sábado, 13 de agosto de 2016

LOS ABROJOS DEL PASADO

 

"Y es desfile de fantasmas el pasado
que me espanta, y me anuda la garganta
y me llena de temor". Armando Tagini

Más allá del sideral papelón que protagonizó el Juez Marcelo Martínez de Giorgi al convalidar la inaudita exigencia de Hebe de Bonafini de ser interrogada en la sede de su fundación, en lugar de comparecer en Tribunales como cualquier mortal y, de paso, ser humillado, insultado y desafiado por esa energúmena, la reunión que mantuvieron Cristina Fernández y Daniel Scioli, tiñó la semana política.

La imagen de ese encuentro, profusamente distribuida, conmovió al Partido Justicialista, que está intentando desvergonzadamente desprenderse, cual serpiente, de la piel kircherista que utilizó durante más de doce años, como antes hiciera con el menemismo, con el duhaldismo y con tantos otros ismos que los precedieron, tan pronto éstos fracasaron. Tampoco lo ayudan en esa ciclópea tarea los violentos episodios periodísticos protagonizados por Guillermo Patotín Moreno en televisión, o el video que lo muestra rascando el fondo de la olla que él mismo vació sin misericordia.


Sin embargo, la fotografía sólo demostró la enorme preocupación que embarga -¡también ella!- el ánimo de la ex Presidente y del ex Gobernador, de lejos el peor que tuvo la Provincia de Buenos Aires en toda su historia, unidos sólo por el espanto. Y no es para menos: la Justicia se acerca a ambos a pasos agigantados. En el caso de la noble viuda, la actividad del Juez Claudio Bonadío en el affaire del memorandum con Irán, que irremediablemente la llevará al procesamiento por traición a la patria y encubrimiento del terrorismo, constituye el hecho más grave, frente a un mundo tan golpeado por incesantes atentados, ya que la transformará en un paria internacional.

Por su parte, a don Lancha lo acechan las investigaciones sobre la inmensa fortuna que construyó, robando caudales públicos, mientras el territorio que gobernó se hundía en la miseria y carecía de los servicios públicos más elementales, para no hablar de las terribles inundaciones que se llevaron la vida de una cantidad aún no determinada de bonaerenses. Bien podría haberse unido a la foto Anímal Fernández, hoy nuevamente imputado por similares razones.

Claro que no están solos; los acompañan los ya innumerables miembros de la asociación ilícita que saqueó el país, sin dejar en él nada en pie, que están ahora investigados, detenidos o procesados por esas buenas almas que imperan en Comodoro Py, otros que tratan con igual desesperación de cambiar de piel, después de tanto tiempo de resultar cómplices necesarios, por interés o cobardía, del monstruoso latrocinio.

El kirchnerismo tuvo un éxito inmenso: hasta verse obligado a entregar el poder, consiguió que la crisis en la que sumió a la Argentina -infinitamente peor que la del 2001- no fuera percibida por la ciudadanía; a que lo lograra contribuyó la nueva administración que, dubitativa, se resistió por meses a informar a la población en qué estado encontró cada área del Estado y, cuando finalmente lo hizo, fue mediante un relatorio que no tuvo difusión alguna.

Cuando digo que la gravedad de la situación que heredó Macri resulta incomparable con el país que entregó De la Rúa en 2001, me baso en que, en aquél momento, cuando estalló la convertibilidad después de haberla mantenido con pulmotor y endeudamiento desde 1998, el verdadero sufrimiento correspondió a la clase media ahorrista, ya que la depresión económica había producido mucho antes el cierre de empresas y la pérdida de empleo, con la consecuente reducción del consumo. Quedó así ociosa una gran capacidad industrial y energética; recordemos que, entonces, Argentina no sólo era autosuficiente en la materia sino que exportaba a los países vecinos, para lo cual se habían construido y redes de alta tensión gasoductos a Chile, Brasil y Uruguay. El entonces Presidente, Duhalde, devaluó fuertemente y comenzó la reactivación apoyada, precisamente, en aquellas capacidades ociosas; en 2003, cuando don Néstor llegó al poder, ya el país había salido del "infierno" y, además, su gestión fue beneficiada por el marcado incremento en el precio de nuestras commodities, en especial la soja.

En cambio hoy, los abrojos que dejó el pasado siguen prendidos ya que no solamente perdimos el autoabastecimiento de energía sino que nos hemos convertido en grandes importadores -todos aquellos conductos debieron invertir el sentido de sus flujos- y no existe capacidad ociosa industrial por la falta de inversión productiva y el irracional aumento del consumo, fogoneado por el populismo kirchnerista. El colmo fue el congelamiento de las tarifas energéticas -gas y luz- y del agua corriente, una medida demencial que, justificada en 2001, fue mantenida a rajatabla hasta el final; el calificativo se debe a que a los subsidios aplicados para evitar el colapso del sistema responden nada menos que por el 85% del enorme déficit fiscal.

Las bombas que dejó la gestión anterior explotaron al unísono y, sobre el natural descontento de la población ante los inevitables ajustes que se ve obligado a realizar el Gobierno para intentar reencausar la economía y aprovechar la leve brisa favorable que llega desde el exterior -la situación de Brasil mejorara y hay una renovada apetencia por los países "emergentes"- han aparecido algunas serias amenazas al devenir democrático de la República, con el doble objetivo de desestabilizar a Mauricio Macri y a María Eugenia Vidal y de generar miedo por las derivaciones carcelarias de los procesos de corrupción sobre los jerarcas del desfalco.


