sábado, 10 de noviembre de 2012

EL DÍA DESPUÉS

COMPATRIOTAS:

Ya estamos en el día después.

Muchos ya se sienten CIUDADANOS pues han sido glorificados en la concluyente MARCHA de rechazo a este régimen de dominación.


La Divina Providencia nos ha puesto en esta terrible situación para probar nuestra virtud y constancia; resolvámonos pues a combatir con denuedo a estos malvados que han puesto en confusión nuestra tierra; persigamos de muerte al escéptico, al corruptor, al ladrón, al cuatrero, al homicida, y sobre todo, al pérfido y traidor que tenga la osadía de burlarse de nuestra buena fe, de nuestras esperanzas, de nuestras convicciones. Que de esta raza de deformados engendros mentales  no quede uno entre nosotros, y que su persecución sea tan tenaz y vigorosa que sirva de alarma y espanto a los demás que puedan venir en adelante.


La causa que vamos a defender es la de la justicia, del orden público, del imperio de nuestra Constitución. Es la causa recomendada por nuestros antepasados que nos dieron Patria y por aquellos que HOY EN DÍA sufren en las mazmorras del régimen.


Demos ese paso final para obtener nuestro equilibrio y sensatez  INSTITUCIONAL: PETICIONEMOS EL JUICIO POLÍTICO a la Jefa de la banda de saqueadores que exhibe su poder sin ningún escrúpulo ni recato. SALVEMOS LA PATRIA.

Fernando A. Castro Pintos



“Fue la marcha inorgánica más grande de la historia”
10/11/2012 | 07:26 Así lo señaló a Cadena 3 el director de la carrera de Periodismo de la Universidad de Palermo, Pablo Mendelevich. Consideró que el Gobierno no tiene qué decir sobre el 8N.

El columnista político y director de la carrera de Periodismo de la Universidad de Palermo, Pablo Mendelevich, en diálogo con Cadena 3 aseguró que “la del jueves fue la marcha inorgánica más grande de la historia”. 
“No hubo en la historia una manifestación sin líderes de esta magnitud”, señaló. 
Pablo Mendelevich
“Hay dos cosas importantes del fenómeno: una, es la reacción del Gobierno nacional que no la conocemos porque no es está, lo que hubo simplemente fueron palabras; y la otra, es la canalización de este fenómeno, hay que ver si hay margen para un tercer cacerolazo. No podés permanecer como un movimiento citado por las redes sociales por más que hubo un claro mejoramiento en materia de consignas, ya que se redujeron a cuatro o cinco temas y desaparecieron las consignas golpistas, como por ejemplo: 'que se vayan'. Ahora, nadie está hablando de que no termine el mandato”. 
“Esta protesta lo que dice es que el Gobierno cambie el estilo y la Presidente interpreta otra cosa, ella dice que le traigan un contraproyecto, primero los manifestantes no tienen la obligación de gobernar y segundo, el hecho de que sea una multitud sin dirigentes, la culpa no es de la multitud”, consideró. 
Por otro lado, Mendelevich cuestionó a la jefa de Estado por “los cambios de discurso”. “Estoy asombrado por la mutación de argumentos, por cómo va mutando su interpretación de este nuevo fenómeno y que ayer tuvo un pico”. 


“El Gobierno está desconcertado y no tiene una réplica. Empezó diciendo que eran 'tilingos', que eran manipulados. Después, tuvo el argumento de 54% y ahora la Presidente sale con un nuevo argumento: que ella no se hace cargo de la crisis de representatividad. Dice que los que van a protestar, que ofrezcan otro modelo y si no, que no protesten. Esta reacción de Cristina no me parece trascendente, no es lo que importa, es una salida para decir algo de un Gobierno que no sabe qué decir”, afirmó. 
Entrevista de Pablo Rossi.



LA NACION – 10nov12 – Política


Cacerolazo 8N
El análisis

La culpa es del que se queja


Por Martin Rodriguez Yebra – LA NACION

Cristina Kirchner procesó en tiempo récord la mayor protesta contra su gestión: lo que se tarda en trazar una raya.

Los cientos de miles de manifestantes que salieron el jueves a la calle viven en otra realidad. Engañados o en un mar de ignorancia que les impide ver los éxitos del "modelo" que ella encarna. Fue literal: dijo que muchos argentinos "tienen una idea distorsionada de su propio país".

No mencionó el cacerolazo en casi una hora de discurso. Pero en cada frase que pronunció les respondió a sus críticos con los argumentos que, a su entender, desarticulan todo reclamo. Si en el Obelisco se pidió "prensa libre", ella celebró que "nunca en el país hubo tanta libertad de expresión".

