sábado, 29 de septiembre de 2018

TAMPOCO CUBA



Recientemente en uno de sus discursos en Nueva York, el Presidente manifestó que su triunfo electoral nos salvó de ser Venezuela. Sin pretender analizar la precisión de su afirmación, creo que también debería haber expresado que la acción de nuestras Fuerzas Armadas y de seguridad nos salvó indiscutiblemente de ser otra Cuba. Hubiese sido un justo y muy merecido reconocimiento.


Jorge Carlos Ales
DNI 4.370.321


NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.

viernes, 28 de septiembre de 2018

RIESGOS DE EMPEÑAR A LAS FFAA EN LA LUCHA CONTRA EL NARCOTRÁFICO



El anuncio del empleo de las Fuerzas Armadas, en apoyo de las Fuerzas de Seguridad, en la lucha contra el narcotráfico enunciado por el señor presidente de la Nación conlleva dos grandes riesgos, independientes de los peligros físicos o psicológicos que pueden sufrir las personas que se empeñen, tomen  contacto o combatan contra el crimen organizado y/o narcotráfico que azotan al país.


1.  La falta de una Justicia Militar y la actual  subordinación jurídica al Código Procesal Penal, hacen aconsejable no emplear a las Fuerzas Armadas en la guerra contra el narcotráfico hasta que el sistema jurídico brinde las seguridades necesarias para su empeñamiento; en el cuál no puede descartarse la solución violenta[1].  

2.  Los grupos del crimen organizado generan enormes sumas de dinero, ya sea por tráfico de drogas, trata de personas, tráfico de armas u otros delitos propios de las zonas de frontera, ese dinero conocido como “sucio” deben blanquearlo para poder utilizarlo en beneficio propio. Normalmente uno de los requisitos para ese lavado del dinero sucio, es corromper a cualquier persona útil a su objetivo, sea ella funcionario político, militar, policial etc.



En estos riesgos no mencionamos para nada los problemas de presupuestos, equipamiento y capacitación del personal para ser empeñados en tareas para las cuales no han recibido el adiestramiento adecuado a las nuevas amenazas globalizadas. Los que sin duda surgirán a medida que se avance en un planeamiento más detallado y profesional, que van más allá de la mera enunciación, y seguramente aparecerán más riesgos a tener en cuenta para ser contrarrestados.

La nota que dejamos a consideración de nuestros seguidores, es un ejemplo de cómo un país puede convertirse en un narco estado.




[1] Por favor tomar debida nota que ese error del pasado, algunas personas de las fuerzas del estado hoy lo están pagando en los mal llamados “juicios de lesa humanidad”.




MI GENERAL… LE REITERO QUE VENEZUELA ES UN NARCOESTADO

***Con todo respeto mi general, ya que Ud. manifiesta desconocer el origen del porque Venezuela está siendo calificada como “Narcoestado”, le comunico que los responsables están entre quienes han integrado el estado venezolano durante los últimos 18 años, haciendo méritos suficientes para que la Enciclopedia Wikipedia lo haya identificado como tal…***

Por: Cnel. (Ej) Rubén Darío Bustillos Rávago

Tomás de Torquemada (1420-1498), fue el español, cuyo nombre se convirtió en sinónimo de la Inquisición Cristiana, por su cruel fanatismo, utilización de la tortura, cámaras del horror y persecución religiosa, no solamente en contra de crímenes de herejía o apostasía, sino también en contra de la brujería, la sodomía, poligamia, blasfemia, usura, y otras ofensas. También fue responsable de la persecución en contra de judíos, moros y moriscos (convertidos del Islán).


Torquemada ejerció una gran influencia en la toma de decisiones políticas de los reyes católicos, la reina Isabel y Fernando II, convirtiéndose en una gran amenaza a la estabilidad de la corona española y la vida social y religiosa de los españoles.

Al igual que los reyes católicos españoles, el régimen de Nicolás Maduro, también tiene sus Torquemada Militares, que, con cruel fanatismo, se dedican a perseguir a quienes piensan diferentes a ellos, como el Mayor General (Ej) Gustavo González López en el SEBIN, el Mayor General (Ej) Iván Hernández Dala en la dirección general de contrainteligencia militar, DGCIM, y el Mayor General (GNB) Néstor Reverol Torres, en el ministerio de relaciones interiores, justicia y paz, MRIJP.

Vladimir Padrino López

El G/J Vladimir Padrino López, ministro de la defensa, puso de manifiesto en un video, su preocupación por que el régimen de Nicolás Maduro, al cual pertenece, está siendo identificado como un Narcoestado. “Nos quieren hacer ver como los corruptos, como los narcotraficantes… como el “Cartel de los Soles” …puro fake news… Yo quisiera ver la primera prueba, para nosotros, como estado, investigar qué es eso del “Cartel de los Soles…” -aseveró el general-. (El video ha sido retirado de Internet).


Nicolás Maduro y su esposa Cilia Flores

Pretender eliminar a Venezuela de ese ejemplo de narcoestado es como tratar de tapar el sol con un dedo, pues según las estadísticas internacionales sobre tráfico de drogas, cerca del 80% de la cocaína que se consume en el mundo, pasa por nuestro territorio. Por otra parte, Nicolás Maduro y su familia han aparecido en varios escándalos relacionados con drogas incluyendo la detención de dos sobrinos de su esposa, Cilia Flores, quienes fueron condenados a 18 años de cárcel. Esos son hechos reales, no fake news.

