sábado, 25 de agosto de 2018

RETROACTIVIDAD



Veo que hay legisladores que objetan usar una ley de extinción de dominio para los casos ocurridos durante el gobierno anterior, al afirmar que eso sería "legislar con retroactividad". Olvidan seguramente que hay cientos de militares en prisión por causas que se les atribuyen como ocurridas en el período 1976-1983, valiéndose de leyes y acuerdos nacidos en la década de los 90. Por otra parte, al tratar en el Senado el desafuero de la ex presidenta, procesada varias veces, oportuno también sería aprobar el desafuero del senador riojano ya condenado a varios años de cárcel, que continúa refugiado en el Congreso.

Carlos Lefevre
DNI 5.166.449

CINISMO AL DESNUDO



"Los mejores carecen de toda convicción, mientras
los peores están llenos de apasionada intensidad".
William Butler Yeats

Algunos lectores me han llamado la atención por decir H° Aguantadero para referirme al Congreso y a cada Cámara. Sin embargo, y más allá de merecer el nombre por la clara e impúdica protección que brinda a aquellos de sus miembros procesados o condenados, debo recordar que se lo llamaba "honorable" porque los legisladores, al principio, trabajaban por el honor, o sea, sin percibir salario alguno; no se cobraba por servir a la Patria.

La intervención de Cristina Elisabet Fernández en el debate previo a la votación que autorizó al Juez Claudio Bonadio a allanar sus diferentes domicilios justifica con creces la elección de la cita del epígrafe, aunque el poeta no haya podido imaginar que veríamos tan claro su significado.

Además de la ridiculez de los argumentos políticos a los que recurrió la hipócrita ex Presidente en su defensa, tales como una conspiración global encaminada a perseguir a los líderes ladri-progresistas de la región (Luiz Inácio Lula da Silva, Rafael Correa y ella misma), más me asombraron las garantías que consideró vulneradas en la causa penal que la afecta y que en un futuro, lamentablemente no breve, la llevará a prisión: inocencia, juez natural, irretroactividad de la ley, no ser juzgado dos veces por la misma causa y el resto de los preceptos del artículo 18 de la Constitución.

En uno de sus malabares dialécticos, la viuda de Kirchner se comparó con los terroristas de los 70's, que "no se quebraban ni se arrepentían", y llegó a decir que, si bien ahora no se desaparece gente (¡citó otra vez a los inventados 30.000, de los cuales 22.000 nadie reclama ni puede justificar cuarenta años después!), las tropas represivas actuales incluyen a la prensa, a la Justicia, a los poderes económicos concentrados y, cuándo no, a los Estados Unidos.

Porque tanto su marido muerto cuanto ella misma, se disfrazaron de revolucionarios ("la izquierda te da fueros", respondió Néstor cuando se le preguntó porqué lo hacía) y ordenaron -el Senador Miguel Pichetto reconoció que fueron sancionadas por expresas indicaciones de la Casa Rosada- al Congreso que derogara las leyes de obediencia debida y punto final y comenzaron a perseguir, con enorme saña, a los militares que habían combatido la subversión en aquellos años, utilizándolos como eficaz cortina para dificultar la percepción de sus propios robos.   

A éstos, jovencísimos oficiales entonces y ahora ancianos, se les negaron todas esas garantías que Cristina ahora reclama en su protección: se violaron el principio de inocencia y de defensa en juicio, se cambiaron los jueces naturales, se negó a los defensores la posibilidad de contrainterrogar a los testigos, se les aplicaron prisiones preventivas que excedieron todo límite legal, se les denegó el beneficio de prisión domiciliaria, se los condenó sin pruebas y se ignoraron las que produjeron los abogados en su favor, se fotografió y filmó a los imputados para divulgar las imágenes a la prensa y humillarlos, se los arrastró a las audiencias hasta en camilla, y se desestimaron las incapacidades notorias que les impedía estar en juicio; en los muy escasos casos en que un tribunal desobedeció la política persecutoria que emanaba de la propia Corte Suprema, se escrachó públicamente a los jueces corajudos.

Pese a las promesas que formuló Mauricio Macri en campaña, en el sentido de terminar con el probado curro de los derechos humanos, su Secretario del área, Claudio Avruj, sigue impulsando estas mascaradas y, además, se niega a dar a publicidad las listas de quienes fueron indemnizados y el monto que cada uno de ellos recibió del Estado, una cifra que, en conjunto, supera los US$ 3.500 millones. ¡Otra caja, y no menor!

