sábado, 30 de marzo de 2013

FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN



Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos
(Jn 15,13).

DEL “NUNCA MÁS” AL “OTRA VEZ”


Dado lo visto y mostrado en el Día de la Memoria, es evidente que un sector de la población no aprendió nada… es hora que la sociedad se manifieste mediante el método democrático que elija, ¿qué es lo quiere hacer con el pasado, el presente y el futuro de la nación?
 
No se puede continuar manteniendo una mirada hemipléjica de la historia reciente y violenta de los años ’70 y menos juzgando y castigando a “un solo demonio”.


por Agustín Laje (*)

Cuando los rencores del pasado se utilizan para legitimar determinadas políticas e ideologías del presente, las enseñanzas de la historia caen en saco roto y el peligro de repetir errores y horrores se vuelve inminente. En efecto, la pasión intrínseca a ese oximoron conocido como “memoria colectiva” se interpone a la sobriedad, rigurosidad y templanza del estudio de la historia, y acaba por reproducir en el hoy conductas y pensamientos del ayer. Es lo que estamos viviendo, en pocas palabras, los argentinos de la era kirchnerista.


Estuve en la marcha del pasado 24 de marzo que se hizo en conmemoración por el 37 aniversario del último golpe cívico-militar. Fui ahí una suerte de infiltrado, pues no comparto la versión reduccionista y maniquea de la historia que en ese evento se difunde, ni comulgo con la violencia simbólica que opaca por completo una supuesta defensa de los Derechos Humanos que, en los hechos, se degenera en una oxidada manifestación de ideologías extremistas. Mi intención era, más bien, tener un contacto directo y personal con los acontecimientos que allí se desarrollaban para interpretar las motivaciones, creencias y expectativas de los aunados.


Tanto lo que observé en ese acto de la ciudad de Córdoba, como lo que luego mostraron los medios nacionales y pronunciaron los referentes de los organismos de Derechos Humanos, me han dado la certeza de que si algo evidenció el pasado 24 de marzo, eso fue que el “Nunca Más” -como slogan que señalaba la necesidad de evitar repetir el sangriento pasado- ha sido una rotunda y descarada estafa.


El eje del relato setentista configurado por el kirchnerismo está puesto sobre la impugnación de la llamada “teoría de los dos demonios”, frente a la cual no han podido mejor cosa que imponer una maniquea “teoría del demonio único”. Pero si creer que la reducción de lo vivido en los años `70 a un conflicto entre militares y guerrilleros es una forma de simplificar la realidad, sostener que la complejidad de la historia se explica únicamente a partir de las responsabilidades militares, es directamente faltar a la verdad.

La “teoría de los dos demonios” liberó de culpas a la sociedad civil y a la clase política. Borró de la historia sus responsabilidades, que fueron muchas. La “teoría del demonio único” completó el trabajo, no sólo borrando de la historia las responsabilidades de las organizaciones terroristas (21.644 atentados entre 1969 y 1979 según datos de la Causa 13 y miles de víctimas), sino que además, les devolvió la legitimidad que necesitaban para hacer su reaparición en la historia.


Si algo destacó en los distintos actos del 24 de marzo que acaba de pasar, eso fue la cantidad de banderas de Montoneros que se enarbolaban en lo alto. Varios muchachos -algunos encapuchados, cubriendo sus rostros y cargando amenazantes palos- las sostenían, con la entusiasta complicidad de los concurrentes, que los felicitaban. El logo de la organización guerrillera, conformado por una tacuara cruzada por un fusil, no había sido reemplazado por uno menos belicista que, al menos, fuese más apropiado para una supuesta marcha “por los Derechos Humanos”. Ya no se mantienen ni las apariencias. La lógica marcial era lo que predominaba con claridad, ante un amenazante “Volvimos” y una serie de cánticos en los cuales el público se reivindicaba como “soldados de Perón” (tal como se identificaban los Montoneros de los `70 en algún momento).

Debe recordarse que Montoneros fue una peligrosa organización terrorista declarada ilegal nada menos que por un gobierno constitucional y peronista el 6 de septiembre de1975, a través del decreto 2452. Este grupo se cobró la vida de varios cientos de personas: militares, policías, sindicalistas, políticos, empresarios, obreros y hasta niños y ancianos. La organización recibió entrenamiento militar en Cuba por instructores castristas, y en Medio Oriente por la Organización de Liberación de Palestina (OLP). Fue considerada, por todo esto, como la banda terrorista de mayor peligrosidad de toda América Latina en el Siglo XX.

La exacerbación de la “teoría del demonio único” y el uso político y económico de la memoria, lejos de conducirnos a un genuino “Nunca Más”, ha ido generando las condiciones necesarias para la reaparición de Montoneros en la vida política actual. Cuando Estela de Carlotto dijo por la radio Rock & Pop, horas antes de la marcha del 24 de marzo, que “lo malo fue el terrorismo de Estado y lo bueno, una generación que dejó la vida y nos dejó la democracia… lo que ellos hicieron fue hermoso”, no sólo estaba legitimando con su maniquea palabra el resurgir de una organización que hizo del terrorismo su argumento político, sino que estaba faltando groseramente a la verdad. En efecto, tal como se desprende de los datos de la Causa 13 (Juicio a las Juntas Militares), el 52% de los atentados del terrorismo subversivo fueron perpetrados durante períodos democráticos. Su lucha -“hermosa” para Carlotto- no era por la democracia, sino por la instauración de un régimen dictatorial similar al castrista, tal como lo confesaban en sus propios documentos y publicaciones.

el cuñado de Firmenich, Guillermo Martínez Agüero

Para alegría de esa abuelita tan afecta a los viajes en primera clase y la estadía en lujosos hoteles de cinco estrellas, la organización Montoneros se ha reagrupado principalmente en Mendoza y en Córdoba, y se está preparando también en Buenos Aires. Hay algunos antecedentes recientes que vale la pena repasar: intentos de La Cámpora por traer de España a Mario Firmenich para homenajearlo; publicación de una revista de Montoneros llamada Repensar. Visión y proyección de la experiencia montonera; intentos de reorganización en septiembre de 2010, cuando el cuñado de Firmenich, Guillermo Martínez Agüero, dijo a La Voz del Interior que “No hemos enterrado las armas… creemos que es una opción para cuando las condiciones lo hagan necesario”; y la celebración del “Día del Montonero” el pasado 7 de Septiembre, organizado por agrupaciones kirchneristas, son algunos precedentes de lo vivido este 24 de marzo.

