sábado, 30 de noviembre de 2019

YERBA BUENA: HOMENAJE AL CAPITÁN VIOLA A 45 AÑOS DE SU MUERTE


ANIVERSARIO

El municipio de Ciudad Jardín recordará el próximo domingo 1 de diciembre al militar, que en 1974 fue asesinado por el ERP.

28 Nov 2019

Humberto Viola fue asesinado en 1974. Foto Infobae

El próximo domingo 1 de diciembre se cumple un nuevo aniversario de la muerte del Mayor Humberto Viola, que en 1974 fue asesinado junto a su hija María Cristina por la organización Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).

Desde la Municipalidad de Yerba Buena, junto a los Veteranos de Guerra de Malvinas de la ciudad, invitaron al homenaje que realizarán a 45 años del asesinato del militar y que se llevará a cabo en el cementerio municipal, ubicado en calle Marcial Imbaud al 4.100.

Además, adhieren al acto Fundación Unidos por Ellos, Academia General Belgrano, Unión de promociones, Circulo Nacionalista de Tucumán, entre otras agrupaciones.


jueves, 28 de noviembre de 2019

LA SUMA DEL PODER PÚBLICO


BUENOS AIRES, 27 de Noviembre de 2019

Señor Director

De mi mayor consideración:

Tengo el honor de dirigirme a Ud. con la finalidad de solicitarle la publicación de la carta que redacto a continuación.

Sin otro particular lo saludo, reiterándole mis expresiones de respeto y consideración,

Emilio Guillermo Nani
Teniente Coronel (R)
Veterano de Guerra
L.E. 4.526.260


El kirchnerismo se apresta para quedarse con la SUMA DEL PODER PÚBLICO.

Control del Senado con la jefa de la asociación ilícita multiprocesada, como presidente de la ya nada “honorable” Cámara, con 41 senadores, sobre 72 y control de la menos “honorable” Cámara de Diputados, con 129 diputados, sobre 257 y el resto atomizado, “negociando” prebendas para obtener beneficios personales, totalmente alejados de las necesidades de sus representados, como bien lo vienen demostrando desde hace casi 36 años.

Si a esto le sumamos la sumisión, al régimen de turno, de los cobardes y corruptos jueces federales del fuero “venal” criminal y correccional, como lo han hecho durante los 12 años de dictadura KK, pueden comprender por qué digo que, el kirchnerismo, se quedará con la SUMA DEL PODER PÚBLICO.

En el mes de Octubre se ha definido el futuro de nuestros hijos y nietos: vivir en una tiranía dominada por el Foro de SaoPablo o Grupo de Puebla, como bien lo anunció el monje negro de la dictadura chavista venezolana, Diosdado Cabello, estilo Venezuela, Cuba o Nicaragua:



¿Qué creen que sucederá si el proyecto socialista que nos intentaron imponer en el pasado el ERP/MTP o Montoneros, proyecto frustrado por la heroica resistencia de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales y que hoy se nos preanuncia con descarada realidad?

Yo les respondo:
      
Seguramente algunos serán miembros de régimen totalitario instalado;

Muchos otros serán asesinados, como sucede en Venezuela y Nicaragua;

Otros serán eternamente encarcelados (de los cuales, con el correr de los días, algunos también serán asesinados)

Los que tengan recursos económicos y títulos universitarios, terminarán exiliándose como hemos visto con los casi 4.000.000 de venezolanos que han huido del repugnante régimen del Socialismo del Siglo XXI (¡¡¡qué colegio Newman, ni diarios La Nación, Perfil o Clarín; ni Bridas, ni Arcor, ni SOCMA; ni PRO, ni PJ, ni UCR, ni Coalición Cívica; qué Comisión Episcopal, ni obispados, ni arzobispados, ni sinagogas o mezquitas, ni ocho cuartos!!!)

Y los que, por su pobreza y falta de educación no puedan exiliarse, terminarán haciendo largas colas en los depósitos para recibir las migajas del régimen, para poder alimentarse y sus hijas y mujeres se prostituirán para poder sobrevivir como lo vemos en países bajo ese tipo de sanguinarios y miserables regímenes

Y, LO QUE ES MUCHO PEOR, ABSOLUTAMENTE TODOS HABREMOS PERDIDO NUESTRA LIBERTAD, la libertad que los miembros de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales que purgan ilegal, ilegítima e injusta privación de libertad, nos aseguraron hasta estos días, libertad que se les ha conculcado a los libertadores.

ES POR ELLO QUE DIGO QUE NOS ESTAMOS JUGANDO, NO SÓLO EL FUTURO DE LA ARGENTINA, SINO QUE TAMBIÉN SE JUEGA NUESTRA LIBERTAD.

