viernes, 1 de febrero de 2019

LA CATÁSTROFE Y LA IZQUIERDA DORIAN GREY

31 de enero 2019 - 20:47

Mauricio Ortín

El chavismo-madurismo es lo peor que le ha pasado a Venezuela en toda su historia. El socialismo es el mal de estos tiempos. Cien millones de asesinados en menos de cien años es un número que ha sido aceptado por ellos mismos. Pero, es evidente, la izquierda tiene mejor prensa que la derecha. No se venden remeras con la imagen de los fusilados por el Che Guevara pero sí de este último.

Es un hecho: la izquierda maneja la propaganda política con una maestría sin par y sin el menor escrúpulo. Inventa, tergiversa e impone a los hechos sus interpretaciones de guerra de clases y, si no se ajustan, peor para ellos. Repetir una mentira hasta el cansancio y escrachar por "facho" al que la desmiente es una táctica que le dado buenos resultados sin importar lo ridículo o cínico que signifique defender lo indefendible. Hoy sostiene, sin empacho, que la proclamación de Juan Guaidó como presidente de Venezuela es un golpe de Estado al gobierno de Nicolás Maduro son algunas de las cuentas de ese infinito collar. A la izquierda no le importa la formalidad "pequeño burguesa" de las instituciones liberales. Acatan la ley en la medida que les sirve para llegar al poder. Pues bien, para de alguna manera justificar el apoyo a un gobierno vergonzoso, como el de Nicolás Maduro o, en su defecto, el no reconocimiento al presidente Guaidó, se desgarran las vestiduras ante el apoyo explícito de Donald Trump. Dicen que al presidente norteamericano no le interesa la democracia sino el petróleo de Venezuela. Sin embargo, le ruegan a los EEUU para que les siga comprando mientras Maduro se lo regala al régimen cubano.

Pino Solanas, Víctor Hugo Morales, Maradona, Atilio Borón, el kirchnerismo en bloque, Pérez Esquivel, Hebe de Bonafini, Luis D'Elía, Mempo Giardinelli, Gustavo Silvestre y casi toda la izquierda ha salido en defensa de Maduro. Les importan un rábano los cuatro millones de venezolanos que emigran con lo puesto, en la mayor catástrofe humanitaria de la historia de América Latina.

El papa Francisco, por su parte, está preocupado por el derramamiento de sangre que supone la proclamación de Guaidó. Coincidió con la izquierda en Panamá, cuando dijo: "Nuestros pueblos no son el patio trasero' de nadie". No se enteró, así parece, que el derramamiento de sangre provocado desde el poder y contra los débiles transcurre desde hace casi dos décadas en Venezuela. Tampoco registró el hambre de los niños venezolanos, ni la diáspora forzada de los desesperados que huyen a pie.

FUENTE: https://www.eltribuno.com/salta/nota/2019-2-1-0-0-0-la-catastrofe-y-la-izquierda-dorian-grey#_=_

jueves, 31 de enero de 2019

SI LA VENGANZA, LA IDEOLOGÍA Y LA DESVERGÜENZA CONTINÚAN PREVALECIENDO SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y LA HONESTIDAD, NO HABRÁ REPÚBLICA


Estimados Amigos y Camaradas:

Foto no actualizada de Gordillo
En estos días a causa de nuestra publicación del llamado Caso del Cnl (R) Roberto E. Gordillo, hemos recibido comentarios y preguntas de muchas personas que manifiestan su desconocimiento sobre la real y triste situación que sufren nuestros camaradas y amigos injustamente detenidos como Presos Políticos. No pueden creer los que sus ojos leen, especialmente el informe de perito forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación… no es que no creen la noticia, no pueden creer que eso ocurra en democracia.


