sábado, 25 de mayo de 2013

25 DE MAYO... EL MODELO DE FESTEJARSE A SÌ MISMO


 “Soñé que lo piqueteros nos transformábamos en LOS COLORADOS DEL MONTE y pasábamos a deguello a TANTO TRAIDOR GORILA. Me desperté llorando.”
( Luis D'Elia )


Para usted hoy es domingo, pero para mí no.

Es sábado. Un hermoso sábado. Amanece el sábado. Apenas alumbran las primeras luces de la mañana anunciando un 25 de Mayo ahíto de sol… pero ésta no es la hora del sol sino de la luna, que reina esplendorosa en el marco de mi ventana. Acurrucada sobre un horizonte ceniciento, y cualquier comparación odiosa con la realidad argentina es pura coincidencia, la luna ha reinado majestuosa todita la noche. Ha surcado el cielo de lado a lado. Desde un horizonte hacia el otro horizonte.

La luna es al revés de todo. Ella amaneció bien de noche y está en esta mañana en el ocaso de su esplendor…otra vez aclaro que cualquier semejanza con la realidad política de la argentina es pura coincidencia… o no tanto.


Un ciclo. Como los minutos, como las horas… así es el día y así es la noche y así los años y así las décadas. Todas, las ganadas, las robadas, las lavadas, las perdidas. Y así es la vida.

La ciudad grita desde hace unos días fastuosa propaganda en cada una de sus paredes. El régimen, que lleva una década exacta en el poder, anuncia el festejo de su relato en la estación K de la historia. Muchos estábamos hace diez años parados, esperanzados y ansiosos en aquella estación esperando el tren de la historia, pero no pudimos subir… el tren pasó lleno de kirchneristas corruptos. Otro tren será. O tal vez nunca será.


Otra fecha Patria apropiada por el relato antojadizo del régimen que nos gobierna. Me hubiese gustado este 25 de Mayo como otros 25 de Mayo en que nos reuníamos para evocar el grito sagrado de Libertad de los patriotas de Mayo, las autoridades se levantaban temprano y acudían a las iglesias para compartir el Gracias a Dios por la Patria. Y luego el pueblo arremolinado junto a la celeste y blanca. En las escuelas de la Argentina los docentes y los alumnos aludían a la semana de mayo sin indicaciones políticas para trabajar en el aula.

Por suerte en muchas ciudades y en muchos pueblos de la Provincias así siguen las cosas.

Pero en la gran ciudad desde donde el régimen emite el relato, este es otro 25 de Mayo. Hoy, frente el Cabildo, al único que se le agradece es a Néstor, cuyos huesos descansan en una majestuosa bóveda, más grande que la Catedral de Buenos Aires.


El régimen se festeja a sí mismo. Es su estilo.

Yo estoy frente a la pantalla de la computadora. La ventana y el mate. Siempre. Ilusiones y desdichas. Haciendo lo que más me gusta: escribir.

Un día que llega… una noche que se muere. Un día nuevo prometiendo esperanza. Tal vez defraude… tal vez no, la vida y los amores son así. Los políticos ni les cuento.

A lo mejor los defraudadores somos nosotros, quién sabe. Un 25 Mayo, que a juzgar por lo que se anuncia en mi ventana será pleno de sol tibio.

El amor por la Patria. Evocar aquella Revolución que gritó Libertad!!. Un puñado de patriotas enfrentando a la tiranía del Virrey, comenzando a romper las cadenas coloniales… un pueblo arremolinado frente al Cabildo para preguntar ¿de qué se trata?

Todavía la jabonería era de Vieytes y no de Cristóbal López… y la Prensa la manejaba un Moreno que sudaba Revolución y no un Moreno payaso asignado a papelones mediáticos.


Los bandos con las buenas y las malas noticias se leían a viva voz y luego se pegaban en las paredes, cuando todavía las paredes y los bandos no pertenecían a Lázaro Baez.

Aquél 25 de Mayo, me refiero al de 1810, Billiken asegura que llovía. Los revisionistas más serios todavía discuten si existían los paraguas… los que dicen que sí existían, acusan a varios comerciantes españoles de especular con el precio como boicot a la inminente Revolución. Eran épocas difíciles para importar cosas y se imponía el contrabando… algunas cosas nunca cambian. Si aquél 25 de Mayo hubiera sido K, Ella seguramente se hubiese asomado al balcón del Cabildo con su paraguas negro Louis Vuitton y su Rólex de oro macizo y nos hubiera contado la historia a su antojo durante cuatro horas y media.

Y nos hubiera asombrado con sus anécdotas con el “Dr. Belgrano” y sus diferencias con el único cura del nuevo gobierno patrio: Manuel Alberti. Y seguramente hubiera contado de sus sospechas para con Miguel de Azcuénaga…que nunca se sacó el uniforme de Soldado. Y sí, seguramente Ella no hubiera dejado que Juan José Castelli se luciera aquél 22 de Mayo con su discurso genial y emotivo…


La imagino a la presidenta en aquél 25 de Mayo, mimando a sus “jóvenes idealistas” French y Beruti que andaban custodiando el modelo de buenas y malas maneras.

Pero en éste 25 de Mayo, el régimen ha decidido festejarse a sí mismo, contratar los mismos artistas de siempre, los cubanos y los argentinos. Y algunos otros. Los cubanos porque todavía hoy, hay un sector que le debe favores al Dictador de aquella isla que en los 70 encausó la violencia armada en Argentina… los argentinos, porque a los cachet del Anses no se los iguala con ningún Luna Park a medio vender.