Creo loable la defensa que Ud. asume sobre el honor de los Generales y Almirantes, sin embargo, me pregunto: ¿Y dónde queda el honor de los demás integrantes de las FAN, tantas veces mancillado por los traidores que entregaron nuestra patria a una miserable dictadura como la cubana?


Ud. pide que le señalen a algún General involucrado en el contrabando de drogas. Mi General: ¿Esta Ud. seguro de meter las manos por el Gral. Néstor Reverol, actual ministro de MRIJP y el General, Hugo Carvajal, alias El Pollo, quienes presuntamente están involucrados en actividades de narcotráfico y son activamente solicitados por la DEA?


Ante su solicitud de que le presenten pruebas sobre la existencia del “Cartel de los Soles”[1], le recuerdo que ninguna persona que posea pruebas sobre delitos tan graves como el narcotráfico o la corrupción, tiene la obligación de presentarlas ante Ud., pues solo los organismos policiales de investigación criminal y la Fiscalía General, tienen la potestad de investigar a los sospechosos. Pero tal y como lo hizo la Inquisición de Tomás de Torquemada, a finales de la edad media, esas instituciones están muy ocupadas persiguiendo a opositores para sostener en el poder al dictador y usurpador de la presidencia Nicolás Maduro Moros, a quien, por cierto, Ud. tiene la obligación de ordenar su detención por ser un prófugo de la justicia. -

Carcas 15 de septiembre de 2018

Cnel. (Ej) Rubén Darío Bustillos Rávago
@rdbustillos

NOTA: Las imágenes y referencias no corresponden a la nota original.



[1] El término Cártel de los Soles es usado para describir un grupo conformado por miembros corruptos de las Fuerzas Armadas de Venezuela y del gobierno bolivariano, cuyo objetivo principal es el tráfico de drogas.

¿PARADOJA, INEQUIDAD Y/O DISCRIMINACIÓN DE LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE OBEDIENCIA DEBIDA?



Con estas breves reflexiones se pretende demostrar que el sistema de justicia no cumplió con las Garantía Constitucionales de garantizar un juicio justo e imparcial sobre el colectivo que incluye a todas las personas que son y han sido juzgadas en los mal llamados “juicios de lesa humanidad” -de aquí en más denominado como los militares-, espacialmente si se los compara con los ex funcionarios y empresarios de los ahora llamados procesos de los famosos “Cuadernos de las Coimas” –de aquí en adelante denominados los arrepentidos-.


El concepto de la obediencia debida, un pilar ancestral e insoslayable de la disciplina militar, es un derecho que les fue negado a los militares… ahora inexplicablemente la justicia se la aplica a los arrepentidos, exculpando a los detenidos inicialmente por las rápidas investigaciones en curso y avanzando sobre quienes jerárquicamente por cargo y/o posición empresaria o estatal impartieron las órdenes para cumplir un Plan Sistemático de Saqueo de las Arcas Públicas.


En el “Histórico Juicios a las Juntas” ninguno de los Comandantes en Jefe que se desempeñaron en los más altos niveles de la conducción militar o de gobierno del Proceso de Reorganización Nacional, fue juzgado y/o sentenciado por los delitos de lesa humanidad o genocidio… hoy sus antiguos subordinados, especialmente los que eran más jóvenes y modernos en la jerarquía castrense -quienes no tenían ninguna capacidad de decisión en la  guerra contrarrevolucionaria- se encuentran privados de su libertad y juzgados o condenados por delitos que ni siquiera estaban descriptos en esa época.

Algunas víctimas atentado terrorista, el 2 de julio de 1976, contra el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal

Es válido también plantear el tema del terrorismo, una de las nuevas amenazas que el gobierno actual pretende combatir utilizando también a las Fuerzas Armadas junto a las Fuerzas de Seguridad. En realidad ese fenómeno violento no es nuevo en la historia reciente de la República Argentina, tergiversada contemporáneamente por el relato kirchnerista. La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal que juzgó a las Juntas Militares -en su fallo de la causa 13- reconoció que en esa época hubo una guerra revolucionaria, situación también aceptada por los actores de la misma.

Firmenich y Verbitsky, sobreseídos por atentado el atentado de la bomba en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal, por crimen prescrito

Dejamos a los profesionales del derecho el análisis de todo lo actuado por la justicia en el desarrollo y consecuencias de esa guerra. Pero sí sorprende que durante todo este tiempo, especialmente del 2003  a la fecha, se castiguen a los miembros de las Fuerzas Legales, pero no el de las Organizaciones Político-Militares que iniciaron la guerra revolucionaria, en adelante denominados los terroristas.


