sábado, 3 de noviembre de 2018

FALTAN ALGUNOS



"Los grandes cansancios presagian grandes entusiasmos".
Manuel Vázquez Montalbán

En realidad, el triunfo de Jair Bolsonaro sólo alteró los cálculos de Unión Ciudadana, que esperaba la victoria de Fernando Haddad para iniciar, por contagio, el renacimiento del clepto-populismo en Centro y Sudamérica. Esta semana, La Nación publicó una infografía que muestra a las claras cómo ha avanzado la ola contraria, a la que sólo resisten Venezuela (Nicolás Maduro), Nicaragua (Daniel Ortega), Cuba (Miguel Díaz-Canel) y Bolivia (Evo Morales; salvo la última, una verdadera excepción, todas esas naciones se han convertido, por el fracaso económico y la feroz represión que ejercen esos regímenes contra su población, en verdaderas tragedias humanitarias.

Algunos, hace muchos años, preveíamos que eso sucedería, y que la corrupción, disfrazada de progresismo, estaba mostrando sus últimos estertores; yo mismo publiqué una nota al respecto en marzo de 2015 (https://tinyurl.com/y7cbq6hc), cuando aún gobernaban Cristina Kirchner, Dilma Rousseff, Michelle Bachelet, Ollanta Humala y Rafael Correa, el Foro de San Pablo estaba en todo su esplendor y la UNASUR entronizaba la estatua de don Néstor, hoy retirada.

Todavía es muy pronto para saber qué hará el nuevo Presidente de Brasil -nuestro principal socio comercial- a partir de su asunción, el 1° de enero, pero ya hay algunas definiciones, en especial expresadas por Paulo Guedes, su futuro superministro de economía e industria, que tienden a endulzar alguna de las aristas más ríspidas de sus discursos de campaña. Por lo demás, y pese a la pena que me produjo la aceptación por parte de Sergio Moro del cargo de Ministro de Justicia, debo reconocer que en nuestro vecino, y eso es normal en la región, las instituciones funcionan y nadie puede ponerse, impunemente, las políticas de Estado del país de sombrero.

Además de los mandatarios mencionados en el primer párrafo, en los diarios y en los tribunales, siguen faltando algunos nombres emblemáticos; en concreto, las ausencias más conspicuas son las de Enrique y Sebastián Eskenazi, los testaferros de los Kirchner en la compra del 25% de YPF. ¿A ningún fiscal o juez se le ocurrió todavía investigar a quien pertenecen, en realidad, las acciones de las empresas Petersen?; sorprende que aún no hayan sido llamados a prestar declaración indagatoria, toda vez que fueron cómplices en el episodio de corrupción más grave de la década robada.

Como he explicado en más de una oportunidad, lo califico como lo peor que hizo el kirchnerismo porque significó la pérdida del autoabastecimiento energético y, como consecuencia, obligó a importar ingentes cantidades de gas licuado y de electricidad, drenando hasta la extinción las divisas del Banco Central y generando la inflación desatada que llevó al 30% de la población, a caer en la miseria.

Para agravar el caso, en estos momentos se está decidiendo en las cortes norteamericanas la jurisdicción que corresponde al juicio iniciado por el fondo buitre Bulford, que teóricamente compró a esos bandidos el derecho a reclamar a la Argentina una indemnización por una suma que llegará, con las costas, a los US$ 5.000 millones.  Por eso llama tanto la atención el silencio judicial que rodea a los Eskenazi cuando, a esta altura, ya deberían estar dando cuenta de las tropelías cometidas y haberse iniciado el camino para recuperar los bienes mal habidos.

En otro orden de cosas, aplaudo la decisión del Gobierno de impulsar la inmediata expulsión de los extranjeros condenados por la comisión de delitos menores; era hora de que la Argentina dejara de ser el país más idiota de la región y que ese tipo de delincuentes nos costara más dinero aún mientras estuvieran alojados en nuestras repletas cárceles. Pero es sólo un primer paso en la dirección correcta.

Es necesario aplicar, como lo hacen todos nuestros vecinos, las reglas de la reciprocidad, tanto en materia de salud cuanto de educación públicas. Debemos entender, de una vez por todas, que somos un país pobre, aunque tengamos infinidad de recursos naturales, y que no podemos continuar dilapidando el dinero de nuestros impuestos -los más altos- en afrontar los costos de brindar gratuitamente esos servicios esenciales a los inmigrantes y meros transeúntes que carecen de ellos en sus países de origen. No pretendo negarlos, pero reclamo que sean éstos quienes paguen, a través de sus embajadas, las facturas correspondientes.

Además, también exijo que se refuerce seriamente la seguridad de nuestras fronteras que, por su enorme extensión, están llenas de poros por donde penetran el terrorismo, el narcotráfico y el contrabando. Resulta suicida haber trasladado, desde ellas, al 70% de los efectivos de la Gendarmería y de la Prefectura Naval a los conurbanos de Buenos Aires, de Rosario, de Córdoba y de otras grandes ciudades. Ese personal está educado y entrenado para controlar los confines terrestres y marítimos de nuestro territorio y no para desempeñar el rol de policías urbanos que la explosión del delito les atribuye.