El otro tema trascendente de estos días, derivados de la misma causa que comenzó con los cuadernos de un chofer, es el impacto que tendrá sobre la maltrecha economía nacional, en función de las complicaciones que, para las principales empresas constructoras del país, traen aparejadas las confesiones de sus propietarios y altos ejecutivos. Muchos piensan que deben ser excluidas de todo el sistema de obra pública; creo que es un error y, si se adoptara esa posición, los inversores privados en acciones de esas compañías y los trabajadores de éstas, deberían pagar un injustificable castigo. Y la otra consecuencia sería que, dado el gran universo complicado en la causa, sólo podrían construir en el país compañías extranjeras, ahora más que reacias a jugar en la Argentina.

Sostengo que, quienes han confesado, y más aquéllos que, con cinismo, mintieron ante el Juez para continuar esperando el proceso en libertad, deben ir ya mismo presos, sean quienes fueran. Pero, a la vez, preservar a las empresas y permitirles, con todos los controles y veedurías del caso para impedir la cartelización y los sobreprecios, participar en las licitaciones y continuar, ajustando a la baja los precios, las obras en curso.  

El Gobierno, que tanto apostó a recuperación de la economía a través de la participación público-privada para mantener el ritmo de inversión en obra pública y ahora la encuentra en vilo, está actuando correctamente, ya que está buscando los mecanismos que permitan a los bancos financiar esos proyectos sin contaminarse con la plaga que afecta a sus clientes.

Recordará que en muchas de mis notas me pregunté si estábamos dispuestos a pagar el costo de la limpieza de nuestro sistema político y empresarial; Italia, en los 80's, tuvo que soportar un larguísimo período de debilidad económica, y una situación similar está impactando, desde hace tres años, en el desarrollo brasileño. Pero todo se ha vuelto abstracta, porque el proceso purificador ya resulta imparable, a punto tal que los propios cuadernos han perdido toda importancia. La catarata de confesiones (pruebas) de ex funcionarios y empresarios está confirmando que la asociación ilícita que encabezaron los Kirchner desde los lejanos días de Santa Cruz, saqueó al país hasta dejarlo exánime y de rodillas.

En esa abyecta y humillante posición, la Argentina tuvo que recurrir al FMI en busca de ayuda, pero los causantes directos del estropicio, siempre cínicos, ahora se rasgan las vestiduras, olvidando las usurarias tasas que debimos pagar para que Hugo Chávez (dividió la ganancia con el matrimonio presidencial, en valijas voladoras) prestara el dinero que necesitó Néstor para cancelar la deuda con el Fondo. Y ahora deberemos soportar, además, la violencia que, no lo dudo, desatarán en las calles para intentar forzar la caída del Gobierno y zafar de la cárcel.

Como sociedad, estamos ante una oportunidad única de reconstruirnos desde los cimientos. Estará en nosotros mantener la mirada vigilante sobre los acontecimientos y vivos nuestros reclamos de transparencia y recuperación. Si la clase política sigue mostrándose cómplice de la corrupción, ajena a esas legítimas aspiraciones y dedicada sólo a proteger sus privilegios y prebendas, como hizo el Senado cuando convirtió en inservible el proyecto de ley de extinción de dominio que había llegado de Diputados, todo el sistema actual colapsará y volverá a oírse en la calle el grito "¡Que se vayan todos!"; cuando eso sucedió en otros países, las consecuencias siempre fueron funestas.

Bs.As., 25 Ago 18    

Enrique Guillermo Avogadro
Abogado

viernes, 24 de agosto de 2018

MURIÓ OTRO PRESO POLÍTICO... ¿HASTA CUÁNDO O CUÁNTOS?



Estimados Amigos:

A través de la Unión de Promociones hemos tomado conocimiento que lamentablemente el jueves 23 de agosto de 2018, del señor Coronel (R) Carlos Alfredo Carpani Costa (Artillería - Promoción 80 – CMN), Preso Político en cautiverio de 88 años de edad.

Consecuentemente, ya son 456 (cuatrocientos cincuenta y seis) los fallecidos, pertenecientes a todas las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad, Fuerzas Policiales, Fuerzas Penitenciarias y Civiles; en el marco de este proceso de persecución, venganza y exterminio, donde SE CONTINÚAN REPITIENDO en forma sistemática infinidad de irregularidades jurídicas, instrumentadas en el ámbito de una justicia prevaricadora.

Debe destacarse que del total de Presos Políticos que han fallecido, 115 (ciento quince) decesos se han producido desde el día 10 de Diciembre de 2015.