Sin embargo a la hora de los mal llamados “juicios de lesa humanidad” ese conflicto armado fue ignorado por todos y las organizaciones terroristas -con apoyo estatal y paramilitar exterior- pasaron a ser las “víctimas” y las fuerzas legítimas del estado para proteger a población civil son los “victimarios”.
Años después de los doce (12) del gobierno kirchnerista en los cuales se ejecutaron los mayores actos de corrupción y saqueo de la historia argentina -sospechados por  gran parte de la sociedad- los más altos niveles de conducción del gobierno y las empresas se aliaron en complicidad para cometer sus fechorías, defraudar y robar a todos los argentinos… aplicaron el concepto de “tierra arrasada”. El enorme daño producido a la Nación hoy se muestra en la actual crisis política, económica y social que sufrimos y nos plantea un futuro angustiante.

Organizaciones sociales y las CTA realizan piquetes y ollas populares en la Ciudad...
 la "tierra arrasada" culturalmente y hambreada por la corrupción

Todas las comparaciones son odiosas, pero resulta imposible no comparar la aplicación de la ley con los tres actores de estos períodos de la historia –militares, terroristas y arrepentidos-. ¿Es eso una paradoja, inequidad y/o discriminación?... en cualquiera de sus acepciones es una contrariedad, desigualdad y una diferencia con la aplicación o comprensión de las leyes y el principio de obediencia debida[1].




[1] En Derecho penal es una causa eximente de responsabilidad penal por delitos cometidos en el cumplimiento de una orden impartida por un superior jerárquico; el subordinado, autor material de los hechos, se beneficia de esta eximente dejando subsistente la sanción penal de su superior.
Habitualmente se relaciona con la actividad castrense, debido a la subordinación que los miembros de una jerarquía militar deben rendir a sus superiores en las acciones que competen al servicio prestado. No obstante, puede presentarse en otras actividades de Derecho público, como la Administración Pública y/o Empresarial.

martes, 25 de septiembre de 2018

HOMENAJES A LA VIRGEN DE LA MERCED Y LA VICTORIA DE LA BATALLA DE TUCUMÁN



Con motivo de la Festividad de la Virgen de La Merced y la celebración de la victoria en la Batalla de Tucumán, ayer al mediodía se realizó un acto que con el auspicio del Centro de Oficiales de las Fuerzas Armadas, en la sede del COFA (Av Quintana 161, La Recoleta) en homenaje de los valores morales Belgranianos y Mercedarios, plenamente vigentes desde 1812 y desde el Siglo XIII en que fuera fundada la Orden de la Merced.


En la mañana del 24 de Septiembre de 1812, día en que se libró la Batalla de Tucumán, el General Manuel Belgrano estuvo orando largo rato ante el altar de la Virgen.

El Ejército Argentino obtuvo luego la victoria. En el parte que transmitió al Gobierno, el Gral. Belgrano hizo resaltar que la victoria se obtuvo el día de Nuestra Señora de las Mercedes, bajo cuya protección se habían puesto las tropas.

El parte dice textualmente: “La Patria puede gloriarse de la completa victoria que han tenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de las Mercedes bajo cuya protección nos pusimos”.

El General Belgrano puso en manos de la imagen de la Virgen su bastón de mando. La entrega se efectuó durante una solemne procesión con todo el Ejército, que terminó en el Campo de las Carreras, donde se había librado la batalla.

En 1912, al cumplirse el centenario de la Batalla de Tucumán, la imagen de Nuestra Señora de la Merced o de las Mercedes que se venera en San Miguel de Tucumán, fue coronada solemnemente en nombre del papa San Pío X.

Oración a la Nuestra Señora de la Merced

Generala del Ejército Argentino.

A ti recurrimos, oh Virgen Generala de nuestros Ejércitos, para implorar tu maternal protección sobre esta Patria Argentina.

Te recordamos que aquí se alzó el altar donde se glorificó a Jesús Eucarístico ante el mundo entero; que nuestra Bandera se izó en la presencia augusta de tu Divino Hijo; que los colores nacionales cruzan sobre tu pecho cual blasón de Generala del Ejército Argentino.

Por todo esto te pedimos que protejas a nuestra Patria erigida según los designios divinos y que del uno al otro confín sepan los pueblos honrarla y que al postrarnos ante tu imagen de Virgen Generala resuene esta unánime aclamación:

¡Tú eres la gloria de nuestra Patria! ¡ Tú eres la honra de nuestro pueblo! ¡ Tú la Generala de nuestro Ejército !

LA PALABRA ESCRITA VENCIÓ AL CHAMUYO K




La caída del relato kirchnerista es el triunfo de la palabra escrita sobre la palabra hablada. De un lado, una presidenta en la cima del poder, reverenciada y temida, capaz de construir una épica redentora con los restos del naufragio setentista en discursos que embriagaban a sus seguidores tanto como a ella, que acabó enamorada de su propia voz. Del otro, un remisero munido apenas de papel y birome que no se proponía levantar castillos en el aire, sino apuntar, como un contable escrupuloso, con una paciencia que insumió ocho cuadernos, cada una de las coimas que pasaban ante sus ojos y que él mismo se encargaba de transportar.

Mientras ella hablaba, él anotaba. Así durante años. Ella soltaba largas peroratas ante un público bien entrenado que le respondía con la música del aplauso, en performances que se transmitían a todo el país. Él escribía en el más oscuro anonimato, sin recompensa ni propósito, pero como si en eso le fuera la vida.