Se trata de la segunda gran protesta contra el Gobierno convocada desde las redes sociales.  Foto: DyN
Se trata de la segunda gran protesta contra el Gobierno convocada desde las redes sociales.

¿Molestan las restricciones a la compra de divisas? Pues, "la Argentina es el segundo país del mundo con más dólares per cápita, después de Estados Unidos, que tiene la maquinita". Hasta estuvo cerca del autoelogio por el creciente déficit en el turismo. ¿Hay quejas por los impuestos altos?; son "algunos a quienes les molesta que se pague la Asignación por Hijo". A los que pidieron por la Fragata Libertad, les informó que ella, incluso por sobre "Él", es la gobernante que más invirtió en el barco ahora retenido en Ghana. A los que rechazan la idea de la re-reelección, les dedicó una sonrisa cómplice cuando el intendente de Villa Gesell, que habló antes de ella, le rogó: "Este proyecto debe continuar con usted".

Eludió sí responder a otros cartelitos recurrentes, a los que aun en un discurso tan encendido como el de su 9-N prefirió desconocer: la inflación, la corrupción y la seguridad (salvo que se cuente el abierto ninguneo a la ministra Nilda Garré, cuando mencionó al secretario Sergio Berni y no a ella como uno de los funcionarios a los que llama a diario para resolver problemas).

Se trata de la segunda gran protesta contra el Gobierno convocada desde las redes sociales.  Foto: DyN

Como había insinuado el aparato de propaganda oficial en su cobertura de las concentraciones del jueves, la Presidente interpretó que quienes movilizaron sólo tendrán legitimidad el día en que tengan un representante político que les permita ganar elecciones. Les cargó la culpa de no conseguir un candidato que los satisfaga. No asumió ninguna por el descontento de una porción importante de la ciudadanía a la que gobierna desde hace cinco años. Prefirió dedicarse a adelgazar esa multitud, como si fuera vital distinguir si hubo un millón, 300.000  o 150.000. Ordenó emitir un comunicado sin precedente a la Policía Federal en el que estima la cifra de asistentes en los distintos cacerolazos: calcularon en 70.000 los que se movieron entre el Obelisco y la Plaza de Mayo. Más o menos como los que el día anterior fueron a ver a Kiss en River. En realidad, no hizo más que responderle a la Policía Metropolitana, de Mauricio Macri, que el día anterior se había ilusionado con ver 500.000 en el mismo lugar.

En definitiva, lo que estaba blanqueando la Presidente fue su incomodidad ante las cifras de asistencia que se publicaron en los medios de comunicación no ligados al kirchnerismo. ¡Los medios hegemónicos! Esa obsesión. Llegó al extremo de reprochar a los periodistas que relegaron ante "otros hechos" (el innombrable 8-N) los dos grandes sucesos mundiales de los días que pasaron: el triunfo de Barack Obama en Estados Unidos y el Congreso del Partido Comunista Chino. Más allá de que todos los medios del país sí trataron con amplitud esos temas, olvidó un principio básico que condiciona la selección, edición y difusión de noticias: la cercanía geográfica. Es como si Julio Falcioni despotricara contra los periodistas deportivos por comentar una derrota de Boca el día en que se enfrentaban el Real Madrid y el Barcelona.

Resultó curioso cómo celebró el triunfo de Obama, a quien presentó casi como un aliado ideológico a pesar de la cadena de conflictos en que se convirtió su relación con el líder demócrata desde que éste ganó su primer mandato en la Casa Blanca.

También sorprendió la generosidad con Macri, a quien un poco ella y mucho los voceros kirchneristas se empeñaron en atribuirle la organización de los cacerolazos. Es cierto que el jefe de gobierno de la ciudad llamó a marchar y que puso recursos logísticos en favor de la protesta, pero ni el macrista más convencido se animaría a considerar como propia a la multitud del 8-N. Más que un error de cálculo sonó a un recurso psicológico: Macri es un rival con el que Cristina se siente cómoda.

La velocidad con que la Presidente dio su respuesta al cacerolazo llamó la atención incluso a algunos kirchneristas, que suponían que podría abrirse algún espacio de reflexión. Tal vez algún gesto para descomprimir tensiones. Pero no. La señal debía ser inequívoca: el Gobierno no reconocerá entidad a esas miles de personas (no importa ya cuántas) que salieron a protestar. El "modelo" no se toca. Y ella, aunque dedicó minutos y minutos a explicar cuánto trabaja y se esfuerza, no se sintió aludida como foco de algún reclamo legítimo.

El kirchnerismo intentará ahora olvidar el 8-N y enfocarse en el 7-D, la batalla épica que imagina como el principio del fin de los medios de comunicación críticos.

