nacimiento.

“Mis padres me proponían acercarnos a alguna entidad para saber sobre mi origen. Siempre fue mi decisión no hacerlo”, explicó en diálogo con Perfil.com. En 1997 se fue a estudiar a Buenos Aires donde recibió los primeros llamados de la asociación H.I.J.O.S.: “Allí empezó el martirio de mi vida”, cuenta.
En el 2008, tras la “persecución” que él dice haber sufrido por parte de la agrupación H.I.J.O.S y “allanamientos en su propia casa”, se le realizó un estudio de ADN compulsivo que terminó revelando su verdadera identidad. En 2013, el Tribunal Oral Federal Nº 4 porteño condenó a seis años de prisión a Mariñelarena y Bacca, sus 'apropiadores'.

La misma pena recibió su entregadora Inés Graciela Lugones, viuda de Guillermo Minicucci, el jefe del centro clandestino El Vesubio. En ese momento, también se solicitó su inscripción a un juzgado civil de Federico Cagnola Pereyra. “Lo que yo pido es incorporarle a mi vida esta historia, sumarle a Hilario Bacca todo lo necesario, pero sin hacerlo desaparecer. Quieren matar subjetivamente a alguien que ya existe, que está acá”, lamenta.

Este mes, la Cámara de Casación dio lugar al pedido de la querella y fiscalía para que se resuelva el cambio de identidad en el fuero penal y no en el civil, como se había dictado en la primera sentencia. “Yo quedo directamente perjudicado puesto que demandan al TOF4 que ellos mismos tienen que hacer mi cambio de identidad. Me impiden a mí que pueda reclamar mis propios derechos, que pueda ser parte. Me inhabilitan a tener el derecho de plantear mi posición. Lo que hace Casación es imponerme una mordaza legal”, denuncia.

“Pido que alguien se ponga en mis zapatos. Entiendo que pueda ser una causa de estado y de orden social y público, la obligatoriedad del encuentro por la verdad, pero eso ya pasó. A esta altura de mi vida en democracia me quieren hacer desaparecer como Hilario Bacca y quieren hacer nacer un Cagnola Pereyra que para mí no existe, es terrible, relata sobre el proceso judicial. “La fiscalía y Abuelas consideran que cada vez que soy nombrado como Hilario Bacca se sigue cometiendo un delito por ser una partida de nacimiento apócrifa. El planteo que yo le hice a los jueces del TOF4 es que me siento en una persecución y con el mismo tipo de procedimientos que vivieron Liliana y Eduardo (sus padres biológicos) en la época de la dictadura”, agrega. “Estamos preparando el recurso para ver si nos admiten el caso en la Corte Suprema”, adelantó sobre sus intenciones de llegar hasta el máximo tribunal de ser necesario.

Luego que la Defensoría se negó a ofrecerle un abogado, el TOF4 enviará un oficio al Colegio de Abogados: “Yo vengo negándome a pagar a un abogado para que me defienda en esta causa donde el mayor responsable es el Estado, donde no puede ser que sea una víctima para el tribunal, un número para las Abuelas, un trofeo de guerra para el pueblo y que no tenga un derecho mío que sea válido, porque vale más el derecho de cualquiera que el mío”. Y precisa: “No hay nadie en el Estado que me defienda”.

Relación con la familia biológica

Conoció a sus abuelas biológicas el 8 de septiembre de 2008 en la audiencia en la que se informó de su verdadera identidad. Eran la titular de Abuelas de Plaza de Mayo Filial La Plata, Jorgelina "Coqui" Azzarri de Pereyra, por parte materna y Nilda Cagnola, por el lado de su padre.

“Cuando yo los conocí en 2008 les doy lugar por un pedido de mi mamá y mi papá. Si hubiera sido por mí no les hubiera dado bola. Armamos un vínculo al principio sano y de bastante cariño. Coqui me hablaba de defender a Liliana pero yo alegaba que no era necesario atacar a mis padres en el proceso de defensa de su hija. Tuve muchas peleas con ella. Hay una posición facilista de levantar el dedo y acusar al otro”, detalla.