Mientras ella filosofaba sobre la revolución nacional y popular o las propiedades afrodisíacas de la carne de cerdo, él escribía, con austeridad conmovedora, que un bolso con 800.000 dólares había sido trasladado desde los sótanos de una gran firma hasta los jardines de la quinta de Olivos o hasta un coqueto piso de la calle Uruguay. Así durante años.

Uno y otro no eran hechos aislados. La fantasía urdida con el discurso y la precisión del dato asentado -los dos extremos de un kirchnerismo extremo- eran en verdad la misma historia, pero en versión completa. Lo segundo, por otra parte, se sostenía en lo primero. La presidenta y el remisero desplegaban entonces el mismo argumento: dos líneas de una sola trama (el saqueo de un país) que confluyen en el preciso momento en que los cuadernos salen a la luz. Esa es también la escena epifánica en que la fantasía se desvanece ante la contundencia del dato. En suma, las decenas de horas de cadena nacional en las que la expresidenta calentó el pico de nada sirven ante el apunte desnudo del chofer. Volvemos al principio: lo escrito venció al chamuyo.


Esa derrota le está costando caro a la expresidenta. Y no solo a ella. Los cuadernos han hecho más que develar de forma categórica el verdadero rostro del kirchnerismo: han iluminado un sistema mediante el cual las elites se enriquecían mientras condenaban a la pobreza a gran parte de los argentinos. Entre exfuncionarios y empresarios, son 42 los procesamientos dictados por el juez. La expresidenta fue acusada de ser la jefa de una asociación ilícita que, mediante la obra pública, sacaba dinero del Estado nacional "en detrimento de la educación, la salud, los jubilados, la seguridad, y dejaba al pueblo más humilde sin cloacas, sin agua corriente, sin servicios, sin transporte seguro". Acumulación de un lado y vacío del otro. Y en ese vacío hay gente.


En la rueda que los Kirchner hicieron girar a una velocidad inaudita no solo jugaban los empresarios kirchneristas, sino también muchos otros que quizás aborrecían al matrimonio santacruceño pero no querían quedarse sin su parte.

Actuaban, en consecuencia, en las dos líneas de la trama. En los actos protocolares, junto a ella o de cara a la sociedad, con el rostro adusto de quien se preocupa por los destinos del país, y en los sótanos, donde el chofer esperaba los bolsos, de modo furtivo o mediante emisarios de confianza. En esos años, la hipocresía no fue privativa del gobierno.

"Obtenían beneficios en forma voluntaria y entusiasta", describió Clarens, el parco financista K. Pero de pronto los Kirchner, en su pulsión de ir por todo, quisieron quedarse también con muchas de sus empresas. La propia ambición los hizo presa de la codicia sin límite del matrimonio, que no podía sino tener consecuencias destructivas en todo lo que tocaba. De algún modo, esa rueda llevó a los empresarios por un camino de degradación mayor. Algo parecido les pasó al peronismo y al país.

Parece que llegó la hora de hacerse cargo. La rehabilitación de semejante patología será larga. Y eso si el país está dispuesto a enfrentarla. Estamos ante un proceso político que se escribe en dos tiempos. El urgente es el de la crisis, pero el esencial, el que marca el único rumbo viable, es el del fin de la impunidad. De nada sirve salir de la crisis si no se recorre el camino más largo. Esos dos tiempos no avanzan en paralelo sino que, como en el caso del relato de la expresidenta y la tinta del remisero, son parte de la misma historia. Y se entrecruzan.


Lo que cruje tras el fallo del juez Bonadio es la Argentina corporativa que se consolidó a mediados del siglo pasado y no ha hecho más que crecer desde entonces. A través de ella, una elite se ha distribuido los privilegios y la riqueza a costa de una mayoría que trabaja o sobrevive con un subsidio. No hay otra explicación para la pobreza del país. Ese paraíso de inescrupulosos conformado por políticos, empresarios, sindicalistas, jueces y hasta periodistas hoy está en jaque. La codicia de los Kirchner hizo estallar el sistema y la tolerancia social. La codicia reflejada en los minuciosos asientos contables de un remisero que tomaba nota de lo que veía mientras una oradora infatigable distraía a la platea.



NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.

CUADERNOS DE LAS COIMAS: LES LLEGÓ EL TURNO A LOS JEFES DE LA CÁMPORA

Pruebas

En base a las declaraciones de varios arrepentidos imputados en la causa, el juez citó a Larroque, De Pedro y Ottavis. No descarta llamar a Máximo Kirchner.

Máximo Kirchner, Andrés Larroque, referentes de La Cámpora.

NICOLÁS WIÑAZKI

Dentro de tres días, la cúpula de La Cámpora, salvo pocas excepciones, deberá declarar en indagatoria en la causa de los “cuadernos K”. Varios de sus dirigentes están comprometidos en el caso por acusaciones y registros probatorios que indicarían que manejaron millones de pesos, originados del pago de sobornos que les cobraban los ex funcionarios de Planificación Federal a empresarios de la construcción, la energía o el transporte.

Ésto último fue confirmado por los propios pagadores y por algunos de los cobradores. Según pudo saber Clarín gracias a fuentes que conocen la investigación judicial, en el expediente se acumularon pruebas variadas, que complicaron la situación judicial de esos jefes militantes de la juventud kirchnerista, aunque todos ya tienen más de cuarenta años. Son los subalternos del primogénito de la hoy senadora aforada Cristina Fernández, Máximo Kirchner.