NOTA: Las imágenes y enlaces no corresponden a la nota original.

CONTINÚAN FALLECIENDO MAS PRESOS POLÍTICOS



Estimados Amigos:

A través de la Unión de Promociones hemos tomado conocimiento de la confirmación de los siguientes fallecimientos de Presos Políticos injustamente privados de su libertad:

·       Viernes 22 de noviembre de 2019: señor Teniente Coronel (R) Paulino Enrique Furió Etcheverri (Artillería - Promoción 84 - CMN), de 87 años de edad.

·       Lunes 25 de noviembre de 2019: señor Comisario General (R) Luis Alberto Carmelo Bellini (Policía de la Provincia de Santa Fe), de 72 años de edad.

·       Martes 26 de noviembre de 2019: señor  Vicealmirante (R) Juan José Lombardo (Armada Argentina), de 92 años de edad.
   
Consecuentemente, ya son 540 (quinientos cuarenta) los fallecidos, pertenecientes a todas las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad, Fuerzas Policiales, Fuerzas Penitenciarias y Civiles; en el marco de este proceso de persecución, venganza y exterminio, donde SE CONTINÚAN REPITIENDO en forma sistemática infinidad de irregularidades jurídicas, instrumentadas en el ámbito de una justicia prevaricadora.   

Debe destacarse que del total de Presos Políticos que han fallecido, 194 (ciento noventa y cuatro) decesos se han producido desde el día 10 de Diciembre de 2015.

Expresamos nuestras sentidas condolencias a todos sus familiares, allegados, compañeros y amigos, rogándole al Señor, les conceda pronta y cristiana resignación. Esperamos que la sociedad argentina y sus representantes políticos recuerden el manto de sangre y acciones del terrorismo que los llevaron a pedir y ordenar a las FFAA que aniquilaran al enemigo subversivo que pretendía alzarse con el poder mediante el miedo, terror y violencia. En todos sus reclamos contra el avasallamiento autoritario del poder de turno deberían incorporar un justo reclamo por la paz, concordia, justicia e historia completa dentro del marco de igualdad contra la ley.

Dadas las avanzadas edades y estados de salud de los Presos Políticos en la Argentina, estas lamentables noticias son cada vez más seguidas. Una vez más levantamos nuestra voz hacia el poder de turno, no pueden continuar con esta matanza selectiva… es su obligación como presidente de todos los argentinos garantizar el debido proceso, la igualdad ante la ley, brindar asistencia sanitaria adecuada y por sobre todo lograr la unión de la sociedad para superar las antinomias que después de casi 209 años aún nos mantienen divididos. Es hora de sin odios, ni venganzas, de una mirada superadora de la violencia setentista que nos mantiene anclados en el pasado; el país necesita una Ley de Pacificación y Concordia Nacional.

Por tal circunstancia, adherimos a la reiterada convocatoria de la Unión de Promociones a todos los integrantes de las distintas Fuerzas, a las distintas ONG e Instituciones vinculadas o afines, a familiares, amigos y allegados en general, a sumarse y trabajar en apoyo de todos quienes deben enfrentar esta injusta situación, a fin de afirmar y fortalecer el planteo de los justos reclamos por acceder a una justicia verdaderamente independiente, imparcial y objetiva, a través del irrestricto respeto por la Constitución Nacional.

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre

martes, 26 de noviembre de 2019

DIOS MÍO ¿PORQUÉ ME HAS ABANDONADO? 2



El 16 de noviembre próximo pasado se cumplieron trece años de la privación de mi libertad, de esos años once fueron de prisión. preventiva., y hoy ante una condena a cadena perpetua, la que fue apelada hace dos años, aun esta sin resolución.

Me fueron negadas todas la garantías constitucionales, en algún momento hasta me negaron la atención en el Hospital que correspondía a mi obra social, quedando durante un tiempo sin  cobertura, teniendo en cuenta mi avanzada edad.

Hace cinco años como un acto de desahogo, ante el vacío jurídico  en el que me encontraba y aun me encuentro, no hay instancias ni ley que tenga vigencia para nosotros (soy paria humano, condenado a muerte en un limbo judicial absurdo)

Todo se nos niega, somos tan malos y crueles que no tenemos ningún derecho, y les aseguro sin temor a equivocarme que el porcentaje de inocentes que se están juzgando, si se auditaran los juicios, seria de una magnitud que sería una vergüenza y bochorno internacional.