¿Planean volver a practicar la “lucha armada”, es decir, el terrorismo? Martínez Agüero respondió, en esta oportunidad, casi en idéntico sentido que en 2010: “Creemos que es una opción para cuando las condiciones así lo hagan necesario, como ya ocurrió con las FARC o con el Subcomandante Marcos, por ejemplo. Las armas están; ni se entierran ni se desentierran”. En Córdoba se pegaron, durante el acto del llamado “Día de la Memoria”, carteles que rezaban: “Y ahora vamos a enseñar a esos mierdas lo que es TERRORISMO”. Por supuesto, nadie firmaba la amenaza.


La historia enseña a los pueblos a no repetir sus errores, pues empuja a todos los actores a efectuar su mea culpa, algo que aquí nunca ocurrió. En Argentina se compró con entusiasmo un relato setentista que ahora nos está empujando al borde de revivir épocas de sangre, con el visto bueno de los organismos de Derechos Humanos, que utilizaron la idea de un “Nunca Más” para llegar a un “Otra Vez” que es, en definitiva, ese intimidante “Volvimos” que rezaban las pancartas montoneras del 24 de marzo pasado.

(*) Es autor del libro Los Mitos Setentistas, y director del Centro de Estudios LIBRE.


NOTA: Las imágenes y negritas no corresponden a la nota original.

LA HIJA DE RUCCI SALIÓ A CRUZAR A CARLOTTO POR SUS PALABRAS SOBRE LOS ‘70


La diputada nacional la acusó de hablar “con liviandad”. La titular de Abuelas había comparado las acciones armadas con “la violencia de San Martín o los héroes para defender la patria”.



26/03/13 - 16:58
En una carta abierta, la diputada nacional Claudia Rucci acusó a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto de padecer una "formidable confusión" y de hablar "con liviandad" de los años '70, tras comparar las acciones armadas de esa época con la "violencia que tuvo San Martín y los héroes cuando tuvieron que defender la patria”.


Al respecto, Rucci señaló que las manifestaciones de Carlotto implican "entender y explicar, -lo que es aún más grave- que la violencia de los revolucionarios que liberaron a la Patria de la dominación española se equipara a la llevada adelante incluso en democracia, con un pueblo que había elegido indudablemente otro camino- por un grupo de argentinos que se autoasumió como vanguardia esclarecida, lúcida, dueña de todas las verdades y que asumía la misión de hacer de la Argentina algo muy distinto de lo que los argentinos querían. Y matar para eso”.


En su Carta, Rucci recordó que tras las elecciones de marzo de 1973 y hasta el 24 de marzo de 1976 “vivíamos en democracia, con numerosos conflictos por cierto, pero en un país gobernado por un gobierno elegido por el pueblo, como ahora”.


“Nosotros reivindicamos el valor de una lucha, que sí la hubo, armada; aunque no estamos con la violencia, pero que esa violencia es la misma que tuvo San Martín o los héroes para defender la patria”, había dicho Carlotto ayer, en declaraciones radiales.


En su respuesta, Rucci señaló que escuchó esperaba que Carlotto opinase que “todos los crímenes son crímenes". En ese sentido, la diputada recordó la muerte de su padre, el secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci, asesinado en setiembre de 1973 por Montoneros.


“Como usted sabrá -siguió- no bajo la acusación de 'colaborar con naciones extranjeras para sojuzgar al pueblo argentino' o de 'contribuir a la invasión de potencias extranjeras a nuestra Patria'. Nada de eso. Lo reconoce como acciones de venganza, por entenderlos responsables de la muerte de integrantes de su organización. Sin expresar ningún argumento que dé certeza a esas afirmaciones”, expresó Rucci.

Carlotto había manifestado que estaba "orgullosa de mi hija, que dio la vida y tenía 23 años cuando la mataron". Rucci le señaló a Carlotto que "yo como usted por su hija, también estoy orgullosa de mi padre. Que luchaba por sus ideales, el principal de los cuales era la vuelta del general Perón primero y la defensa de su gobierno democrático después".

En ese sentido, la legisladora agregó que fue muerto por "un grupo de personas que en nada se parecen a San Martín, Belgrano o Güemes, siguió.


En el final de su carta, Rucci le ofreció a Carlotto como material de consulta la revista “Evita Montonera”, número 5 de julio de 1975, órgano oficial de Montoneros, "un material que seguramente le será de mucha utilidad para este análisis”.


NOTA: Las imágenes y negritas no corresponden a la nota original.

jueves, 28 de marzo de 2013

VIVIR EN EL PASADO (EDITORIAL DEL DIARIO "RÍO NEGRO")


Como ya es tradicional, distintos grupos de mentalidad autoritaria aprovecharon la oportunidad brindada por el 37º aniversario del golpe de Estado de 1976 para intentar apropiarse de lo que llaman "la memoria". Con tal propósito, se enfrentaron en la Plaza de Mayo para disputar el derecho a considerarse víctimas principales de la crueldad de los militares y el accionar siniestro de sus presuntos aliados, trátese de empresarios, dignatarios eclesiásticos o "derechistas" vinculados con el horror macrista. Es que tanto los kirchneristas de La Cámpora como militantes de organizaciones trotskistas quieren hacer pensar que, a pesar de las apariencias, la dictadura militar sigue ocupando el poder, de suerte que es deber de todos continuar la lucha por desalojarla. Pero si bien coinciden en que el Proceso aún está vivito y coleando, discrepan en cuanto a la forma que ha asumido. Según los kirchneristas, el Proceso mantiene colonizada la Justicia, lo que sería una hazaña notable ya que con escasas excepciones los miembros de "la corporación judicial" fueron designados después de fines de 1982. En opinión de los izquierdistas, en cambio, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y sus acompañantes se han encargado de perpetuar la dictadura, razón por la que siguen habiendo "desaparecidos" y espionaje ideológico.