Lo que vimos la semana anterior, cuando se quiso llevar a Bonafini a declarar y apareció una pared humana de delincuentes para impedirlo (¿dónde están los fiscales que debían imputarlos por encubrimiento?), logró preocupar al Gobierno por las eventuales derivaciones de la detención de Cristina Kirchner, algo que todos -incluida ella misma- consideran harto probable. Los mensajes mafiosos que recibió la Gobernadora pretenden hacerla desistir de la audaz limpieza de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que encaró para desarmar esa gigantesca cueva de narcotraficantes, proxenetas, empresarios del juego, secuestradores y ladrones de toda laya.

En estos días, las organizaciones kirchneristas han retomado la calle con la excusa de protestar contra las políticas correctivas del desmadre que dejaron sus jefes, y seguramente éstos no cejarán porque les va en ello la libertad propia, de sus hijos y las fortunas mal habidas. En el cómputo de asistentes a las marchas -un caso emblemático fue el día de San Cayetano- sumaron a quienes tienen legítimos reclamos por la pobreza o la falta de trabajo pero, cuando se tomó conciencia del fin real y aparecieron pancartas y pañuelos blancos, el número se transformó en infinitesimal, como ocurrió ayer en Mar del Plata, donde sólo eran trescientos, aunque por cierto muy agresivos.

Eso confirma que la ciudadanía está dispuesta a realizar el esfuerzo que se le pide -sobre todo, porque la alternativa eran Scioli y Anímal- pero, en contrapartida, exige el fin de la impunidad de los funcionarios, de sus cómplices privados y de los jueces corruptos. Si no recibe rápidamente señales positivas en esa demanda, la paciencia se acabará porque le resultará insoportable contemplar el libre pavoneo de los causantes de tantos males, aunque la responsabilidad sea de toda la sociedad, que prefirió mirar para otro lado, y votarlos, mientras los bolsillos estaban artificialmente tranquilos.

Bs.As., 13 Ago 16

Enrique Guillermo Avogadro
Abogado

CARTA ABIERTA A LA PERIODISTA MAGDALENA RUIZ GUIÑAZÚ


Estimada Sra. Magdalena:

Luego de tantos años, he llegado a la lamentable e indeclinable decisión de abandonar mi costumbre de escucharla a través de sus programas de radio. Sé que esto la tendrá absolutamente sin cuidado, ni siquiera tratará de indagar quién es semejante impertinente que a Ud. se dirige y qué es lo que quiere transmitirle.

Es por eso que recurro a este tipo de mecanismo en la esperanza de que tal vez lleguen a Ud. mis pensamientos.

Estoy sorprendido de cómo una periodista culta y de amplio bagaje de conocimientos históricos, jurídicos y políticos, puede mantener una posición de odio y venganza durante tantas décadas, al punto que le impiden analizar -como correspondería a un periodista que se tilde de tal-  la verdadera historia argentina del último medio siglo.

Su visceral rechazo a la teoría de los dos demonios, al original prólogo de Ernesto Sábato en el Nunca Más, la negación del probado hecho de que vivimos una guerra, iniciada por las organizaciones terroristas a quienes el Presidente Perón ordenó aniquilar, en fin, tantas cosas que nos diferencian…

Yo soy un simple ciudadano pero no estoy en defensa de ninguno de los combatientes, sólo busco la concordia, y usted es una periodista que toma partido por uno de los bandos.

Qué raro ¿No?

Yo admiro al Dr. Favaloro quien sentado a su lado en la CONADEP presentó su indeclinable renuncia al comprobar que sólo se juzgaría a uno de los bandos, justamente el que, aunque con excesos y abusos reprochables, se dedicó a cumplir la orden de defender la Patria de los intentos de transformarnos en una Cuba sudamericana o un satélite de la entonces URSS, ignorando por completo los aberrantes crímenes de los terroristas vernáculos que, en definitiva, fueron el motivo de la represión.

Comprendo y desapruebo los excesos cometidos por ambos bandos enfrentados durante aquella guerra. Pero pasaron más de tres décadas y muchos argentinos, yo entre ellos, seguimos esperando que la paz y la concordia se asienten en  nuestra Patria. Por el contrario, otros argentinos, en ancas de espurios negociados o de ciegas posturas, siguen en su intento de dividirnos en el odio, en la venganza, en la injusticia.

Y me llama la atención el hecho que ninguno de los periodistas progres Nac & Pop que tanto abundan en nuestro suelo, se haya dedicado a analizar la aberración jurídica que consiste en aplicar el Estatuto de Roma en forma retroactiva, pese a la clara prohibición que, en tal sentido, surge de su propio articulado. Tampoco escuché a periodista vernáculo alguno alzar la voz intrigado por el hecho de que, pese a tal aberración jurídica, las querellas por crímenes de Lesa Humanidad y Genocidio, así como la cárcel sólo se aplique a los representantes del Estado, o sea las fuerzas armadas y de seguridad, cuando el propio estatuto aclara que también serán pasibles de ser imputados de tales delitos los integrantes de las organizaciones terroristas.