En ese país ideal, supone ese razonamiento, la Presidente no volverá a oír cacerolas desde el living de la residencia de Olivos. O al menos podrá taparlas poniendo más fuerte el televisor.


viernes, 9 de noviembre de 2012

Con armas, la tripulación de la Fragata Libertad impidió el traslado del buque en Ghana

El 8N no se olvidó de la fragata abandonada. Un cartel colocado en el Obelisco exige que se libere a la Fragata de Ghana. 
Foto: LA NACION / Ezequiel Muñoz


La Fragata Libertad en Ghana
Viernes 09 de noviembre de 2012 | 14:41


Momentos de tensión se vivieron en el buque-escuela de la Armada, cuando autoridades del puerto de Tema exigieron que el navío libere el amarradero 11.












Por Elisabetta Piqué  | LA NACION

La fragata Libertad sigue en el puerto de Ghana. Foto: Archivo

ROMA. La tripulación de la Fragata Libertad, retenida en Ghana desde el 2 de octubre pasado, amenazó con el uso de armas de fuego a funcionarios del Puerto de Tema el miércoles pasado, cuando estos intentaron mover la embarcación del amarradero número 11, donde se encuentra, a otro lugar menos transitado.

"Sí, es verdad, yo estaba ahí y ellos sacaron rifles y nos apuntaron", dijo a LA NACION el director de puerto de la Ghana Ports and Harbours Autohority (GPHA), Jacob Kwabla Adorkor, que en diálogo con este diario confirmó la información aparecida hoy en el matutino ghanés The Chronicle.

En un artículo, este diario recordó que el tribunal superior de Accra avaló el lunes pasado el desplazamiento de la Fragata Libertad del amarradero 11 a otro, luego de una solicitud en ese sentido de la GPHA, que aduce que la presencia del buque causa problemas de congestión en el puerto con los perjuicios económicos que eso produce.

El artículo de The Chronicle indicó que el incidente comenzó a las 6 de la mañana del miércoles, cuando las autoridades del puerto cortaron el suministro de agua y electricidad a la fragata, en preparación de su traslado del amarradero número 11, al número 6.

A las 6.15, los tripulantes del simbólico velero argentino (que quedó con una dotación reducida de 44 marinos y el capitán, después de la evacuación de 281 marinos, hace más de dos semanas) levantaron la planchada de la nave, cerrando su paso. Y aparecieron luego con rifles, amenazando con abrir fuego si los funcionarios del puerto intentaban subir de otra forma al barco.

Susana Pattaro, embajadora en Nigeria

Durante cuatro horas, según The Chronicle, hubo máxima tensión, hasta que llegó al puerto la embajadora argentina en Nigeria, también recurrente en Ghana, Susana Pataro, para negociar con la GPHA. La diplomática argentina no fue la única que debió intervenir: también llegó al puerto para mediar un militar ghanés de la Flag Officer Commanding (FOC) Eastern Naval Command, comodoro Akoto Bunso, a quien le fue permitido subir al buque escuela. Según The Chronicle, sólo al atardecer la situación se calmó y los marinos bajaron sus armas.

"SACARON RIFLES Y NOS APUNTARON"

En diálogo telefónico con LA NACION, Adorkor confirmó que la situación de extrema tensión, que vivió en primera persona, duró varias horas: de las 6 de la mañana, hasta las tres de la tarde de anteayer. Todo comenzó cuando se presentaron ante el buque argentino con la intención de coordinar el traslado, pero no porque ellos le habían cortado el suministro de electricidad. "Ellos tienen sus propios generadores, nosotros no le suministramos electricidad", precisó. "Ellos sacaron los rifles y nos apuntaron. Yo estaba ahí. Ellos nos querían asustar", contó.

-¿Cuántos marinos sacaron rifles?

-Cuatro.

-¿Usted se asustó?

-No me asusta un rifle. ¡Pero nos esperábamos que los argentinos actuaran profesionalmente, no como si esto fuera una guerra! Nosotros no tenemos armas ni municiones y sólo íbamos a hablar con ellos...

-¿Ahora sigue la tensión?

-No, ahora no hay tensión, hubo tensión el miércoles. Ellos se niegan a dejar el amarradero número 11, así que se van a quedar ahí... Y nosotros vamos a ir a la Corte para que se cumpla el traslado.

-¿Dónde queda el amarradero número 6? ¿Es verdad que queda a 25 kilómetros del Puerto de Tema?

-No, el amarradero número 6 queda adentro del puerto de Tema, a menos de un kilómetro del amarradero donde se encuentra ahora la nave.

-¿Cuánto dinero le está debiendo la Fragata a la GPHA?

-No sé, no hice los cálculos, ni me importa cuánto nos debe. Lo que sí me importa es que estamos perdiendo 60.000 dólares por día, que deberían pagar otros buques por amarrar en ese mismo lugar.