Dadas las avanzadas edades y estados de salud de los Presos Políticos en la Argentina, estas lamentables noticias son cada vez más seguidas. Una vez más levantamos nuestra voz hacia el poder de turno, no pueden continuar con esta matanza selectiva… es su obligación como presidente de todos los argentinos garantizar el debido proceso, la igualdad ante la ley, brindar asistencia sanitaria adecuada y por sobre todo lograr la unión de la sociedad para superar las antinomias que después de casi 208 años aún nos mantienen divididos. Es hora de sin odios, ni venganzas, es hora de una mirada superadora. ¡BASTA!

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
Por una Nueva Década en Paz y para Siempre

¿INMUNIDADES ANTE FLAGRANTES DELITOS?


23 de Agosto de 2018
Por Jorge Bernabe Lobo Aragon

Por un cierto descrédito que sufre la “clase política” se ha generalizado cuestionar la existencia de los fueros, de las inmunidades que protegen a los legisladores (senadores y diputados), para que no caigan bajo la acción de la justicia salvo el caso de ser sorprendidos en flagrante delito. En realidad esas inmunidades son necesarias en razón de la libertad de la que deben gozar los que participan en la confección de las leyes. 

No es una novedad de la Constitución actual sino una viejísima práctica, que viene de las cortes castellanas que se instituyeron en la Edad Media, integradas por representantes de la nobleza, del clero, del pueblo llano, de las universidades y de los municipios. Aquellos legisladores o diputados ya contaban con garantías para no ser molestados por la justicia del rey. Y era preciso que fuera así, pues para ser vocero de su clase, de su estamento, el representante debe verse libre de cualquier presión que pudiera ejercerse sobre él. Entre nosotros así lo entendió la Soberana Asamblea del Año XIII, que a poco de comenzar sus funciones dispuso que sus miembros serían “inviolables”, es decir -lo aclaró ella misma- que no podrían “ser aprehendidos ni juzgados sino en los casos y términos que la misma Soberana Corporación determinará”. Que los legisladores estén libres de presiones -hasta de la que podría ejercerse por medio de una justicia adicta- (si la hubiere), es una prueba palmaria de que les corresponde actuar con total libertad. Las comunidades a través de los siglos así lo han dispuesto, y así lo han entendido los autores de todas las constituciones. Si una ley resultara mala, perjudicial para la comunidad, los legisladores podrían argüir que la hicieron así por estar sometidos a presiones. Sería inadmisible. La sociedad no quiere eso. Y así es que para evitar que quienes legislarán pudieran ser presionados. En síntesis gozarán de completa inmunidad en sus personas desde el día de su elección hasta que cesen en sus funciones”, (artículos 68 y 69 de la C.N.) - pero con motivo de las opiniones o discursos pronunciados por el legislador en el desempeño de su mandato-. Inmunidades que sin duda resultan antipáticos a buena parte de la ciudadanía. De lo expuesto surge la amplia libertad que las constituciones han buscado dar a sus legisladores. ¿Es entonces ésta una libertad total, absoluta?

Debe interpretarse que no, puesto que los legisladores (senadores) son representantes de los intereses de su provincia, de su pueblo, por lo tanto su actuación debe responder a las directivas que sus mandantes (sociedad) les señalare al elegirlos para el cargo, con el claro sentido de votar a alguien para que cumpla una determinada función, una tarea que se le encomienda, una misión. Se entiende que el que haya sido elegido senador por su ciudad para ejercer su representación está moralmente obligado a guardar fidelidad a las promesas que hiciera a la ciudadanía antes de ser electo, es decir a cumplir su función o mandato, con obediencia, con sumisión, con disciplina, con honestidad. Aquel o aquella  que hubiese prometido actuar con dignidad, por disciplina y por integridad deberá cumplir su palabra y proceder como lo prometió: en forma digna. Que algunas inmoralidades se denuncien, se verifiquen, y que  uno de los poderes del Estado en este caso el Senado de la nación, dé vuelta la cara  como diciendo “nada tengo que ver con esto” es, en la práctica, lo mismo que patrocinar, promover, apadrinar la inmoralidad, que queda expuesta ante la ciudadanía sin que nada la evite, la corrija ni, menos aún, la castigue. Encontrar el modo de afianzar la moral, difundirla, prestigiarla, seguramente es difícil. Y aceptar, el mal es general, no lleva a la solución de nada. Entonces hay que comenzar por combatir la corrupción de la moral, acreditarla, esclarecerla, y recién estaremos en condiciones de encararnos con la delincuencia. Se pretende que el Estado sólo ha de investigar y sancionar conductas desviadas, procedimientos antijurídicos, prácticas delictivas. Ni se la menciona a la moral. Creo, al contrario, que si hubiera denuncias y procesos que hayan sido peticionados por Fiscales, confirmados por jueces y corroborados por las respectivas cámaras de apelaciones, debiera ser éste (uno de los poderes del estado)  el que se apure a poner la uña para que baile el trompo, y no esperar un juicio oral y público y una condena  para desaforar a sus miembros. Debate Público que por lo general duran más de seis años como promedio.  Y que en casos especiales todos saben durara una eternidad. El Estado (senado o diputado) debe aceptar su deber de comportarse con moralidad. Y si uno de los poderes del estado (La justicia) en casi todas sus instancias les comunica la existencia de graves delitos él mismo, agradeciendo a la Justicia, debe buscar soluciones, y no protecciones que violentan el principio de igualdad. “…Nación Argentina “... no admite prerrogativas de sangre ni de nacimiento y no hay en ella fueros personales o títulos de nobleza, todos los habitantes son iguales ante la ley” (Art 16 C.N.) En caso contrario la inmoralidad ha de proliferar al amparo de esta protección oficial y en este caso el problema no proviene del fuero sino de las personas que lo utilizan o que se valen de esta herramienta para evadir el accionar de la justicia. No será el momento en que los políticos demuestren que la política fue una actividad nobilísima, destinada a alcanzar el bien de la sociedad, de los demás, de los prójimos. 