La nostalgia muy fuerte que sienten por la dictadura castrense todos estos "militantes", además de la presidenta y distintos integrantes del gobierno nacional, puede entenderse. Es mucho más fácil, para no decir más "épico", oponerse a una tiranía de lo que es dedicarse a atenuar los problemas económicos y sociales de una democracia. Cuando una junta militar no elegida está en el poder, en retrospectiva por lo menos todo parece muy sencillo. No es una cuestión de matices sino de blanco y negro. Por lo demás, "la solución" consistirá en celebrar elecciones libres para que el pueblo decida, de suerte que sería antidemocrático preocuparse por lo que los eventuales triunfadores se hayan propuesto hacer una vez en el gobierno.


Con todo, si bien es comprensible que tantas personas quisieran seguir viviendo en la Argentina presuntamente simplificada de la segunda mitad de los años setenta del siglo pasado, no cabe duda de que la nostalgia militante así supuesta ha frenado el desarrollo político, social y económico del país. Para descalificar una opción que no les gusta, a los oficialistas les parece suficiente atribuirla a la dictadura. Asimismo, toda vez que un sector, agrupación o lo que fuera molesta al gobierno de Cristina, los voceros oficiales, encabezados por la presidenta misma, los acusan de estar vinculados de algún modo con el Proceso; entre los blancos de las diatribas en tal sentido se han encontrado los chacareros, la gente de la Sociedad Rural, muchos empresarios, los medios de difusión más importantes, diversos jueces, los economistas "ortodoxos" y así, largamente, por el estilo. Para no ser blanco de las denuncias vehementes de los justicieros kirchneristas, es necesario comprometerse con el proyecto de Cristina, razón por la que pasan por alto el que Eugenio Raúl Zaffaroni haya sido un "juez del Proceso" y su cuñada Alicia Kirchner una funcionaria de dicho régimen.


Por supuesto que desde el punto de vista de las distintas facciones de la izquierda trotskista, las culpas se ven repartidas de otra manera. Parodiando a los kirchneristas, juran ver en ellos los sucesores lineales de los líderes de la dictadura militar, lo que no puede sino enojar a la presidenta y sus simpatizantes pero que así y todo tiene el mérito de asegurar que la cultura política del país siga atrapada en un lustro que terminó antes de que naciera la mitad de sus habitantes. En la Europa de 1976, muchos recordaban la catástrofe –infinitamente peor que la provocada por el Proceso– que había desatado la invasión de Polonia por los nazis 37 años antes, pero así y todo el drama político de los países que lo habían sufrido evolucionaba de manera tan diferente que pocos trataban de hacer pensar que en verdad casi nada había cambiado. Sin embargo, en la Argentina abundan los jóvenes que se imaginan protagonistas de los acontecimientos de más de una generación antes, para no hablar de políticos reacios a dejar atrás su propia juventud, lo que nos dice mucho sobre la vocación resueltamente conservadora de buena parte de la clase política nacional.

FUENTE: http://www.rionegro.com.ar/diario/vivir-en-el-pasado-1113106-9542-editorial.aspx

COMENTARIO DE LECTOR

JOAQUIN BERTRAN
24 de marzo de 1976. Ante el desorden, el desconcierto y la confusión reinantes, la Junta de Comandantes, acompañada y respaldada por toda la ciudadanía y los partidos políticos (incluyendo al PC), debió hacerse cargo de la conducción del país en medio de la guerra civil desatada por las bandas terroristas. Sin efectuar un solo disparo, las nuevas autoridades sustituyeron pacíficamente a “Isabelita”. La consigna no era destruir las instituciones, sino conservarlas; no se pretendía quebrar el “estado de derecho” (como si hubiese habido alguno), sino recomponer el “estado de deshecho” en que se encontraba sumido el país. El flamante gobierno contó con el beneplácito de todos los partidos políticos, los mismos partidos y sectores que hoy pujan por figurar en las demagógicas “marchas de repudio al golpe”. De las 1697 intendencias vigentes en la gestión de Videla, solo el 10% eran comandadas por miembros de las FF.AA.; el 90% restante, por civiles repartidos del siguiente modo: el 38% de los intendentes eran personalidades ajenas al ámbito castrense, de reconocida trayectoria en sus respectivas comunas, y el 52% de los municipios era comandado por los partidos tradicionales en el siguiente orden:” La UCR , con 310 intendentes en el país, seguido por el PJ (partido presuntamente “derrocado”), con 192; en tercer lugar estaban los demoprogresistas con 109, luego seguían el MID con 94, Fuerza Federalista Popular con 78, los democristianos con 16 y el izquierdista Partido Intransigente con 4?. La habilidad de los partidos políticos y sofistas coyunturales para hacerse los distraídos con respecto a las responsabilidades y cargos ocupados en el gobierno de facto, ha provocado que las nuevas generaciones crean falsamente que el gobierno del Proceso cayó de un meteorito y se instaló mágicamente en el poder “contrariando la voz del pueblo”. Tanto la prensa internacional como los diarios más relevantes de la época apoyaban con fervor a las nuevas autoridades. Los siete jueces que en 1985 juzgaron a los comandantes fueron funcionarios judiciales del Proceso, y el fiscal de aquel polémico juicio, el Dr. Julio Strassera, fue nombrado fiscal y luego juez, precisamente, por Videla. No se conoce ninguna denuncia por “violaciones a los derechos humanos” efectuada por estos hombres del derecho durante su desempeño como funcionarios de la llamada “dictadura genocida”. El redactor del libro Nunca Más y presidente de la Conadep, Ernesto Sábato, almorzaba distendidamente con Videla, lo adulaba en público, apoyó el Mundial ‘78 y respaldó la guerra de Malvinas.

martes, 26 de marzo de 2013

Argentina ¿Qué fue de Jorge Rafael Videla?