Y eso nos lleva, una vez más, al modo en nuestro país, de la mano de quienes siguen las recomendaciones gramscianas, ha decidido abdicar de la defensa nacional; Argentina, al revés de todos sus vecinos, está absolutamente desarmada y carece de la capacidad necesaria para defender su integridad territorial y los ingentes recursos naturales que posee en tierra y en el mar. Desde 1983 a la fecha, todos los gobiernos (fueran radicales, peronistas o cambiantes), ha degradado a las fuerzas armadas y las ha privado de todos los medios indispensables para cumplir la misión que la Constitución Nacional y el mínimo sentido común les impone.

Utilizando el falso argumento de los derechos humanos, se las ha desposeído completamente de aviones, de buques, de blindados, de misiles, etc., mientras nuestros vecinos Chile y Brasil disponen de una enorme capacidad defensiva y ofensiva. Y el hecho de contemplar diariamente la inicua persecución a los 2000 ancianos que se pudren en las cárceles de todo el país privados de todo derecho -ya han muerto 463 (122 desde la asunción de Mauricio Macri)- por el delito de haber defendido a la Patria contra el terrorismo marxista, no contribuye precisamente a levantar la moral de los uniformados.

A fin de este mismo mes, Buenos Aires será sede de la reunión del G-20, y en ella estarán presentes los más importantes mandatarios del mundo. Que nuestro país no pueda garantizar su seguridad, y la natural preocupación que ello implica para las otras naciones, confirmada por la presencia de tropas extranjeras para asumirla, empaña todavía más la imagen que la Argentina exhibe en el exterior.

Sigo empeñado en constituir el Partido de la Austeridad y la Decencia, y espero poder concretar su reunión fundacional en el curso de esta noviembre. Pido disculpas por la demora a los muchos que me han expresado su adhesión y han mejorado con sus esenciales aportes la plataforma tentativa (https://tinyurl.com/y8cyxhto) que elaboré originalmente.

Bs.As., 3 Nov 18

Enrique Guillermo Avogadro
Abogado

UNA DEUDA PENDIENTE CON LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO



Una deuda pendiente con las víctimas del terrorismo "Victoria del Ejército Montonero", titulaba la tapa del N° 8 de la revista Evita Montonera, para informar que el 5 de octubre de 1975 había atacado al Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa (RI Mte 29) del Ejército Argentino. Ya se cumplieron 43 años de una de las acciones terroristas de mayor magnitud ocurridas en nuestro país en la década del 70, en este caso durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, viuda del general Juan Domingo Perón, quien presidía un gobierno democrático elegido con el 62% de los votos.


Afirmaban los montoneros, en 1975: "La lucha es político-militar y nuestra estrategia de liberación es la guerra integral contra el imperialismo y sus aliados", y por ello, "la organización Montoneros resolvía: [...] Reasumir las formas armadas de lucha, la que junto con todas las otras formas (actos, movilizaciones, huelgas, caños, etcétera) constituyen la guerra popular integral [...]" Así formalizaban la guerra al gobierno constitucional, buscando reemplazarlo por las armas, por lo que fue declarada como una organización ilegal y sediciosa, por el propio gobierno peronista.

La revista describe los hechos de esta manera: "Para la operación en Formosa, planificamos y preparamos una larga aproximación y retirada de una fuerza muy grande de combate, tanto en hombres como equipo [...] que incluía el copamiento de un avión en Aeroparque y del aeropuerto de Formosa [...] Su armamento era: 11 fusiles FAL, 18 pistolas ametralladoras Halcón, 5 fusiles FN, 1 fusil ametralladora Madsen, 2 escopetas, 5 minas y 51 granadas; además, armas cortas para todos, y contábamos con 19 vehículos. [...] El total de compañeros que participan de la operación, al que debe agregarse un pelotón de apoyo en Capital Federal, son 60. A esto deben sumarse dos móviles aéreos: el Boeing (secuestrado) y el Cessna de 4 plazas. Las bases operativas fueron Capital Federal, Rosario, Santa Fe, Resistencia y Formosa".

Evita Montonera describe el combate así: "A partir de este momento comienza una verdadera batalla; los soldados -armados o desarmados en algunos casos desobedecieron la orden de rendición, en todos lados presentaron fuerte resistencia y en algunos lugares esa resistencia fue suicida [...] Los soldados cuando podían escapaban de los lugares atacados [...] pero ninguno suelta el fusil y una vez a distancia buscaban parapetarse para iniciar el fuego".

La publicación oficial de Montoneros pinta la soberbia armada de esta "vanguardia iluminada": "Aventuramos la hipótesis de que esta resistencia suicida de los soldados tiene que ver, en parte, con el bajísimo nivel de conciencia de la población de la zona [...]". Vale decir que los conscriptos no entendieron que los guerrilleros eran sus liberadores y defendieron su regimiento.


Uno de esos soldados era Hermindo Luna, quien desafió la orden de rendición de los terroristas que atacaban su cuartel. Su grito de "¡Acá no se rinde nadie, mierda!", mientras caía partido en dos por una ráfaga, inscribió su nombre entre los héroes de la defensa del RI Mte 29. Fieles a su juramento a la bandera, también cayeron otros nueve conscriptos: Antonio Arrieta, Heriberto Ávalos, José Coronel, Dante Salvatierra, Ismael Sánchez, Tomás Sánchez, Edmundo Sosa, Marcelino Torales y Alberto Villalba; el sargento Mario Sanabria, el subteniente Ricardo Massaferro y el agente de la policía formoseña Argentino Alegre.