El diputado aforado Andrés “El Cuervo” Larroque; el diputado ídem aforado Eduardo “Wado” De Pedro; y el legislador bonaerense José Ottavis serán los primeros integrantes de esa agrupación que tendrán que darle explicaciones a la Justicia en este caso. La primavera camporista del 2018 empieza mal para ellos.

El miércoles 26, juez de la causa Claudio Bonadio escuchará en indagatoria a De Pedro y Ottavis.

Un día después, el jueves 27 de esta semana fue citado Larroque. La defensa de los “camporistas” podría estar ya coordinada.

El viernes 28, además, deberá presentarse ante Bonadio el ex empresario K, de múltiples negocios fallidos que desaparecieron tras el fin del poder K, Sergio Szpolski.

Además de ellos, Bonadio y el fiscal de la causa, Carlos Stornelli, analizan si imputarán al último ex ministro de Economía de Cristina Fernández, Axel Kicillof. Lo mismo le podría ocurrir al ex secretario de Comercio Interior Augusto Costa. En una situación similar estaría el ex director de Comunicación Institucional de la Presidencia, Hernán Reibel Maier, y el actual diputado aforado Rodrigo “Rodra” Rodríguez.

Las pruebas que complican a este grupo de viejos amigos son relevantes para los investigadores.

Las primeras de ellas, sin embargo, cabían en un Pen Drive secuestrado en un allanamiento a un secretario privado de la Jefatura de Gabinete, Hugo Martín Larraburu.

El ex funcionario grabó allí lo que, según le explicó a la Justicia, fue cómo se habría repartido parte de los millones de pesos que recibió del valijero con chofer del secretario de coordinación del Ministerio de Planificación Federal, Roberto Baratta.

Su jefe de entonces, Juan Manuel Abal Medina, fue el primer ex funcionario K de importancia que confirmó que Baratta le entregó “fondos” para usar en la campaña electoral del 2013. Esa entrega se habría realizado en la propia Casa Rosada. En su declaración ante Bonadio, presentada por un escrito, Abal Medina juró que desconocía que esa plata tenía un origen ilegal.

Abal Medina rompió así un primer cerco que abrió otros en este expediente en el que Cristina Fernández ya fue procesada con prisión preventiva por haber liderado una asociación ilícita que usó medios del Estado para quedarse con plata de la corrupción. Confirmó una parte sustancial de las anotaciones del chofer Oscar Centeno.

El ex jefe de Gabinete dejó asentado que su secretario Larraburu manipuló esos fondos, siempre por órdenes suyas.

Larraburu declaró dos veces ante Bonadio. Contó su versión cuál había sido su rol en esta historia. Y explicó las primeras pruebas que deberán refutar los dirigentes de La Cámpora.

Son sus anotaciones sobre los gastos de campaña que registró en su Pen Drive. Larroque -dijo- recibió plata para hacer proselitismo en “Buenos Aires”.

Y que la plata para Ottavis se destinó al ítem “campaña sucia”.

Fue Larraburu el que mencionó a Rodríguez, a Reibel Maier y Szpolski.

Pero las pruebas más complicadas para los “camporistas”, tal vez, hayan sido las confesiones verbales del ex secretario de Obras Públicas durante las tres gestiones presidenciales K, José López.

Bonadio homologó ese arrepentimiento.

“Fue una charla sincera”, la describió Stornelli.

López confesó cómo era el sistema de recaudación ilegal K. Admitió que fue parte de esa trama delictiva.

Y complicó la situación procesal de los dirigentes de La Cámpora que declararán esta semana ante Bonadio, y de otros también.

Según López, durante la campaña electoral del 2015, “faltando dos días para un acto y movilización en plaza de mayo me pide una reunión el Cuervo Larroque y me dice que necesitaba 5 millones de pesos. Y agregó: “Le dije que no tenía que hablar conmigo sino con De Pedro”. El “arrepentido” relató que “El Cuervo” se fue “enojado” por la respuesta. Y amplió: “Inmediatamente pedí una reunión a De Vido y me dijo que había hecho bien… que le pasábamos financiamiento a De Pedro”. López contó que “De Vido decía que teníamos que seguir esa relación con él porque tenía buena relación con un sector de la Justicia, me refiero a Justicia Legítima”.

Esa agrupación fue creada por la ex jefa de los fiscales, Alejandra Gils Carbó, por orden del ex secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini. Sus integrantes “coparon” lugares claves en los juzgados y fiscalías y usaron -a modo de metáfora y no tanto- el Código Penal como un libro de militancia K.

La titular de “Justicia Legítima”, la ex jueza María Laura Garrigós de Rébori, negó haber recibido plata “sucia” del Gobierno K.

Uno de los miembros de esa agrupación es el actual camarista Alejandro Slokar, vocal del Consejo de la Magistratura, que fue denunciado por el abogado Alejandro Fargosi después de que trascendiera parte de la declaración de López.

A fines de agosto, el diputado aforado De Pedro se enojó porque el diario La Nación había escrito sobre este tema a pesar de que él le había transmitido a ese diario que la información era “falsa”.

Los textuales del arrepentido que se repiten en esta nota constan en el expediente. No son “trascendidos”.