Este año cumplí 82 años; cuando cambio el signo del gobierno hace cuatro años se abrió un hilo de esperanza, pero en los hechos más  que ayudarnos a que se aplicara la verdadera justicia, nos perjudicaron y la persecución se intensifico, incrementándose en forma exponencial la cantidad de muertos en cautiverio, por una razón cronológica, los más jóvenes pasan los 75 años  y hay detenidos de más de noventa años, una verdadera crueldad.

Hoy las esperanzas se alejan y la desazón es profunda, el plan de nuestro exterminio, se cumple sin prisa y sin pausa ante la indiferencia de la ciudadanía y la prensa.

Salvo nuestras sufridas familias y algunos amigos entrañables cuyas invocaciones son como predicar a las arenas del desierto, que son quienes nos contienen ante tanto sufrimiento.

Lo que escribí hace cinco años (se agrega al final) tiene plena vigencia, solo que ya es poco el tiempo que me queda y pocas las fuerzas para seguir soportando tanta injusticia.

Eugenio Bautista Vilardo
CNIM Preso Politik




DIOS MIO, ¡POR QUÉ ME HAS ABANDONADO! 1

Nuestras vidas se forman en un continuo dinamismo de hechos y acontecimientos positivos y negativos, sazonados con los avatares - como dice Ortega y Gasset cuando se refiere al “hombre y su circunstancia"  - que van poco a poco  cincelando nuestra personalidad, nuestro presente y nuestro futuro.

Las experiencias del pasado son la carga que nos ayuda a mejorar nuestro discernimiento.

En ese transcurrir de acontecimientos, el destino nos coloca a veces ante encrucijadas que nos obligan a tomar decisiones que desbordan nuestra experiencia. Otras veces aparecen hechos de suma gravedad que ponen en juego nuestra existencia misma.

Es en esos momentos extremos cuando sentimos la presencia de algo superior que nos impulsa, nos rige y nos protege: la existencia de Dios.

En los largos años vividos tuve experiencias de alto riesgo que me permiten dar fe de esa presencia.

En mi primera infancia, cuando aún no existía la penicilina, una grave neumonía me puso al borde de la muerte. “Está en las manos de Dios”, cuenta mi madre que le dijeron los médicos. Y milagrosamente logré sobreponerme a una enfermedad a la que por aquel entonces sólo muy pocos sobrevivían.

En mis años de cadete, en un regreso nocturno de una comisión de servicio, el micrómnibus que nos transportaba de la capital a Rio Santiago colisionó  con un camión que se cruzó en la ruta, a más de cien kilómetros por hora. El impacto fue brutal, nuestro ómnibus dio tres vueltas y uno de mis compañeros salió despedido por el parabrisas contra el camión. Poco antes de que se produjera el infortunado accidente, era yo quien estaba sentado en el asiento de mi compañero fallecido. Vencido por el sueño, había decidido pasarme al asiento de atrás para apoyar mis brazos y mi cabeza en el asiento de adelante.

Mientras dormitaba, sentí una explosión que me precipitó hacia el asiento de adelante (lo que me produjo desprendimiento de los cartílagos del esternón) y me hizo entrar en una especie de torbellino. Todo giraba a mi alrededor en medio de una densa oscuridad. Los segundos parecían eternos, el silencio era total. De pronto, avizoré una luz que señalaba la salida del vehículo, transformado ya en un amasijo de hierros retorcidos. Aún hoy me estremezco al pensar que de no haber cambiado mi asiento, no sería yo quien cuente hoy la historia. Aún recuerdo haber sentido su presencia al ver la luz que me sacó de aquel infierno.

En otra oportunidad, durante mi viaje de instrucción, me encontraba cumpliendo mi guardia de ayudante de puente en la zona denominada de los 40 bramadores. Era la medianoche, el puente estaba iluminado con la mortecina luz roja de rigor. “Cadete, estamos en medio de un pesto severo”, me indicó el oficial de guardia, “manténgase atento a la proa con el timonel y verifique permanentemente los partes meteorológicos”. El escenario era dantesco: inmensas olas encrespadas producían formas fantasmales de espuma y agua, iluminadas aquí y allá como fotos instantáneas en un océano encabritado. El rumbo establecido buscaba capear el temporal, pero la proa se sumergía en la ola, cubría el crucero hasta la segunda torre de artillería y emergía produciendo un cabeceo espectacular. Los relámpagos iluminaban la oscuridad de alta mar como lúgubres instantáneas de un escenario estremecedor.

Estábamos en medio de un ciclón  subtropical, una situación de alto riesgo, pero una extraña sensación de serenidad me acompañaba en medio de esa ansiosa vigilia. Sentía un cálido abrazo que me daba confianza en que todo sería controlado. Sentí en ese momento que Dios nos protegía.