Los terroristas, en la misma revista, informan acerca de sus muertos: "De la Guardia escapa la mayoría de los soldados [...] allí había 33 soldados que se parapetan y hacen fuego contra nuestros compañeros provocándonos el mayor número de las bajas sufridas. [...] Del Pelotón 3 y 4, ocho compañeros debían correr 40 metros sin protección física. Solo dos compañeros llegan, los otros seis caen en el camino. [...] Los tres compañeros del pelotón 2 [...] no volvieron. [...] Estos son los once compañeros que caen en la operación".

Los atacantes al cuartel abatidos en combate fueron en realidad doce: el soldado entregador, Luis Roberto Mayol; Oscar Ramón Boero, Reinaldo Ramón Briggiler, José Daniel Graziano, Juan Sebastián Hernández, Víctor Hugo Iribarren, Raimundo Kobalc, Saúl Mario Kobrinsky, Jorge Alberto Livieres, Arturo Inocencio Mariani, Luis Carlos Morero y Alfredo Rubén Velázquez.

El Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (Ruvte) de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación afirma que los atacantes al RI Mte 29 fueron víctimas de la represión ilegal del Estado, calificando cada caso como "asesinato", lo que habilitó a sus herederos al cobro de indemnizaciones, como beneficiarios de la "ley reparatoria" N° 24.411. La suma promedio, actualizada a octubre de 2018, de cada una de las nueve indemnizaciones pagadas hasta ahora, asciende a más de 5.500.000 pesos. Como contrapartida, los padres que sobreviven a aquellos hijos que murieron defendiendo el cuartel cobran una pensión mensual de unos 5000 pesos promedio.

Más de 20.000 placas vacías... son mentira!

En la CABA, el Parque de la Memoria - Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, "homenajea y recuerda" a los guerrilleros abatidos en el ataque y proclama que "murieron combatiendo por ideales de justicia y equidad". Para decirlo claramente: el Estado argentino y el gobierno de la ciudad de Buenos Aires llevan muchos años haciendo apología del terrorismo, y lo mismo sucede en otras provincias y ciudades de todo el país. Este despropósito debe cesar inmediatamente y la Justicia establecer si constituye delito y castigar a quienes eventualmente lo cometieron.

Adicionalmente, el gobierno nacional continúa faltando a su obligación de recordar y honrar a quienes fueron víctimas del terrorismo, y dar consuelo y resarcimiento a sus familiares. Tampoco admite ya más demora que el Estado dé cuenta acabada y precisa de los más de casi 76.000.000.000 de pesos, calculados a moneda de octubre de 2018, pagados sin control en decenas de miles de indemnizaciones, y también acerca de las pensiones graciables, otorgadas de manera igualmente opaca, en el marco de las llamadas "leyes reparatorias" vigentes, ninguna de ellas prevista para los héroes ni familiares de quienes entregaron sus vidas o sufrieron daños de todo tipo en la defensa de la Argentina durante la guerra revolucionaria de los 70.

Por: Pedro José Güiraldes


NOTA: Las imágenes, referencias y destacados no corresponden a la nota original.

viernes, 2 de noviembre de 2018

MARÍA EUGENIA VIDAL... TELÉFONOOOOO!!!


BOLSONARO ELECTO PRESIDENTE DE BRASIL


Por Ricardo Angoso

La reciente victoria del candidato anti sistema y de ideología derechista Jair Bolsonaro en las recientes elecciones presidenciales brasileñas vuelve a poner sobre la mesa y en el foco la grave crisis que aqueja a la democracia tradicional en el continente. Y la agonía de un sistema político que es incapaz de atender a las demandas de unas sociedades en profunda recesión social y económica. Pero el asunto también está claramente ligado a la corrupción, quizá el principal problema de las jóvenes democracias latinoamericanas, cada día más desacreditadas por el pésimo manejo de los recursos por parte de sus gobernantes. Por no hablar del descarado latrocinio que ejercen algunos de sus mandatarios, como pasa en casi todos los países de América Latina.


Bolsonaro ha sido elegido no por méritos propios, como quizá piensen algunos, sino por los deméritos de otros y por el hastío de una sociedad cansada de presenciar escándalo tras escándalo sin que nadie ponga coto a tanto despropósito. La clase política tradicional de Brasil está totalmente desacreditada. Dilma Rousseff, la última presidenta elegida democráticamente, fue destituida por el legislativo por asuntos de turbio y oscuro recuerdo, pero sobre todo por su implicación en sonados escándalos de corrupción relacionados con la empresa petrolera brasileña Petrobras. Pero su antecesor, el mítico Lula, también se vio implicado en el mismo escándalo y otros casos, lo que le llevaron a su detención en el año  2016, situación que todavía persiste y que le ha impedido ser el candidato presidencial en estas elecciones, habiendo cedido a Fernando Haddad el testigo para ser el candidato del Partido de los Trabajadores brasileño. Haddad pagó duramente el descrédito que heredaba su formación y fue  derrotado contundentemente por Bolsonaro, que obtuvo más del 55% de los votos frente al 44% obtenido por el izquierdista.

De la misma forma, el  presidente saliente, el controvertido político Michel Temer, está siendo investigado desde hace dos años por estar implicado en varias tramas de corrupción nunca aclaradas. Su popularidad está por los suelos y los brasileños recelan abiertamente de su capacidad para estar al frente de la máxima magistratura del país. Así fue posible que la gente se decantara por el cambio y quiera pasar página de una de las épocas más aciagas de la historia de Brasil.