Para ser más exactos, el día 27 de enero 2019, el diario La Nación publicó una carta de Guillermo A.C. Ledesma. ¿Recuerdan quién es el autor? Fue uno de los jueces de la Cámara Federal Penal de la Capital Federal, que realizó el histórico juicio a las Juntas Militares del PRN. Allí el Dr. Ledesma, manifiesta que "no solo se prosiguió con el juzgamiento de los miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad, sino también con el de algunos civiles, omitiendo la aplicación de garantías básicas del derecho constitucional, penal y procesal que se reconocen, sin distinción, a todos los imputados de delito"  y también explica claramente porque los mal llamados juicios de lesa humanidad son inconstitucionales.

En ese mismo documento, hace referencia a un artículo, publicado en el mismo diario el 16/01/2019, titulado, titulado “El recurso jurídico de una sociedad avergonzada”. El excelente análisis efectuado por Jaime Malamud Goti, practica una encendida cuanto loable crítica a la última sentencia de la CSJN sobre el tema de la aplicación del “2x1” a los condenados en esos “juicios de lesa humanidad”. Además, sostiene que “para poder salir del círculo punitivista o de derecho penal del enemigo en el que estamos inmersos es necesario confrontar primero nuestra vergüenza colectiva. En todo caso, la vergüenza mayor que tenemos hoy en día como sociedad es la de no querer respetar el Estado de Derecho al denegar garantías constitucionales y penales básicas, como el principio de la ley más benigna y la irretroactividad de la ley penal más gravosa" y  también que “la inculpación sostenida a través del tiempo configura una actitud vindicativa que si bien satisface nuestro deseo de combatir la impunidad, lo hace al precio de violar garantías constitucionales básicas”.


Este académico merece ser leído por su trayectoria como doctor en derecho de la U.B.A., profesor de ética y derecho en la Universidad de San Andrés y director del Instituto de Investigaciones “Carlos Nino”. Además fue asesor legal durante el gobierno del presidente Alfonsín, uno de los principales arquitectos de los juicios a las juntas militares y fue procurador de la CSJN para la transición democrática después del último gobierno cívico-militar de facto. Escritor de numerosos libros, en torno al proceso de transición argentino como Game without end, state terror and the politics of justice; y Terror y justicia en la Argentina (Ediciones de la Flor, 2000) y numerosos artículos. También ha sido profesor de University of Arkansas, Es Consejero Académico de CADAL (CENTRO PARA LA APERTURA Y EL DESARROLLO DEMOCRÁTICO DE AMÉRICA LATINA).

Es cierto que el señor presidente de la Nación, Ing. Mauricio Macri, ha enfrentado numerosos obstáculos para poder concretar el logro de sus tres (3) grandes objetivos nacionales y una promesa de su campaña política, enunciados el mismo día de la asunción de su primer período de gobierno… y también es cierto que en estos días ha demostrado  firmeza en el deseo de enfrentar esos obstáculos, al decidir por decreto la aplicación de la ley de “la extensión de dominio” que en la cámara de senadores encuentra una resistencia inusitada… 

Creemos que el artículo del Dr. Malamud Goti, la carta del ex juez Ledesma y abundantes denuncias contra las irregularidades que forzaron el juzgamiento de personas que integraban las Fuerzas Legales que se enfrentaron a una guerra de características inusuales (el caso del Coronel Gordillo es uno de los paradigmas), debieran servir de argumento más que eficaz para contribuir a que se puedan adoptar las medidas necesarias para poder cerrar un capítulo negro de nuestra historia, que abarca al menos  2 períodos (1964 a 1983) y (2003 a 2019).

No desconocemos que es una decisión que requiere de una gran valentía y que los sectores que desean profundizar la grieta que separa a los argentinos aullarán como lobos hambrientos, pero sin dudas esta  podría ser el punto de partida de una nueva oportunidad para un país en el que su sociedad comience  a  demostrar que es capaz de contribuir a cimentar la imprescindible seguridad  jurídica.