No sólo el Estatuto de Roma, también lo citan con claridad meridiana las distintas decisiones del Comité Internacional de la Cruz Roja y los Derechos Humanos en el sentido de que: “El derecho internacional humanitario, como parte del derecho de la guerra o del derecho de los conflictos armados, tiende a garantizar a las personas puestas fuera de combate, o que ya no participan en las hostilidades, una protección y un trato humano... los convenios humanitarios se aceptan más ampliamente que los convenios sobre los derechos humanos.”

Y usted vocifera su negativa a que ancianos octogenarios la quienes se encarceló sin fundamento jurídico, bajo acusaciones de falsos testigos, con fiscales corruptos y jueces prevaricadores, lleven una década encarcelados, muchos sin sentencia, habiendo muerto cientos de ellos por falta de atención médica.

Me extraña señora Magdalena que su odio continúe intacto. Usted perdió un hijo víctima de un infarto, yo perdí el mío víctima de la cruel leucemia. Ambos podrían en la actualidad haber salvado sus vidas gracias a los avances de la medicina, pero ya es tarde para ellos…

Con esa triste experiencia no comprendo cómo puede usted seguir guardando odio en sus entrañas al punto de vibrar negando la excarcelación que les correspondería no sólo por razones humanitarias, también la ley y la jurisprudencia así lo disponen, pero nuestros jueces y nuestros funcionarios son rengos y tuertos.


Lo que no soporto es que también lo sean nuestros periodistas.

Saludo a Ud. atte.

Juan Manuel Otero

MÁS JUSTICIA MILITANTE

Los ojos del Tribunal Oral Federal de Santiago del Estero que pretende llevar adelante una nueva megacausa por delitos de lesa humanidad no están ciertamente vendados como deberían. Lo integran tres jueces subrogantes de reconocida militancia política: los doctores Alicia Noli (Tucumán), Jose María Pérez Villalobo (Córdoba) y Juan María Ramos Padilla (Capital Federal).

Alicia Noli

Jose María Pérez Villalobo

Juan María Ramos Padilla

Indiscutidos y confesos militantes, no sólo simpatizan con las causas de los querellantes, sino que es evidente su animadversión contra los imputados. ¿De qué imparcialidad podemos estar hablando? Estos funcionarios se aprestan a impartir lo que ellos entienden peligrosamente como justicia en una megacausa que involucra hechos y personas, la mayoría ya juzgadas y condenadas en juicios previos. La novedad es que ahora dicho proceso incluye a dos ex jueces.

Son ellos Arturo Liendo y Santiago Olmedo, magistrados que actuaron en causas instruidas durante la democracia por delitos cometidos entre 1974 y 1975 por la guerrilla que operaba en Tucumán. Se determinó que el entonces juez Liendo no podía ejercer su rol por haber sido el fiscal que instruyó las causas. Por esta razón, el fiscal Olmedo, que acababa de ser ascendido, lo subrogó. Cabe recordar que Olmedo, designado por concurso, integró y presidió el tribunal que juzgó el crimen de María Soledad Morales, en Catamarca.

Estos ex jueces, ahora imputados, han sido sobreseídos ya en tres oportunidades por la Cámara Federal de Tucumán, con diversas conformaciones, siempre sobre los mismos hechos que hoy se les endilgan.

El inicio del juicio se fijó para el 22 del corriente mes. Descontando los días de la feria judicial, es palpable el atropello por la dificultad de que se resuelvan, en tan breve plazo, los recursos pendientes por sucesivas recusaciones por prejuzgamiento, así como por el temor de parcialidad planteado y no tramitado o no resuelto.


El Estado nacional debería prestar debida atención a tan importante asunto y exigir el respeto de los procedimientos y las normas que deben regir a quienes ejercen la delicada tarea de impartir justicia. No se puede admitir que tengamos tribunales blindados contra impugnaciones y actores que incurran en groserías jurídicas tales como reunirse a solas con las partes querellantes sin el conocimiento de la contraparte.

Como afirma el historiador Luis Alberto Romero en su artículo "Los juicios de «lesa humanidad»: un desafío para la justicia", "no se puede construir el Estado de Derecho sobre la injusticia y la duda".

El juicio al que hacemos alusión es el escenario propicio para el escándalo, visto y aprovechado como una ocasión de daño y ruina moral, jurídica y espiritual para la persona juzgada. Constituye una verdadera trampa cuyo único propósito es perjudicar al otro, en medio del desenfreno, del alboroto y el engaño. Sin garantías de imparcialidad y sin transparencia. El legítimo derecho a la defensa queda pisoteado. Sólo reinan la venganza, la intolerancia, el partidismo y la militancia, acompañados de actitudes propias del prejuzgamiento, teñidas de una deliberada animadversión.

En medio de este escarnio intolerable e indigno se hace necesaria la intervención de las autoridades nacionales para poner coto a estos tendenciosos procedimientos. Hay más de una situación como ésta que se repite en otras provincias. El clamor de justicia, por demás válido y atendible, mucho más cuando se invocan razones de lesa humanidad, no puede sostenerse con ardides, falsos testimonios ni jueces militantes. Los argentinos hemos de aprender a distinguir justicia de venganza. El peligro de asimilarlas ha probado sólo servir para fomentar el enfrentamiento estéril que nuestra nación necesita dejar atrás para construir su futuro.



NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.

EDUARDO FEINMANN ENTREVISTA A ARTURO CIRILO LARRABURE




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DERECHOS HUMANOS

Creo que todos los argentinos deberíamos conocer el método que utilizan las organizaciones de "derechos humanos" cuando no les gusta lo que otros opinan.



Su modus operandi consta de tres simples pasos: primero, se aprieta a quienes pueden proveer un local para una conferencia, si esto no da resultado siempre cuentan con un grupo de matones que, violencia mediante, buscarán hacer imposible la consecución del acto, finalmente, si aun así no han cumplido sus objetivos siempre queda la ayuda de un fiscal que terminará procesando a los agredidos y/o a quienes, en este caso la policía, fueron llamados para mantener el orden y garantizar la libertad de expresión.

Esto pasó en Salta el 24 de septiembre de 2015.

Nadie ignora que el Centro de Estudios Salta había auspiciado la presentación del libro "Mentirás tus muertos", de José D'Angelo; a un día de la presentación los responsables del local donde se efectuaría la presentación devolvieron el dinero del alquiler al CES porque la presión de las organizaciones de "derechos humanos" de Salta les impedía cumplir con el compromiso acordado.

Al conseguir el CES otro local donde hacer la presentación del libro, lo que siguió se atuvo a la secuencia explicada en el primer párrafo, incluida la actitud del fiscal Gustavo Vilar Rey, quien no solo desestimó las denuncias de los agredidos, sino que solicitó el juzgamiento, por privación ilegítima de la libertad y vejaciones agravadas, de tres de los policías que intervinieron en el hecho.

La actitud del fiscal subvierte el sistema de valores que hace posible a una democracia, ya que defiende a quienes se apartaron de la ley y hostiga a aquellos que nos defienden de los violentos.

José Luis Milia, Buenos Aires


FUENTE: http://www.eltribuno.info/carta-lectores/2016/08/13

NOTA: El vídeo no corresponde a la nota original.

viernes, 12 de agosto de 2016

FERNÁNDEZ MEIJIDE: «LA CIFRA DE 30.000 DESAPARECIDOS EN ARGENTINA FUE UN INVENTO DE LOS EXILIADOS EN ESPAÑA»

La exministra y miembro de la Comisión para los Desaparecidos afirma que solo se han podido documentar 7.954 casos

Graciela Fernández Meijide durante la entrevista

24/03/2016 17:37h - Actualizado: 12/08/2016 16:59 h.

El debate sobre el número de desaparecidos durante la última dictadura argentina (1976-83) sigue sin cerrarse. Pasaron 40 años del golpe militar del 24 de marzo de 1976 y, según quien hable, arroja una cifra u otra. En la etapa de los Gobiernos del matrimonio Kirchner se declaró oficial el número de 30.000, pero la Comisión para la Desaparición de Personas (CONADEP) creada por el presidente Raúl Alfonsín comprobó 7.954 casos. “¡Cómo que no se sabe! Claro que se sabe, son todos los publicados por la Conadep”, exclama Graciela Fernández Meijide, miembro de aquella comisión, exministra de Acción Social del Gobierno de Fernando de la Rúa y madre de Pablo, el hijo que, con 17 años, los militares borraron de la faz de la tierra.

Autora de “Historia íntima de los derechos humanos en Argentina” Meijide averiguó de dónde salió y a quién se le ocurrió la idea de poner sobre la mesa el número de 30.000 desaparecidos. Los exiliados en España habían formado la Comisión Argentina de Derechos Humanos. Entonces, no existía la figura de desaparición forzada. Eduardo Luis Duhalde me contó allí que pusieron ese número para poder apelar a la figura de genocidio y denunciar lo que estaba pasando”.

Duhalde, nombrado posteriormente Secretario de Derechos Humanos en el gobierno de Néstor Kirchner, decidió convertir la ficción en versión oficial y colocó la cifra de 30.000 en un nuevo prólogo que escribió, por delante del de Ernesto Sábato, en el Nunca Más, el libro que recoge, con nombres y apellidos, a todas y cada una de las víctimas del régimen militar. “¿Dónde están los nombres de esos veinte mil más? ¿Dónde sus familias y las denuncias?. Colocan las placas vacías porque no pueden poner un nombre”, comenta en alusión al parque de la Memoria de Buenos Aires que visitó Barack Obama.


ENTRE LA ESTUPIDEZ Y EL MIEDO


Es una mentira que el avestruz esconde la cabeza en la arena frente al peligro, pero ha servido este mito para exponer aquellas actitudes humanas en las que el miedo provoca conductas estúpidas. Ejemplos sobran y hasta podríamos reírnos -cuando no nos toca de cerca- de esta fábula zoológica. En términos futbolísticos, que es en realidad la única materia que nuestro presidente domina, podríamos asimilarla a “patearla afuera”.


Decir hoy que él no sabe cuál es el número de desaparecidos, nos muestra un presidente con la cabeza “en la arena”. Un simple pedido de informes a sus dos referentes en el gerenciamiento del negocio denominado “el curro de los derechos humanos”, Garavano y Avruj, le hubiera dado, al menos, una cifra aproximada, pero como ésta está muy lejos de los cinco dígitos prodigiosos, 30.000, el presidente optó por el pueril “no sé”.