De Pedro es abogado y sabe lo que significa declarar en indagatoria.

López reveló otra curiosa situación interna del Gobierno K.

Después de describir cómo le contó a la Presidenta el sistema de sobornos creado por Néstor Kirchner, le aclaró también que el Organismo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI), que manejó otro “arrepentido”, Claudio Uberti, había dejado de ser un ente de recolección de millones de la corrupción. Y dijo: “Creo no me creyó”. Fue por eso, afirmó, que “Kicillof (Axel, ex ministro de Economía, hoy diputado aforado)” y el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, “auditaron todo en el OCCOVI y después de mucho estudio se dieron cuenta que ahí no había más recaudación”.

López declaró aterrorizado. Explicó que Cristina era “muy vengativa”. Contó cómo lideraba el hijo ex presidencial a La Cámpora: “Manejaba más con el teléfono”.

El nombre Máximo apareció así en la causa de los “cuadernos K”.

DISCUSIONES BIZANTINAS



“No siempre uno puede ser leal. Nuestro pasado, por lo común, es una vergüenza, y no puede uno ser leal con el pasado a costa de ser desleal con el presente”.
Adolfo Bioy Casares

Alrededor de la figura del “imputado colaborador” o “arrepentido”, en particular a raíz del estruendoso fallo del Juez Claudio Bonadio, se ha desatado una polémica imbécil; a pesar de no poner en duda la efectividad de la institución, se discute la legalidad de la misma calificándola como una extralimitación de magistrados y fiscales, una “tiranía de los jueces”, en pos de la obtención de las pruebas necesarias para combatir al delito.

Me pregunto qué se podría haber hecho en la “causa de los cuadernos”: ¿el Fiscal Carlos Stornelli hubiera debido esperar hasta obtener algún recibo del pago de una coima o un documento escrito que la describiera?, ¿o a que algún espontáneo se presentara a pedir perdón por sus pecados y confesar haber violado las normas del Código Penal? No resulta vano recordar que, en la Argentina reciente, para el Poder Judicial no sirvieron como prueba las confesiones de la propia Skanska en la causa de extensión de los gasoductos y de British Petroleum ante la SEC norteamericana por el caso de Cerro Dragón, o los miles de mails descubiertos en la computadora de Manuel Vázquez, testaferro de Ricardo Jaime, que pintaban en vivos colores el proceder de esa banda de delincuentes.

En Italia, en Brasil y hasta en los Estados Unidos quedó demostrado que esa voluntad colaborativa sólo se obtiene cuando las cárceles comienzan a poblarse de imputados, en especial cuando se trata de personas –altos funcionarios y los más importantes empresarios, sindicalistas y banqueros- no acostumbrados siquiera a pensar en la posibilidad de ir presos y tener que pasar muchas noches en recintos “tumberos”; la mera probabilidad de reducir sus seguras y prolongadas condenas resulta un factor esencial para desatar las lenguas remisas.

Antes de cambiar de tema, me pregunto qué hará Bonadio, que seguirá investigando y procesando a otros partícipes de la asociación ilícita que tan quirúrgicamente describió, con los hijos transformados en cómplices por sus padres, se trate de Máximo y Florencia Kirchner, de Martín, Leandro, Luciana y Melinda Báez, de Romina y Natalia Mercado o de algunos más. La detención de todos ellos resultaría un gran aliciente para que algunos comiencen a contar la verdad, sobre todo acerca de la ubicación de los dineros mal habidos, que tan difícil parece encontrar.

La otra discusión absurda es la que se relaciona con los mal aplicados fueros parlamentarios, que constituyen a los senadores y diputados en ciudadanos de una casta brahmánica superior, como si estuviéramos en la India, rodeados de privilegios y costosísimos asesores, en una sociedad cuya Constitución teóricamente garantiza la igualdad ante la ley.

El Senador Miguel Pichetto se ha convertido en el temporario garante del H° Aguntadero, y exige para otorgar a la Justicia la posibilidad de detener a algún colega una condena firme. Para quienes no están al tanto de los tiempos procesales requeridos para arribar a ella, un Tribunal Oral demora más de un año para emitir su sentencia; ésta debe ser revisada por la Cámara de Casación, que agrega otros dos años al trámite; y, finalmente, la causa llega a la Corte Suprema, que legalmente carece de plazos para expedirse.

De todas maneras me parece que, a medida en que se acerquen los tiempos electorales, esa posición aparentemente irreductible (¿en defensa propia?) comenzará a bornear lentamente: el peronismo “racional”, al que representa, no querrá quedar tan pegado como hasta ahora a Cristina Fernández, ya objeto de seis procesamientos, que deberá comparecer en distintos juicios orales en plena campaña. Aún cuando volviera a correr con los colores de Unión Ciudadana, su sola presencia impactará sobre la imagen del Partido Justicialista. Por lo demás, de no dejar de protegerla el Senado, Cristina será candidata y podrá ser la contendiente de Cambiemos en el ballotage, anulando la posibilidad de otro peronista de llegar a disputarlo; además, perderá en la competencia y obligará al PJ a seguir peregrinando en el desierto, en peores condiciones y al menos por otros cuatro años.