Las contingencias de la vida militar, rica en experiencias y riesgos de todo tipo, me llevaron a profundizar, Dios mío, acerca de tu existencia. Leí a Nietzsche, Camus, Becket, para quienes Dios había muerto, o peor, nos había abandonado.

Mi vocación de servir a la Patria me llevó a ingresar a la Escuela Naval Militar, con la esperanza de que dicha institución me permitiría cumplir mis jóvenes anhelos. Salíamos de la dictadura de Perón de los años 40 y 50 con una población dividida, fruto de años de autoritarismo y alevosas propagandas fascistas.

Lejos estaba de imaginar entonces el futuro de discordancias políticas y sociales que marcarían los años por venir, los enfrentamientos, las puebladas, la influencia de las ideologías marxistas, el papel activo de las Fuerzas Armadas y la lenta e inexorable decadencia en la que poco a poco se sumirían nuestro país.

En mis largos años de servicio a la Patria, recordaré como especialmente significativas las experiencias que viví cuando fui destinado a la Casa Militar de la presidencia de la Nación, durante los años 1974 y 1975, oportunidad en que pude observar de cerca las bondades y miserias del poder.

A pesar de ser antiperonista y dejando de lado mis convicciones personales, me esmere en cumplir mis funciones de apoyo al presidente de la Nación en el área de comunicaciones con eficiencia y lealtad, tal como lo dicta nuestro código de ética.

El país era un caos. Las bandas armadas terroristas dominaban las calles, el terror se expandía en todo el territorio nacional. Recibíamos dramáticos informes del interior del país: en Tucumán estos grupos tomaban pueblos, izaban banderas ajenas a la nuestra, instauraban cárceles del pueblo y asesinaban a los campesinos que no se plegaban a las directivas terroristas.

Las bombas en las empresas, las explosiones en colegios, los ataques a los cuarteles, el robo de armas, el asesinato de policías y militares eran moneda corriente (la muerte de agentes de seguridad era motivo de ascenso dentro del aparato terrorista). El temor a las incursiones terroristas obligó a fortificar las entradas de las comisarías y a canjear el alambrado con seto vivo que rodeaba el perímetro de la residencia presidencial por un muro con cabinas blindadas.

Los terroristas se organizaban en células, mimetizados dentro de los grandes centros urbanos. Se sospechaba de todo el mundo: el vecino podía pertenecer a una célula, o haber formado una cárcel del pueblo. Las células asesinaban sindicalistas, secuestraban a empresarios y altos directivos de empresas para obtener rescates.

El general Perón, deteriorado por sus problemas de salud, advertía ya con desazón “estos terroristas van a destruir el país, han iniciado una guerra revolucionaria”. Los funcionarios que merodeaban la casa Rosada, nos decían con ojos desesperados “¡hagan algo!”. El pueblo pedía la intervención  de las FFAA.

Ante el desborde de las fuerzas de seguridad en la selva tucumana, sobrepasadas por un tipo de combate para el que no estaban preparadas, se ordenó por decreto la intervención militar en la lucha antiterrorista.

Siguió el golpe de marzo de 1976. En la ruleta de distribución de cargos, algunos fueron convocados a acciones de combate, otros integraron ministerios e instituciones nacionales, otros se mantuvieron dentro de la institución militar.

En mi caso, fui destinado al Ministerio de Relaciones Exteriores, para ocupar un cargo diplomático para el que ahora reconozco no haber estado preparado pero que desempeñé de la mejor manera posible.

Todos sabemos lo que fueron aquellos años de guerra fratricida. Hoy, los terroristas de antaño manejan los destinos de nuestra patria y han urdido su venganza: más de 2000 militares, soldados que obedecieron las órdenes que les fueran impartidas, se encuentran actualmente en cárceles o detenidos, en su gran mayoría sin pruebas, sin condenas, o con pruebas inventadas.

Dios mío, hace ya ochos años y medio que me han privado de mi libertad, acusado de los más horribles crímenes, sin pruebas ni fundamento. Se han ignorado las pruebas fehacientes que he presentado en mi defensa y con saña miserable y vengativa, se me ha negado la libertad y la excarcelación que me corresponde tras largos años sin condena.

Hoy, como Beckett, en su libro “fin de partida”, siento que me has abandonado. El silencio de tu vicario en este mundo ha apagado el vestigio de esperanza que al menos me hubieran procurado unas palabras de aliento o al menos una bendición, para apaciguar mi espíritu.

