César Santos Gerardo del Corazón de Jesús
Milani
Cada uno puede elegir como
abogado defensor a quien quiera. Que Ud. haya escogido para este menester a la
“madre” Bonafini no agrega, más bien quita lo que de bueno pudo haber habido en
su foja de servicios.
No sería fútil suponer que su
elección se ha basado en la cerrada defensa que durante años la “madre” hizo de
un estafador y parricida más que en otros méritos de lo que hace gala “mamà”
Hebe, o quizás porque cree que este sello de goma llamado “Madres”, manejado
con un puño de hierro por una geronte psicópata puede servirle de algo en su
afán de poder.
A diferencia de otros que hoy se rasgarán las
vestiduras porque lo han visto arrimado a la “madre” Bonafini, no le echaré en
cara el poner su uniforme en plan de comparsa al lado de una mujer que no ha
escatimado esfuerzos en sembrar entre los argentinos el odio y el resentimiento
y construir, a partir de estos, una
división entre argentinos de la que la República, a la cual Ud.
veladamente amenaza con acompañar el “vamos por más”, le costará años
reponerse. Todo eso, es cosa suya. Más aún, es algo que con el correr del
tiempo estará en su columna de debe.