-¿Al final, después del incidente, habló con el capitán de la Fragata?

-No. Los argentinos no quieren hablar con los ghaneses...

-Pero entonces sigue la tensión...

-No hay tensión... Nosotros los miramos a ellos desde el muelle y ellos están arriba del barco...

-¿Ya no bajan del barco?

-No sé, en este momento yo no estoy en el puerto. Lo que sé, es que nunca me hubiera esperado un comportamiento similar de los marinos argentinos...

vicealmirante Daniel Alberto Martín

La respuesta de la Armada. Un vocero de la Armada, conducida por el vicealmirante Daniel Alberto Martín, aseguró a LA NACION que "la situación del buque de absoluta normalidad. Está amarrado en el mismo sitio donde amarró el 1 de octubre a la espera de recibir por canales formales nuevas instrucciones". Sobre la situación de tensión, cuando las autoridades portuarias exigieron a los tripulantes que se traslade la Fragata, el vocero agregó: "El comandante del navío informó a las autoridades portuarias que el buque va a permanecer en ese lugar hasta recibir instrucciones de la Armada referente a cualquier movimiento a realizar".

El súper 8N... "UNA MUESTRA DE CIVISMO"

El súper jueves 8-N argentino se escuchó en gran parte del mundo, las primeras manifestaciones se iniciaron en Sídney, Australia,  los manifestantes internacionales se concentraron en centros urbanos como Roma, París, Madrid, Barcelona, Bogotá y Río de Janeiro, entre otros cuyas noticias e imágenes aún no hemos recibido.


En la República Argentina las protestas fueron, desde La Quiaca a Ushuaia, desde Buenos Aires a Mendoza… a lo largo y ancho de todo el país.

Excluyendo a la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal, en el interior la presencia de gente en la marcha del 8N fue dispar: desde grupos pequeños hasta multitudes, que coparon las principales plazas del interior:


Córdoba
Más de 40 mil personas en la esquina capitalina cordobesa de boulevard San Juan y Vélez Sarsfield; además de otro cacerolazo en el Cerro de las Rosas. Y en el interior cordobés hubo masivas concentraciones en Río Cuarto, Villa Carlos Paz, Villa Allende, Jesús María y Villa María, entre otras.

La Pampa
Una tormenta torrencial que cayó sobre Santa Rosa impactó en la convocatoria a la Plaza San Martín: hubo unas 200 personas.

Río Negro
Por coincidencia, confluyeron en el Centro Cívico de Bariloche los manifestantes del 8N y participantes del Día de la Tradición, evento financiado por Nación. El ruido de cacerolas se mezcló con sambas y chacareras: 500 personas.

Santiago del Estero
Fueron unas 700 personas, más de 10 veces la que se había reunido en setiembre. Dieron una vuelta alrededor de la Plaza Libertad.

Neuquén
La convocatoria fue en el Monumento al Gral. San Martín de la capital: hubo unas 2.000 personas.

Salta
Unas 5.000 personas se convocaron en la Plaza Güemes.

Santa Fe
Más de 6.000 personas colmaron la Plaza de Mayo, en la ciudad de Santa Fe. En Rosario, la marcha fue al Monumento Nacional a la Bandera, donde hubo entre 15 y 20 mil personas, de acuerdo a una estimación del jefe de policía

Jujuy
Unas 3.000 personas manifestaron dando vuelta a la plaza Belgrano, la principal de San Salvador. El reclamo central fue por el asesinato de Luis Condorí en Humahuaca.

Chubut
En Trelew, unas 1.000 personas se concentraron en la Plaza Independencia. Portaba carteles contra la re reelección. En Puerto Madryn, unos 700 marcharon al monumento a la mujer galesa. La protesta se sintió poco en Comodoro Rivadavia: el viento soplaba a casi 100 km/h.

Mendoza
Unas 20.000 personas colmaron la Peatonal de la ciudad capital y el centro de San Rafael, a pesar de los 36° a las 21 horas y el pronóstico del temido viento Zonda. Reclaman: “basta de mentiras, no a la reelección, una Justicia independiente y terminar con la inseguridad”.

Tierra del Fuego
En Río Grande no hubo más de 50 personas. Se concentraron en la plaza de las Américas.

La Rioja
Unas 500 personas se congregaron en la plaza principal de la capital golpeando latas y gritando “¡Argentina, Argentina!” El oficialismo, que está dividido, se unió para hacer campaña en contra.

Catamarca
Las consignas más importantes en la capital catamarqueña fueron contra la inseguridad. Participaron más de 2000 personas que para la provincia es mucho, Esta es la primera y teniendo en cuenta que la gran mayoría de los catamarqueños tiene empleo en el Estado, pues muchos se animaron mas allá del que dirán. Ademas se marchó alrededor de la plaza y se cantó el Himno.
Misiones

Más de dos mil personas se concentraron anoche frente a la Casa de Gobierno, en Posadas.