Dios mío, cuánto tiempo ha pasado. Mi condena es ya una condena a muerte, la muerte lenta e imperceptible que se desliza en cada uno de estos días que se suceden, inexorables, sin prisa pero también sin pausa.

Mi vida se va extinguiendo y el hilo de la esperanza se hace cada vez más delgado, lejos de mis hijos que han emigrado por sentirse discriminados.

Dios mío, por favor no me abandones. La monotonía de mis días no tiene fin y mis magras esperanzas se cifran en que ilumines a los jueces para que hagan justicia verdadera y pongan un término al calvario que estamos atravesando.

Muchos de mis camaradas ya han encontrado la muerte en las cárceles.

Cuando le escribí a tu vicario en este mundo implorando su intervención humanitaria, le advertí que 236 camaradas -muchos de ellos con más de 80 años- ya habían fallecido lejos de sus seres queridos, sin sentencia y sin haber podido probar su inocencia.

Seis meses después, 60 nuevas muertes vienen a engrosar el saldo de esta aberración jurídica y esta venganza. Hasta la inquisición respetaba a los ancianos.

Dios mío, que nos has abandonado a nuestra suerte, quiero que sepas que mi muerte será incompleta. Me fueron cercenados los mejores anhelos de mi vejez, el calor de mis hijos y nietos lejanos. Cargo con el padecimiento de delitos que no he cometido. A los jueces digo: sepan que condenan a muerte a un inocente. “CADA INOCENTE QUE MUERA ENCARCELADO SIN CONDENA POR ESTAS CAUSAS AMAÑADAS SERÁ UN IGNOMINIA QUE CARGARÁ EN SUS ESPALDAS LA HISTORIA DE LA JUSTICIA ARGENTINA”.

DIOS MIO a estas alturas de las circunstancias tengo una duda y una seguridad, la duda es que a pesar de tu abandono, no sé si  en adelante voy a orar por ti pero,  sí tengo la certeza  que tú no rezas por mí.

Eugenio B. Vilardo
Capitán de Navío (RE) VGM
Preso Politiko

LA OPORTUNIDAD PERDIDA, LA GUERRA CIVIL PERONISTA QUE NO FUE

Crédito de edición: Prisionero en Argentina

Creo que hoy, aún entre aquellos que en su momento lo apoyaron, son pocos los que dudan que el golpe del 24 de marzo fué un error garrafal de la conducción de las Fuerzas Armadas. En 1973 luego de que Perón, al ser consciente de la traición de Cámpora, pidiera la cabeza de éste, él y su mujer son elegidos para el período que terminaría el 25 de mayo de 1977, es decir que entre el 24 de marzo de 1976 y el fin del período presidencial había, aproximadamente, catorce meses. Es cierto que no intentar restaurar un orden que se había deteriorado de manera casi absoluta, era una jugada demasiado temeraria, ya que la subversión seguía en una posición de fuerza que obligaba a definiciones apresuradas.


Si bien era un riesgo muy grande sostener a un gobierno débil -luego de la muerte de Perón- que se debatía entre las apetencias sindicales y empresarias y el corset de hierro del peronismo político que, por la ineptitud intrínseca de sus dirigentes, jamás hubiera podido implementar medidas eficaces, a lo que se sumaba el aumento de la actividad guerrillera que a la fecha contaba con, aproximadamente, 7.100 combatientes entre Montoneros, 6.000, y estimados 1.100 del ERP[1] combatientes a los que había que sumarles otros 35.000 individuos de apoyo, logístico y sanitario, y activistas de organizaciones de superficie.


Con este panorama, si el golpe del 24 de marzo no se hubiera realizado hubiera obligado a los políticos a tomar actitudes enérgicas o a desaparecer de la escena nacional, a la sociedad argentina a tomar parte activa, más allá de sus pedidos cotidianos de patíbulos para los subversivos, en los problemas derivados de la actividad guerrillera y, como correlato de esto, se hubiera producido a lo largo del país la guerra civil peronista que habría posibilitado preservar a las Fuerzas Armadas de determinadas situaciones imposibles de soslayar en una guerra sucia. Estas acciones que el golpe de marzo impidió, sobre todo la guerra civil peronista, hubieran dejado a la Argentina en una situación muy diferente de la que hoy se vive.

La guerra civil peronista que por falta de percepción impidieron los comandantes al levantarse contra Isabel, no era algo muevo ni desconocido. Empezó a gestarse con el fracaso de la Revolución Libertadora y, aunque sus causas son variadas, quizás la más importante en sus comienzos haya sido la ambigüedad con que Perón se manejó, ambigüedad que hizo que los dirigentes que quedaban en el país buscaran hacerse depositarios de la “ortodoxia” y por ende del favor del “Viejo”, actitudes que irían generando entre ellos rispideces que, lenta pero inexorablemente, irían creciendo en violencia. A esto debemos agregar las tácticas pendulares de Perón que, una vez en el exilio, incorporó a la izquierda en sus oscilaciones.