En los largos contactos e intercambios de opiniones con el sociólogo, analista internacional y periodista de origen español, Ricardo Angoso, hemos descubierto a un amigo interesado en las cosas que pasaron, pasan y deberían pasar en la República Argentina.


Durante mucho tiempo ha residido en el extranjero, siendo un buen conocedor de los Balcanes y habiendo pasado largas temporadas en Albania, Bosnia y Herzegovina, Hungría, Rumania, Macedonia, Montenegro, Serbia y Turquía. Como observador electoral de la Organización para la Seguridad en Europa (OSCE) ha participado en numerosos procesos electorales en una decena de países. A su vez, ha sido profesor en la Universidad Nacional de Honduras y becario del Ministerio de Asuntos Exteriores español en Hungría, Rumania y Turquía. También ha ganado varios premios literarios, entre los que destacan el Joven y Brillante, el Ciudad de Periana y el Ateneo de Jaén. En la actualidad, colabora en varios medios de comunicación y es Corresponsal de Cambio 16 en Bogotá, Colombia, país en el que ha fijado su residencia desde hace unos años.

Ha publicado los siguientes libros: Chávez perdió: Honduras se salvó, Europa a Debate, Kosovo: la herida abierta de los Balcanes, Las próximas guerras europeas, Kosovo. Las semillas del odio y Rapsodia húngara sobre fondo rojo. Su último libro electrónico: Jorge Rafael Videla se confiesa, la historia jamás contada de un período turbulento, aún no ha sido publicado en versión impresa.

Toda su obra nos hace apreciar que Angoso no es un improvisado, es un estudioso de los temas que analiza pormenorizadamente y luego publica sus entrevistas con reflexiones que les son propias. En la que hemos dado en denominar la “zaga de Videla” su trabajo es atacado con interpretaciones erróneas y mal intencionadas por los medios o personajes especialmente afectos al poder de turno.

Somos conscientes de buena fe y profesionalismo con el que trabaja Ricardo Angoso, queremos dejar testimonio de ello y agradecemos su esfuerzo por echar luz sobre un turbulento pasado histórico al que el relato oficial pretende oscurecer.

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
Por una Nueva Década en Paz y para Siempre


por Ricardo Angoso para Cambio 16

El que antaño fuera el hombre más poderoso de Argentina, durante el último gobierno de facto que transcurrió entre 1976 y 1983, es hoy un “preso político” más del complejo penal penitenciario de Marcos Paz, en la provincia de Buenos Aires.

El ex dictador argentino, condenado por crímenes de
lesa humanidad, sigue sintiéndose un “preso político”
de la saga Kirchner, aunque cada día que pasa es
consciente de que terminará sus días entre rejas


Juzgado nada más caer el régimen militar, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, Videla fue sentenciado, en 1985, a reclusión perpetua, inhabilitación absoluta también perpetua y destitución del grado militar.

Sin embargo, unos años más tarde, en 1990, el presidente peronista Carlos Saúl Menem hizo uso de la facultad presidencial de indulto para dictar su excarcelación, junto con la de otros miembros de las juntas militares y responsables policiales del periodo militar. Videla, entonces, pasó una década de relativa calma hasta que, en 1998, volvió de nuevo a la prisión por un supuesto caso de sustracción de menores y pasó 38 días en cárcel de Los Caseros, de donde fue enviado, en atención a su edad, a cumplir arresto domiciliario en su casa.

Los problemas con la justicia no terminarían ahí, pues en el año 2007 el presidente Néstor Kirchner anuló los indultos otorgados por Menem y decidió reabrir los procesos a los militares, aunque decidió dejar como válidos los otorgados a los integrantes del grupo terrorista conocido como los Montoneros. El 10 de octubre de 2008, tras una controvertida decisión de un juez que argumentaba como causa para tomar tal decisión la gravedad de los hechos atribuidos a Videla, el ex general fue enviado de nuevo a prisión, siendo recluido en el complejo penitenciario conocido como  Campo de Mayo, donde fue entrevistado, en el año 2012, por la revista Cambio 16, en una exclusiva que tuvo amplio eco en la Argentina y en el resto del mundo.


Más tarde, en julio de 2012, Videla volvió a sumar otra condena de cincuenta años por sustracción de menores y secuestro durante su gobierno de facto. Esta condena, junto con las anteriores que sumaba tras ser anulado el indulto, hacen casi imposible que el general pueda volver a recuperar su libertad, dado lo avanzado de su edad -Videla nació en el año 1925- y su delicado estado de salud. Este final anunciado se podría modificar si la justicia acepta la tesis, de los abogados defensores de los imputados en las causas de lesa humanidad, que todo lo actuado en estos juicios están viciados de nulidad absoluta por las “aberraciones jurídicas” cometidas en su desarrollo o mediar otro indulto presidencial, poco probable que ocurra con la viuda de Kirchner en el cargo de presidente de la nación.

Argentina, pieza clave

Conocedor de este estado de cosas por sufrirlas en sus propias carnes y claramente enemistado con el gobierno de los Kirchner, Videla se considera un “preso político” y argumenta que “los enemigos derrotados de ayer cumplieron su propósito y hoy gobiernan el país e intentan un régimen marxista a la manera de Gramsci”.