Formosa
Unas 1.000 personas se reunieron en el cruce de Rivadavia y 25 de mayo, para dirigirse luego a la Casa de Gobierno y la Legislatura, donde se votaba la Reforma Tributaria.

San Luis
Dos cuadras de gente cortaron las calles Rivadavia, San Martín y Junín, en el centro de San Luis. Eran unas dos mil personas, sin cánticos, sólo con pancartas contra la re re elección y, la impunidad y la corrupción.

Chaco
Unas mil personas marcharon alrededor de la plaza 25 de mayo, “reclamando contra la corrupción, la re re elección, la presión a la justicia y la inseguridad”.

Santa Cruz
8-N Río Gallegos, presente”, fue el cartel colocado en el mástil donde flameaba la bandera Nacional y la de la provincia, en Río Galleros. Pese a la temperatura que no superaba los 6 grados, la intersección de las avenidas Néstor Kirchner y San Martín fue el epicentro del reclamo de más de 400 personas

Entre Ríos
En Paraná, los manifestantes se concentraron en el Parque Urquiza y marcharon hacia la Casa de Gobierno. Más de diez veces se multiplicó el número de gente que participó del cacerolazo en Gualeguaychú: hubo unas 3.000 personas. También hubo manifestaciones en Concepción del Uruguay… la sorpresa la dio Gualeguay, una pequeña y bucólica ciudad del sur de Entre Ríos, más de 500 personas se concentraron en la Plaza Constitución y durante una hora se manifestaron en defensa de sus derechos, “especialmente para oponerse a un proyecto de ejecutivo municipal de expropiar un campo, llamado Paso de Alonso,  de un productor recientemente fallecido y con herederos legítimos… un claro avance sobre la propiedad privada. Se reunieron firmas para oponerse a ese disparate”.

Informes: agencias de noticias.

Estas fueron algunas de las repercusiones de la corporación política:

Aníbal Fernández: "La protesta no me quita el sueño", "Lo que no logro es comprender el mensaje hacia dónde va", sentenció el senador kirchnerista.

Ricardo Foster de Carta Abierta: "Hay un sector de la sociedad que no está de acuerdo con el rumbo del gobierno nacional que ayer se manifestó en todas las ciudades. Quedó claro que no tienen quién los represente".

Mauricio Macri: "Ayer fue un día para emocionarse". "Lo que hizo el pueblo argentino merece orgullo. En Argentina hay una energía positiva impresionante", aseguró el jefe de Gobierno porteño

Cynthia García, a panelista salió a la calle en un móvil del programa ultrakirchnerista 678 entrevistó  a los manifestantes: "¿La inseguridad justifica esta manifestación? ¿Quién te representa en la política? ¿Vos leíste la Ley de Medios?".

Tres preguntas de LA NACION a los que protestaron: “Los manifestantes fueron consultados sobre los motivos de su participación en la movilización; qué le piden a Cristina y a quién votaron en 2011”.

Alfonso Prat-Gay: “Estoy esperando que Carta Abierta nos explique cómo es posible una protesta masiva en contra de un modelo nacional y popular”.

Eduardo Amadeo: “Después de ayer, el desafío esta en los oídos, el corazón y la cabeza de CFK. Si escucha, enriquecerá la democracia. Si no, será complicado”.

Gabriela Cerruti: “Sería de lo más saludable que la multitud de ayer tuviera una referencia política y el país dos proyectos que debatan hacia dónde vamos”.

María Eugenia Vidal: “La democracia no se ejerce solo en elecciones cada dos años. Ojala que la Presidenta escuche y no espere a las próximas elecciones”.

Chino Navarro: “9N: A seguir trabajando. 8N: La marcha fue importante y pacífica. Positivo. La ausencia de propuestas y liderazgo le ponen limite. ¿Negativo?”.

Julio Piumato: “Parece que los progresimios kedaron nerviositos! "Nunca es triste la verdad lo que no tiene es remedio".

Ricardo Gil Lavedra: “Cuando la gente participa activamente en defensa de sus derechos, la calidad democrática se fortalece”.

Patricia Bullrich: “Orgullo nacional y popular!!! Fue un éxito :):) #8N yo si fui y fue emocionante." ¡Yo también fui!

Pepe Scioli: “Espero sepan escuchar a la gente. Paz, unidad”.

Un hecho lamentable y repudiable

Un movilero de la señal de noticias C5N que se encontraba en Plaza de Mayo cubriendo la masiva marcha en contra del gobierno fue golpeado por un hombre. Luego, el agresor fue detenido.