Delia Degliuomini de Parodi

Sería estúpido creer que la entrada de grupos de izquierda en el peronismo fue obra de estudiadas estrategias  “entristas” de estos grupos; nada más lejos de la verdad, esos grupos entraron en el peronismo de la mano de Perón. Ya en 1964, en una carta a Delia Degliuomini de Parodi[2], Perón expresaba que: “'[si los militares persisten en su actitud] no tendremos, aún contra nuestra voluntad, más remedio que recurrir a los que nos están ofreciendo ayuda desde hace tanto tiempo (…) por esa razón, no hay que ocuparse demasiado de combatir el comunismo”, La posterior correspondencia que mantiene Perón con FAR Montoneros nos da una exacta medida de que pretendía Perón cuando les dice en su carta a la conducción de Montoneros: “Totalmente de acuerdo en cuanto afirman sobre la guerra revolucionaria.”[3], carta en la que incluso se muestra de acuerdo con el asesinato de Aramburu. Ratificando esta posición, pocos días después, en su mensaje a la juventud declara que: “Tenemos una juventud maravillosa, que todos los días está dando muestras inequívocas de su capacidad y grandeza. (...)”[4]. En verdad, el General sí que sabía sobarle el lomo a quienes necesitaba mientras mantenía estrechas relaciones con aquellos a los que la Tendencia Revolucionaria y la JP detestaban.

La Masacre de Ezeiza, marcaron el inicio de una serie de enfrentamientos violentos entre la izquierda y la derecha peronista

El cinismo, pero también la inteligencia de Perón hicieron el resto, y las jefaturas de las organizaciones peronistas radicalizadas se comieron el verso de general, no así el ERP, para quien Perón era un burgués contrarrevolucionario[5]. Lo que eran ataques esporádicos de la izquierda peronista a la “burocracia sindical” de la CGT quedaron en evidencia el día de la vuelta del “Viejo” a la Patria. Llegado en olor de multitudes, la fiesta terminó en una de las peores tragedias del peronismo cuando las “orgas” de la derecha peronista, todas bajo el mando de un íntimo de Perón, el coronel Osinde, se enfrentaron con FAR y Montoneros y armaron un degolladero de proporciones admirables. Pocos son los que habiendo estado allí quieren hablar y tampoco son muchos quienes han visto la película que filmó el servicio de inteligencia de la FAA, incluso es probable que haya sido destruido; los cadáveres despatarrados o colgados de los árboles de Ezeiza eran demasiados  como para que se celebrase como un triunfo la vuelta del viejo coronel.

Somaten

Es probable que fue en esos momentos donde, además de no hablar nunca más de socialismo nacional ni de jóvenes maravillosos, a Perón se le ocurrió retomar la idea del Somatén[6], ya que, según cuenta Gloria Bidegain, Perón, en una reunión con su padre, Oscar Bidegain, en Madrid, meses antes de su vuelta, le dijo a éste: “Lo que Argentina necesita es un somatén”. Esto muestra que la idea de una “orga” paramilitar que le parara los pies a la guerrilla estaba en la mente de Perón mucho antes de su regreso ya que el entendía que luego del asesinato del Juez Jorge Quiroga y el extrañamiento de los integrantes de la Cámara Federal que lo secundaban no podía contar con que la justicia argentina tomara cartas en el tema guerrilla. Además, como estudioso en profundidad de los conflictos bélicos sabía que en una guerra contra el terrorismo, siendo el terror el arma a utilizar, prevalecía quien la usaba mejor, y era consciente que en este tipo de guerra era menester la eliminación física -fuera de las leyes de guerra y, menos aún, civiles- de no solo los combatientes, sino, principalmente de aquellos que cumplían funciones auxiliares -logísticas, sanidad, reclutamiento, etc.- o políticas en las organizaciones paralelas de los grupos guerrilleros y que era necesario el uso de la tortura como medio para obtener información rápida de las actividades subversivas.

Perón imaginaba un somatén, ya que entendía que estas actividades no debían estar en manos de los militares, salvo en circunstancias excepcionales, y que debía dejarse a estos la defensa de los cuarteles y operaciones territoriales, pero que era necesario tener para las acciones “por izquierda” una organización armada paraestatal que se encargara de las actividades reñidas con las leyes de la guerra, de ahí su idea de la necesidad de una estructura paramilitar en la Argentina.