VOTO URBANO POR BOLSONARO, MIENTRAS LA IZQUIERDA RETROCEDE EN LAS GRANDES CIUDADES


Resulta realmente significativo que el voto joven, más formado, urbano y con estudios se decantó claramente por Bolsonaro, en claro detrimento del candidato izquierdista; en ciudades como Río de Janeiro y Sao Paulo, por ejemplo, el voto en favor de Bolsonaro superó a la media nacional e incluso llegó, en algunos distritos, a superar más del 65% en favor del candidato ultra. En el otro extremo, el candidato izquierdista ganó en las zonas rurales y en las áreas más atrasadas y menos formadas del país, como si se pudiera sostener que a mayor información menor caudal de votos para la izquierda. O la izquierda liderada por el Partido de los Trabajadores se refunda e inicia un profundo proceso de renovación o acabará agonizando irreversiblemente en una sociedad que da muestras de agotamiento ante una clase política absolutamente corrompida.

“Lo cierto es que la imagen de ‘hombre fuerte’ que promete ‘ley y orden’ en el atribulado país parece haber convencido por lo menos a la mitad de un electorado polarizado políticamente, enfrascado en una guerra cultural contra la igualdad de género y sexual, que detesta a los partidos políticos tradicionales y se siente inseguro en una sociedad violenta. Son, en su mayoría, hombres de raza blanca, mayoritariamente evangélicos y con educación universitaria que se unieron en su rechazo a Luiz Ignácio Lula da Silva y su Partido de los Trabajadores”, señalaba el analista Sergio Muñoz.


La pregunta es qué ocurrirá a partir de ahora en Brasil. Si bien las causas del éxito político están claras, tras haber vivido unos años de infarto en que los mitos acababan en la cárcel a tenor de sus malos manejos, como fue el caso de Lula, tampoco está claro que el nuevo presidente vaya a tenor éxito en el corto plazo, sobre todo debido a la complejidad de la crisis brasileña. La economía muestra signos de estar saliendo de la recesión, pero con un tímido crecimiento tras años de datos negativos, y la seguridad está batiendo todos los récords, sobre todo en lo relativo al número de homicidios al año. En el 2017, según datos del Foro Brasileño de Seguridad Pública, hubo 63.000 homicidios en el país, una cifra superior -29 homicidios por cada 100.000 habitantes- a la tasa de Colombia (25) aunque por debajo de la del enfermo crónico del continente, Venezuela (casi 60).


La inseguridad, que es percibida por muchos brasileños como el primer problema del país, también ha influido mucho en favor de Bolsonaro, ya que el ahora presidente centró una buena parte de su campaña en atajar este asunto al coste que sea, mientras el candidato izquierdista no supo atender esta sensibilidad y construyó un discurso retórico que no conectó con las preocupaciones del electorado brasileño.

Pero hay más problemas.  “Del desolador panorama de problemas que enfrenta este país destaco dos íntimamente relacionados. En lo económico, el sistema de pensiones es un desastre porque es excesivamente generoso y carece de los fondos necesarios para sostenerlo. No hay límite de edad para el retiro y sus beneficios son incomparablemente más generosos que en el resto de los países del área, aunque el sistema beneficia más a los ricos que a los pobres y la demografía está en su contra. La población mayor de 65 años se triplicará para el 2050”, señala el columnista ya citado Sergio Muñoz.


El problema político radicaría en que no cuenta con la suficiente mayoría en el legislativo para llevar adelante su programa y tendría que lidiar con una mayoría claramente adversa, situada a la izquierda, que seguramente no le apoyaría. Por ahora, el Partido de los Trabajadores, que más le valdría dedicarse a un serio cuestionamiento interno e iniciar su modernización política, ha sacado el hacha de guerra y ha anunciado que comenzará su andadura en la oposición con una dura contestación social y callejera al nuevo gobernante. La marginalización de la izquierda y su tendencia al autismo con respecto a la sociedad brasileña anuncian una larga travesía del desierto para las fuerzas progresistas brasileñas. ¿Será así?

EL EX JUEZ RODOLFO BARRA SE ACUERDA DE LOS PRESOS POLÍTICOS



El ex juez de la Corte Suprema de Justicia Rodolfo Barra reflexiona en un artículo publicado el jueves en Infobae sobre la figura de la prisión preventiva, que fue pensada con un carácter excepcional y restrictivo pero cuya prolongación sin límite se ha vuelto común en nuestro país, como denuncia nuestro documental “Será Venganza!!”. Barra recuerda la presunción de inocencia que cabe a todo imputado que no tenga todavía sentencia firme, y dice que los militares, empresarios y ex funcionarios públicos que soportan aquí reclusiones eternas, si no son “presos políticos”, se le parecen. Pero además trae a la memoria una advertencia que figura en el artículo 18 de la Constitución Nacional para los jueces que usen este instrumento legal como pretexto para mortificar a los imputados.
A continuación, el artículo completo:

Iguales ante la ley (pero no todos)

Por Rodolfo Barra[1]
Infobae - Opinión
1 de noviembre de 2018

La lectura de un muy buen artículo de John Carlin titulado "Un clásico de la injusticia" (Clarín, 28/10/18), me ha generado estas reflexiones que quiero compartir con los amables lectores.

John Carlin

El autor se refiere al que considera un caso paradigmático de injusticia: el de Sandro Rosell y Joan Besolí, dirigentes del FC Barcelona, "encausados" en España bajo la acusación de fraude y lavado de dinero. Ambos se encuentran, desde hace ya más de 500 días, bajo prisión preventiva, en una causa que, según Carlin, aún no ha pasado a juicio.

