Doctor Germán Garavano
S /
D
Soy el
Teniente Coronel (RE) Juan Francisco Del Torchio, detenido desde el 26 de abril
del 2010 por el Juzgado Federal Nro. 2 de San Juan, por un sinfín de causas mal
llamadas de “lesa humanidad”.
He sido
sentenciado en un juicio en el año 2013, al día de la fecha, sin condena firme,
estoy cursando otro y me esperan no se cuentos más.
He estado
detenido en el Penal de Chimbas (San Juan) un verdadero pozo inmundo e inhumano
que triplica la cantidad de internos en relación a su capacidad real.
Actualmente me encuentro internado, como procesado, en la Unidad 34 -Campo de
Mayo del Servicio Penitenciario Federal-, todo esto lo sufro, por ser
considerado un peligro para la sociedad, acusado de haber vivido la década del
´70 primero como Cadete y posteriormente Subteniente del Ejército Argentino
Con solo 17
años, ingresé al Colegio Militar de la Nación en marzo de 1969, a partir de
este año, el accionar del ERP, se basaba en hechos cometidos por células
menores, con fines de propaganda, captación, instrucción y para incrementar su
capacidad logística. Mientras Montoneros y FAR, se encontraban en tratativas
para fusionarse en una sola organización y buscando infiltrarse en la masa
política que respondía al peronismo. En este lapso, se cometieron 53
asesinatos, robo de armamento a Unidades Militares, incendio de trenes,
copamientos de localidades como La Calera y Garín y secuestros y asesinatos
como el del señor Oberdan Salustro (FIAT).
Egresé en el
mes de diciembre del año 1973 como Subteniente bajo la presidencia del General
Perón y destinado al Regimiento de Infantería de Montaña 22 con asiento en la
Provincia de San Juan. Para ese entonces, en la Argentina, las fuerzas
policiales habían logrado detener a casi todos los delincuentes terroristas,
los que al final del período estaban encarcelados y la Cámara, en su gran
mayoría los había juzgado, pero el Gobierno Constitucional de Cámpora abrió las
cárceles y nuevamente las sombras del terrorismo aterrorizaron a la
sociedad.
Ante los
nuevos ataques terroristas que estaba sufriendo la Nación, el poder
constitucional dicta la Ley 20840 (Ley de Seguridad Nacional) y en un masivo
acto, el 1º de Mayo de 1974, el presidente Perón denuncia a la subversión montonera
como mercenarios e infiltrados en el Movimiento Peronista. Mientras tanto el
ERP, resuelve ese año, utilizar la zona rural y montuosa de la Provincia de
Tucumán para desarrollar una guerrilla rural que posibilitara declarar toda la
provincia como zona liberada.
Mis primeras
vacaciones, a comienzos del año 1975, se vieron frustradas a raíz de la puesta
en marcha del Operativo Independencia, decretado por la presidente
constitucional.
A partir del
año 1976, el terrorismo había comenzado una etapa en la que no solo se
efectuaban asesinatos selectivos, sino también indiscriminados. Montoneros, al
comenzar este período, había superado la capacidad del ERP, cuyo centro de
gravedad estaba colocado en la zona rural. El orden social se termina de
extinguir cuando el 24 de marzo las Fuerzas Armadas con la anuencia de la
“distraída” clase política y la sociedad en su mayoría, toman el poder,
llevándonos a una situación insostenible para el país, que hoy todos “hacen”
como que han olvidado.
De esta forma,
con solo 22 años, fui empujado a vivir estos trágicos hechos, que desembocaron
en el caos institucional, social y político al que nos condujo aquella época,
mientras que los “jóvenes idealistas” de ERP y Montoneros, voluntariamente
tomaron las armas en contra de la Nación.
Hoy, sólo
quienes vivimos aquel período y padecemos eternas prisiones preventivas,
podemos dimensionar la indefensión a la que estamos expuestos, solo somos, para
la clase gobernante y judicial, carne humana descartable, condenados a una muerte
biológica, cual forzada eutanasia, como ya sucedió con 454 detenidos de los
cuales 114 de ellos, murieron durante la actual Presidencia. No creo que esta
sea la forma en que su gobierno desee, si lo desea, cerrar las heridas que
dejaron los años 70.
Las acciones
de una sociedad que una vez nos empujó, a intervenir, en una lucha fratricida y
que hoy nos condena, azuzada por 40 años de intereses económicos e
interpretaciones antojadizas y unilaterales de la historia, que deliberadamente
obvian el contexto en que se vivieron aquellos aciagos años, y por la falta de
hombría de quienes nos mandaron y que eludieron su responsabilidad de mando en
el juicio a las Juntas, dejando a quienes fuimos oficiales subalternos
enfrentados a tribunales por haber cumplido sus órdenes, tuviéramos o no,
participación en hechos por los que se nos acusa, desconociendo, lo que ellos
mismos nos enseñaron, en el sentido de que un jefe es responsable de lo que su
tropa haga o deje de hacer, en cumplimiento de su misión, dejando en mera
palabrería lo que nos inculcaron desde adolescentes en el Colegio Militar.
Pertenezco a
una generación que no tuvo ningún privilegio de gobierno en su carrera militar,
siendo oficial subalterno la mayor parte del gobierno militar y como oficial
jefe, cuando la democracia se restableció en nuestra Patria, pero, hoy, nos
toca recibir las condenas a modo de exculpación de todos aquellos involucrados
en los años ´70.
El Servicio
Penitenciario Federal, ya se expidió, reiteradamente, en relación a que sus establecimientos
penitenciarios no reúnen las condiciones para alojar, como internos, a personas
mayores de 60 años, pero así y todo para mantenernos encarcelados se han
violado y no respetado de hecho y de manera ilegal, la Constitución de la
Nación, el Tratado de Roma, el Pacto de San José de Costa Rica, el Código Penal
Argentino y el Código Procesal Penal Argentino.
Es necesario
que, como Ministro de Justicia y Derechos Humanos comprenda que quienes
servimos en las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales entre 1976 y 1983, y
hoy estamos detenidos, no nos rigen las garantías de cualquier ciudadano, ya
que la “política de estado” pergeñada por el anterior gobierno y puesta en
acción por el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, responde a varios objetivos,
como el cobro de indemnizaciones y la ejecución de la venganza ejercida por
ciertos sectores de la sociedad, que prepararon, amañaron y “anularon” primero
las leyes que se encontraban vigentes y ahora nos ejecutan a través de
tribunales de justicia.
Señor
Ministro, nuestro Presidente en sus discursos afirma que el futuro lo vamos a
construir con todos los argentinos y tiene razón, el futuro y más en los
tiempos difíciles que nos tocar vivir, pero esto no se logrará omitiendo la
mitad de la historia.
Hoy la mirada
hacia el pasado, está teñida de falsedades y encuentra en el actual Secretario
de Derechos Humanos su mejor expositor. Como vamos a lograr la paz con una
visión plagada de odios, los cuales fueron incentivados desde el anterior Poder
Ejecutivo y que en el Poder Judicial encontró su mano ejecutora, prueba de ello
son los más de dos mil ochocientos policías, gendarmes, militares y civiles
encarcelados en el marco de esta política de venganza y exterminio.
No solo este
pedido es a usted como Ministro de Justicia y Derechos Humanos, sino a toda la
clase política para que se aboquen desapasionadamente y corrijan la injusticia
y venganza que estamos sufriendo.
Campo de Mayo, de agosto de 2018.
Juan
Francisco Del Torchio
DNI 8.604.921
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