“Como lo muestra la historia, la vergüenza es muy mala consejera y lo único que hace es que nos apartemos cada vez más de la democracia bajo el Estado de Derecho y su correspondiente respeto por la dignidad humana, el camino que se supone habíamos elegido retomar en 1983 para no abandonarlo jamás.”

domingo, 27 de enero de 2019

¿LAS FUERZAS ARMADAS ENCARAN UN CONTRARREVISIONISMO HISTÓRICO?



La nota que dejamos  a continuación, nos deja algunas dudas:

1.  ¿Este proceso de contrarrevisionismo histórico, cómo ha dado en llamarlo el autor de la nota, es sincero o es una búsqueda -del gobierno de Cambiemos- del voto perdido del sector Militar y sus allegados?

2.  Un analista de la talla de Rosendo Fraga afirma que el gobierno de Cambiemos “se ubica como un neutral que no carga jurídicamente contra el personal militar que actuó en los años setenta, pero que no impide los juicios que se están desarrollando ni los que se inician”. Nos vemos en la obligación de corregir la supuesta falta de información del señor Fraga: el estado a través de la secretaría de Derechos Humanos, dirigida por Claudio Avruj, actúa como querellantes en todos los juicios mal llamados de “lesa humanidad” desde Néstor Kirchner a la fecha.

Hemos sido testigos de una reunión con Claudio Avruj y el Centro de Estudios de Salta, en la que la asociación civil representada por su presidente Alejandro Patrón Costas efectuó formalmente el pedido que el estado dejara de presentarse como  querellante contra los Soldados al que el mismo estado le había ordenado aniquilar el terrorismo (llamado en aquella época subversión), pedido que fuera ratificado por escrito… y el señor Avruj se negó enfáticamente a abandonar su posición de querellante, en una clara demostración que el estado no es neutral.


LAS FUERZAS ARMADAS ENCARAN UN CONTRARREVISIONISMO HISTÓRICO


En contraste con el kirchnerismo, el Gobierno apoyó en los últimos meses actos de reivindicación a las Fuerzas Armadas en acciones producidas en períodos democráticos.

El revisionismo es una tendencia que busca someter a un nuevo examen doctrinas, interpretaciones o prácticas establecidas con el propósito de actualizarlas, corregirlas, enmendarlas y a veces negarlas.

Las ceremonias que realizaron las Fuerzas Armadas en los últimos meses, en homenaje a los caídos en las tomas de la guarnición militar de Azul (1974), del regimiento de Formosa (1975) y del cuartel de la Tablada (1989) se pueden interpretar como una reivindicación hacia aquellos soldados abatidos en combate por defender la democracia contra el ataque de grupos armados que buscaban desestabilizar a los gobiernos constitucionales.

¿Son estos homenajes actos aislados o forman parte del comienzo de un movimiento de contrarrevisionismo de las Fuerzas Armadas?

El analista político Rosendo Fraga plantea dos puntos importantes para entender las diferencias en la política de revisión del pasado de las Fuerzas Armadas. El primero, la actitud del Estado frente al conflicto, y el segundo, la conmemoración de los muertos en el conflicto armado de los años setenta.

En cuanto a la actitud del Estado frente al conflicto sugirió dos escenarios: uno de revisión del pasado que llevó adelante el kirchnerismo, donde se “denunciaban e impulsaban causas contra el personal de las Fuerzas Armadas”, y otro distinto, como el que tiene actualmente con Cambiemos, que “se ubica como un neutral que no carga jurídicamente contra el personal militar que actuó en los años setenta, pero que no impide los juicios que se están desarrollando ni los que se inician”.

En la conmemoración de los muertos en el conflicto, Fraga señaló que “en el kirchnerismo se prohibió conmemorar los caídos en las Fuerzas Armadas, y en cambio ahora no solo se permite, sino que el Gobierno participa de ellos”.

