La nota que dejamos a
continuación, nos deja algunas dudas:
1. ¿Este
proceso de contrarrevisionismo histórico,
cómo ha dado en llamarlo el autor de la nota, es sincero o es una búsqueda -del gobierno de Cambiemos- del
voto perdido del sector Militar y sus allegados?
2. Un
analista de la talla de Rosendo Fraga afirma que el gobierno de Cambiemos “se ubica como un neutral que no carga
jurídicamente contra el personal militar que actuó en los años setenta, pero
que no impide los juicios que se están desarrollando ni los que se inician”.
Nos vemos en la obligación de corregir la supuesta falta de información del
señor Fraga: el estado a través de la secretaría de Derechos Humanos, dirigida
por Claudio Avruj, actúa como querellantes en todos los juicios mal llamados de
“lesa humanidad” desde Néstor
Kirchner a la fecha.
Hemos sido testigos
de una reunión con Claudio Avruj y el
Centro de Estudios de Salta, en la que la asociación civil representada por
su presidente Alejandro Patrón Costas
efectuó formalmente el pedido que el
estado dejara de presentarse como
querellante contra los Soldados al que el mismo estado le había ordenado
aniquilar el terrorismo (llamado en aquella época subversión), pedido que
fuera ratificado por escrito… y el señor
Avruj se negó enfáticamente a abandonar su posición de querellante, en una
clara demostración que el estado no es neutral.
LAS
FUERZAS ARMADAS ENCARAN UN CONTRARREVISIONISMO HISTÓRICO
En contraste con el
kirchnerismo, el Gobierno apoyó en los últimos meses actos de reivindicación a
las Fuerzas Armadas en acciones producidas en períodos democráticos.
El revisionismo es
una tendencia que busca someter a un nuevo examen doctrinas, interpretaciones o
prácticas establecidas con el propósito de actualizarlas, corregirlas,
enmendarlas y a veces negarlas.
Las ceremonias que
realizaron las Fuerzas Armadas en los últimos meses, en homenaje a los caídos
en las tomas de la guarnición militar de Azul (1974), del regimiento de Formosa
(1975) y del cuartel de la Tablada (1989) se pueden interpretar como una reivindicación
hacia aquellos soldados abatidos en combate por defender la democracia contra
el ataque de grupos armados que buscaban desestabilizar a los gobiernos
constitucionales.
¿Son estos homenajes
actos aislados o forman parte del comienzo de un movimiento de
contrarrevisionismo de las Fuerzas Armadas?
El analista político
Rosendo Fraga plantea dos puntos importantes para entender las diferencias en
la política de revisión del pasado de las Fuerzas Armadas. El primero, la
actitud del Estado frente al conflicto, y el segundo, la conmemoración de los
muertos en el conflicto armado de los años setenta.
En cuanto a la
actitud del Estado frente al conflicto sugirió dos escenarios: uno de revisión
del pasado que llevó adelante el kirchnerismo, donde se “denunciaban e impulsaban causas contra el personal de las Fuerzas
Armadas”, y otro distinto, como el que tiene actualmente con Cambiemos, que
“se ubica como un neutral que no carga
jurídicamente contra el personal militar que actuó en los años setenta, pero
que no impide los juicios que se están desarrollando ni los que se inician”.
En la conmemoración
de los muertos en el conflicto, Fraga señaló que “en el kirchnerismo se prohibió conmemorar los caídos en las Fuerzas
Armadas, y en cambio ahora no solo se permite, sino que el Gobierno participa
de ellos”.
Así lo demostrarían
las tres ceremonias antes mencionadas, que contaron con la presencia de
funcionarios. Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos, estuvo en octubre
en el acto por el aniversario del ataque -realizado por Montoneros- contra el
regimiento de Formosa en 1975. Fue inédito. Ese tipo de actos no contaba con la
presencia de ningún funcionario.
El 23 de enero
pasado, el Ejército rindió homenaje a los excombatientes y caídos en el ataque
contra el cuartel de La Tablada, ocurrido durante el gobierno de Raúl Alfonsín,
por parte de manifestantes del Movimiento Todos por la Patria. La conmemoración
contó con la presencia del ministro de Defensa, Oscar Aguad, y del propio
Avruj. Y en la conmemoración del ataque a la guarnición de Azul, por parte del
Ejército Revolucionario del Pueblo, ocurrida en el último gobierno de Juan
Domingo Perón, en 1974, estuvieron presentes funcionarios locales.
El periodista y
politólogo Ceferino Reato coincidió con Fraga en que existe una diferencia
entre las actitudes de los últimos dos gobiernos: “El macrismo tiene una visión de las Fuerzas Armadas muy distinta de la
que tenía el kirchnerismo”. Y dentro de este último, hizo una distinción
entre el pensamiento de Cristina y Néstor Kirchner.
“El
cristinismo imponía la visión de que los militares se dividen en los que son
realmente populares, como las Fuerzas Armadas venezolanas o [César] Milani, y
otras que, en cambio, representan a la oligarquía”,
sostuvo Reato.
Mientras que Néstor
Kirchner iba más allá porque “impugnaba
totalmente a las Fuerzas Armadas”, para el historiador Sebastián Miranda,
durante el kirchnerismo existía “la
teoría en la cual había ocurrido una represión feroz, a partir del Proceso, que
se había volcado hacia los jóvenes idealistas que luchaban por un mundo mejor,
que tenían ideas distintas, y que estaban enfrentados, reprimidos y
desaparecidos por las Fuerzas Armadas por el simple hecho de pensar distinto”.
Miranda señaló que “hay una merma en la agresividad sobre las
Fuerzas Armadas”. Y que esta baja en el nivel de virulencia ayuda a
establecer “una especie de tregua”
que permite que la situación se perciba “bastante
más tranquila desde el punto de vista de la opinión pública”.
El jefe del Estado Mayor
del Ejército, teniente general Claudio Pasqualini, destacó que la imagen de la
fuerza “se encuentra actualmente en muy
buen nivel y que está dando claras muestras de su integración con la sociedad,
a la cual se debe y de la cual se nutre”, y pone como ejemplo los trabajos
realizados recientemente en las inundaciones de Chaco, Santa Fe, Corrientes,
Entre Ríos y Formosa.
Aguad remarcó: “Voy a ser más enfático que Pasqualini, hay
un reconocimiento y una adhesión de la sociedad hacia las Fuerzas Armadas”.