Tras recibir el golpe, el periodista agredido, Néstor Dib, relató lo sucedido a los conductores que se encontraban en el piso del canal: "Eran dos chicos, vinieron primero a increparnos al móvil. Cuando intentamos calmar los ánimos y les dijimos que ya nos habían dicho lo que nos tenían que decir, pasó lo que pasó", contó el cronista. 
Hay dudas respecto a si el incidente contra el notero de C5N no fue armado por el poder de turno (hacer clic y leer, además de ver foto comprometedora y sorprendente)

Las recomendaciones a los participantes del 8N, dadas a través de las redes sociales,   eran explícitas:
  • Recordar en todo momento que es una marcha pacífica y no violenta.
  • Echar a los “infiltrados” que pretendan provocar desorden.
  • No portar carteles con leyendas ofensivas, vamos a defender “la Libertad y la defensa de nuestra Constitución nacional”.
  • No caer en la provocación violenta que nos hagan… para luego ser reprimidos y acusados de destituyentes.
  • Vamos a marcarle los límites al poder de turno. Nuestro grito es: ¡BASTA… ESTAMOS HARTOS!
  • Difundir hasta último momento, usar las web, celulares, el boca a boca, etc.
Por haber empañado ligeramente la muestra de civismo, educación y respetuoso pero firme reclamo, repudiamos la cobarde agresión de un pusilánime por la espalda y si se trató de una operación montada por el oficialismo nuestro repudio es mayor… no podemos, ni debemos agredir al que piense distinto, de caer en ese error… nos parecemos a aquellos de quienes nos queremos diferenciar.

En el mundo y en el país una multitud inédita marchó en paz y concordia, por la acción de un inadaptado o una operación montada por el medio, ahora oficialista,  no se puede calificar, ni juzgar al resto que cumplió con verdadero civismo su derecho a reclamar antes las autoridades.


¡VAMOS ARGENTINA… NUEVAMENTE DE PIE Y EN DEMOCRACIA!
¡QUIÉN QUIERE OÍR, QUE OIGA… EL PUEBLO SE HA EXPRESADO!




jueves, 8 de noviembre de 2012

IMPARTIR JUSTICIA

LA NACION - 08nov12 - Opinión - Carta de lectores


Señor Director:

Quienes vivimos en Tucumán hemos sido testigos de una "guerra" que fue dolorosa para todos, iniciada por una orden de la entonces presidente María Estela Martínez de Perón, que los hombres de las FF.AA. debieron cumplir para "neutralizar" a grupos terroristas. Por eso quiero felicitar a LA NACION por su editorial sobre el "Operativo Independencia", que contribuye a que se conozca la historia argentina.


Cuando en los años 70 los atentados terroristas hacían estragos, los tucumanos y los argentinos en su mayoría clamábamos para que alguien pusiera orden y nos devolviera la paz.

El tener memoria y recordar que los hombres que pelearon en el Operativo Independencia arriesgaron sus vidas para evitar que el comunismo se adueñara de la patria no significa de ningún modo avalar métodos como la tortura o la represión ilegal. Pero los hechos hay que analizarlos en su contexto, ya que, si no, resultan incomprensibles.


En la Argentina hubo una guerra y, como tal, fue cruel. La entonces presidente puso en marcha el Operativo Independencia, que, en su momento y en el contexto aquel, fue exitoso y logró su objetivo.

Por eso bien vale la pena recordar que fuimos muchísimos los argentinos que entonces apoyamos el Operativo Independencia, ya que el miedo se había apoderado de nosotros. Juan Pablo II decía que "sólo con justicia se logra la paz". Que Dios ilumine a los hombres que hoy tienen la enorme responsabilidad de impartir justicia y de ser en alguna medida artífices de la tan ansiada paz.

Luz García Hamilton
luzgh@arnet.com.ar

Políticas de la memoria que más bien buscan el olvido

Desde su nacimiento nuestra asociación pregona a los cuatros vientos que “Es hora de paz, concordia, justicia e historia completa, bajo el imperio de la igualdad ante la ley. Ha llegado el momento de dejar de lado lo poco que nos separa y rescatar lo mucho que no une como argentinos. ¡La Unión hará la Fuerza!