Aclaremos, muy simplificadamente, para quienes no están familiarizados: el proceso penal (son en esto similares el nuestro y el español) transcurre en una primera etapa ante un juez que toma una inicial decisión sobre la probabilidad de la existencia de un delito y que este sea, según razonable sospecha, imputable a una determinada persona (procesamiento) que pasa así a tener la calidad de "procesado".


En función de ello, el juez recolecta la prueba esencial y/o no reproducible en la etapa posterior (juicio) y si, hecha esta actividad, continúa el estado de sospecha, eleva la causa a juicio (oral y público) en el sentido propio de la expresión, el que se celebrará ante otro Tribunal, esta vez colegiado.

Aquí, el ahora acusado tendrá la oportunidad de la plena defensa con inmediación y control de la prueba. Finalmente, este Tribunal colegiado dictará la sentencia, condenatoria o absolutoria, la que podrá ser recurrida a un Tribual Superior, tanto por el condenado como por el fiscal o los querellantes privados, si los hubiera.


El punto es que, hasta tanto no haya sentencia de condena firme (es decir, ya inapelable) el procesado goza de la presunción constitucional de inocencia. Se encuentra sometido al proceso penal (lo que es de por sí una situación especialmente gravosa y estresante) pero, ante la ley y ante el mundo (ante Dios y su conciencia no lo podemos ni debemos saber) es inocente (art. 18, Constitución; art. 11, Declaración Universal de Derechos Humanos, ONU; art. 8, Convención Americana sobre Derechos Humanos, OEA, las dos últimas con jerarquía constitucional en nuestro país).

Claro que, durante todo el proceso, incluso durante la primera etapa, el juez o tribunal pueden tener una razonable y fundada sospecha sobre la posibilidad de fuga, obstrucción del proceso o manipulación de la prueba, por parte del procesado, sin perjuicio de su peligrosidad social. En esos casos el juez puede declarar la prisión preventiva (a título de garantía) y provisional (por el tiempo estrictamente necesario) del procesado, sin perjuicio de su calidad legal de inocente.

La prisión preventiva es una medida gravísima porque priva de la libertad a un inocente no sólo por la presunción legal, sino porque la sospecha inicial puede ser absuelta en la sentencia final (esto ocurrió, por ejemplo, con el caso Carrascosa). Por ser tan grave, la prisión preventiva es excepcional, de aplicación restrictiva, y por el menor tiempo posible. Además, debe ser útil, en el sentido de que durante su duración el juez haga diligentemente lo que debe hacer para pasar cuanto antes el caso a juicio; de lo contrario sería inútil y manifiestamente abusiva.

El "clásico de la injusticia" no es sólo un hecho español. En nuestras orillas se ha convertido en una situación común. La prisión preventiva, que en ocasiones no se aplica a delincuentes con alto grado de reincidencia y peligrosidad social, parece un instrumento de uso habitual en delitos económicos que, si bien son gravísimos, no importan tal peligrosidad social.

No hay razón para pensar que el funcionario o empresario supuestamente "coimeros", de encontrarse en libertad, van a estar violando muchachas, "pungueando" en el colectivo, atracando casas, organizando salideras bancarias o traficando alcaloides.

La cuestión se agrava por la duración habitual de la prisión preventiva. Carlín habla de 500 días, aquí hay casos aún más graves, sin perjuicio de que un solo día privado de la libertad en una cárcel común es moralmente desquiciante. Todavía no hemos logrado cumplir del todo con el mandato constitucional: "Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas" (art. 18).

Hablando del art. 18 de la Constitución, las doctrinas permisivas de la prisión preventiva se olvidan del cierre que nuestro constituyente de 1853 dio a tal artículo (en un texto que no estaba en el modelo constitucional norteamericano): "…toda medida que a pretexto de precaución (como la prisión preventiva) conduzca a mortificarlos (a los imputados) más allá de lo que aquella exija, hará responsable al juez que la autorice" (paréntesis agregados).


Hoy están con prisión preventiva ex militares ya ancianos, empresarios no "arrepentidos", ex funcionarios alejados desde hace años del cargo desempeñado durante un gobierno también terminado. También están presos preventivamente personas electas por el pueblo para ser sus representantes en el Congreso. ¿Por cuánto tiempo se les impedirá ejercer su representación democrática, garantizada por la Constitución? ¿Hasta que se consuma todo el período para el que fueron elegidos? ¿Es así nuestro sistema? Obviamente no lo es el escrito en nuestra Constitución y en las leyes, aunque sí lo es en la práctica. Padecemos de anomia crónica.

No creo que la culpa la tengan los jueces. Si otorgasen la excarcelación, la "fiscal de la República" les pediría el juicio político, con el aplauso de ciertos medios. Tenemos el lamentable récord de haber expulsado por juicio político a dos integraciones casi completas de la Corte Suprema por no gustar sus sentencias al poder de turno: ¿qué garantía podrán invocar los jueces de instancias inferiores, que protección podrán tener frente a los "tribunos" aficionados, a los "fiscales" sin título ni responsabilidad? Así no habrá nunca independencia del Poder Judicial.

Para Carlin, los detenidos en virtud de eternas prisiones "preventivas" son "presos políticos". Si no lo son, se les parecen.


NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.


[1] Rodolfo Barra es ex miembro de la Corte Suprema de Justicia, ex Ministro de Justicia y Convencional Constituyente nacional 1994.