José López Rega (de Cabo a Comisario General)

Que los lameculos de siempre, para salvar la figura de Perón, quieran hacernos creer que el Somatén que se movió por Argentina, la AAA (Alianza Anticomunista Argentina), fue un invento de López Rega es un insulto a la inteligencia. Creer que un cabo de policía con un disminuido coeficiente intelectual haya sido capaz de dar los lineamientos de una agrupación terrorista que hizo, desde 1973 a fines de 1975, un trabajo más que “aceptable”, consiguiendo información, eliminando o haciendo exiliarse a muchos simpatizantes o integrantes de las organizaciones de superficie de Montoneros y el ERP no es otra cosa que una fábula destinada a salvar a Perón, haciéndole creer a las generaciones posteriores que él desde su pedestal era incapaz de mancharse las manos con la sangre de hermanos. Obviamente, para sostener esto hay que cerrar el cerebro y olvidarse de Cipriano Reyes o de como trató a los obreros gráficos en 1948 o a los ferroviarios en huelga en 1950.


A partir de los enfrentamientos de Ezeiza y,  especialmente, luego del asesinato de José Ignacio Rucci las operaciones entre la derecha peronista y las “orgas” subversivas se fue aproximando a una creciente guerra civil abundante en emboscadas, bombas, torturas y asesinatos; el mismo Perón se encargó de soltarle el freno a la AAA,  cuando a principios de octubre firmó la orden reservada del Consejo Superior Peronista donde movilizaba a “todos sus elementos humanos y materiales para afrontar esta guerra…”[7] y, para que no quedaran dudas, en el punto 9 de la misma, referido a los medios de lucha, decía: “Se utilizarán todos los que se consideren eficientes, en cada lugar y oportunidad. La necesidad de los medios que se propongan, será apreciada por los dirigentes de cada distrito…”[8]

Este “llamado a las armas” quedaría refrendado en diciembre cuando en declaraciones al diario La Opinión dijo Perón: “Sobre la violencia yo tengo mi criterio formado (...) Nosotros estamos creando los anticuerpos, porque es la mejor manera de combatirlos y terminar con ese tipo de delincuencia”[9], conceptos que ratificó en enero de 1974 luego del asalto del ERP a los cuarteles de Azul, por cadena nacional cuando de manera expresa dijo: “El aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos los que anhelamos una Patria justa, libre y soberana…”[10]


Perón era militar y tenía una absoluta consciencia de lo que significaba el verbo aniquilar y  exterminar.

Hacia mediados de julio de 1975, habiendo renunciado López Rega, la AAA fue disuelta. En el año y diez meses que tuvo “vigencia”, la AAA eliminó a aproximadamente 1.100 personas que pertenecían a las “orgas” guerrilleras o eran integrantes de agrupaciones de superficie de éstas; se dice que los integrantes de la AAA una vez disueltas estas pasaron a depender de la UOM, otros alegan que fueron disueltas porque las agrupaciones que la componían habían tomado un sesgo independiente y nadie las controlaba en su totalidad. De cualquier manera, las acciones contra las agrupaciones de superficie de la guerrilla siguieron hasta el 24 de marzo de 1976.

Solo la falta de imaginación de los comandantes alzados contra Isabel Perón hizo que las “orgas” que componían la AAA fueran desarticuladas y no utilizadas en la guerra antisubversiva para los menesteres que había pensado Perón. Por necedad o soberbia de los comandantes, al arrogarse el uso de la violencia, la nación perdió la oportunidad de ser testigo de la guerra civil peronista y que el remanente de ésta, de derecha o izquierda, cargara con los errores que toda guerra sucia conlleva.

Jose Luis Milia

NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.



[1] Lewis, P.H. Guerrillas and generals: the "Dirty War" in Argentina.

[2] Delia Degliuomini de Parodi (1913 - 1991) fue una política peronista argentina, estrecha colaboradora de Eva Perón y una de las fundadoras del Partido Peronista Femenino (PPF).

[3] Carta de Perón a Montoneros. 20/02/1971. Archivoperonista.com.

[4] Mensaje a la juventud.- 23/02/1971. Archivoperonista.com.

[5] “Por el contrario, de los hechos expuestos surge con claridad meridiana que el verdadero jefe de la contrarrevolución, (…), y el verdadero jefe de la política represiva, que es la línea inmediata más probable del nuevo gobierno, es precisamente el General Juan Domingo Perón”. Mario Roberto Santucho. Editorial. “El Combatiente” julio de 1973.

[6] El Somatén era antiguamente una milicia ciudadana organizada para colaborar en la seguridad en los pueblos y campos de Cataluña.