“Porqué no dejás de escribir, y te presentás en las elecciones!!” me escribió alguien esta semana en un mail anónimo de  bastante mal gusto. Varias veces, los campeones de la democracia, los voceros de la libertad y la tolerancia me han dicho lo mismo. Se les complica entender que a mí me gusta escribir. Desde hace varios años, los Kirchneristas se enojan por lo que escribo. Me mandan a que me meta en política, que me haga de un partido, que gane elecciones y que cambie el país... y casi todos los kircheristas de Gualeguay me han bloqueado de las redes sociales. El Modelo del avestruz. Parece que para ellos, El Silencio es salud… no recuerdo donde escuché la frase…je


Les agradezco los consejos, de corazón… pero yo quiero escribir, ¿no entienden que a mí me gusta escribir?. Ya que son tan tolerantes, déjenme escribir en paz ¡y santas pascuas!

En el 25 de Mayo de 1810, los Criollos comenzamos a gritar libertad. Más de 200 años después, todavía estamos en veremos. De los Patriotas de Mayo elijo a todos. Porque una Revolución no se puede hacer con algunos. Una Revolución se hace con todos.

Mariano Moreno, que no fue muy mediático en la Semana de Mayo, sí deslumbró tras la formación del primer gobierno patrio. Y con brillante pluma advirtió: “La variación presente no debe limitarse a suplantar a los funcionarios públicos e imitar su corrupción y su indolencia. Es necesario destruir los abusos de la administración, desplegar una actividad que hasta ahora no se ha conocido, promover el remedio de los males que afligen al Estado, excitar y dirigir el espíritu público, educar al pueblo, destruir o contener a sus enemigos y dar nueva vida a las provincias. Si el gobierno huye el trabajo; si sigue las huellas de sus predecesores, conservando la alianza con la corrupción y el desorden, hará traición a las justas esperanzas del pueblo y llegará a ser indigno de los altos destinos que se han encomendado en sus manos."


En aquél 25 de Mayo, el pueblo quería saber de qué se trata. Creo que hoy, el pueblo ya sabe de qué se trata, y por eso protesta. Pero el Modelo sigue autista… festejándose a sí mismo.

Les deseo Suerte, de corazón...

Horacio R. Palma
El Dia de Gualeguay

Gualeguay
Entre Ríos

NOTA: Las imágenes no corresponden a la nota original.

DESDE EZEIZA. VAMOS POR TODO: LA LIBERTAD

El trabajo que podrán leer a continuación, mejorado o tomado como idea fuerza central, es lo que deberíamos hacer como respuesta a nuestro Honor y Dignidad mancillados, demostrando Unidad y respetando posibles objetivos secundarios que pudieran surgir.

El último instrumento para la resolución de un conflicto es el lanzamiento de la amenaza.

El pueblo argentino debe saberla.


Nosotros, los Presos Políticos, en nuestro derecho constitucional de la libre expresión, la damos a conocer, porque la amenaza fue lanzada cuando la Presidente dijo: “…Vamos por todo…”: ello, sin posibilidad de error en su interpretación, significa “Vamos por la República”, lo que es sinónimo – en la comprensión política de las palabras – “Vamos hacia la Patria Socialista”, objetivo más que explícito y exactamente coincidentes con aquéllos que entre los años 60 y 80 conmovieron a la sociedad argentina con actos de terrorismo de impensadas y terribles consecuencias.



De alguna forma había que enfrentar a esa amenaza dolorosa y las FFAA, de Seguridad, Policiales y Civiles aceptaron el reto motorizados por su amor a la Patria y lo hicieron con los medios y tácticas que la misma subversión impuso.

Los Presos Políticos de hoy, algunos ya fallecidos, no éramos asesinos ni torturadores: éramos Soldados y, como tales, respetuosos de un Orden Militar casi sagrado – el vigente en ese momento histórico – y consagrado a la defensa de la Patria.

Ningún Soldado actuó por sí: lo hicieron en forma Institucional respondiendo al juramente de “¿Juráis a la Patria seguir constantemente su Bandera y defenderla hasta perder la Vida?”: en éste juramento radica el fundamento y el aserto de que son las Instituciones mismas las que deberían defender a sus integrantes y, dentro de ellos, asumiendo las responsabilidades a quienes les caben.

Los Presos Políticos - a la luz de los hechos y pudiéndose visualizar el objetivo buscado por la maniobra política – somos una circunstancia: el problema central – ahora – es la Patria misma.

El hecho de enfrentar a Jueces prevaricadores, perjuros, cobardes, materialistas, obsecuentes, cómplices ideológicos y violadores del debido proceso no es sólo parte de la venganza, sino que es el símbolo más representativo del “Vamos por Todo”.

¿Qué Argentino desea para sí y para la posteridad una Patria indefensa, un país inseguro, una Nación aislada del concierto de las Naciones y una sociedad sin goce de sus libertades, sin valores, denostando de la historia y de la tradición que nos trajo hasta acá?

La respuesta negativa a estas preguntas llevaron a que en aquellas décadas aparecieran patriotas, civiles y uniformados que regaron con su sangre el territorio argentino por la acción solapada y violenta de los ángeles del demonio vestidos de subversivos. Fue una epopeya que podría paragonearse con el accionar de aquéllos que nos dieran la Independencia en 1816.



Estamos presos, pero daremos el grito de libertad si el Pueblo argentino entiende la amenaza y no se deja engañar por las política en curso que el Estado viene desarrollando desde el año 2003, comenzando con los Juicios a Militares, continuando con las componendas para lograr el enriquecimiento personal, acallando a la prensa, impidiendo el desarrollo agrícola-ganadero e industrial del territorio, comprando personas como si fueran mercancías, deshonrando al Poder Legislativo y, finalmente, avasallando la independencia de la Justicia

Nuestro objetivo es, sin dudas, la Libertad, dado que ella implica asegurar los derechos y garantías constitucionales de todos los habitantes de la Nación Argentina.