Inspirándonos en la “Frases para Reflexionar” que en su momento  elegimos para ilustrar nuestro blog, hemos encontrado que algunas de ellas son dignas de lectura para entender mejor el ecuánime artículo escrito para La Nación por el señor Alejandro Katz, ensayista y editor, y profesor en la Universidad de Buenos Aires. Les sugerimos que reflexionen sobre ellas… sin duda, comprenderán y entenderán mejor las reflexiones de Katz:

"El odio como factor de lucha,
el odio intransigente al enemigo,
que impulsa más allá de la limitaciones
naturales del ser humano
y lo convierte en una eficaz, violenta,
selectiva y fría máquina de matar.
Nuestros soldados tienen que ser así:
un pueblo sin odio no puede triunfar
sobre un enemigo brutal".
Ernesto "Che" Guevara

“Creo que para lograr la patria socialista,
vamos a tener que matar a
no menos de un millón de personas".
Roberto Santucho

“Coincido con Videla. Fue una guerra.
Habrá habido alguno que otro desaparecido
que no tenía nada que ver
pero la inmensa mayoría eran militantes y,
de ellos, la mayoría eran montoneros.
A mí me hubiera molestado muchísimo
que mi muerte la utilizaran
para decir que fui un pobrecito dirigente asesinado”.
Mario Firmenich

“Queda claro también que la política
de derechos humanos
fue bastardeada para ser utilizada
con fines políticos menores
y que nunca estuvo dirigida a descubrir la verdad”.
Guillermo Cherashny

“Ojo por ojo terminará haciendo
que todo el mundo sea ciego”.
Mahatma Gandhi

LA NACION – 08nov12 – Opinión


Los años 70
Al convertir a las víctimas de la represión del Estado en los héroes de la lucha política, absolviéndolas de la responsabilidad que tuvieron en la historia compartida, el discurso oficial deja un enunciado vacío y falaz.


Por Alejandro Katz – Para LA NACION

En estos años, nuestro país se fue poblando de lo que se ha dado en llamar "sitios de memoria". Sitios físicos -museos de la memoria, parques de la memoria, monumentos a la memoria-; sitios virtuales, como la "red nacional de sitios de memoria" que depende del Ministerio de Justicia, y sitios puramente simbólicos: la reiterada, persistente, protagónica presencia de algunas Madres de Plaza de Mayo en los actos y las actividades del poder o la reciente conmemoración de un "día del montonero". Sitios, todos ellos, que han ido propagando la creencia de que recordar, juntos, colectivamente, es un imperativo moral y de que aquello que se recuerda debe ser también objeto de reivindicación.

Sin embargo, las sociedades no tienen recuerdos: tienen historia. Hechos que ocurrieron en el pasado, que serán conocidos por medio de interpretaciones divergentes y valoraciones encontradas, pero sobre cuyo acontecer en otro tiempo no caben dudas. Dado que los recuerdos compartidos son literalmente imposibles, la así llamada memoria histórica o memoria colectiva es en verdad el resultado de complejas operaciones políticas orientadas a construir un sistema de creencias respecto de un pasado que se asumirá como común. Es, por tanto, producto del esfuerzo que algunos realizan para que otros crean. En la tarea de construir una memoria histórica colectiva, los discursos públicos, los monumentos, las fechas y los actos de conmemoración son herramientas destinadas a controlar el relato del pasado, no a conocer y explorar la historia.

La Argentina vive peligrosamente escorada sobre una memoria colectiva que se va poblando de los fantasmas de héroes y de mártires, por un lado, y por las sombras de verdugos y cómplices, por el otro, y de la cual son expulsados los hechos, las personas, los conflictos, la infinita complejidad de la historia, que es sustituida por un relato maniqueo que manipula y tergiversa. Por supuesto, recordar es elegir. Y elegir la recordación mitificada de unas víctimas es suprimir los hechos de una historia que habla de guerra civil y que enseña que en nuestro país se anuló la distancia que debe haber entre la diferencia de opiniones y la lucha sangrienta. Es no querer recordarlo todo, es no querer saber ni que se sepa.

La memoria es un modo de organizar el olvido: cuando se fija la mirada en un recuerdo es para dejar de lado otro recuerdo, el de las otras víctimas, aquellas que no pueden ser nombradas porque en sus nombres resuenan los ecos de asesinatos de los que no se quiere hablar. Nombrarlas, incluirlas en la cuenta de las muertes, como pidió Héctor Leis, obligaría a aceptar que el camino que conducía al cumplimiento de los ideales revolucionarios de los años setenta estaba siendo pavimentado con cadáveres. Quizá la violencia política de aquellos años fue resultado de las convicciones de quienes la ejercieron; quizás obedeció a los valores con que se la justificaba y no a oscuras ambiciones de poder o a perversas pulsiones homicidas. Probablemente, en muchos casos ésas fueron las razones, aunque en otros, indudablemente, no lo fueron. No se debe juzgar el pasado como si fuera parte de nuestro presente; pero desconocer hoy la abominación del homicidio ocurrido entre nosotros, aun cuando se haya cometido -¡sobre todo cuando se ha cometido!- con intenciones supuestamente nobles, es no sólo recurrir a la hipocresía de la autoexculpación sino también consagrar la violencia. Ése parece ser, justamente, el fin último de la política oficial de la memoria: más que recordar, correr un pesado velo sobre el hecho de que en nombre de valores honrosos se cometieron y celebraron crímenes abominables. Al convertir a las víctimas de la represión del Estado en los héroes de la lucha política, absolviéndolas de la responsabilidad que tuvieron en la historia compartida, el discurso oficial de la memoria deja un enunciado vacío y falaz; y, al identificar aquellas víctimas solamente con el ideal de un mundo mejor, omite la fenomenología concreta de sus prácticas: no ya la capacidad -martirológica- de estar dispuestos a morir por esos ideales, sino la voluntad -homicida- de matar por ellos.