Jorge Lobo Aragón

LA TRIPLE A DE LA CORRUPCIÓN


"Perón no quedó en la historia por la Triple A". El aforismo se le cae de la boca a un referente de Unidad Ciudadana y lo recoge el cronista Gabriel Sued en su minucioso afán por comunicarnos lo que en verdad piensa la cerrada secta kirchnerista acerca de los cuadernos Gloria. En la hora de las grandes confesiones, las infidencias políticas no pesan menos que las judiciales, y en la Argentina casi siempre los argumentos tienen más potencia que la mismísima información. La analogía diseñada en esas usinas sirve como una doble admisión de culpas. La izquierda peronista ya no niega en la intimidad lo que se probó en los documentos históricos: fue Perón quien efectivamente ideó aquella siniestra organización estatal que luego persiguió y eliminó a tantos "perejiles" y "revolucionarios". Y esa aberración, que incluyó crímenes de lesa humanidad y que fue insólitamente "perdonada" por muchas de sus propias víctimas, sirve hoy como medida de la gigantesca mancha voraz que se come el prestigio de la marca Kirchner. En voz baja, la cúpula kirchnerista reconoce la magnitud de este Lava Jato y lo asimila a la peor ignominia del General. Es que va saliendo a la luz una suerte de Triple A de la corrupción. Que será indultada, según sueña el petit comité, por las bonanzas del "proyecto", por la dura recesión actual (ellos nada tienen que ver con ella) y, sobre todo, porque los intelectuales de ese sector crearán nuevas leyendas autoexculpatorias, con el mismo talento literario con que inventaron una Evita ficcional e inexistente, un Perón "socialista" más falso que billete de tres pesos, una participación del imperialismo norteamericano en el golpe del 55 (cuando existen hoy evidencias concluyentes de que Estados Unidos sostenía al General por la misma razón por la que bancaba a Franco: como barrera contra el comunismo) y tantos otros camelos "revisionistas" y "guevaristas" que hacían digerible para aquella izquierda la gesta de ese movimiento de masas inspirado en Mussolini. Estamos en presencia de un grupo de expertos en la creación de mitos que luego forjan cultura; un relato eterno basado en acomodamientos de la realidad y mentiras groseras.


Según los encuestadores, quienes adhieren a la Pasionaria del Calafate se dividen en dos segmentos. El 75% pertenece a la clase baja: el aumento de tarifas no les permite llegar a fin de mes; saben que el kirchnerismo robó de manera industrial, pero en su situación desesperada no les importa. Tampoco conectan este monumental desfalco con sus actuales privaciones: dos investigadores del Conicet calcularon que el costo de los sobornos en obra pública ascendería a unos 36.000 millones de dólares. Faltaría sumar lo "recaudado" en materia de energía, transporte, y en un amplio y sospechoso Polirrubro lleno de cajas negras y cuentapropistas multimillonarios. Igual es perfectamente entendible ese voto popular donde aprieta la mishiadura; no lo es tanto entre el 25% restante, que pertenece a clases medias altas y urbanas, conformadas mayormente por profesionales que en los focus groups niegan todo y aseguran que el escándalo es una "operación sucia" de los medios. Allí no interesan pruebas ni testimonios: son inmunes a la galería de arrepentidos, refutan incluso a sus propios exfuncionarios, y los periodistas resultan sus mayores enemigos; a esa manada de creyentes ciegos se dirige la arquitecta egipcia cuando afirma que Diego Cabot armó un "Grupo de Tareas". El cristinismo es a veces un fenómeno psiquiátrico, pero ejerce invariablemente la proyección psicológica: sus lenguaraces acusan a los demás de los errores y lacras que ellos mismos perpetran; de totalitarismo, de persecución, de censura y de tantas otras depravaciones que ejercieron desde el poder. La Policía Federal descubrió en un allanamiento, hace unos días, un pendrive que pertenecía a un miembro de aquella Jefatura de Gabinete; allí aparece una planilla denominada "campañas negativas". Se confirmó después en sede judicial que se trataba de dinero turbio para hostigar, desacreditar y perseguir a "opositores". La Triple A de la corrupción no usaba armas de fuego, sino carpetazos, micrófonos y redes para difundir sus calumnias, extorsionar a los que resistían y amedrentar a los disidentes, con la ayuda inestimable de los servicios de inteligencia.