Para el ex general, los juicios a los que ha sido sometido y su actual reclusión tienen que ver con una vendetta política, tal como aseguró en su momento en la entrevista concedida a Cambio16: “Somos presos políticos, mientras los terroristas están en la calle y no han sido juzgados”. Para él, “en Argentina no hay justicia, sino afán de venganza” para aquellos que, en su opinión, le ganaron la guerra a la subversión marxista y al terrorismo.

En este sentido, y sobre todo debido a esta posición radicalmente opuesta a la del peronismo en la interpretación histórica de los hechos ocurridos durante el periodo conocido como el Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983) o simplemente la dictadura militar para la mayoría de los argentinos, Videla es duramente atacado y fustigado por el oficialismo en su país, más concretamente por los medios afines a la presidenta, como el diario Página 12 y el Canal 7, a los cuales ahora se han sumado los medios adquiridos recientemente por el zar de juego en Argentina, Cristóbal López, amigo de los Kirchner y otros cooptados por la pauta de publicidad oficial.

El largo calvario judicial de Videla, que se inició en la década de los ochenta tras caer el régimen militar al perder la batalla por “liberar” las Malvinas, no parece que vaya a concluir pronto. Recientemente, se inició un proceso contra él y otros responsables, incluso algunos extranjeros, por sus supuestas responsabilidades en el denominado Plan Cóndor, una operación en la que estarían implicadas varias de las dictaduras del Cono Sur, pero especialmente las chilena, argentina, paraguaya y uruguaya, y que tenía como objetivo la persecución de oponentes políticos allá donde se refugiaran.


Las acusaciones contra Videla y otros responsables militares son bastante imprecisas, ya que contienen bastantes elementos subjetivos que están por demostrar, y complejas, debido a que implican a muchos países y que señalan directamente a los servicios secretos norteamericanos, la CIA, y a la Escuela de las Américas. Los Estados Unidos apoyaron estas prácticas de carácter ilegal, como la tortura, el secuestro y la desaparición forzosa, y conocían detalladamente lo que hacían estos regímenes militares.

Nada nuevo bajo el sol, desde luego. Estamos hablando de los años en que los Estados Unidos, a través la de la Escuela de las Américas, apoyaban la doctrina de seguridad nacional, es decir, el manejo de una ideología que concebía durante la Guerra Fría que la lucha contra el comunismo no solo tenía una dimensión exterior, sino también interior y que el enemigo actuaba desde dentro de los países para desestabilizarlos o destruirlos.

Eran los años 60, 70, 80 y buena parte de los 90, cuando las guerrillas y los grupos terroristas de carácter marxista asolaban sus respectivas sociedades. En esa lucha contra el comunismo, pensaban algunos líderes de los Estados Unidos, todo valía y el fin –derrotar a la Unión Soviética en todos los frentes– justificaba los medios, todo servía; incluidas las violaciones de los derechos humanos.

Argentina, bajo la tutela de un Videla al que apoyaban desde la extrema derecha hasta los comunistas, pasando por los peronistas y los radicales, era una pieza clave en esa estrategia auspiciada por Washington y las actuaciones de la dictadura militar eran de sobras conocidas por la CIA.

Ni siquiera el presidente demócrata Jimmy Carter, que con la retirada de la ayuda norteamericana a la Nicaragua de Anastasio Somoza provocó su posterior caída, llegó a condenar con rotundidad el régimen militar argentino. Sin embargo, paradójicamente, son los antaño aliados estratégicos de los Estados Unidos, como Videla, los que se pudren en prisión, mientras que muchos de los estrategas de aquella política, como Henry Kissinger, se dedican a dar multimillonarias conferencias por medio mundo

Vida espartana
En un país donde los gobernantes acostumbran, a su paso por el gobierno, a enriquecerse de una forma brutal y a no dar explicaciones sobre el origen de sus fortunas, tal como ha ocurrido durante los mandatos de Carlos Saúl Menem y los dos Kirchner, Néstor y Cristina, llama poderosamente la atención que ningún de los militares que participaron en las juntas de gobierno de los años 70 y 80 posea hoy un gran patrimonio o empresas de origen desconocido.


Este es el caso, le pese a quien le pese, de Jorge Rafael Videla, que sigue poseyendo su vivienda de siempre y a quien no se le conocen ni propiedades, ni cuentas bancarias “extrañas”, ni dinero de origen obtenido fraudulentamente.

Puede que durante su mandato algunos utilizaran el poder omnímodo para enriquecerse, o hacer pingues negocios, como fue el caso del controvertido almirante Emilio Eduardo Massera, pero no fue así con Videla.


Hombre de una rigidez espartana, algo que es reconocido por sus enemigos e incluso por dos de sus biógrafos más hostiles, como María Seonane y Vicente Muleiro, que le retrataron profusamente en su conocida obra El dictador, y poco dado a los lujos y excesos –con una similitud rayana a la copia con nuestro dictador local, Francisco Franco–, Videla salió indemne e “inmune” a los grandes escándalos financieros y a la corrupción reinante (casi crónica) que azotaron a su país en las últimas décadas.

Videla, de ochenta y siete años, casado con la hija de un embajador, Alicia Hartridge, y con siete hijos fruto de ese matrimonio, ha sido juzgado por delitos de lesa humanidad tras haber sido indultado por el presidente Carlos Saúl Menem y tras haberle sido aplicadas penas previamente anuladas.
La justicia argentina, en un hecho sin precedentes, también anuló las Leyes de Punto Final y Obediencia Debida dictadas por el presidente Raúl Alfonsín, en 1986 y 1987, respectivamente.

Los máximos oponentes y detractores de Videla, el matrimonio de los Kirchner, el difunto Néstor y la presidenta Cristina, que paradójicamente siempre apelaron a la defensa de la justicia y al valor de los derechos humanos, aumentaron su patrimonio personal en un 710 % desde su llegada al poder, tal como denunció el diario Clarín, habiendo pasado de un millón y medio de dólares, en el año 2003 en que ganaron las elecciones, hasta los casi veinte millones que posee la máxima mandataria argentina en la actualidad. 