Si hubo errores, como quieren reiteradamente y de todas formas hacer ver, se debieron a una razón táctica necesaria que respondía a la carencia de experiencia en esta tipo de lucha artera, traicionera y sin medir consecuencias, lo que traslada la responsabilidad al orden Institucional; los aciertos de entonces fueron acompañados por la sociedad toda. Los aciertos de hoy los darán quienes luchen por la independencia contra este gobierno absolutista buscando al regreso al marco Republicano

A quienes combatieron por un ideal equivocado (los realmente “jóvenes idealistas”), le tendemos la mano como símbolo de Concordia y Paz, que es lo que ansía todo combatiente.

A la alimaña corrupta hasta la obscenidad que usa aquellos mismos mensajes idealistas para ocultar su voracidad y ambición de lucro personal a cualquier costo, los seguiremos combatiendo por los medios que podamos dentro del marco de la Paz Activa.

“Voluntad es igual a Victoria”: emulemos la valentía de aquellos que nos independizaron, y SALVEMOS A LA PATRIA.

SOMOS PRESOS POLITICOS, MAS NO DE CUBA: ARGENTINOS!!!!!

Cárcel de Ezeiza, en la semana de Mayo de 2013

JORGE TOCCALINO
Coronel (R)
PP - Perpetua

FUENTE: http://porladignidad.creatuforo.com/aqu-tema1322.html?sid=10a774c512a32638dd975901c9762531

jueves, 23 de mayo de 2013

EL DÍA DEL CHIVO

20/05/2013                                                                   
Por Mauricio Ortín
                                       
El pueblo de Israel tenía por ritual el sacrificar dos chivos cada tanto. Uno era ofrendado a Yahvé; el otro, en cambio,  cargado simbólicamente con todas las culpas del pueblo judío era insultado, apedreado y abandonado en el desierto a su suerte y a la del demonio Azazel. Dicha práctica colectiva supuestamente purificaba a la sociedad toda por los actos deshonrosos cometidos en su seno por los individuos. Así, a través de este sencillo y económico acto, el chivo expiaba de culpas a los hombres restituyéndoles, mágicamente, la autoridad moral propia de la conciencia transparente que no tendrá nada de qué reprocharse. Como el chivo hacía bien su trabajo era conveniente, siempre, tener a mano por lo menos uno.  Aunque es muy difícil probarlo, es casi seguro que los más entusiastas profesantes de este ritual no eran, precisamente, los que cargaban con menos culpas sino, más bien, los que “debían a cada santo una vela”.


Siguiendo la tradición judía –que también es la nuestra- el 17 de mayo, día del fallecimiento del General Jorge Rafael Videla, debería figurar en las efemérides como el “día del chivo expiatorio argentino” o “el día nacional de la hipocresía”. Ello así, a partir de examinar la caravana de adjetivos provenientes de todo el arco político y periodístico con el que se despidió al General Videla de este mundo: “genocida”, “perverso”, “criminal”, “sembrador de muerte”, “tirano sangriento”, “dictador”, entre otros. Que se las merezca o no es un tema; pero, otro es también: ¿“quién arroja la primera piedra”? ¿Acaso están “libres de pecado” los que robaban, secuestraban y asesinaban desde la izquierda? ¿Qué tiene que ver Videla con el asesinato de José Rucci, Augusto Vandor, Pedro Aramburu, Oberdan Sallustro, Roberto Uzal, Paula Lambruschini,  entre tanto otros? Nada. Tampoco, con las andanzas criminales de la Triple A. Esos también son homicidios y deben cargarse en cualquier mochila, menos en las verde oliva. 


Ello, porque es justicia que así sea y porque asumiendo la verdad es cómo aprenderemos de nuestros errores. El golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 fue el gran error de los militares,... pero no sólo de los militares. Recuerdo el clima social de ese día y los siguientes tres o cuatro. No cundía el pánico o la indignación por la pérdida del orden constitucional como cundiría hoy (por suerte) ante una situación similar. El común de la gente aprobaba al gobierno de facto. La actitud de los grandes medios de comunicación (Clarín, La Nación, Gente y varios más) de manera alguna manifestaba su encono a la dictadura. Tampoco, los políticos, a excepción de unos pocos (entre ellos y por dispares razones, Jorge Abelardo Ramos y Alvaro Alsogaray) se opusieron al golpe de Estado. Otros, que no son pocos, fueron la parte civil de ese gobierno. Alicia Kirchner, Ricardo Gil Lavedra, León Arslanián, Eugenio Zaffaroni, y muchos más ocuparon cargos en los poderes Judicial y Ejecutivo designados por los militares. Intelectuales, escritores y científicos destacados también se sentaron en esa mesa mientras sucedía lo que hoy denuncian a gritos. Jorge Luís Borges y Ernesto Sábato, en un almuerzo con el presidente de facto, personalmente, le agradecieron los servicios prestados a la patria. El partido comunista le dio su apoyo explícito; el socialista, embajadores. Los montoneros y el ERP, aunque por motivos diferentes a los de la derecha, también trabajaban para el golpe. Su instintiva sed de sangre y su marxismo bíblico les señalaba que, con el gobierno militar, se desataría la insurrección de las masas que conduciría, inexorablemente, al poder a los revolucionarios. Los subversivos que empuñaron las armas contra el gobierno constitucional, más que víctimas son victimarios. No tienen autoridad moral para llamar genocida a nadie.