El contacto con su abuela biológica materna se rompió tras el juicio debido al testimonio que ofreció durante el proceso judicial. Hace un año volvieron a reencontrarse pero la titular de la filial de Abuelas en la Plata falleció el 30 de septiembre pasado sin haber conseguido restablecer el vínculo con su nieto: “En una de las últimas charlas le dije que no la juzgaba, le aclaré que no estaba enojado con ella pero cada cual hace lo que hace y eso tiene consecuencias y que yo no la elegía para mi vida, explica.

Según Hilario, la forma de ser fue la razón principal por la que no consiguió conectar del todo con su abuela biológica materna: “Fui al velorio por una cuestión de educación, pero me incomodó la situación porque me sentí observado. Lo único que me paré un momento delante del cajón a mirarla y sentí que no me quedó nada pendiente con ella y que la vida no nos permitió conocernos porque siempre hubo tanta porquería en el medio, tantos rencores, ella tratando de convencerme que mis viejos habían hecho las cosas mal y ella siempre conectada con la tragedia y yo en una posición distinta que tiene que ver más con mi profesión por ser acompañante terapéutico, de tratar de sumar y conectarme con lo lindo.

Le decía 'contame qué música escuchaba, no cuántas horas estuvo torturada', devolveme una imagen de vida aunque esté muerta'”.

Y contrapone esa reacción con la de su abuela paterna biológica Nilda: “Ella nos invita a almorzar a mí y a mi mamá todos los meses, aunque por la distancia sólo fui una vez. Eduardo continua siendo un desaparecido (no hallaron el cuerpo) pero ella explica que tuvo dos opciones; se volvía loca para que apareciera y descuidaba a su otro hijo Daniel o se dedicaba ser una madraza con él. Una abuela se conectó con la muerte y con la pérdida (descuidando a sus otros hijos, Alejandra y Marcelo) y la otra se dedicó a conectarse con lo que tenía y hasta logró un duelo simbólico sin cuerpo”.

“Toda mi familia biológica paterna en ningún momento hubo una cuestión maliciosa para con mis padres, todo lo contrario, mi tío Daniel agradeció la educación que recibí y la persona en la que me habían convertido. Sin apuntar los cañones directamente a mis viejos cosa completamente distinta al discurso de Coqui, pero bueno a mí me parece que hay tantos remordimientos y tantas cuestiones internas donde es mucho más fácil poner el odio en otro lugar, depositarlo en otros lados”.

El caso de Hilario Bacca puede sentar un importante precedente y alentar a otros que quizás se encuentran en una situación similar. “Si quieren que aparezcan los 400 nietos que faltan que se les garanticen sus derechos. Los que aparecen mucho son los que les tocaron historias menos bonitas, yo estoy convencido de que hay 200 Hilarios por ahí. Que aman a sus papás. Para saber de su identidad tienen que estar dispuestos a que sus padres vayan presos y a que ellos de un día para el otro dejen de ser quienes son, y si están casados y tienen hijos lo que implica a nivel trámite y a nivel subjetivo, del ser”, consigna.

Trató de hacer entender a la entidad de Abuelas esa idea al trabajar durante un tiempo en la filial de Mar del Plata: “Les dije que dejen que uno se busque, que se encuentre y ahí se va armando y sumando lo que se puede, no somos nenes de 5 años, somos todos cuarentones”. En ese sentido, resume:
“Hay un descuido muy grande. Hay un abandono a nivel psicológico de lo que le pasa a uno, pero hay una demanda muy fuerte, social porque todos vienen a decirte cómo tienes que vivir”.

(*) De la redacción de Perfil.com  Twitter: @BarbaraDefoix

FUENTE:  
*1 8 1 0 – BICENTENARIO – 2 0 1 0*
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Año 7  Nº 265