Si por casualidad fuera verdad que el presidente de “todos los argentinos” no sabe cuántos desaparecieron, cuántos cayeron en enfrentamientos, cuántos fueron asesinados por sus propios cumpas y cuantos viven hoy una plácida y tranquila vida en otras latitudes usufructuando los dineros que recibieron por matar a otros argentinos o por lo menos por haber justificados esos crímenes deberíamos aceptar que la frase, hoy dejada en el desván de las mentiras: “se va a acabar el curro de los derechos humanos” era, simplemente, “fulbito pa’ la gilada”.


El presidente ha bajado el telón a otro sainete de circo criollo. No le conviene que se menee mucho este tema porque tampoco él escapa al estigma de los políticos y periodistas argentinos que aún hoy se les untan de mala manera sus calzones cuando una “madre” o “abuela” los malmira. Además está también la tan cacareada apertura global; negarles a los políticos del mundo la pintoresca costumbre de venir a tirar flores al río para homenajear a la misma estirpe de mierda que sume a sus países en el terror les quitaría a estos la posibilidad de mostrarse “progres”, total a quien les importa, al norte del ecuador, cuantos tipos mató el terrorismo en estas latitudes.

La demanda de transparencia con la que el presidente nos aburre desde diciembre pasado no ha creado, ni siquiera, un clima diáfano en la República, como mucho ésta transita por una neblina sin luces de posición ni GPS, quizás porque ha quedado sentado que su banda, ni bien pisó las alfombras del poder, se dio cuenta que en este país es provechoso no escarbar mucho en cierto tipo de corrupción santificada por la izquierda.

Ya no quedan dudas que, más por pavor que por convencimiento, el presidente se ha adscripto al mágico axioma que formuló el maestro Néstor Kirchner: “la izquierda te da fueros”.

José Luis Milia

7° ANIVERSARIO


Por este medio deseamos hacer llegar nuestras sinceras felicitaciones a la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, entidad que hoy festeja 7 años desde su creación.

Reciban su presidente, miembros de la Comisión Directivas y Socios nuestro humilde reconocimiento y agradecimiento por la enorme tarea asumida y desempeñada en reparar el daño que la justicia prevaricadora a cometido en perjuicios de todos los Presos Políticos. También una especial mención por convocar al Foro de Buenos Aires por la Justicia, la Concordia y la Libertad, con la asistencia de renombradas personalidades internacionales y nos mostraron un camino para vivir en democracia y libertad.

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre

OTRO PRESO POLÍTICO EN HUELGA DE HAMBRE


Estimados Camaradas y Amigos

¡¡¡La injusticia, las aberraciones jurídicas, la persecución, la venganza y la arbitrariedad continúan!!!

Lamentablemente el señor Cabo 1º (R) Abogado Marcelo Eduardo Barberis - Preso Político en el Penal de Marcos Paz ha resuelto iniciar una huelga de hambre.

En orden a la gravedad creciente de las patologías de alto riesgo que el mismo padece, en 3 (tres) oportunidades solicitó su Arresto Domiciliario, el cual le fue sistemáticamente denegado.

A modo de resumen de lo que sus antecedentes médicos reflejan, podría expresarse que el citado Suboficial ha padecido -desde el año 2009 en que se encuentra encarcelado- infarto agudo de miocardio, diabetes clase II, arritmia cardíaca, necrosis del 40 % de su músculo cardíaco y posee el 70 % de sus arterias coronarias esclerosadas. En el año 2010 fue operado "a cielo abierto" por sus continuas descompensaciones.

A los pocos días de esta delicada intervención, fue reintegrado "para que efectúe su recuperación en el Penal de Marcos Paz.

Diversos Profesionales de la Salud pertenecientes al Servicio de Unidad Coronaria del Hospital Aeronáutico Central, al Servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Naval, al mismo Servicio Forense del Poder Judicial de la Nación y del Servicio de Psicología, han aconsejado y sugerido su internación domiciliaria por los cuidados intensivos que su muy deteriorada salud requiere.

En las resoluciones adoptadas por el Tribunal Oral Federal Nº 5 de la Ciudad de San Martín (Provincia de Buenos Aires) se expresa "... Hay peligro de fuga, dada la expectativa de la pena, podría obstaculizar la investigación...".

Hoy, a la espera de que se haga Justicia, transcurre el 5to. día de huelga de hambre con ingesta de líquidos.

Coronel (R) Guillermo César Viola
Unión de Promociones

ENTREVISTA SOBRE LAS DECLARACIONES DE MACRI SOBRE DESAPARECIDOS. Y SOBRE EL ASESINATO A SU PADRE




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jueves, 11 de agosto de 2016

PIDEN JUICIO POLÍTICO PARA JUECES DE CASACIÓN

Publicación de la agencia DyN.