Algo es seguro, la tragedia argentina de los años ’70 y la crisis moral –más que económica- que padecemos, no se resolverá insultando y apedreando a chivos expiatorios. Acaso es el único que asume la culpa, mas no el único culpable. Los políticos, fundamentalmente los peronistas, deberían recordar que José López Rega no era ni “gorila” ni afiliado a la UCR (lo mismo, Mario Eduardo Firmenich). Ha de llegar el día en que, en la Argentina, la hipocresía dejará de ser el deporte nacional.

UNA DESPERDICIADA OPORTUNIDAD PARA LA ARGENTINA

(Una década torpemente perdida)

Podemos afirmar que la tremenda crisis del año 2001, probablemente una de las más graves de nuestra Historia, hizo que la economía prácticamente tocase fondo y hundieses a millones de argentinos en el desempleo, en pérdida de sus acreencias, en una disminución real en sus salarios e ingresos y en un desánimo generalizado. El futuro se presentaba muy oscuro y lleno de incertidumbre.
Eduardo Duhalde, quien después del colapso y luego de cuatro presidentes en trece días, asumió la gestión presidencial, para completar el período cuatrienal de De La Rúa, pudo frenar la caída y revertir la tendencia negativa de la economía y volver a encausarla positivamente.
Al finalizar su gestión, en unos polémicos y discutidos comicios, salió triunfador el ignoto gobernador de la provincia de Santa Cruz, Nestor Kirchner, del que se poseían escasas referencias y que  fuera elegido candidato por descarte de otros postulantes, por el presidente saliente.
Asumió con el más bajo porcentaje de votos de nuestra Historia. Escasamente el 22% de los votos, de los cuales mucho más de la mitad fueron “prestados” por el presidente saliente.
Kirchner con discutidos y polémicos procedimientos restauró la autoridad presidencial y continuando la política económica instalada por su antecesor, permitió que la economía del país creciera varios años a tasas de los países asiáticos. Ello le permitió incrementar su escasa legitimidad de origen y con otras medidas, incrementar la alicaída autoridad presidencial.
No obstante, ese verdadero record de crecimiento, se debe más a factores totalmente ajenos a las medidas gubernamentales. Entre ellos, a una creciente y expansiva tendencia positiva de la economía mundial, al bajísimo nivel al que había alcanzado la economía argentina en la crisis del año 2001 (era difícil caer más abajo), a la depresión de los salarios y a la cada vez más creciente demanda de los productos tradicionales que exporta nuestro país, en particular de granos y cereales.
En otras palabras, una situación mundial excepcionalmente favorable. Probablemente la más favorable en la historia de nuestro país.
Pero lamentablemente, ese crecimiento sostenido de los primeros años, no se tradujo en inversión de infraestructura productiva, desarrollo de la economía y reformas administrativas, porque fue demagógicamente dilapidado y despilfarrado y las urgentes y prioritarias medidas que el gobierno debería haber adoptado, fueron postergadas “sine die” y luego de su gestión, heredadas por su cónyuge.
Cristina llegó al Gobierno de la mano del poder construido por su esposo. El acceso a la primera magistratura de la Sra. Kirchner fue impuesta por su voluntad, en medio de un escándanlo con acusaciones de fraude electoral y financiamiento de la campaña presidencial con fondos espurios.
Es así que Cristina, recibe de su esposo problemas tan acuciantes de solución en la economía nacional, como los subsidios a las empresas públicas y la falta de inversión en energía, fundamentalmente en gas y petróleo, entre otros temas igualmente perentorios.
Las tres gestiones de los Kirchner tuvieron algunas características distintivas comunes: el autoritarismo, la prepotencia, la falta de diálogo, el atropello a las instituciones, la ausencia de transparencia de los actos de gobierno, la mentira y el engaño y una corrupción abierta, descarada y generalizada.
   Desde que se anunció que la Sra. de Kirchner iba a ser la candidata presidencial los analistas y politicólogos  preanunciaban las dificultades que Cristina iba a tener por su falta de experiencia en gestión pública.
   Al poco tiempo de las predicciones de los analistas se cumplieron abiertamente. Cristina no sabía gestionar y Néstor Kirchner mostró una verdadera incapacidad de ocupar un segundo plano. Tanto es así que en la práctica se estableció un gobierno de doble cabeza. Las riendas del poder seguían en manos del ex presidente  que es el que realmente gobernaba, limitándose Cristina a retransmitir las “disposiciones gubernamentales” y a aspectos meramente protocolares y de menor importancia.
    Los medios lo han denominado gobierno de “doble comando”. 
No es el caso de un “monje gris” que gobierna detrás de bambalinas. Néstor Kirchner no ocultaba que él era el que gobernaba. Lo hizo abierta y descaradamente, sin tapujos, usando todos los medios y facilidades del Estado que necesitaba para ello.
El primer período presidencial de la Sra. de Kirchner siguió en este “doble comando”, pero con agrias y violentas discusiones de cómo conducir las riendas del gobierno, que ya había entrado en una tendencia francamente declinante.  En una de esas fuertes discusiones, en ocasión del decreto 125 sobre las retenciones, el matrimonio presidencial se fue a las manos y en un rapto de locura, la Presidente le habría dicho “…si volves a tocarme te pego un tiro en la boca...”.
    Luego del fallecimiento del ex presidente se presentó una querella en los Tribunales Federales de Buenos Aires en la cual se culpa a madre e hijo. de “homicidio simple” y se pide al juez federal que ordene la exhumación del cadáver para saber las causas de su muerte. Según dos testigos reservados aseguran que Kirchner fue “asesinado de un tiro en la nuca”.
No obstante, la mandataria, gracias a su política populista y demagógica y el verdadero derroche de los fondos públicos y el  abuso de publicidad y propaganda oficial, en las elecciones presidenciales de octubre del 2011, volvió a imponerse con un 54% de los votos.
Pero la suerte ya estaba echada. Cristina debería saber que las segundas partes nunca fueron buenas. Su impericia y su absoluta ineptitud, más la pesada herencia que le dejó su difunto esposo, empezó a surgir con toda claridad, haciéndose evidente ante toda la ciudadanía, su falta de condiciones para liderar un país al cual el ex presidente llevó a un callejón sin salida. Y a ello hay que sumarle la falta de fondos, con el cual tanto ella como su esposo, “endulzaban, domesticaban y  disciplinaban” a sus seguidores, funcionarios nacionales y provinciales.
El país entró en una declinación muy pronunciada de la cual era difícil salir.
La administración de la Nación entró en un verdadero aquelarre.  Un caos de acciones desesperadas, sin rumbo definido, muchas veces contrapuestas, verdaderos manotazos de ahogado, tratando de encontrar alguna salida que les permita zafar del negro final que seguramente les espera. Un sinfín de medidas sin sentido y sin coherencia, muchas veces contrarias a la Constitución Nacional y a las leyes vigentes.
Todo el esfuerzo oficialista en estos últimos tiempos fue destinado a acallar los medios independientes y lograr “someter” a la Justicia.
Mientras esta irracional lucha tiene lugar, el país se fue deteriorando rápidamente. El federalismo pasó a ser simplemente una palabra vacía.  Las instituciones funcionan a media máquina, algunas mal o muy mal y otras simplemente no funcionan. Por ejemplo, las FF. AA.  del octavo país del mundo en superficie territorial, están reducido al mínimo, sin ninguna capacidad operativa y el país se encuentra en una indefensión total.  El oficialismo ha degradado social e institucionalmente a la Nación, instalando una violencia creciente y una impunidad total con una corrupción política, económica y social insólita. Estamos en conflicto con nuestros países vecinos y en tensas relaciones con nuestros tradicionales amigos de Europa. Obviamente también con los EE.UU. 
Y ahora al filo de los diez años de gestión, aparecen firmes testimonios y evidencias de lo que muchos siempre sospecharon: una corrupción colosal de magnitudes aún incalculables que comenzó en el mismo instante, y aún antes, en que el tortuoso ex presidente asumió la primera magistratura. Los “capitalistas cercanos al régimen” y los muchos colaboradores cercanos del matrimonio ahora son multimillonarios o se enriquecieron enormemente. Tenemos que reconocer que los Kirchner siempre fueron muy generosos… con los dineros públicos.
No es objetivo de esta nota enumerar la infinidad de equivocaciones, errores, torpezas, atropellos, disparates y acciones reñidas con la ética y moral pública y demás desmanes cometidos por este singular matrimonio, que nos descolgaron del mundo y nos sumergieron en muchos aspectos en el pelotón de los países más atrasados del planeta.
Pero para sintetizar podemos resumir todo este desmanejo gubernamental en tres aspectos centrales.
·         Haber perdido el tren de la Historia más favorable que tuvo nuestro país en todos sus doscientos años de existencia, dilapidando los ingentes ingresos recibidos por las exportaciones, por la extraordinaria situación netamente favorable para la Argentina en la economía mundial.