Otro singular ejemplo de proyección psicológica lo constituyó el alegre y veloz intento de acusar a Cambiemos de instaurar un "cepo al dólar". La campaña cayó enseguida por su propio peso, pero lo interesante es que los kirchneristas se escandalizaban en las redes sociales por un desastroso mecanismo que ellos aplicaron en 2011 y que defendieron como virtuoso hasta el último día de su gestión. Esta verdadera Asociación Chaleco de Fuerza opera de manera incesante dentro de esa burbuja construida con algoritmos y mala leche llamada Facebook: en esos muros los kirchneristas intentan últimamente convencer a sus acólitos de que estamos en vísperas de un 2001 y que conviene sacar la plata de los bancos, echando leña al fuego para que el incendio nos devore a todos. Sin aclarar que esas llamas incentivadas arrasarían primero a los que menos tienen.


El terremoto de los cuadernos rompió la escala de Richter de la política cuando las corporaciones agacharon la cabeza y se vieron obligadas a confesar su connivencia con el delito. Muchos de quienes han sido complacientes con el kirchnerismo cacareaban que solo creerían en un proceso de transparencia cuando pagaran los empresarios, pero esas almas bellas son hoy renuentes a cumplir su promesa. Se amparan en un ardid peronista -corruptos hubo siempre- y se suman a maniobras de distracción al hablar de los coimeros del pasado, como si durante el caso Watergate, mientras se intentaba probar la maniobra de Nixon, los observadores hubieran puesto el acento en los negocios non sanctos de las antiguas administraciones demócratas. O como si en el juicio de Nuremberg algunos "independientes" relativizaran la violencia nazi recordándonos las masacres del Coliseo romano. Algo de eso se vislumbra también en el discurso de Juan Grabois, que por default, por desgano de la oficina de prensa del Arzobispado y por el extraño silencio de la Iglesia, aparece ante la opinión pública como el "vocero no desautorizado" del Papa. Su acompañamiento como guardaespaldas moral de Cristina en su comparecencia a Comodoro Py abona la idea, tal vez equivocada, de que los prelados no celebran el proceso más importante que se ha abierto contra la venalidad. Un hito histórico donde la Justicia avanza en defensa del séptimo mandamiento y contra dirigentes que se dedicaron a robarle al pueblo sin culpa, y contra compañías poderosísimas que los acompañaban en esa orgía de billetes que multiplicó la pobreza.


En los últimos días pudo verificarse también que, salvo excepciones, el peronismo se divide entre kirchneristas y exkirchneristas que no vieron nada. Los últimos temen de máxima que los alcance la lava, y de mínima que se los acuse de imbéciles puesto que aducen no saber lo que todo dios sabía: la existencia de una Triple A de la corrupción en el centro mismo del Estado, manejada por verdugos de discrepantes y por líderes violentos que maltrataban física y psicológicamente a sus propios colaboradores y sembraban el miedo. Triste parábola de una fuerza que viajó en el tiempo desde aquella tragedia sangrienta hasta esta tragedia patética, entre el Lopecito de la metralleta y el Lopecito de los bolsos y los fajos infinitos.


NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.

LA SECTA DE LOS IMBÉCILES

Un dibujo de la cabeza de Oliver Cromwell en un pico, fines del siglo XVIII

En 1661 el cuerpo deOliver Cromwell es exhumado de la abadía de Westminster y sujeto al ritual de la ejecución póstuma. El proceso tiene lugar, de forma simbólica, el 30 de enero, la misma fecha en que él hizo ejecutar a Carlos I de Inglaterra.

Su cuerpo es colgado de unas cadenas en Tyburn durante un tiempo, hasta que finalmente será arrojado a una fosa, mientras que su cabeza decapitada será exhibida en lo alto de un poste clavado a la entrada de la abadía de Westminster durante veinticuatro años.