Mariano Borinsky
Juan Carlos Gemignani

BUENOS AIRES, ago 9 (DyN) - La Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, una entidad que agrupa a defensores de acusados por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura, pidió el juicio político contra los jueces de la Casación Federal Mariano Borinsky y Juan Carlos Gemignani por supuesta violación de las garantías constitucionales de un octogenario detenido. Los abogados  Alberto Solanet, Carlos Bosch y Ricardo Saint Jean formularon el pedido ante el Consejo de la Magistratura, acusando a los jueces por “incumplimiento de las disposiciones que obligan a la protección de los detenidos y prohíben su castigo y mortificación”. La denuncia, a la que tuvo acceso DyN, reclama que “se someta a juicio político y se destituya” a Borinsky y Gemignani, además, “por mal desempeño en sus funciones” y “grave desconocimiento del Derecho, en especial por el desprecio a los derechos humanos de las personas mayores”.   El planteo recuerda que el 13 de junio pasado, ambos jueces rechazaron el tercer pedido de prisión domiciliaria de Roberto Obdulio Godoy, de 78 años de edad y detenido en el penal de Marcos Paz, acusado por su presunta actuación en el centro clandestino de detención “Sheraton”, donde estuvo cautivo y luego desapareció, entre otros, Héctor Oesterheld, el autor de “El Eternauta”. Godoy lleva casi tres años en prisión preventiva; le fueron denegados dos pedidos anteriores de prisión domiciliaria por razones de salud, pero su defensa realizó un tercer intento ante la “novedad” de la “circunstancia del régimen de la detención domiciliaria vigilada impuesta por el Ministerio de Justicia a través de la colocación de la pulsera electrónica”. Ello, sostuvo la defensa, “hacía desaparecer el peligro de fuga, que podría invocarse para denegar el beneficio”, no obstante lo cual, Gemignani y Borinsky reiteraron el rechazo a la domiciliaria. El fallo fundamentó que “los informes médicos no advierten un deterioro en la salud del detenido y que a su mujer la pueden atender los dos hijos mayores del matrimonio”. El pedido de juicio político sostiene que existe una “mortificación innecesaria a un anciano preso, manteniéndoselo en prisión penitenciaria exigiendo requisitos inexistentes en la ley colocándolo en situación de riesgo y abandono”. “Los dos jueces denunciados le niegan el beneficio, exigiendo un requisito que la ley no peticiona: que además de su edad, presente problemas de salud o síntomas de deterioro físico o psíquico”, sostiene la denuncia.


FUENTE: Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia.

NOTA: Las imágenes no corresponden a la nota original.

HEBE, RICO, UN JUEZ Y UN SAINETE CRIOLLO

Por Fernando Morales[1]

10 de agosto de 2016

Ciertamente, no he de ser yo, querido amigo lector, quien guíe su pensamiento y fuerce una conclusión respecto al sainete criollo vivido en torno a la orden de detención librada por el juez Marcelo Martínez de Giorgi con el único propósito de que la señora Hebe Pastor (ex Bonafini, ya que está separada) comparezca ante la Justicia casi como si fuera un mortal común.


En lo que sí me gustaría entretenerlo un rato es en reflexionar sobre algunas temáticas que corren en forma paralela al personaje en cuestión y a sus particulares formas de relacionarse con la sociedad. Al menos con la inmensa mayoría de la sociedad a la que, de una forma u otra, siempre ataca, denuesta o ningunea.


La avanzada edad de la "rebelde" necesariamente ameritaba que se tomaran algunos recaudos para que el comparendo compulsivo no tuviera consecuencias lesivas para su integridad física. Pero el poco eficiente juez federal no pudo haber tenido más desafortunada elección de día, hora y lugar para intentar que su ya inoperante orden de comparendo se cumpliera.

Es bastante sabido que este magistrado en particular se caracteriza por protagonizar complicaciones para citar ciudadanos a su presencia; algunas veces lo hace a domicilios equivocados (este caso fue uno de ellos) y otras veces cita a personas equivocadas, o con sus apellidos y sus documentos errados.

Pero la historia judicial reciente aquilata sobradas muestras de megaoperativos nocturnos donde decenas de efectivos federales son movilizados para apresar a ancianos militares que, al margen de las imputaciones que pesen sobre ellos, ya no están físicamente en condiciones de representar amenaza de resistencia alguna. Al parecer, para la Justicia argentina hay viejos de primera y viejos de segunda.

Otro aspecto interesante de esta especie de novela policial es la patética obsesión de "su señoría" para aclarar que no detenía a la "defensora de los derechos humanos", sino a la presidente de una empresa constructora; como si haber tenido un papel destacado en algún momento de nuestras vidas nos cubriera de cierto barniz especial que nos eximiera de someternos al imperio de la ley.


Muchos cultores de los derechos humanos se mostraron horrorizados el pasado 10 de julio, cuando Aldo Rico desfiló junto a los veteranos de Malvinas. Una interesante comparación se puede hacer entre ambos personajes del presente nacional: Rico fue un bravo combatiente en Malvinas, respetado y por sobre todo querido por superiores y subordinados. Luego, equivocó el rumbo, pero, con indulto o sin él, pagó por su yerro y hoy es un ciudadano libre al que los sectores "progres" pretenden borrar del mapa.

Hebe ganó un lugar en la historia nacional e internacional por la lucha llevada adelante enfrentando a un gobierno de facto. Posteriormente, abandonó el rumbo y se erigió en censora de jueces, políticos, periodistas y, como frutilla del postre, se transformó en presunta cómplice de un desfalco millonario a las arcas del Estado. Rico cumplió su pena, Hebe se niega a sentarse en el banquillo.

