Estimados Amigos:
En el día de la fecha hemos tomado
conocimiento que el Ministro de Defensa, Julio Martínez, ordenó que la
placa -con la
cual la Promoción 97 del Colegio Militar de la Nación homenajeaba a sus caídos
en combate contra el terrorismo- no
fuera colocada, ni exhibida hasta que no se modifique su texto original.
Esa orden nos parece un agravio más a
quienes cumplieron con su deber militar hasta la última consecuencia… ellos
ofrendaron su vida defendiendo la bandera que había jurado defender.
¿Cuál es el pecado por ellos cometido,
para que las autoridades impidan el homenaje de sus camaradas? ¿Haber cumplido
su juramento? ¿Haber cumplido órdenes impartidas desde el más alto nivel
político del estado? ¿Haber colaborado a impedir que la revolución marxista internacional,
representada por las organizaciones político-militares vernáculas, se alzara
con el poder de la Nación? No se entiende, tal vez las palabras del señor Tcnel
(R) Emilio Guillermo Nanni nos ayuden a entender lo incompresible.
Sinceramente,
Pacificación
Nacional Definitiva
Por
una Nueva Década en Paz y para Siempre
HOMENAJE
A LOS MUERTOS Y HERIDOS DE LA PROMOCIÓN 97
PALABRAS
PRONUNCIADAS EN LOS 50 AÑOS DE EGRESADOS
14
DE OCTUBRE DE 2016
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Tcnel (R) Emilio Guillermo Nanni
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Antes que nada, quiero agradecer a mi
querido amigo Miguel
Viviani Rossi por todo lo que ha hecho para que podamos conmemorar
nuestros 50 años de egreso de este Colegio Militar de la Nación y por la
posibilidad que me ha dado de hablar ante Uds.
Cuando me dijo que preparara unas
palabras para rendir homenaje a nuestros
caídos en combate, lo primero que me vino a la mente fue qué decir en un
día y un lugar tan especiales.
Ya se le ha rendido tributo a los
caídos en combate franco. Es por ello que voy
a hablar de los otros muertos y heridos de la Promoción, que son los grandes olvidados de la guerra lanzada por
el Estado Nacional contra quienes tuvimos la responsabilidad y el honor de
haber liberado, a nuestra Patria y a su pueblo, del flagelo del terrorismo,
permitiéndonos vivir en la libertad que hoy disfrutamos.
Muchas veces me he preguntado qué rara
enfermedad padecen importantes sectores de las comunidades nacional e
internacional que, por un lado, condenan
al terrorismo y, por el otro, defienden a los terroristas, honrando y premiando
a quienes las han atacado y atacan y repudiando a quienes las han protegido y protegen.
Hemos visto al Papa acariciando la
mano de uno de los mayores sanguinarios terroristas de Estado de la Tierra,
Fidel Castro y a líderes y naciones de la Tierra, demostrar su beneplácito por los
acercamientos de los EEUU a Cuba o el de Colombia a la organización
narcoterrorista más importante del mundo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia, con la excusa de construir caminos que los lleven hacia una paz
duradera, sin importar que, para ello, queden impunes los crímenes que
cometieron.
Hemos visto a los presidentes de EEUU
y Francia, arrojar flores al Río de la Plata para rendir homenaje a los
terroristas argentinos y extranjeros que asolaron nuestra Patria, a pesar que no escatiman esfuerzos en arrojar
toneladas de bombas contra pueblos indefensos de Medio Oriente, con la excusa de combatir el terrorismo.
Vemos cómo, por un lado,
políticos, jueces, periodistas, intelectuales y religiosos silencian los
crímenes cometidos por las organizaciones terroristas y, por el otro, aplauden
la sustanciación de las causas que se impulsan para privar de su libertad a
quienes, por mandato del Estado, las combatimos, sin que les importe que se
viole cuanta norma constitucional o jurídica existan, con tal de ver alcanzados
sus perversos objetivos.
Los escuchamos condenar severamente a
la organización narcoterrorista colombiana o a los jihadistas o los atentados a
la embajada de Israel y la AMIA. Sin
embargo, jamás se los ha escuchado proferir un solo comentario de similar
contenido respecto de las bandas terroristas vernáculas, a cuyos
integrantes se los continúa premiando con honores y dineros, mientras se sigue ignorando a las víctimas de sus
crímenes.