¿Agregó algo a la historia de Inglaterra esta farsa?, absolutamente nada en lo substancial, quedando la repugnante acción como una mera anécdota de qué barros infames puede pisar aquel que se ciega en la venganza.


Actitudes como estas se suceden periódicamente en la historia del mundo y, como esta agrupación mostrenca de “borradores de la historia” es universal, tampoco agregó nada a la historia argentina que un ladrón que venía de una tierra donde hay más ovejas que seres humanos y que por esta cualidad obraba en consecuencia, ordenara bajar el cuadro de un director del Colegio Militar de la Nación como si creyera, en su ignorancia, que lo malo de la historia desaparecía porque ordenara a un general con alma de ordenanza que se subiera a un banquito para descolgar el cuadro de marras.

Como para pertenecer a esta secta solo se necesitan dos cualidades: ignorancia y degradación moral, no es raro que se extienda como una mancha de petróleo en el mar de la estupidez y que cualquier pelafustán crea que la mejor y más rápida manera de pasar a la historia es cebándose en aquellos a los que la muerte dejó indefensos.

Carlos II solo es recordado por la infame exhumación de Cronwell, Néstor Kirchner además de sus robos es conocido como el burro que, diciéndole “¡proceda!” a un infeliz que nadie sabe cómo llegó al generalato creyó que la historia se borraba descolgando un cuadro.

Pedro Sánchez

Es probable que un castizo gilipollas como Pedro Sánchez, advenedizo y maricón, crea que pasará a la historia si logra exhumar -con la complicidad de una Iglesia cobarde- el cadáver de Francisco Franco Bahamonde del Valle de los Caídos.

Valle de los Caídos

El Recadito, 23 de agosto de 2018

Jose Luis Milia

NOTA: Las imágenes, enlaces y destacados no corresponden a la nota original.

CARTAS DE LECTORES


QUE NO SEA UN REFUGIO


En el tratamiento de la autorización para allanar las propiedades de Cristina Kirchner en el Senado, que debería haber tardado menos de una hora y en el que solo había que votar por sí o por no, la senadora del Frente Renovador por Misiones, Magdalena Solari Quintana, en medio de un parloteo interminable en el que le faltó hablar del sexo de los ángeles, manifestó que los jueces, a "quienes les pagamos con nuestros impuestos", deberían ajustarse a cumplir lo que ellos disponen, en este caso se refería al secreto del sumario. 


Solari Quintana debería recordarles a sus colegas que no dan quorum o faltan permanente a las sesiones que a los senadores, ella incluida, nosotros les pagamos sus dietas con nuestros impuestos no solamente para que trabajen, sino para honren el poder al que pertenecen, evitando que esa "honorable" cámara se transforme en refugio de delincuentes.

Florencio Olmos
DNI 5.941.080






CUBA


Bastaron unos cuadernos del chofer Centeno para activar una catarata de procesos judiciales contra la corrupción, sobre la que se poseían indicios o evidencias sospechosamente archivadas. Salvando las diferencias entre ambas situaciones, me sorprende que el libro Fue Cuba, de Juan B. Yofre, no se haya tomado al menos como documento de análisis para determinar los delitos de "lesa humanidad" cometidos por las organizaciones guerrilleras con apoyo exterior de otros Estados. En el libro todo está debidamente documentado.


El flagelo del odio y el engaño debe terminarse en nuestro país, corriendo el velo de nuestro pasado con una justicia honorable.

Jorge José Echezarreta





LARRABURE

Argentino del Valle Larrabure te llamabas, señor coronel de mil tormentos. Cruel derrotero marcó tu sufrimiento. Ausencia larga. Insensatez. Noche cerrada. Sereno, ante la impiedad de tu condena, fuiste la fe, el coraje, la esperanza. Radiante amanecer de fortaleza tu templanza. Triste vacío atardecer el de tu pena. Violencia demencial que te arrebata, martirio de una vida que se extingue. Falacia atroz. Chacal enmascarado. La esencia de tu vida está en la gloria de morir cantando tu himno haciendo historia, proclamando tu grandeza de soldado.

César Tito Román


NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a las notas originales.

jueves, 23 de agosto de 2018

ALFREDO CASERO, EL ACTOR MALDITO


22/08/2018                                           Por Mauricio Ortín

La Asociación Argentina de Actores a través de un comunicado repudió las declaraciones del actor Alfredo Casero. Por idénticos motivos el empresario que contrató al actor para una presentación de su espectáculo unipersonal en Salta, canceló el evento. Casero puso en duda la identidad de los nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo y, en especial, cuestionó a Estela de Carlotto. Esta, a juicio del actor, se vale de  la bandera de los derechos humanos para hacer política. La reacción del gremio no se hizo esperar y calificó sus dichos de “inadmisibles declaraciones públicas” que ponen “en duda la honorabilidad de nuestras Abuelas de Plaza de Mayo”, y de “incomprensible odio, atacando lo que es un patrimonio moral de nuestro país” y “su negacionismo perverso y consuetudinario, termina siendo una versión peligrosamente cercana a la apología del delito.”