FUENTE: http://cambio16.es/not/2642/_que_fue_de_jorge_videla_/

LA CONVERSIÓN

Queridos amigos:

En la lucha por el poder,  en cualquier campo, las personas que carecen de límites éticos tienen ostensibles ventajas respecto de quienes actúan sujetos a principios  y valores. Los primeros, “los malos”, no trepidan en mentir mientras que los otros, “los buenos”, se sienten obligados a proceder con transparencia.  Los malos, traicionan sin culpa; los buenos se ven atados por sus lealtades  y compromisos. Los malos no dudan en utilizar dinero mal habido en procura de sus objetivos; los buenos pretenden ser honestos en cada procedimiento.


Si alcanzan el poder, los malos lo utilizan para aplastar a sus oponentes y tratar de mantenerlo para siempre. En la otra vereda, en similares circunstancias, los buenos tratarán de  actuar respetando las leyes y las normas porque eso responde a su paradigma.  Si además tienen sentimientos cristianos, se sentirán compelidos a olvidar agravios y perdonar culpas.

A pesar de tantas desventajas, el hecho de que muchas veces en la historia gente buena y digna alcanza el triunfo demuestra la fuerza inconmensurable que otorgan las conductas éticas, ya que todo  ser humano es capaz de percibirlas y reconocerlas aunque no las siga. Sin mencionar que los hombres de fe, sienten además que cuentan con el apoyo celestial. El problema es que muchas veces, ante las derrotas parciales, los hombres buenos dudan de la eficacia de su accionar y se ven tentados a imitar los procedimientos sucios prometiéndose que si triunfan utilizarán el poder para el bien. Olvidan sin embargo la visión Aristotélica que expresa que la virtud solo se alcanza realizando actos virtuosos, de modo que el que llega arriando banderas probablemente se encuentre con las manos atadas por los compromisos contraídos en el tortuoso camino.


Todas estas reflexiones vienen inspiradas por el ejemplo que dio al mundo el acceso al papado del Cardenal Jorge Bergoglio, que fue capaz de conservar sus virtudes morales en la edad y  la jerarquía en que muchos hombres son ganados por el escepticismo, y contrastarla con la mezquindad de los compatriotas que gobiernan su país de origen, que en poco días pasaron de  atacarlo viéndolo como un enemigo a halagarlo al comprobar  la aceptación despertada por sus acciones como  Papa Francisco.

Con una visión muy terrena, fueron muchos los que supusieron que después de los numerosos desaires que la presidente Cristina Fernández había hecho sufrir al ahora Papa, este respondería a su pedido de audiencia posponiéndolo hasta después de haber asumido su cargo y haciéndola pasar frente a él como uno más de las decenas de mandatarios que concurrieron a honrarlo en su  hora de consagración. Olvidaron quienes así pensaban que el reino de Francisco es esencialmente espiritual y que su religión proclama el perdón y el ofrecimiento de la otra mejilla al agravio, antes que la reciprocidad que es propia de las relaciones internacionales. El Papa le brindó a la presidente una magnífica lección de caridad cristiana al recibirla en forma muy especial, invitarla a almorzar y hacerle sentir como que nunca hubo una diferencia. Apenas tuvo el gesto de regalarle un libro que habla de la corrupción, el autoritarismo y muchas otras lacras presentes en la acción de los gobiernos latinoamericanos como el que encabeza la señora presidente. Obviamente ella no se dio por aludida.


La presidente exultante informó del encuentro a la prensa internacional, como es su costumbre, tarde, mal y sin aceptar preguntas. Se perdió en fruslerías tales como que lo había tocado (cosa que vulnera las reglas diplomáticas vaticanas) y aun besado y tuvo el mal tino de hacer público que le había pedido una intercesión por el conflicto de Malvinas, con lo que invalidó cualquier intención que el Papa pudiera tener en tal sentido. Evidentemente convencida de que podía utilizar en su favor la elección de un Papa argentino, a pesar de que recayó en el prelado con quien tenía peor relación, la señora presidente experimentó una súbita conversión y  se transformó de un día a otro en  elogiosa seguidora del hombre a quien los referentes del oficialismo habían agraviado aún después de su elección imputándole delitos y actitudes  inexistentes.

Lamentablemente  no creemos que su conversión sea sincera. Nos basamos en que, ya en la Argentina, inauguró en Castelar, partido de Morón,  un nuevo Centro para la Memoria incompleta de los muchos que pululan en nuestro país  siguiendo la línea de la venganza interminable, disfrazada de justicia que se sigue llevando a cabo contra los acusados de delitos cometidos en la lucha contra la guerrilla terrorista que asoló al país en la década del setenta. Tampoco tuvo piedad con los bonaerenses y  su  gobernador, Daniel Scioli, que sigue sin poder pagar lo que pretenden los maestros y los empleados provinciales y ya ha comenzado un ajuste para poder abonar aumentos de sueldos, ni frenó los embates de la procuradora Gils Carbó contra la Corte Suprema de Justicia. Su conversión apenas sirvió para prometer una audiencia en la que escuchará la posición de los obispos argentinos respecto de los puntos más controversiales del nuevo Código Civil que incluye serios embates contra la institución matrimonial y familiar. Muy poco para ser creíble.