MURIÓ OTRO PRESO POLÍTICO... ¿HASTA CUÁNDO O CUÁNTOS?



Estimados Amigos:

A través de la Unión de Promociones hemos tomado conocimiento que el jueves 01 de noviembre de 2018 falleció el señor Capitán de Navío de I.M. (RE) Mario José Osvaldo Forbice (Armada Argentina), Preso Político en cautiverio de 89 años de edad.

Consecuentemente, ya son 463 (cuatrocientos sesenta y tres) los fallecidos, pertenecientes a todas las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad, Fuerzas Policiales, Fuerzas Penitenciarias y Civiles; en el marco de este proceso de persecución, venganza y exterminio, donde SE CONTINÚAN REPITIENDO en forma sistemática infinidad de irregularidades jurídicas, instrumentadas en el ámbito de una justicia prevaricadora.

Debe destacarse que del total de Presos Políticos que han fallecido, 122 (ciento veintidos) decesos se han producido desde el día 10 de Diciembre de 2015.

Dadas las avanzadas edades y estados de salud de los Presos Políticos en la Argentina, estas lamentables noticias son cada vez más seguidas. Una vez más levantamos nuestra voz hacia el poder de turno, no pueden continuar con esta matanza selectiva… es su obligación como presidente de todos los argentinos garantizar el debido proceso, la igualdad ante la ley, brindar asistencia sanitaria adecuada y por sobre todo lograr la unión de la sociedad para superar las antinomias que después de casi 208 años aún nos mantienen divididos. Es hora de sin odios, ni venganzas, es hora de una mirada superadora. ¡BASTA!

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
Por una Nueva Década en Paz y para Siempre

jueves, 1 de noviembre de 2018

CARTA AL MINISTRO DE JUSTICIA POR CONCURSO PARA CUBRIR UN CARGO DE JUEZ VACANTE EN TUCUMÁN



Ministro Garavano, cómo le va. Soy Luz García Hamilton y le escribo desde Tucumán por un tema que nos preocupa muchísimo.

El Gobierno Nacional aceptó la renuncia de cuatro jueces, incluida Alicia Noli.

La Jueza en lo Penal Federal de Tucumán, Alicia Noli, se jubila a partir de mañana, dejando su cargo vacante.

El doctor Miguel Piedecasas, representante de los abogados del interior, fue electo presidente del Consejo Nacional de la Magistratura para 2018. Foto: Maxi Failla

Cómo usted sabrá ella fue separada de los juicios de lesa humanidad. La Gaceta de hoy confirma una información que ya veníamos manejando, sobre que el Juez Federal santiagueño, que integra el TOF en Salta y subroga en Jujuy, Federico Díaz, ha pedido traslado a nuestra provincia, lo que de ser aceptado por el CM dejaría sin efecto el concurso para ocupar ese cargo.

Ministro Garavano, yo no tengo familiares presos ni en las FFAA pero sigo como periodista con muchísima atención esta causa. Ud. ha de saber que Díaz está casado con una señora de apellido Cantos, hermana de un desaparecido. Sin objetar la labor de Díaz, quiero decirle que está situación particular, puede influenciar en su objetividad o generar problemas y susceptibilidades.

Cómo tucumana, y acompañada por más de 200 firmas, le pedimos por favor, le rogamos señor Ministro, se realice un concurso de antecedentes y oposición para cubrir tan relevante cargo. NO ANULEN el concurso, en todo caso que Díaz concurso también y que llegue el mejor.


Confiamos en usted Señor Ministro, sea por favor, artífice de la Justicia, la concordia y la paz. Y garantice transparencia en la selección de Jueces. Saludos!

Luz García Hamilton y casi 300 firmas más

NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.

MURIÓ OTRO PRESO POLÍTICO... ¿HASTA CUÁNDO O CUÁNTOS?



Estimados Amigos:

A través de la Unión de Promociones hemos tomado conocimiento que el jueves 01 de noviembre de 2018 falleció el señor Prefecto (R) Mario Daniel Arru (Prefectura Naval Argentina), Preso Político en cautiverio.
Consecuentemente, ya son 462 (cuatrocientos sesenta y dos) los fallecidos, pertenecientes a todas las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad, Fuerzas Policiales, Fuerzas Penitenciarias y Civiles; en el marco de este proceso de persecución, venganza y exterminio, donde SE CONTINÚAN REPITIENDO en forma sistemática infinidad de irregularidades jurídicas, instrumentadas en el ámbito de una justicia prevaricadora.

Debe destacarse que del total de Presos Políticos que han fallecido, 121 (ciento veintiún) decesos se han producido desde el día 10 de Diciembre de 2015.

Dadas las avanzadas edades y estados de salud de los Presos Políticos en la Argentina, estas lamentables noticias son cada vez más seguidas. Una vez más levantamos nuestra voz hacia el poder de turno, no pueden continuar con esta matanza selectiva… es su obligación como presidente de todos los argentinos garantizar el debido proceso, la igualdad ante la ley, brindar asistencia sanitaria adecuada y por sobre todo lograr la unión de la sociedad para superar las antinomias que después de casi 208 años aún nos mantienen divididos. Es hora de sin odios, ni venganzas, es hora de una mirada superadora. ¡BASTA!