Pues bien, en primer lugar, digo que coincido con todo lo que dijo Casero en ese programa y festejo la forma genial en que lo logró. En segundo lugar, manifiesto mi solidaridad hacia él por el ataque fascista que sufre por parte del gremio del cual es  afiliado y  que, se supone, está para  ampararlo. Vamos a ver, Alfredo Casero dijo lo que dijo a título personal y no en representación de la Asociación Argentina de Actores. En una república, un camionero, un médico o un jugador de bochas deben gozar del derecho de ser dueños de decir lo que mejor les parezca sin la perturbación latente de verse difamados por la asociación profesional a la que pertenecen. ¿Qué autoridad moral tienen las autoridades de la AAA para llamar “negacionista” y “perverso” al que no piensa (“correctamente”) como ellos? Y ¿por qué motivo Casero debe considerar “patrimonio moral de nuestro país” a Estela de Carlotto y a las Abuelas de Plaza de Mayo? Carlotto se abrazó a dictadores asesinos de la calaña de Fidel Castro y Hugo Chávez y, como es público, fue y es una defensora de primera línea del ex gobierno kirchnerista, el más ladrón de la historia argentina. Defender ladrones es incompatible con quien exalta la  moral. En cuanto a que Alfredo Casero, por sus declaraciones, estaría rozando “la apología del delito” no queda otra que tomarlo como lo que es, una amenaza cobarde del poder corporativo contra el individuo a quien, solapadamente, le dice: “la próxima te denuncio por apología del delito”. También es grave que, por el simple y soberano derecho de decir lo que piensa, Alfredo Casero haya sido censurado en Salta[1]. El totalitarismo, por lo general, se impone por un asalto al poder; pero también gradualmente. Por ejemplo, a través del trabajo hormiga de acumular pequeñas actitudes totalitarias que llevan a naturalizar el atropello. Entonces, es tarde para reaccionar.
Por último, es revelador que la Asociación Argentina de Actores que acusa de “negacionismo perverso” culmine su nota con la mentira de que los desaparecidos son 30.000. Así también, la senadora Cristina Kirchner, responsable del último conteo de desaparecidos que dio 6.348, cerró su discurso en el Senado de la Nación  afirmando su hermandad generacional con los “30.000”. Tan convencidos lo dicen, que pareciera que se creen sus propias mentiras.




[1] También la Universidad Nacional de Tucumán suspendió la función de Alfredo Casero en el Teatro Alberdi… será que Alfredo Casero fue incluido en alguna lista negra por expresar libremente su opinión? En todo caso en democracia es mucho más grave la CENSURA que los dichos del actor.

NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.

martes, 21 de agosto de 2018

CORRUPCIÓN EN ARGENTINA: LA MIRADA DE ANDRÉS OPPENHEIMER EN INFOBAE


El tema no es solo el robo… es el engaño.


26 de agosto - MISA POR LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO


AGRADECIMIENTO



S.E.R. Monseñor Santiago Olivera


Estimado Monseñor:

En nombre del Foro de Generales Retirados del Ejército que tengo el Honor de presidir, le hago llegar nuestras felicitaciones y sincero agradecimiento por los términos de la Carta de Lectores de su autoría con el título  ¿Es esto Justicia? publicada en el Diario La Nación el 16 de agosto ppdo.

Si bien es cierto que Su Santidad el Papa Francisco, la Conferencia Episcopal Argentina y en forma personal varios Obispos se han referido en forma reiterada  a la cultura del diálogo como forma de buscar la reconciliación, la concordia  y la unión entre todos los argentinos, es la primera vez que un Obispo se refiere de manera clara, explícita y valiente, a la dramática situación que padecen más de 2400  imputados, procesados, condenados y muertos en injusto cautiverio a consecuencia de los mal llamados juicios de  Lesa Humanidad que revisten el carácter de ilegales e inconstitucionales.


´
Creemos que Ud., con esta carta, efectúa una reparación largamente esperada por la feligresía de su Obispado, quienes siempre esperamos la mediación de Su Santidad y de los Señores Obispos para que esta injusta situación tenga una solución institucional y constitucional a fin de lograr la libertad de los encarcelados.