Pero si la presidente puede  al menos argüir que su contacto con el Papa Francisco obró el milagro de su súbita conversión, la actitud de la masa oficialista de funcionarios, de periodistas, de auto denominados intelectuales, de las cabezas de Organizaciones no Gubernamentales y de las Agrupaciones políticas como la Cámpora y Kolina que cambiaron su posición, sus comentarios y sus convicciones, al recibir una directiva presidencial, solo puede ser calificada como bochornosa e hipócrita. Hebe de Bonafini, se permitió argumentar que desconocía la acción pastoral de Bergoglio, tal como pretende desconocer las estafas cometidas en el seno de la Agrupación Madres de Plaza de Mayo en la construcción de viviendas sociales  o los crímenes perpetrados por los jóvenes terroristas a quienes homenajea en cada ocasión posible. El resto ni siquiera dio excusas, simplemente recibieron la orden de halagar y halagan así como antes recibieron la de denigrar y denigraron. Tan solo fue una cuestión de “obediencia debida” a sus jefes y empleadores.

También debemos tomar nota que el Cardenal Bergoglio nunca fue el Jefe de la oposición, como opinaba Néstor Kirchner y menos aún lo será el Papa Francisco que ya anunció que ni siquiera vendrá a la Argentina antes de las elecciones para no interferir en ellas. Es decir que su elección brinda  a la oposición la fortaleza  espiritual de saber que ya no estamos solos, pero que el camino para la victoria electoral y la posterior reconstrucción nacional no tiene atajos ni recibirá ayudas externas. Será, si es, la consecuencia del trabajo serio y los consensos generosos que  deben elaborar los hombres y mujeres que quieran construir una opción argentina  desde la ética y el patriotismo.


¡Y vaya si habrá para reconstruir! La torpeza con que se sigue manejando la economía nos pone cada día ante una nueva crisis. En otra decisión autoritaria, la AFIP  aumentó al 20 por ciento el recargo a las compras con tarjetas de crédito en el extranjero y la extendió a los paquetes turísticos comprados en el país. Como a cada nueva restricción al manejo de divisas, el mercado, que no es ni más ni menos que la suma de miles de voluntades individuales que perciben la realidad sin el filtro del relato, reaccionó con una demanda de dólares que llevó dicha moneda en el ámbito informal a casi 9 pesos para cerrar la semana a 8 pesos con 48 centavos. En el ámbito externo se aproxima el momento en que Argentina tendrá que hacer una oferta a los tenedores de bonos que no entraron en el canje que, si es exitosa, obligará  a una reapertura de dicho canje contradiciendo las bravatas presidenciales y las leyes que se promulgaron para  evitar esta situación.  Si no es exitosa y nos obligan a pagar el ciento por ciento del valor de los bonos, estaremos frente a un drama financiero.  A  esto nos han llevado las malas políticas y la incapacidad negociadora.


También tendremos que solucionar en breve el manejo de Aerolíneas Argentinas que lleva perdidos 3.566 millones de dólares desde julio del 2008 y sigue aumentando su nivel de pérdida mensual sin que el gobierno sea capaz de poner la empresa  en manos de una gestión profesional, que reemplace a la actual gestión que solo acredita el mérito de ser conducida por cuadros políticos de la agrupación oficialista La Cámpora. Y solucionar los problemas del transporte después de años de descuidar el mantenimiento con trágicas consecuencias  y luego ponerlo en manos de un intendente carente de antecedentes profesionales y de un ministro político de profesión contador. Y  recuperar el autoabastecimiento energético y la seguridad y la certidumbre y, en fin, reconstruir  un país agobiado por muchos años de ser gobernado por un grupo que solo piensa en cómo ganar las próximas elecciones y mantenerse en el poder a cualquier costo, careciendo de un verdadero proyecto nacional.


En la contienda política que se avecina, vemos como única nota positiva una creciente intención de las fuerzas de centro y centro derecha, de modificar actitudes personalistas y buscar resolver las candidaturas en una  saludable gran interna, que permita sumar a ganadores y perdedores en un proyecto común. En la escena mundial nos complace observar la excelente recepción que reciben los gestos de humildad y apertura del Papa Francisco, que no están reñidos con el valor que demuestra  a la hora de denunciar las conductas mezquinas y defender los valores cristianos. Su aceptación se ve reforzada porque ha mantenido constancia y coherencia en la defensa de esos valores en su historia de vida. Una demostración más de que la palabra empuja pero el ejemplo arrastra. Quizás ese reconocimiento nos inspire  a una masiva conversión nacional para anotarnos en el campo de los que eligen vivir bajo normas éticas, inspiradas en  sólidos principios  y valores, para bien de nuestra querida Argentina y ejemplo de nuestra juventud.

Un abrazo para todos

Juan Carlos Neves, Presidente de Nueva Unión Ciudadana
Twitter     @NevesJuanCarlos 

SEÑORA... ¿OTRA VEZ ERRÓ EL CAMINO O MINTIÓ?


Si con estos actos los militantes kirchneristas representan la interpretación las palabras de la presidente, pronunciadas el viernes 22 de marzo de 2013, cuando con un sorpresivo discurso, abogó por el diálogo y por el entendimiento de “los 40 millones de argentinos”“nos entendamos de una vez por todas” y recalcó: “Lo que quiero es que no peleemos, que nos entendamos. Ahí está la clave.” En otras de las partes claves de su discurso también manifestó: “está en cada uno de nosotros hacer el esfuerzo personal para que en cada uno aflore únicamente lo bueno y lo mejor; que tengamos la fuerza suficiente para dejar de lado lo malo, lo feo, el odio”. Es evidente que o los militantes no entendieron nada o nosotros, con un espíritu lleno de esperanza, nos equivocamos y creímos que la presidente estaba dando un profundo giro al relato oficial y había comprendido que el mejor camino era el de la paz, concordia, memoria, justicia e historia completa.


Realmente es maligno que niños y sus familias sean utilizados en reprobables acciones políticas en contra de la convivencia, la concordia y la paz cívica y social. Pensamos que el camino a transitar es justamente opuesto a esa actitud puesta de manifiesto en la conmemoración del Día de la Memoria Incompleta, no hemos escuchado ninguna reprobación o reproche por tal comportamiento.

Señora, si realmente no quiere que peleemos y nos entendamos entre los 40 millones de argentinos… por favor controle a su tropa o sáquese la careta y diga la verdad de sus propósitos.