Así lo demostrarían las tres ceremonias antes mencionadas, que contaron con la presencia de funcionarios. Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos, estuvo en octubre en el acto por el aniversario del ataque -realizado por Montoneros- contra el regimiento de Formosa en 1975. Fue inédito. Ese tipo de actos no contaba con la presencia de ningún funcionario.

El 23 de enero pasado, el Ejército rindió homenaje a los excombatientes y caídos en el ataque contra el cuartel de La Tablada, ocurrido durante el gobierno de Raúl Alfonsín, por parte de manifestantes del Movimiento Todos por la Patria. La conmemoración contó con la presencia del ministro de Defensa, Oscar Aguad, y del propio Avruj. Y en la conmemoración del ataque a la guarnición de Azul, por parte del Ejército Revolucionario del Pueblo, ocurrida en el último gobierno de Juan Domingo Perón, en 1974, estuvieron presentes funcionarios locales.

El periodista y politólogo Ceferino Reato coincidió con Fraga en que existe una diferencia entre las actitudes de los últimos dos gobiernos: “El macrismo tiene una visión de las Fuerzas Armadas muy distinta de la que tenía el kirchnerismo”. Y dentro de este último, hizo una distinción entre el pensamiento de Cristina y Néstor Kirchner.

“El cristinismo imponía la visión de que los militares se dividen en los que son realmente populares, como las Fuerzas Armadas venezolanas o [César] Milani, y otras que, en cambio, representan a la oligarquía”, sostuvo Reato.

Mientras que Néstor Kirchner iba más allá porque “impugnaba totalmente a las Fuerzas Armadas”, para el historiador Sebastián Miranda, durante el kirchnerismo existía “la teoría en la cual había ocurrido una represión feroz, a partir del Proceso, que se había volcado hacia los jóvenes idealistas que luchaban por un mundo mejor, que tenían ideas distintas, y que estaban enfrentados, reprimidos y desaparecidos por las Fuerzas Armadas por el simple hecho de pensar distinto”.

Miranda señaló que “hay una merma en la agresividad sobre las Fuerzas Armadas”. Y que esta baja en el nivel de virulencia ayuda a establecer “una especie de tregua” que permite que la situación se perciba “bastante más tranquila desde el punto de vista de la opinión pública”.

El jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Claudio Pasqualini, destacó que la imagen de la fuerza “se encuentra actualmente en muy buen nivel y que está dando claras muestras de su integración con la sociedad, a la cual se debe y de la cual se nutre”, y pone como ejemplo los trabajos realizados recientemente en las inundaciones de Chaco, Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos y Formosa.

Aguad remarcó: “Voy a ser más enfático que Pasqualini, hay un reconocimiento y una adhesión de la sociedad hacia las Fuerzas Armadas”.

IDEOLOGÍA Y DERECHO



He leído el artículo de Jaime Malamud Goti, “El recurso jurídico de una sociedad avergonzada”, con el cual no puedo dejar de coincidir en un todo. Por las razones que lo inspiran no es posible que nuestros jueces, incluidos los de la Corte, con una honrosa excepción (en los casos que se mencionan y en fallos anteriores), dejen de lado principios constitucionales liminares, como el principio de legalidad, fundante del derecho penal moderno, para dar paso a la retroactividad de los crímenes de lesa humanidad, reconocidos por nuestro derecho positivo en 1995 (ley 24.584), mucho después de los hechos que se juzgan.


De tal forma, no solo se prosiguió con el juzgamiento de los miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad, sino también con el de algunos civiles, omitiendo la aplicación de garantías básicas del derecho constitucional, penal y procesal que se reconocen, sin distinción, a todos los imputados de delito.

De ahí que mientras la ideología prevalezca sobre el derecho, tendremos una democracia empobrecida, pero no una república.

Guillermo A. C. Ledesma
Exjuez de la Cámara Federalde la Capital (1984-1986)


NOTA: Las imágenes y destacado no corresponden a la nota original.