Es por ello que en el comienzo de mis
palabras, preguntaba ¿cuál era la rara enfermedad que padecíamos?
Ante el abandono de nuestros
camaradas, muchas veces me he preguntado también cómo era posible que, por haber sido fieles a su juramento de
fidelidad a la Bandera y a la Patria, hoy se encuentren en la situación en
que están: privados de su libertad e
ignorados por la sociedad.
Como ya expresara, en el marco de esta
nueva guerra declarada por el Estado Nacional contra los miembros de las FFAA,
de Seguridad, Policiales y Penitenciarias, que nos evitaron las penurias que
hoy sufren, por ejemplo, los pueblos de Colombia y Cuba, hemos tenido muertos y
heridos. Y es a ellos a quienes me he referido.
Estos
muertos y heridos son los más de 2100 presos políticos que hoy padecen ilegal e
ilegítima privación de libertad, víctimas de una inaceptable y dolorosa
persecución y abandono, por haber cometido la “terrible tropelía” de haber impedido que el proyecto
castrocomunista se instalara en nuestras tierras.
De ellos 382, ya han sido asesinados
en el marco de un verdadero plan
sistemático de exterminio de un sector de la población, diseñado por la
corporación política y ejecutado por la judicial, ante el silencio o la complacencia de gran parte de la sociedad.
En esta nueva guerra, nuestra
Promoción 97 ha
tenido 5 muertos y tiene 28 heridos. A ellos les debemos agregar nuestros
compañeros de la Armada: 1 muerto y dos heridos y de la Fuerza Aérea: 4
heridos.
Por nuestros muertos ya nada podemos
hacer, más allá de apoyar a sus familias y rogar a Nuestro Señor por su
descanso eterno y para que brille para ellos la Luz que no tiene fin.
En cambio por los heridos, todavía
estamos a tiempo para recuperarlos del campo de combate donde han caído, ayudándolos
a sanar sus laceraciones, acompañando a ellos y a sus familias, en el duro proceso
de curación.
Que
Dios y la Virgen nos iluminen en esta tarea.
Emilio Guillermo Nani
Teniente
Coronel (R)
Veterano
de Guerra
Muertos
y heridos de la Promoción 97 del CMN, 94 de la ARA y 32 de la FAA
Muertos
1. D Juan Jose
Amarante
2. D Alfredo
Eugenio Marco
3. D Osvaldo
Rodolfo Antinori
4. D Carlos María
Cerrillo
Heridos
1. Ernesto
Barreiro
2. Jorge Carnero
Sabol
3. Adolfo Moore
4. Domingo
Morales
5. Oscar Antonio
Gomez Migenes
6. Jorge Horacio
Paez
7. Julio Santiago Canteros
8. Walter Grosse
9. Alberto
Federico Torres
10. Eduardo Hector
Bernadou
11. Jorge Hector
Di Pasquale
12. Marino Hector
Gonzalez.
13. Carlos Alberto
Taffarel
14.
Alberto Tadeo
Silveyra Ezcamendi
15.
Norberto Raul
Tozzo
16.
Eliberto Miguel
Goenaga
17.
Pedro Adolfo
Lopez
18.
Norberto Eduardo
Condal
19. Alberto Daniel
Rey Pardellas
20. Carlos Eduardo
Ledesma Luna
21. Hector Meliton
Martínez
22. Alberto Daniel
Sotomayor
23. Alfredo
Alberto Svendsen
24. Miguel Angel
Viviani Rossi
25. Osvaldo César
Quiroga
26. Heriberto
Lavallén
27. Roberto
Guillermo Fossa
28. Carlos Alberto
Alvarado
ARMADA ARGENTINA
Raúl Enrique Scheller (+)
Enrique De León
Raúl
César
Pagano
FUERZA AÉREA ARGENTINA
Juan Carlos Santamaría
Danilo Sambueli
Nelson Godoy
Alcides Cerruti
NOTA: Las imágenes
y destacados no corresponden a la nota original.