La política de la memoria se ha convertido, para utilizar la triste y bella expresión de Nicole Loraux, en el sitio de goce que proporciona "la cólera de quien no olvida". Memoria peligrosa que pacta con la muerte al festejarla, esta "memoria colectiva" perdura, como escribe David Rieff, "en la cultura del agravio y del resentimiento, y conduce al rencor antes que a la reconciliación y a la venganza antes que al perdón". Una memoria que, paradójicamente, arroja al olvido el hecho incuestionable de que si bien hay jerarquías de crímenes, no por ello se puede aceptar, como afirma Paul Ricoeur, que haya jerarquías de víctimas.

Esa política ha sido parte de una estrategia facciosa para poner la memoria al servicio del olvido, apropiándosela como si fuera un objeto que pertenece al Gobierno y al poder. Y ha sido, también, una estrategia para alejar la verdad. No sólo la verdad de los hechos -la respuesta a la pregunta: "quién hizo qué"-, sino la idea misma de verdad, ese concepto -la verdad- que es el más intolerable y aborrecible para un grupo que -de las estadísticas públicas a la autobiografía de sus líderes- construyó y conserva su poder en y por la mentira. Los nuevos guardianes de los recuerdos colectivos afirman que rememorar, traer cotidianamente el recuerdo a la conciencia, es un acto de justicia contra el olvido. Pero lo opuesto del olvido, como sabían los griegos, no es el recuerdo: lo opuesto del olvido, Lethé, es la verdad, Alethéia. Hay olvido donde no hay verdad, donde la historia es sustituida por recuerdos que configuran la identidad psicológica de un grupo que comparte el relato, donde esos recuerdos carecen de precisión histórica y de hondura analítica, donde se cumple la gran exigencia que la memoria colectiva impone para existir: que no se la confronte con los hechos. Hay olvido donde el relato de la memoria aspira a la exaltación del sufrimiento propio y de los propios, a la celebración de lo irrecuperable, a la glorificación de un pasado de supuesto sacrificio compartido. "El sufrimiento en común -escribió Renan- une más que la felicidad en común." Así, el olvido provocado por la falta de verdad, por faltar a la verdad, expresa una vez más el carácter radicalmente antipolítico del kirchnerismo, ese movimiento que construye una identidad facciosa a través de un sentimiento compartido entre algunos, y no a través de las palabras, que son el instrumento privilegiado de la política. Y exhibe, también, el profundo desapego a la justicia, cuyo principio no es la sanción penal -resultado de un juicio que es, a su vez, continuación del conflicto- sino la verdad. Alimentada por el recuerdo del dolor, convertida en signo de identidad de un grupo, la memoria colectiva lleva casi inexorablemente a la venganza.

Lo más perverso es que esta política de la memoria no es, con todo, más que un síntoma. Es el síntoma del gran miedo que padece el kirchnerismo: el miedo, pánico, que siente ante el futuro. Los kirchneristas están persuadidos de que el futuro sólo existe para cumplir las fantasías del pasado. De un pasado hecho de imágenes congeladas, de fotografías en sepia de los años cuarenta, de instantes cristalizados de los años setenta, de ideas viejas, de muertos heroicos, de sangre seca, de melancolía. Para ellos, sólo es posible merecer la vida cuando se está muerto. Es hora de decir, con Nicole Loraux, que "la memoria de las desgracias es memoria del odio." De decir que es hora de terminar, hora de perdonar y de saber que quien no perdona enseña sobre todo una falta absoluta de disposición para pedir perdón; hora de aceptar que el peor adversario de la política es la cólera, que político es quien sabe olvidar, que sólo hay política donde hay también olvido. En la Ilíada, Homero hizo que Aquiles lo dijera: "Dejemos en paz el pasado por mucho que nos aflija. Yo ya depongo mi ira; no debo mantener para siempre un furor obstinado".

Hay malas maneras de salir del pasado, así como hay buenas maneras de salir del pasado. No hay, no habrá nunca, buenas maneras de vivir en el pasado: cuando se niega a olvidar, la memoria hace un pacto con la muerte porque todo, incluso el duelo, debe concluir.