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
Por una Nueva Década en Paz y para Siempre


DÍA DE LA MEMORIA 

Polémico juego invitó a "bajar el cuadro" de periodistas y opositores en la Plaza
Una agrupación kirchnerista montó retratos de figuras de la política, los medios y las empresas para "descolgarlos". Galería de imágenes.

24/03/2013 | 20:00

"Baje su propio cuadro", era la propuesta de una agrupación K para que los convocados emulen a Néstor Kirchner. | Foto: Perfil.com

Llevan a niños a escupir fotos de periodistas

Celebraron el Día de la Memoria con relato K y críticas a Macri y Clarín


Había para elegir. O el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, o el periodista Jorge Lanata. Durante el Día de la Memoria, frente a la Catedral Metropolitana, la agrupación Juventud Kirchnerista de Izquierda montó siete cuadros con la cara de figuras críticas del Gobierno nacional para que los convocados se tomaran una fotografía descolgándolos, como si se tratara de represores.


"La idea es que emulen a Néstor, nosotros siempre hacemos movidas así", explicaron los militantes de la emergente agrupación que llegaron cerca de las 15 horas a la Plaza de Mayo.


En marzo del 2004, el ex presidente Néstor Kirchner había ordenado durante un acto descolgar inmediatamente los cuadros de los represores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone.


Además de Buzzi y Lanata, en la plaza de este domingo estaban los retratos de Mariano Grondona, Mauricio Macri, Mirtha Legrand, Héctor Magnetto y el "Tío Sam", ícono del gobierno de Estados Unidos.


Del "juego" participaron familias con niños. Según pudo observar Perfil.com, chicos de menos de cinco años elegían entre un cuadro u otro para descolgarlo y fotografiarse.


Similitudes K. La propuesta de la agrupación K tiene grandes similitudes con el "escupidero público" que montó otra agrupación, La Poderosa, para esta misma conmemoración en el año 2011.


Esta semana, el presidente del BAPRO también emuló a Kirchner descolgando cuadros de líderes de esa entidad financiera durante la dictadura.

Gustavo Marangoni retira el cuadro de Héctor Pujato, ex presidente durante 1982


NOTA: Las imágenes y negritas no corresponden con la nota original.

COMUNICADO DE PRENSA. “ETCHECOLATZ SE DEFIENDE”


Marcos Paz. 20-03-13   .


“Basta de agravios difamantes contra mi persona”.

Dicha expresión corresponde al ex Comisario General (R) Miguel Osvaldo Etchecolatz en relación -según agregó- a la falsa acusación de que fue objeto por el secuestro y desaparición de Jorge Julio López.

Señaló que “existen elementos contundentes que prueban claramente que la desaparición de López fue obra del gobierno Kirchnerista”.

“Desde filmaciones televisivas elocuentes, testigos clave, documentación relevante y respaldatoria hasta intento de investigaciones legislativas frustradas e impedidas por los operadores del kirchnerismo, configuran en forma indubitable un depósito de material de prueba que obran en mi poder e incorporaré al expediente judicial en mi denuncia”.

Una denuncia que el propio Etchecolatz promueve en la causa Nº 16060 caratulada López Jorge Julio s/ desaparición de personas donde interviene la Fiscalía Federal General a cargo del Dr. Rodolfo Marcelo Molina de la ciudad de La Plata "para el esclarecimiento del caso, el castigo a los culpables específicos y a todos aquellos que instigaron, obstaculizaron y/o participaron de algún modo en el triste y trágico caso Jorge Julio López en plena democracia y que los organismos de DDHH podrán consultar”; expresa el denunciante.


Este miércoles, 27 de marzo de 2013, el Sr. Miguel Etchecolatz a las 12 del mediodía será llevado a juicio ante el Juzgado Federal Nº 1 de La Plata por la desaparición de Jorge Julio López.

Miguel Etchecolatz se encuentra recluido en cárcel común y se encontraba en esa situación al desaparecer el testigo Jorge Julio López por cuya desaparición ahora se acusa a Etchecolatz.

NOTA: Las imágenes y negritas no corresponden al comunicado de prensa original.

lunes, 25 de marzo de 2013

EL CUENTO DE LA ABUELITA



La abuela Estela de Carlotto, pese a haber sufrido tiempo atrás una vergonzante derrota en su criminal intento de inculpar sin fundamento alguno por apropiación de hijos de desaparecidos, y saboreando aún el amargo gusto en la boca que le provocara su nuevo y reciente traspié al pretender difamar a nuestro Papa, basándose exclusivamente en las calumnias de Verbitsky difundidas por el ordenanza Juan Pablo Cafiero, no escarmienta y ha vuelto al ruedo con otro disparate.


Esta vez su eterno odio lo utiliza para justificar la violencia de los militantes terroristas de los '70 asegurando “Nosotros reivindicamos el valor de una lucha que sí la hubo armada, aunque no estamos con la violencia, pero que esa violencia es la misma que tuvo San Martín o los héroes para defender la patria. Lo hicieron a su manera, con errores, virtudes y defectos. Nosotros no idealizamos, ponemos la conducta fiel y total de cada uno”.


Y semejante dislate ofende el honor de la historia patria. Comparar esa banda de asesinos financiados y entrenados en los "paraísos comunistas" con nuestros padres es una afrenta a la Nación. Ellos no sólo que no defendieron la Patria sino que se alzaron en armas contra ella, pretendiendo trocar la gloriosa celeste y blanca por el rojo pendón, quedando incursos en el delito de infames traidores.


Mal que le pese a esta señora, quienes nos defendieron y defendieron a la Patria, cumpliendo órdenes del Presidente de la Nación, fueron justamente las Fuerzas Armadas.

Cuanto más pretendan imponer el relato, más evidentes serán sus mentiras y sus odios irracionales.

Juan Manuel Otero