La tercera discusión absurda es la del presupuesto nacional; esa calificación está justificada: la política demuestra que no está dispuesta a hacer ningún ajuste en su elefanteásico gasto. Cambiemos, que necesita la aprobación de esa ley pero está condicionado por tener minoría en ambas cámaras, requiere de la voluntad y de los votos de los gobernadores, que no quieren resignar ingreso alguno. Por ello, continúa modificando el proyecto siempre en el mismo sentido: más impuestos a la producción, a las exportaciones, a los bienes y a los salarios y jubilaciones; o sea, más presión sobre una economía real cada vez más reducida por la recesión.

Muchos argentinos se están comenzando a preguntar si no valdría la pena crear un nuevo partido político que, sin presentar candidatos propios a cargos ejecutivos y aliado a Cambiemos, llevara en su plataforma electoral una clara posición a favor de la austeridad pública, el respeto estricto a la ley, la limitación del Estado a sus funciones específicas (salud, educación, seguridad y defensa), la reducción de impuestos y en contra del despilfarro, se trate de la nación, de las provincias o de las municipalidades.

Volveré sobre este tema próximamente, para presentar el proyecto de un verdadero programa de acción, pero adelanto algunas ideas: los diputados y senadores tendrán un salario (incluyendo todos los conceptos no remunerativos y los viáticos) igual al de los jueces de Primera Instancia, y sus asesores deberán trabajar exclusivamente ad honorem; se agruparán las provincias en regiones, de modo tal que se suprimirán gobernaciones y legislaturas, y la Provincia de Buenos Aires será dividida en dos, etc.

Me parece que una formación de ese tipo seguramente recibiría la inmediata adhesión de los nueve millones de ciudadanos que hoy soportan sobre sus espaldas a los diecisiete millones que viven y reciben emolumentos del Estado y, además, deben aguantar la violenta actividad de esos mismos beneficiarios, arreados como ganado a manifestaciones cuyos reclamos demostradamente ignoran, muchos de ellos recién llegados al país. El apoyo de este nuevo partido, le daría a Cambiemos el cuerpo y la fortaleza necesaria en el ámbito legislativo para evitar que continúe siendo víctima de la extorsión del mismo populismo clientelista que nos ha llevado a la situación terminal que hoy vivimos.

La última en esta enumeración de estupideces es la que se vincula a la dolarización total de nuestra economía. Quienes proponen este camino para terminar con la inflación, como hicieran Ecuador y varios países menores, parecen olvidar que, aunque nuestro peso desapareciera, no sucedería lo mismo con nuestra falta de competitividad, con el déficit comercial ni con el gasto público. Entonces, ¿de dónde saldrían los dólares necesarios para financiar esos conceptos? Hasta que no reconvirtamos nuestra industria, reduzcamos sensiblemente nuestros siderales costos internos, y nos transformemos en exportadores de alta calidad y elevados precios, una solución así no tendría sentido alguno y, si lo lográramos, resultará innecesario renunciar a un componente tan importante de la soberanía económica como es la moneda propia.

Bs.As., 22 Sep 18

Enrique Guillermo Avogadro
Abogado

LA HORA DE LAS VERDADES

Tan criminal como haber engendrado una organización mafiosa desde el poder es haber dejado al país atrapado en una situación de quiebra estructural muy difícil de revertir Fuente: LA NACION - Crédito: Alfredo Sabat

A diferencia de lo que ocurrió con la crisis de 2002, a la que automáticamente se identificó con el menemismo, el "astuto" asesor de Pro logró algo que parecía imposible: desenganchar al kirchnerismo, ante la opinión pública, de la encrucijada actual, de la cual es el gran responsable, ya que dejó un país inviable (más allá de que la situación ha sido agravada por la secuela de desaciertos de gente que, aun bien intencionada, mostró ser poco avezada en política y en economía, como la que hoy conduce el país).

Fueron varios los pasos a los que tuvo que apelar el asesor para lograr el desenganche. El primero, cuando apenas asumió el gobierno de Cambiemos: planteó que la sociedad no quería oír "pálidas" (es obvio, ¿quién quiere oír "pálidas"?) ni hablar del pasado, que había que vender ilusión, con el riesgo que implicaba, lo mismo que al apoyar la explosiva "reparación histórica" a los jubilados. Luego planteó que convenía mantener vigente a Cristina Kirchner y no atacarla, para poder confrontar políticamente con ella; que había que abandonar el debate mediático, ya que ahora todo pasa por las redes sociales, y en enero de este año, que "no se hable más de la herencia", entre otros brillantes consejos.

A raíz de la inviabilidad que dejó el kirchnerismo, en marzo de 2016, a tres meses del cambio de gobierno, publiqué en esta sección una nota titulada "Los riesgos de ir hacia un nuevo default". Estaba convencido entonces de que con los cambios estructurales que produjo el kirchnerismo, de la manera brutal que elevó el gasto público con la casi duplicación de la plantilla de "abonados" al aparato estatal, donde cerca de 20 millones de argentinos, casi la mitad de la población, dependen del Estado vía salario, jubilación o subsidio, se desembocaría indefectiblemente en default y se condicionaría el destino del país.

Por eso, tan criminal como haber engendrado una organización mafiosa desde la cúpula del poder para robar es haber dejado al país atrapado en una situación de quiebra estructural muy difícil de revertir.