·         Haber debilitado a las instituciones republicanas,
contrariando sus frecuentes promeses iniciales de fortalecerlas y apuntalarlas, llevando a algunas prácticamente a su disolución o su absoluta inoperancia.


·         Haber instalado como política oficial la confrontación permanente, la descalificación, el agravio, fracturando así a la ciudadanía en dos fracciones antagónicas y casi irreconciliables. El antagonismo y la polarización son hijos de esta política demencial.
Ya al comienzo de su gestión Cristina expresó que le iba a ser difícil por el hecho de su género. En realidad la dama de negro nuevamente se equivoca. No le fue difícil…le fue imposible. Pero no por ser mujer, sino por su falta de condiciones y su ineptitud para gestionar y liderar.
Definitivamente el gobierno de esta falsa “Doctora”, termina como terminó la otra mujer que fue presidente y que fuera seleccionada para ese cargo, en las intimidades de la cama matrimonial.
   El país perdió con esta mujer, por su inoperancia, sus falsedades y mentiras, torpemente una década, ampliamente favorable para la Argentina, en la cual toda la región creció excepto nuestro país.

22-May-13      Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL                                                                                                                                    
                       alfredo@weinstabl.com.ar

JORGE RAFAEL VIDELA, SIN MÁS COMENTARIOS

¿Pero quién fue Jorge Rafael Videla?
 
Ricardo Angoso
Por Ricardo Angoso

Argentina cierra una de las páginas mas difíciles de su historia tras el fallecimiento del ex presidente y dictador Jorge Rafael Videla.

Videla fue, ante todo, un militar. Luego convergen en Jorge Rafael Videla, nacido en el año 1925, varios personajes. Uno de ellos es el del militar abnegado, serio, responsable, fiel a la autoridades civiles e incluso obediente, un militar ejemplar. Así transcurre su vida hasta que un 24 de marzo de 1976, al frente de las Fuerzas Armadas de su país, decide dar un paso al frente y liderar un golpe de Estado contra el agónico y decadente gobierno de la heredera del legado del general Perón, María Estela Martínez de Perón, más conocida como Isabelita.