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
Por una Nueva Década en Paz y para Siempre

martes, 30 de octubre de 2018

ESTE ES EL ÚNICO PAÍS EN EL QUE UN GENERAL GANA MENOS QUE UN COMISARIO


El General de División (R). Julio Hang, actual Director del Instituto de Seguridad Internacional y Asuntos Estratégicos del CARI[1], en una exposición efectuada hace muy pocos día en el Rotary Club Internacional analizó los aspectos políticos y económicos de la cuestión militar y agregó que “35 años es demasiado tiempo para la decadencia de la defensa nacional, es muy difícil recuperar ese tiempo, es una tendencia casi irreversible”. En su extensa exposición mencionó un tema puntual sobre la remuneración del personal militar de la república, reconocida cómo una de las más atrasadas y castigadas por todos los gobiernos… durante los cuales se les llegó a abonar en negro una parte de ella. El general Hang, que además advirtió que en sus estudios encontró que “nuestro país es el único donde un general gana menos que un comisario y no quiero decir que está mal lo que gana un comisario pero sirve para ver la consideración que se les tiene”.


Los medios lo único que rescataron de su exposición fue esa única expresión y fuera de contexto la utilizaron para titular la noticia: “Este es el único país en el que un general gana menos que un comisario”. Especialmente el conocido periodista, locutor y conductor Óscar Mario González Oro, más conocido por su apodo: el negro Oro, quién en su programa de radio 10 dijo lo siguiente:


Llama la atención que este conocido comunicador social confiese su ignorancia sobre la importancia institucional, que todo estado organizado asigna a su política de defensa, y más en estos tiempos de incertidumbre sobre el correcto y eficaz empleo de las FF.AA. de la Nación para enfrentar adecuadamente lo que se ha dado en llamar las “nueva amenazas globales” y sus impactos en la seguridad interna y defensa nacional. ¿Será por su frustrado paso por el Colegio Militar de la Nación, como ex integrante de la promoción 105? Allí no pudo terminar su carrera elegida… fue dado de baja por falta de aptitud militar[2].





[1] Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales.

[2] Las características que se evalúan dentro del concepto de aptitud militar son la habilidad o postura que posee una persona para el desarrollo y buen desempeño al efectuar tareas propias de la milicia o de la guerra, por medio del uso de la fuerza y las armas en caso de ser necesario. El concepto de militar, por lo tanto, se utiliza por contraposición a civil.

domingo, 28 de octubre de 2018

MISA E INTIFADA, DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA



Atención con los matices religiosos: Dios es argentino, pero Jesús era peronista. En medio de su incendiaria disputa con la Iglesia, Perón habló sobre las bases de su propia doctrina: “Hace dos mil años que la habían anunciado. Hace dos mil años el justicialismo ya era justicialismo. Lo que pasa es que nadie le llevó el apunte y nadie le hizo caso”. En La razón de mi vida, que formó como lectura obligatoria a toda una generación de argentinos, Eva también insuflaba misticismo al proyecto e incluso lo proponía a escala universal: “El cristianismo será verdad cuando reine el amor entre los hombres y los pueblos. Pero el amor llegará solamente cuando los hombres y los pueblos sean justicialistas”. Las desavenencias entre el régimen y la curia, como se sabe, fueron breves e intensas, y se debieron únicamente a la osadía oficial de convertir su programa partidario en catecismo, y a su líder en deidad. Un asunto de competencias de mercado que también había aquejado a Mussolini, hasta que este pacto social y económicamente con el Vaticano, y convenció a todos de que su fuerza encarnaba el catolicismo, y lo defendía de la abominación liberal y marxista. Bergoglio y sus muchachos están convencidos de que el partido de Perón presta similar servicio a su patria.

Pío XII y Benito Mussolini

Todas estas danzas y contradanzas pueden leerse en el flamante ensayo El fascismo argentino”, donde Ignacio Montes de Oca repasa nuestras desventuras y exhibe la arrolladora influencia que aquella cosmovisión romana, traducida convenientemente a nuestra idiosincrasia y sensibilidad, tuvo en el resto del siglo XX. Dos tardías reflexiones del General, cuando disfrutaba de su exilio franquista, abonan esta tesis. La primera discurre durante una conversación de 1968 con Félix Luna, cuando Perón se refiere a su instructiva y prehistórica estadía en Italia, allá por 1939, y a su fascinación por el fascismo; también puede leerse en la autobiografía que le dictó a Pavón Pereyra y que acaba de reeditarse en nuestro país. A Falucho le dijo textualmente que el Duce estaba realizando un experimento: “Era el primer socialismo nacional que aparecía en el mundo”. Y en La hora de los pueblos vuelve a elogiar esa ocurrencia: “Tanto los comunistas como los nacionalsocialistas realizaban su revolución más o menos violenta, y la primera medida era la supresión de los partidos políticos que, en realidad, constituyen el andamiaje demoliberal. El fascismo va más allá, restituye el poder a las corporaciones y marcha hacia el Estado sindicalista”. He aquí el núcleo de su ideario íntimo: el peronismo como representación del socialismo nacional y vindicador cabal del nacionalismo católico, y también como el cristalizador de un sistema de corporaciones que gobiernen contra los partidos políticos, principalmente a través de un gremialismo hecho a imagen y semejanza de la Carta del Lavoro[1]. El peronismo fue adoptando luego distintos discursos y ropajes, pero no modificó esta concepción troncal. Que fue respetada y en algunos casos hasta reivindicada por el partido militar, y que con el tiempo colonizó fuerzas no peronistas, permeó la clase media y se transformó en un sentido común argentino. Juan José Sebreli, que recibió esta semana en el Congreso de la Nación el Premio Alberdi por su deslumbrante trayectoria, sostiene que esta es precisamente la gran ideología silenciosa y transversal que dominó la política a lo largo de los últimos setenta años y, en consecuencia, la principal culpable de nuestra impotencia y nuestro asombroso retroceso. Esa ideología precede a Perón, puesto que ya estaba en Uriburu y en Lugones, pero se instala definitivamente en el disco rígido de la sociedad a partir de 1945, llega hasta Montoneros (ese fascismo de izquierda surgido del nacionalismo clerical) y adopta más tarde las maneras del neopopulismo, que según el politólogo Federico Finchelstein no es más que el formato sin sangre, civilizado y moderno de las viejas ideas del Duce: nacionalismo anticapitalista, caudillismo, abominación de la “partidocracia”, y en épocas más recientes, la búsqueda de unanimidad y de mayorías absolutas que fuercen los límites democráticos y anulen el sentido republicano. Esta batalla contra lo “demoliberal” formó cultura, creó supersticiones y automatismos, consolidó prejuicios y fabricó atraso incesante.