[7] Consejo Superior Peronista. Orden Reservada del 1° de octubre de 1973.

[8] Consejo Superior Peronista. Orden Reservada del 1° de octubre de 1973.

[9] Declaraciones de Perón al diario La Opinión el 19 de diciembre de 1973.

[10] Discurso de Perón por Cadena Nacional el 20/01/1974.

lunes, 25 de noviembre de 2019

UN LOGRO TARDÍO, PERO LOGRO AL FIN



Circular 107

1. Cambio de autoridades en el IOSFA

Después de muchos años de lucha contra un sistema perverso, ideado con el único fin de quedarse con el manejo de una de las mayores “CAJAS” de la Administración Pública, se logró la devolución a sus legítimos usuarios la Administración y Gobierno del IOSFA con el reciente nombramiento del General de Sanidad Médico VGM Juan Carlos Adjigogovic, a quien felicitamos calurosamente y deseamos el mayor de los éxitos en la difícil gestión que hoy inicia.

Este hecho importante nos merece algunas reflexiones:

a. Nuestra asociación ha dedicado grandes esfuerzos, no solo económicos, sino de trabajo personal, especialmente desde el dictado del DNU que le dio origen, recurriendo a la Justicia, consultando a especialistas, reuniendo información, difundiendo ideas y reclamando a las autoridades civiles y militares con insistencia, pero todo esto lo ha hecho casi EN SOLEDAD, con el acompañamiento de algunos pocos y valiosos camaradas.

b. Desde su creación, las presidencias del IOSFA han sido decididamente deficientes, caracterizadas por la improvisación, la inoperancia y la falta de control, con graves irregularidades administrativas (denunciadas por UPMAC ante la Justicia Federal), y con un profundo desconocimiento y hasta desprecio por el público que tenían la obligación de asistir: los Afiliados, los Usuarios del sistema, muchos de los cuales han sufrido en estos años falta de atención y hasta de medicamentos en tiempo y forma.

Es de esperar que el próximo recambio de autoridades nacionales no signifique un retroceso en este aspecto tan delicado y sensible para la Familia Militar, poniéndonos a disposición en todo aquello en que podamos colaborar, tal como lo establece nuestro Estatuto, y en defensa de los intereses y derechos de nuestros asociados.

2. Petición a la Corte Suprema de Justicia

El Ciudadano Roberto José Rosales, autor del Blog “Pacificación Nacional Definitiva”, ha presentado el pasado 24 de octubre una Petición al Presidente de la Nación, al de la Corte Suprema de Justicia y al del Consejo de la Magistratura, que bajo el lema “Que la ley sea igual para todos”, reclama que un grupo de prestigiosos peritos jurídicos nombrados por las partes, revise los llamados “juicios de lesa humanidad” (Ver blog).

Paralelamente, ha recolectado más de 28.000 adhesiones por vía electrónica, esperando alcanzar las 35.000 firmas, para lo cual pedimos su colaboración (Adherir).

UPMAC se suma de esta manera a las organizaciones y personas que adhieren a la iniciativa, por considerarla de estricta justicia y en contra de las arbitrariedades a que han sido sometidos cientos de militares y civiles por su presunta participación en la guerra librada por las fuerzas legales contra las organizaciones terroristas en la década del ´70.

3. Aumento de la Cuota Social

La última Asamblea General Ordinaria de UPMAC, llevada a cabo el pasado 11 de octubre, decidió por unanimidad fijar un aumento de la cuota social, considerando que la misma permanecía sin modificaciones desde fines de 2017, quedando establecida en los siguientes valores:

- Socio Activo        $ 150.-
- Socio Adherente  $  50.-

Los asociados que así lo deseen podrán aportar una cuota fija voluntaria, mayor a los valores establecidos, que no sufrirá modificaciones mientras su importe no se vea superado por el de la cuota obligatoria. Agradecemos a quienes lo hacen desde hace años por su generosidad, sentido de la solidaridad y confianza en la tarea que llevamos a cabo.

Buenos Aires, 25 de noviembre de 2019.

Miguel Angel Artuso        Francisco Ricardo Verna
Suboficial Mayor (R) FAA              Coronel (R)
Secretario                          Presidente
.       

Unión del Personal Militar Asociación Civil - U.P.M.A.C.
Domicilio Legal: Uruguay 654 – 9º piso – Of. 907 – CABA
Tel. (011) 4372-0291  -  www.upmac.org.ar

Sede Social: Alberti 1665 – 14 / “A” – CABA
Tel. (011) 5330-5855 / 2066-6646  -  info@upmac.org.ar