Videla, entonces, se pone al frente de la Junta Militar que tenía un carácter provisional para acabar con el desorden y el terrorismo que azotan al país y  el mismo general ocupa la Presidencia de la República. Eran tiempos turbulentos, corría la sangre por las calles de Argentina y los muertos se contaban por centenares; las organizaciones terroristas, como el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), los Montoneros o la ultraderechista Triple A, estaban a punto de llevar al país a la guerra civil. Tanto la extrema derecha como la extrema izquierda conspiraban contra la endeble democracia argentina.

Una buena parte de la sociedad argentina de entonces -aunque algunos todavía se rasgan las vestiduras por aquella apuesta- llamaba, literalmente, a las puertas de los cuarteles para que los militares dieran el golpe de Estado y pusieran fin al sainete peronista. Incluso el Partido Comunista Argentino (PCA), en un error histórico que más tarde reconocería, llegó a apoyar el golpe de Estado de Videla. No hubo ningún actor político, social o económico argentino que no se sumara a la trama, por mucho que hoy les pese a muchos; también los medios de comunicación, incluido el influyente diario Clarín, se sumaron y apoyaron el movimiento militar.

Videla sería durante cinco largos años (1976-1981) el hombre fuerte del régimen, aunque siempre en abierta pugna con el ambicioso y sinuoso almirante Emilio Massera, también miembro de la Junta Militar en representación de la Armada. Conspicuo conspirador, maquiávelico y hombre que nunca ocultó sus pretensiones políticas, Massera hizo de la intriga un arte y siempre maniobró en contra de Videla y en favor de su proyecto personal. Luego los juicios contra la dictadura acabaron con su carrera y fue a dar con sus ilustres huesos a prisión.

Sin embargo, Videla consiguió sobrevivir a esos duros años e incluso presentó su gestión como exitosa, ya que consideraba que había vencido a la subversión y derrotado a los terroristas. Eran los años de relativa gloria de la dictadura argentina, cuando el país recibía con regocijo la victoria en el mundial de fútbol de 1978, un cierto reconocimiento internacional -visita de los Reyes de España a la Argentina mediante- y una suerte de luna de miel con los Estados Unidos, que hacían la vista gorda ante los supuestos desmanes denunciados por algunos activistas locales.

 
Jorge Rafael Videla y el Rey Juan Carlos
Hasta los escritores Jorge Luis Borges y Ernesto Sabato ensalzaron a Videla y le visitaron para agasajarle en un almuerzo. ”Le agradecí personalmente el golpe del 24 de marzo, que salvó al país de la ignominia, y le manifesté mi simpatía por haber enfrentado las responsabilidades del gobierno. Yo nunca he sabido gobernar mi vida, menos podría gobernar un país”, llegó a decir Borges a Videla en este encuentro.

Los desaparecidos. Las primeras noticias sobre desapariciones de personas que habían sido detenidas por operativos militares datan de finales de los 70 y principios de los 80. Al principio fue un tímido rumor que fue creciendo hasta convertirse en un clamor, a veces exagerado pues el número real, según la Comisión sobre la Desaparición de las Personas (CONADEP), nunca llegó a las diez mil personas. Las Madres de Plaza de Mayo hablan de más de 30.000, mientras que Videla siempre aseguró que nunca pasaron de los 7.600. Fueran los que fueran, aunque hubiera sido uno solo estos “excesos” no se justificaban de ninguna manera y, además, los desparecidos no volvieron a aparecer.

Luego, a medida que la dictadura agonizaba, Videla pasó a segundo plano y se retiró definitivamente de la escena política en el año 1981, un año antes de que un general ebrio de gloria y de otras cosas, Leonardo Galtieri, ocupara las Islas Malvinas y desatara la ira de los británicos. Mención aparte del heroísmo de ese puñado de jóvenes argentinos que lucharon hasta la extenuación, la operación acabó mal y lo que un principio pretendió ser un acto de legitimación para el maltrecho régimen militar acabó en una derrota en toda regla para los argentinos. Y también significó el final del régimen militar y la convocatoria urgente de elecciones libres para dar paso a los civiles.

Nada más llegar al poder Raúl Alfonsín, en 1983, se puso en marcha el procesamiento de los militares que habían liderado el Proceso de Reorganización Nacional (1976-1981). Así comenzó el calvario jurídico para Videla y otros jefes militares. El viejo general, ya herido en su orgullo, fue sentenciado a reclusión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua y destitución del grado militar en 1985. Más tarde, entre 1989 y 1990, bajo el mandado del presidente Carlos Saúl Menem, las leyes de Obediencia Debida y Punto Final dieron paso a los indultos a los militares encausados y detenidos. El ya anciano general tuvo unos años de cierta calma.

En 1998, Videla volvió a la cárcel por 38 días, ya que un juez dictaminó que las causas por sustracción de menores durante el periodo militar constituían un crimen de lesa humanidad y por lo tanto imprescriptible. Luego pasó a régimen de arresto domiciliario hasta que en el 2008 perdió este privilegio y fue traslado al penal militar del Campo de Mayo. Después siguieron una serie de procesos más e incluso fue inculpado en el Plan Cóndor, una operación de coordinación de las distintas dictaduras militares del Cono Sur bajo los auspicios de la administración norteamericana de entonces y englobado en lo que se conocía como la Doctrina de Seguridad Nacional.