Montes de Oca encuentra, aunque sin violencias comparables, el modelo fascista en ciertos feudalismos de provincia, donde “el hombre fuerte” es amo y señor, gobierna para el “pueblo” y para la eternidad, y tiene en un puño a legisladores, jueces y matones. Esas rémoras tan vigentes reconocen un pionero en el gobernador bonaerense Manuel Fresco, que en 1936 realizaba aquellas mismas prácticas desde su despacho en La Plata, donde tenía un retrato autografiado por Hitler. Del feudalismo más rancio y autocrático surgen precisamente los Kirchner, que sin haber leído a Ernesto Laclau -producto del nacionalismo popular- intentaron extender a la Argentina lo que habían probado en el modesto laboratorio de Santa Cruz. Visto en perspectiva, y reconocido por algunos de los protagonistas, las ruidosas diferencias entre Néstor y el Padre Jorge fueron más una competencia de liderazgos que un enfrentamiento ideológico. Esas discrepancias tácticas y circunstanciales parecen ya saldadas, puesto que ambas partes reconocen hoy un enemigo común que los cohesiona: el terrible liberalismo político. Y es por eso que bajo todas estas consideraciones históricas y doctrinarias deberíamos leer los dos acontecimientos más impactantes de estos últimos días: la misa ofrecida en Luján para salvar el alma en peligro del clan Moyano (Dios llega en auxilio de Hoffa), y el intento de golpe institucional a piedrazos y prepeadas que sufrió el Parlamento. Refieren los cronistas de la primera ceremonia que el obispo Radrizzani coreaba al aire libre y con entusiasmo: “Patria sí, colonia no”. Afecto a los anacronismos, ese sector eclesiástico (afortunadamente la Iglesia es más amplia, no se reduce a esa única visión y está abochornada) tolera a los patoteros, a los corruptos y a los mafiosos con tal de que no sean liberales de izquierda ni de derecha. ¿Será por eso que no han aplaudido públicamente las investigaciones de los cuadernos y que incluso han sugerido una persecución política comandada desde el Poder Ejecutivo y los tribunales contra los abnegados peronistas? Idéntico desprecio por la democracia representativa y los partidos demostró el kirchnerismo, que trató de llevarse por delante una sesión organizando una lluvia de cascotes en la calle y un conato en el recinto; los violentos estaban afuera, y sus jefes adentro. A esta maniobra combinada y peligrosa, Pichetto no dudó en caracterizarla como de “preinsurreccional”. Los kirchneristas jamás creyeron en el parlamentarismo, esa desviación burguesa que solo se tolera en modo escribanía. Aunque esa repulsa, por cierto, no los ha inhibido de aprovechar fueros, dietas y roscas.


La misa y la intifada son anverso y reverso de una misma moneda, y su explicación más profunda se inscribe, como se ve, en una larga tradición y puede encontrarse en una amplia bibliografía. Se trata, como afirma Sebreli, de una ideología supuestamente sensible, pero en el fondo reaccionaria y hegemónica, y con un resultado paradójico; con ella llegamos a un nacionalismo sin nación, a un patrioterismo sin patria, a un capitalismo sin capital, a un progresismo sin progreso, a un populismo sin pueblo y a un justicialismo sin justicia.



NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.




[1] La Carta de Trabajo (Carta del Lavoro en lengua italiana) fue una carta otorgada por Mussolini en el 1927 cuyo objetivo principal la modernización de la economía italiana, solucionando los problemas sociales y las relaciones entre clases con criterios corporativistas. La Carta fue promulgada por el Gran Consejo Fascista y se publicó en
el periódico Il Lavoro d'Italia el 23 de abril de 1927. Su redacción recayó principalmente en Giuseppe Bottai, Secretario de Estado de Empresas.
La Carta declara que la empresa privada es la institución económica más eficaz, ayudando así a Mussolini para confirmar el apoyo de los ricos industriales que fueron los primeros partidarios del fascismo. Insistió en el hecho de que la intervención del Estado sería legítima sólo cuando la empresa privada fuera deficiente.

Se creó un Tribunal de Trabajo para la solución de cualquier controversia o conflicto dentro de las empresas (artículo 5). Este objetivo fue más concretado en 1934 la ley sobre las empresas de 1934. Los trabajadores no tenían la posibilidad de elegir a sus representantes, que eran nombrados por el Estado. Junto a esos representantes de los trabajadores, designados por el estado, las empresas designaban a sus propios representantes.