"Macri, sos la dictadura", "Pará la mano, Macri", "Se viene una noche de bastones muy largos", y otras estupideces por el estilo fueron repetidas a coro por un grupo de loros parlanchines, mientras contribuían como escudo humano a que doña Hebe violara el mandato judicial que ordenaba su captura. El terrible agravante está dado por la circunstancia de que muchos de esos porristas de la ilegalidad son miembros del Poder Legislativo de la nación, funcionarios públicos que entre todos contribuimos a mantener, como también lo hacemos con los choferes y los custodios que fueron utilizados para sumar masa crítica a "resistencia popular".

No voy a intentar ponerme en los zapatos de la ministra de Seguridad que, en plena vigencia de la (luego retirada) orden de captura, debió ordenarles a los efectivos federales que hicieran todo lo posible por no llevarla adelante. De allí la facilidad que tuvo la octogenaria madre para eludir con una combi que transitó sobre la vereda el accionar policial de decenas de efectivos que se sentían más cerca de un sumario interno que de una medalla parecida a la que obtuvieron los que detuvieron a José López.

Todo patético, desde la sonrisa nerviosa de un juez que vaya a saber uno cómo hará para volver a infundir respeto en sus dependientes actuales y de sus próximos indagados hasta la seguidilla de apreciaciones de buena parte de la clase política nacional. En forma válida tenemos los ciudadanos comunes derecho a preguntarnos si para tomarnos el pelo se han puesto de acuerdo o se van turnando.

Podar el árbol de la puerta de nuestras casas, no colocarnos el cinturón de seguridad o sacar la basura fuera de horario son actos que, de ser descubiertos, nos conducen inexorablemente al pago de suculentas multas, a enfrentar a un inquisidor abogado verificador, y hasta a la apertura de un sumario municipal, y no le estoy diciendo, mi amigo, que ello esté mal.

¿Pero, en efecto, vivimos en dos dimensiones diferentes? ¿Será que realmente son ellos y nosotros, siendo ellos unos pocos y nosotros, casi todos? ¿Lázaro Báez es quien dice que lo usaron de "preservativo"? ¿Lo dice ahora desde la celda o lo decía también cuando disfrutaba de sus incontables mansiones, estancias y aviones? ¿Y a nosotros, entonces, de qué nos estarán usando?

¿No siente, por momentos, ganas de preguntar a gritos: "¿Qué más quieren de mí?" Un día, una presidente mandó a su ministro Aníbal "al rincón y con bonete" por confesar que tenía unos pocos dólares en su colchón. Meses después, su propia hija, que nunca tuvo trabajo conocido, nos sorprende con más de cuatro millones de verdes en su caja de seguridad. Nos desayunamos con bolsos que se pesan y nos vamos a dormir con monjas que no son monjas y criptas que son bóvedas, y mientras todo pasa ante nuestros ojos, pedimos permiso para pagar la luz, el agua y el gas en cuotas, sólo para alargar la agonía.

Podrá decir, estimado lector, con justa razón, que estoy mezclando todo con todo. Tiene razón, lo hago porque así se nos brinda la realidad cada mañana, porque somos usted, yo y algunos millones de argentinos los que debemos simplemente acatar, seguir la flecha, portarnos bien, mientras vemos atónitos cómo "las chicas y los chicos malos" no la pasan para nada mal, violando una y mil veces los semáforos en rojo de la vida misma.

Podemos esforzarnos para no bajar los brazos, podemos animarnos y levantar la voz, podemos enfurecernos hasta perder las formas, difícilmente a alguien le importe ocuparse de una buena vez de esos seres menores, secundarios y prescindentes (excepto a la hora de votar) que se llaman ciudadanos.

@fermorales40


NOTA: Las imágenes no corresponden a la nota original.



[1] El autor es Capitán de Fragata (RN), maquinista naval superior (veterano de guerra de Malvinas), licenciado en Administración Naviera.

miércoles, 10 de agosto de 2016

JUICIO MORAL A HEBE DE BONAFINI

Por Agustín Laje

El maniqueísmo y la política han guardado siempre un estrecho vínculo. Y es que tal vez no exista mayor muestra de la magnitud de un poder hegemónico que su capacidad para determinar, de modo tajante, certero e inexorable, aquello que se encuentra dentro de la dimensión del “bien” respecto de aquello otro que ocupa el lugar del “mal”.

Valga este comentario inicial para advertir que el maniqueísmo, llevado al terreno de las personalidades políticas, se traduce en ángeles y demonios. Los unos, incuestionables, insospechables, incorruptibles; los otros, chivos expiatorios todo-terreno, depositarios de todo aquello que es maldito y perverso.

Hebe de Bonafini ha ocupado en esta lógica, relato de por medio, el lugar angelical de la historia. Hace algunas horas, tras el pedido de detención de Hebe después de que ésta faltara por segunda vez a su llamado a declarar en la causa Sueños Compartidos, los medios de comunicación, los políticos y los periodistas, se mostraron incapaces de pronunciar cualquier análisis sin antes cubrirse con una extensa introducción al estilo de “no quiero desmerecer el trabajo por los Derechos Humanos de Hebe, pero”, o “entiendo el dolor de una madre que ha perdido a sus hijos, pero...”, o “se trata de la más importante dirigente humanitaria del país, pero...”.