Con relación al escándalo de la corrupción que desnudó las más perversas pasiones humanas frente a los millones de argentinos que vivían y viven en situación de precariedad, convengamos en que responde de algún modo a algo cultural que trasciende al kirchnerismo, aunque no lo exculpa. Recuerdo de joven que cuando se llegaba a un cine sobre la hora de la película se ponía una propina sobre la ventanilla y se solicitaba "deme dos de las buenas, por favor" (las buenas eran entre las filas 8 y 12 del sector central, que estaban reservadas por los propios vendedores, en muchos casos a sabiendas de los dueños de los cines -otro gesto de astucia-, que lo permitían como una manera de compensación salarial). Ese mismo criterio se aplicaba a otras instancias de la vida cotidiana. Nadie quería renunciar a esas supuestas ventajas. Ahora bien, nunca se pensó que "aquello", que se suponía apenas un acto de picardía, podría desembocar algún día en "esto", en una asociación delictiva en el corazón del Estado, con la deplorable complicidad de empresarios de diversos sectores.

Para anestesiar a la sociedad mientras perpetraba el saqueo, el kirchnerismo elevó irresponsablemente el consumo general buscando congraciarse con las mayorías. Para lograrlo, controló precios y tarifas con "efectividad policial" y propició aumentos salariales muy por encima de la productividad. Al mismo tiempo, fue cobijando en el Estado a todos los que quedaban fuera del sistema por el achicamiento del aparato productivo, que fue perdiendo competitividad además por una suba brutal de impuestos, para financiar precisamente a los nuevos incorporados al ejido estatal. Y convenció a sus afines de que el capital -y el modo de obtenerlo vía coimas- era esencial para sostener la causa. La misma línea argumental de la guerrilla en los años 70 para justificar los secuestros.

En simultáneo, el kirchnerismo proclamó el mantra de la inclusión y del mercado interno, y culpó a las políticas de los años 90 del achicamiento del aparato productivo y de los millones de argentinos que el Estado debió amparar. Un manejo magistral del relato, en las antípodas del pobrísimo papel que en ese terreno ha hecho el actual gobierno, que incluso manifiesta no tener un relato.

Han pasado 17 años de un default y el país está nuevamente ante la amenaza de cesación de pagos (no es una apreciación personal, es la percepción de los mercados). ¿Cómo es posible, luego de haber transitado casi una década de bonanza sin igual en la historia de América Latina?

En este plano también, nuestra conducta ante el gasto colectivo responde a una actitud cultural. La Argentina se muestra al mundo como un país que no tiene ninguna capacidad de autocontrolarse. Ningún argentino, grupo o partido tiene la autoridad para ponerle un límite. Por eso, los límites los impone siempre el mundo exterior, ya sea el FMI o el sistema financiero internacional. Y por eso también el odio visceral y el resentimiento popular hacia esos agentes y hacia el mundo exterior.

"¡Inviertan en el país!" es la demanda de todos los gobiernos al sector empresario. ¿Para qué? ¿Para financiar sus despilfarros? ¿Para cubrir los casi 20 millones de cheques personales que emite el Estado mensualmente?

Sería muy triste, con la poca inversión productiva que ha habido estos años, que el producido de la estratégica inversión en Vaca Muerta (o en el litio) se canalice a satisfacer las necesidades o las demandas de los muchos sectores postergados (supuestos o reales: maestros, aeronáuticos, camioneros, salud, seguridad... son tantos) en lugar de que sirva para sentar las bases de un proceso de desarrollo para el que será necesario bajar impuestos y crear infraestructura y en el que la inversión y el empleo genuino deberán jugar un rol preponderante.

Situados en el día de hoy, con las obligaciones sociales como primer compromiso y con este valor del dólar y este nivel de deuda, ¿tendrá el país en el futuro los pesos para afrontar aunque más no sea los intereses de la deuda sin recurrir a la emisión descontrolada y acabar en hiperinflación?

Es cierto que esta crisis es bien distinta a la de 2001. Hoy no está el corsé del 1 a 1 con el dólar, y los bancos, las empresas y los particulares se volvieron más precavidos. Si bien hay deuda, es menor que entonces. El país contaba en 2001 con un extraordinario colchón de inversiones que garantizó la prestación de servicios de calidad hasta no hace muchos años. Sin embargo, dos importantes elementos juegan hoy en contra: un nivel de gasto público infinanciable (en aquel entonces el problema era la deuda, no el gasto) y una presión impositiva en niveles prohibitivos para el sector productivo.

Ojalá que este gobierno pueda enderezar la economía en el tiempo de mandato que le resta. Es fundamental para nuestro destino. Pero si no lo lograra, de todas maneras habrá cumplido una misión fundacional al haber permitido que la Justicia destape el proceso de corrupción más inmundo y perverso que podría haberse gestado en la Argentina. Dudo que las otras opciones a este gobierno hubieran podido tolerar este proceso judicial. Solo por eso, el gobierno de Cambiemos merece un lugar en la historia. De una forma u otra, el país está destapando todas sus verdades y todos sus vicios están saliendo a luz. En eso radica la esperanza.

Por: Ricardo Esteves[1]



[1] Empresario y licenciado en Ciencias Políticas