El 15 de noviembre de 2017 desapareció en
el mar Argentino con 44 personas a bordo
(43 hombres y una mujer). La Armada Argentina perdió contacto con el
submarino cuando se trasladaba desde Ushuaia hacia Mar del Plata,
a la altura del golfo San Jorge, posiblemente a causa de su
hundimiento como consecuencia de una implosión. Dieciocho países colaboraron en
la operación de búsqueda y rescate (SAR), durante quince días,
sin resultados. Al año siguiente, el gobierno contrató a la empresa privada
Ocean Infinity e inició una segunda búsqueda que concluyó al hallarse la nave
el 17 de noviembre de 2018, muy cerca del punto de desaparición, a
907 metros de profundidad.
El ARA San Juan (S-42) fue un submarino tipo TR-1700
de fabricación alemana, que desde 1985 sirvió en la Armada Argentina, hasta su
hundimiento a finales de 2017. Este tipo de submarino tiene propulsión
diésel-eléctrica convencional con sistema snorkel, concebido para ataques
contra fuerzas de superficie, submarinos, tráfico mercante y operaciones de
minado.
·Están
vivos porque nacieron para cumplir su misión.
Están
muertos porque en su momento no se efectuaron las reparaciones necesarias para
poder navegar con seguridad, este desgraciado hecho fue durante la presidencia
de Cristina Elisabet viuda de Kirchner y siendo ministra de defensa la ex
guerrillera de ERP Nilda Garré, en una marco de total corrupción estatal.
Están
en el mar porque ninguno de sus tripulantes logró sobrevivir y todos ellos
quedaron en patrulla eterna del mar argentino.
En mayo de 2013, murió el general Rafael Videla, en el baño de su celda del Penal Marcos Paz...
10 de Noviembre de
2021
En mayo de 2013,
murió el general RafaelVidela, en el baño de su celda
del Penal MarcosPaz, en la Provincia de Buenos Aires,
olvidado por sus propios compañeros de armas y de todos aquellos políticos,
empresarios y civiles que lo animaron a "enderezar" el rumbo del país,
hoy en medio del desastre kirchnerista. Esas son las miserias del poder.
En Venezuela,
la muerte (¿homicidio?) del General Raúl Isaías
Baduel, en la prisión de máxima seguridad de FuerteTiuna,
presuntamente por COVID-19, es una muestra de cómo actúan las
dictaduras vestidas de civil mientras escarban la felicidad del pueblo.
Esas son las consecuencias de las malas compañías. En Colombia,
el General Jesús Armando Arias Cabrales cumple 35 años de
condena por los supuestosdesaparecidos del
Palacio de Justicia, mientras los autores del holocausto disfrutan las
prebendas del poder, y uno de ellos puntea las encuestas para la presidencia.
Así es la pérdida del rumbo moral del país neogranadino.
¿Desaparecen los ejércitos nacionales?
Además de los jefes militares, las institucionescastrenses también
están siendo asediadas y afectadas. El miércoles 3 de este mes, en Bolivia,
el presidente LuisArce, de la cuerda del neo-inca
socialista EvoMorales, ha asumido el control total de
los ascensos militares, excluyendo al Ministro de Defensa, y revocándole
atribuciones para sugerir o decretar cargos en las Fuerzas Militares, aumentado
de esta manera la injerencia política en la estructura castrense.
Dos días más tarde,
en el Perú, el presidente PedroCastillo ordenó
el ascenso a Generales de dos coroneles, hijos de un viejo amigo en su tierra
natal en Cajamarca. Al negarse el Comandante del Ejército, por
estar ya cerrada la selección, el presidente lo destituyó a él y al
Comandante de la Fuerza Aérea. Los militares retirados advirtieron en
un Comunicado, la politización del estamentomilitar y
el proceso de desestabilización que esto significa, tanto como
nombrar diez Ministros de Defensa en 100 días de gobierno.
Estos dos recientes
hechos, son resultado de la estrategia del Foro de Sao Paulo para
convertir los Ejércitos Nacionales de la región, a través de decisiones
políticas y de nuevas doctrinas ajenas a las realidades de los países, en guardiaspretorianaspolitizadas que garanticen
la perdurabilidad de las camarillas que acceden al poder, como
en LaHabana desde hace sesenta años, en Caracas desde
hace 22, y en Managua desde hace veinte. La alternancia en el
poder, característica fundamental de una democracia, por supuesto que no se
contempla en el ejercicio del totalitarismo marxista-leninista-maoísta,
del castrochavismo. Acaba de suceder en Nicaragua.
Colombia: la Doctrina Lleras
Nunca antes como en
las actuales circunstancias, adquieren relevancia las palabras del
Presidente Alberto Lleras Camargo, en el Teatro Patria, el 9
de mayo de 1958: 'Yo no quiero que las Fuerzas Armadas decidan cómo
se debe gobernar a la Nación, en vez de que lo decida el pueblo; pero no
quiero, en manera alguna, que los políticos decidan cómo se deben manejar las
Fuerzas Armadas en su función, su disciplina, en sus reglamentos, en su
personal...'. Una clara aplicación de lo que desde 1904, ArthurBentley había
descrito en su teoría de elites y grupos de presión en cualquier gobierno,
asignándole a los militares, además de su misión constitucional, un papel de
defensa de sus intereses gremiales. Esta tarea, que debería recaer sobre los
militares y policías retirados, desafortunadamente los encuentra hoy dispersos
y confusos, en medio de una lucha política vinculada al crimen
organizado transnacional.
Tras la constitución de 1991 y con el nombramiento de los ministros de
defensa civiles, la Doctrina Lleras se modificó
fortaleciendo la subordinación militar al poder civil, y demandando de políticos
y burócratas nombrados para dirigir la seguridad nacional, un mayor
conocimiento de los asuntos pertinentes. Esto, infortunadamente, no se cumple
cabalmente; la miríada de expertos académicos y teóricos sobre la seguridad
pública y la defensa nacional ha concluído en el poco promisorio
escenario colombiano y regional actuales.
Y los militares y policías retirados, los veteranos, siguen esperando la
oportunidad de aportar su invaluable experiencia.