De esa manera se trata a los ángeles políticos. Pero la única verdad de esta historia es que Bonafini no es un ángel, y no solo debería comparecer penalmente por el desvío de más de 200 millones de pesos que su Fundación robó al Estado argentino, sino que merece, de una vez por todas y mucho más importante inclusive, un juicio moral que eche por tierra con la mitología derecho-humanista de la cual se ha alimentado desde hace años.

Sería bueno comenzar diciendo la verdad sobre sus hijos: desaparecieron no por “tener barba y pelo largo”, sino por engrosar una organización terrorista y habiendo recibido entrenamiento en Cuba a cargo de Manuel Piñeiro, lanzarse a combatir gobiernos constitucionales y de facto para instalar acá el comunismo.

Va de suyo que esto no justifica los métodos ilegales que se utilizaron para acabar con ellos, pero si vamos a hablar de historia, la contemos completa.

Digamos también otra verdad que se desprende de esta última: a Hebe los derechos humanos siempre le interesaron un comino. Su diferencia y fragmentación con la “Línea Fundadora” de Madres de Plaza de Mayo tuvo como causa precisamente este hecho: la lucha para Hebe no era por los DDHH, sino por el comunismo. En los '90, viajó a España para reunirse con la ETA.

En 2003 le pidió a Néstor Kirchner que no acepte el pedido de extradición del terrorista etarra José María Lariz Iriondo, escondido en Argentina, acusado de la voladura de un vehículo policial y tenencia de armas de guerra.

Por aquel entonces Hebe también tenía estrechos lazos con la guerrilla mexicana liderada por el “subcomandante Marcos”. Sergio Schocklender ha contado que él y Hebe enviaban jóvenes izquierdistas argentinos a Chiapas. En Colombia, los vínculos se dieron tanto con el grupo terrorista Movimiento 19 de Abril como con las FARC. Aquí, en la Universidad Popular de las Madres, las FARC fueron tema de estudio desde el año 2001.

Vale agregar que cuando cayó el líder guerrillero Raúl Reyes y su computadora fue capturada, se encontraron e-mails donde se mencionaba a Hebe y se la vinculaba con transferencias de dinero. Pero Hebe también se embelesó con Al-Qaeda cuando éste derribó las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, y reconoció públicamente haber festejado “brindando con champagne” por la muerte de 3.000 inocentes.



¿Y para qué abundar en la conocida amistad y admiración que Hebe ha tenido para con dictadores como Fidel Castro? Imposible no recordar que cuando éste cumplió 80 años, Bonafini lo calificó en carta pública como “el mejor hombre de los últimos siglos”; ese mismo hombre sobre el que pesan innumerables causas de violaciones a los derechos humanos y delitos de lesa humanidad. Es momento de asumir que el ángel que creíamos tener en frente distó en mucho de ser tal cosa. Llegó el momento de que Hebe tenga su juicio moral.


FUENTE: http://www.eltribuno.info/juicio-moral-hebe-bonafini-n747541

NOTA: El video no corresponde a la nota original.

EL CORONEL (P.M.) ARGENTINO DEL VALLE LARRABURE


Hace 42 años el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) atacó la Fábrica Militar de Villa María, acción violenta que comenzó durante la noche de 10 de agosto de 1974 y finalizó el día siguiente. Ese acto terrorista se llevó a cabo durante el gobierno democrático de María Estela Martínez de Perón.

Esa noche fue secuestrado el señor Teniente Coronel Argentino del Valle Larrabure, subdirector del establecimiento militar, quién permaneció 372 días encerrado en una de las denominadas “cárcel del pueblo”.

El saldo del copamiento terrorista fue: tres muertos -un policía y dos terroristas-, 7 heridos, dos secuestrados y el robo de gran cantidad de armas y munición.

Larrabure se  negó sistemáticamente a colaborar con los terroristas en la fabricación de explosivos. El 23 de agosto de 1975 apareció su cadáver con 47 kilos menos,  signos de golpes, torturas y estrangulamiento. Dando un ejemplo de templanza y espíritu de bien, durante su cautiverio, envió 8 cartas a su familia, reiterándoles que no debían ceder al odio e instándolos a poner la otra mejilla.

Hoy rendimos un silencioso homenaje a un héroe y mártir de la Patria.

PANCARTA CON EL CHE



Como católica practicante, y tras observar una de las fotos que publicó LA NACION sobre la marcha desde San Cayetano, quiero pedir a las autoridades eclesiásticas del país que se le explique a la feligresía en particular, y a la población en general, que el "Che" Guevara no es un santo, sino que fue asesino múltiple que causó daños inconmensurables.

Isabella Berczely
DNI 92.393.727

martes, 9 de agosto de 2016

REPORTAJE A ALEJANDRO PATRÓN COSTAS (H)

Reportaje a Alejandro Patrón Costas (h) sobre su encuentro con el Secretario de Derechos Humanos de La Nación, Claudio Bernardo Avruj.




"Avruj dijo que no quiere interferir con la Justicia y que el organismo se seguirá presentando como querellante. Pero en el gobierno anterior se usaba esta figura para presionar a los jueces”