El final, entre el repudio y la agonía. Videla comenzó entonces su declinar y, a medida que su estado de salud era peor, vio cómo sus condiciones carcelarias empeoraban y que el “carrusel” judicial lejos de concluir se iba ampliando a medida que el gobierno argentino de los Kirchner, que ya había anulado los indultos y las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, se empecinaba aún más por encausar a los responsables de la dictadura militar. De hecho, el mismo Videla se consideraba víctima de una vendetta personal y aseguraba que en Argentina no había justicia, sino venganza. En Argentina, los mayores de 70 años nunca son condenados a prisión y gozan del beneficio de la reclusión domiciliaria. A  Videla le fue negado ese derecho.

Los últimos años de Videla estuvieron caracterizados por una agonía física cada vez más visible, el repudio casi generalizado de la sociedad argentina y unos procesos, que tenían muchas veces más de espectáculo circense que de un verdadero juicio, demasiado tardíos para realmente contribuir a esclarecer lo que ocurrió en ese periodo funesto de la historia reciente de Argentina.

Videla se ha ido para siempre, quizá nos dejó sin dar todas las explicaciones que necesitábamos sobre aquellos tiempos turbulentos que vivió este país, casi al borde de una guerra civil. Una vez muerto Videla quizá muchos descansen en Argentina, pero lo que no me cabe la menor duda es que tanto en nuestro país como en la Argentina hubiera hecho falta una verdadera comisión de la verdad, la memoria y la reparación para cerrar determinadas asignaturas con la historia que todavía tenemos pendientes, empero también para contribuir a una verdadera reconciliación y pacificación nacional definitiva, aunque sea solo con nosotros mismos.


miércoles, 22 de mayo de 2013

¡BALZA!... EN LA VIDA TODO VUELVE....

Buenos Aires 18 de mayo de 2013

Sr. Director:

El fallecimiento del Sr. General Videla en el día de ayer, dio a lugar a un sinnúmero de declaraciones muy poco prudentes que cualquier religión calificaría de inmisericordes. En tiempos arreligiosos como los que estamos transitando donde la única religión aceptada por el hombre es la del hombre mismo, no debería llamarnos la atención este tipo de conductas, pero para quienes todavía seguimos creyendo en los valores espirituales que le dan sentido a la vida humana, tanto odio exacerbado no deja de sorprendernos. 


Entre las declaraciones oportunistas y faltas de toda caridad Cristiana, señalo las expresadas por el hipócrita Martín Balza que fueran reproducidas por Clarín en su edición del día 18 de mayo de 2013. Por una cuestión de respeto omito repetir aquellas que faltan a la caridad y le respondo al ruin general simplemente con el título de esta carta: “¡Balza! En la vida todo vuelve!”...


Respecto al otro tipo de declaraciones, las oportunistas, dice el canallesco general sobre Videla y los desaparecidos: “... se fue sin dar respuestas a quienes lo merecían...”   “otros también se irán sin dar respuesta alguna y eso es lo más lamentable”.


Balza no tiene autoridad moral para decir eso, primero porque no lo siente y así ha quedado demostrado para la historia argentina, cuando siendo Jefe del Ejército le envió una esquela escrita de puño y letra al general Videla felicitándolo por lo que había hecho en la guerra contra la subversión. En segundo lugar tampoco tiene moral porque él mismo es de los que no se pueden ir de este mundo sin aclarar primero cómo encubrió el caso Carrasco sobornando a jueces y fiscales, no se puede ir de este mundo sin aclarar el encubrimiento que él condujo en los escandalosos casos sobre venta de armas y no puede irse de este mundo sin explicar su enriquecimiento ilícito a lo largo de tantos años al frente del Ejército


Lamentablemente las sociedades creen lo que quieren creer influenciadas por el poder de los medios. Y en ese sentido hay una tendencia a creer que Balza es un “prócer” militar que democratizó a las FFAA, cuando lo cierto es que las destruyó desnaturalizándolas. Balza ha constituido un punto de inflexión en la historia del Ejército Argentino ya que no existe ejemplo en el mundo donde un Comandante haya sido tan despreciado y denostado por sus pares.


Fuera de toda connotación extra, el general Videla supo cumplir su prisión honorablemente a pesar de todos sus achaques de salud producto de sus avanzados años. Ello le valió el respeto de sus camaradas, incluso de aquellos que fueron los más críticos a la hora de juzgar su conducción política y militar en la guerra contra la subversión. Dudo que Balza pudiese convivir un solo día en prisión con algún camarada.

¡Por Dios y por la Patria!

Hugo Reinaldo Abete
Ex  Mayor E.A.

FUENTE: http://www.laprensapopular.com.ar/9887/balza-en-la-vida-todo-vuelve-por-hugo-reinaldo-abete

NOTA: Las imágenes y negritas no corresponden a la nota original.

EL HOMBRE Y SUS CIRCUNSTANCIAS.




El Gral. Videla estaba en la primera línea institucional cuando el país se enfrentaba a una guerra civil incipiente, por el desorden y la ineptitud de un gobierno incapaz de ejercer coherentemente sus atribuciones constitucionales.

Hasta el hartazgo se intentó que los líderes civiles de entonces sacaran al país del peligro tan temido. Ellos declararon "que no tenían soluciones" y reclamaron implícitamente a las FF.AA. que tomaran el poder para evitar el baño de sangre casi inevitable, entre "jóvenes  idealistas" que buscaban crear la Cuba del sur y quienes se hubiesen opuesto a esos designios.


Una pobre ama de casa transformada de pronto  en Presidente de un país, oscilaba entre la paranoia y la desesperación, encerrada entre presiones y obligaciones que no estaba en condiciones de gestionar.

El General no pudo eludir su responsabilidad histórica. Estaba él y solo él con su prestigio de hombre probo y militar de ejemplo y honor. Tuvo que enfrentar a lobos de adentro de las instituciones y cerdos cipayos de afuera y traidores interesados de toda laya...

Durante el ejercicio de la máxima responsabilidad ciudadana no cambió un ápice sus convicciones de honradez, austeridad y decisión.

Nunca abusó de sus prerrogativas; más bien eludió sistemáticamente todo exhibicionismo inconducente.


Fué el benemérito responsable de parar la guerra con Chile cuando ya casi las hostilidades estaban a punto de comenzar, producto del mesianismo de algunos de sus pares. Tampoco compró la guerra por Malvinas que se le quiso vender luego de superado el otro conflicto. Estuvo dispuesto a entregar el poder en el segundo semestre de 1.979, considerando que el objetivo de derrotar a la subversión, había sido alcanzado.

No lo dejaron; por eso se fué cansado de tantas presiones inconducentes. Nunca, en ese lapso había declinado sus responsabilidades.


Y así procedió enfrentando los tribunales políticos y la cárcel miserable que le impusieron sus enemigos de antaño. Hasta su muerte fué digna enfrentando los sufrimientos, los ultrajes y las carencias de todo tipo con el mismo estoicismo y coraje que lo habían caracterizado durante su carrera militar y pública.


Hoy un coro de mercaderes del micrófono; dirigentes oportunistas porque es moda, otros confundidos; olvidados, distraídos y narkotizados compiten por denostarlo ampliamente y la opinión pública casi indiferente asiste a esta competencia de indignaciones simuladas, especialmente angustiada por su realidad quemante y  su futuro imprevisible.

Queda por reflexionar sobre su acción de gobierno y lo que siguió luego de su partida. Sería un tema muy largo que prefiero dejar para otro momento.

Francisco Cervo.


LESA HUMANIDAD: PROCESARON A EX DIRECTIVOS DE LA EMPRESA FORD


Lo dispuso la jueza federal Alicia Vence. Alcanza a Pedro Müller, Guillermo Galarraga y Héctor Francisco Jesús Sibilla. En la causa se investiga el secuestro de 24 obreros de esa compañía automotriz, ocurridos entre el 24 de marzo y 20 de agosto de 1976.

La jueza Alicia Vence, titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional de San Martín N° 2, dictó el procesamiento sin prisión preventiva de Pedro Müller, Guillermo Galarraga y Héctor Francisco Jesús Sibilla, ex directivos de la empresa Ford, por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.

En la causa se investigan los secuestros de 24 obreros de esa fábrica automotriz, ocurridos entre el 24 de marzo y el 20 de agosto de 1976.


Los tres acusados fueron considerados partícipes primario de los delitos de privación ilegal de la libertad doblemente agravada por haber sido cometida por abuso funcional y con violencia y amenazas, reiterada en 24 hechos, nueve ellas agravadas por haber transcurrido más de un mes e imposición de tormentos, reiterado en 24 ocasiones, todos los cuales concurren realmente entre sí.

Asimismo se ordenó trabar embargo sobre sus bienes, cada uno hasta cubrir la suma de $750.000, y se les impuso el cumplimiento de las siguientes condiciones bajo apercibimiento de revocar el beneficio de la libertad provisional: no ausentarse de su domicilio por un lapso mayor de 24 horas y comunicar cualquier cambio de residencia, comparecer mensualmente a la delegación de la Policía Federal Argentina con jurisdicción en su domicilio del 1° al 10° día de cada mes.

Según la resolución, se les imputa a Müller -en su carácter de gerente de Manufactura-, Galarraga -en su carácter de gerente de Relaciones Laborales- y Sibilla -en su carácter de jefe de Seguridad-, el haber arbitrado los medios necesarios para señalar e indicar, al personal militar del ámbito jurisdiccional de la Zona de Defensa IV del Comando de Institutos Militares, a los delegados y empleados Pedro Norberto Troiani, Carlos Rosendo Gareis, Jorge Enrique Constanzo, Marcelino Víctor Reposi, Adolfo Omar Sánchez, Francisco Guillermo Perrotta, Juan Carlos Ballestero, Pastor José Murúa, Rubén Manzano, Juan Carlos Amoroso, Fernando Mario Groisman, Luciano Bocco, Juan Carlos Conti, Ricardo Avalos, Vicente Ismael Portillo, Carlos Alberto Propato, Luis María Degiusti, Eduardo Norberto Pulega, Hugo Adolfo Núñez, Rubén Traverso, Raimundo Cayetano Robledo o Mirco Robledo, Carlos Enrique Chitarroni, Roberto Cantelo y Héctor Subarán, de la empresa Ford Motors Argentina SA, para que de ese modo pudieran ser detenidos por las fuerzas militares, y así ejecutar el plan de represión implementado por el entonces gobierno militar en el interior de esa empresa.

Se destaca que también debió haber sido llamado a proceso Nicolás Enrique Julián Courard, quien se habría desempeñado como presidente de la empresa Ford pero, según consta en autos, habría fallecido en el año 1989 en la República de Chile.

“Concretamente, a los nombrados se les imputa el haber facilitado los datos personales de cada uno de los empleados involucrados, junto a sus fotografías -glosadas a sus Legajos personales de la empresa- y domicilios particulares, para que de esa forma puedan ser habidos. Así también se les endilga, el haber permitido que se montara un centro de detención en el interior del predio de esa fábrica, en los sectores del Campo de Recreativo y/o de Deporte, para que en sus dependientes fueran interrogados. Allí fueron, golpeados, maniatados, tapándoseles sus rostros para que no pudieran observar lo que ocurría y golpeados por el personal que intervino”, indica.



NOTA: Las imágenes y negritas no corresponden a la nota original.