Sus palabras alientan la esperanza y ayudan a restañar las heridas físicas y morales producto de tantos años de padecimiento, a la vez que expresan de su parte un genuino espíritu de Misericordia y Caridad siguiendo las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo.

Con particular afecto,

Juan Miguel Giuliano
General (R)
Presidente del Foro de Generales Retirados del Ejército

NOTA: Las imágenes, enlaces y destacados no corresponden a la nota original.

DÍA INTERNACIONAL DE CONMEMORACIÓN Y HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO

Hoy en el mundo por disposición de las Naciones Unidas se celebra el Día Internacional de Conmemoración y Homenaje a las víctimas del terrorismo. Varias de las ONGs más importantes del mundo están difundiendo el testimonio que dieron en España para el Proyecto “La voz de los sobrevivientes contra la Radicalización” aquí el nuestro por CELTYV, por las víctimas del terrorismo de Argentina.


¡Gracias por difundir!


EL COSTO DE UN "MARTIRIO" IDEOLÓGICO


La próxima elevación a los altares de monseñor Enrique Angelelli provoca una consternación silenciosa.

Agustín De Beitia
 @agustindebeitia
19.08.2018


Angelelli, celebrando misa bajo una bandera de la organización terrorista Montoneros

"Dejadme ser pasto de las fieras. Por ellas me será dado llegar a Dios". San Ignacio de Antioquia.

Acaba de cumplirse un nuevo aniversario de la muerte de monseñor Enrique Angelelli (1923-1976), con la novedad de su pronta elevación a los altares. Desde que se anunció en junio pasado que el papa Francisco había autorizado a promulgar el decreto que reconoce su martirio, una consternación silenciosa se apoderó de muchos católicos. Conviene detenerse en esa aflicción, que se expresó hasta ahora en forma privada o, a lo sumo, se trasladó a algunos sacerdotes, para indagar en el confuso momento que se vive hoy en la Iglesia.

El martirio siempre fue el supremo testimonio de la fe. La prueba definitiva de aquellos que no renegaron de la verdad incluso ante la muerte. En las actas de los Mártires, nos dice el catecismo, la Iglesia recogió "con el más exquisito cuidado" los recuerdos de quienes declararon su fe hasta dar la vida. Pero, ¿puede Angelelli ser contado entre ellos? ¿Fue derramada su sangre "por odio a la fe"?

Como todo argentino sabe, y el papa Francisco también, la muerte del obispo de La Rioja se produjo en un accidente automovilístico. Así lo entendió siempre la Justicia, que revisó el caso numerosas veces, incluso en gobiernos constitucionales. Peritos, fotos, evidencias, siempre apuntaron en ese sentido.

El vehículo en que viajaban el obispo y su vicario, el entonces sacerdote Arturo Pinto, dio un vuelco mientras ambos regresaban desde Chamical hacia La Rioja por la ruta nacional 38, a la altura de Puerto de los Llanos, y el cuerpo del prelado salió despedido.

Hubo un único testigo del hecho, Raúl Nacusi, que estaba arreglando un poste de alta tensión. El hombre dijo que vio cómo el vehículo se salió parcialmente de la ruta hacia la derecha, avanzó con dos ruedas sobre la banquina, y en una maniobra brusca -"como si el conductor se despertara", dijo-, giró a la izquierda para volver al camino, ocasión en que reventó un neumático y volcó. Nacusi nunca vio ningún otro vehículo en las inmediaciones.

De su testimonio surge que quien iba manejando no habría sido el obispo sino el vicario, que sobrevivió al incidente. La alegación contraria, esto es, que Pinto era el acompañante, fue interpretada, igual que su falta de memoria, como un intento de encubrir su presunta negligencia al volante.

Un exhaustivo trabajo de investigación sobre la causa judicial y su desarrollo fue realizado por la ex juez de Cámara Penal de Río Cuarto Silvia Marcotullio (disponible en http://centrodeestudiossalta.blogspot.com/2018/06/caso-angelelli-como-se-construyo-la.html).



DENUNCIA

La denuncia de asesinato fue planteada en 1986 por fray Antonio Puigjané, el mismo que años más tarde participaría del copamiento del regimiento de La Tablada. Se basa en la versión de Pinto de que un automóvil blanco los estaba siguiendo.

Esa denuncia fue desestimada por una Cámara de Apelaciones en 1990. Aun así, un tribunal de La Rioja la readmitió en 2014 y la dio por cierta, sin que aparecieran nuevas pruebas, testigos directos, y mucho menos los autores materiales.

La ex juez Marcotullio, tras revisar los distintos procesos a los que fue sometido el caso, y sopesar las dudas que se plantearon sobre el único testigo directo y sobre los otros que dijeron haber visto después del hecho un vehículo como el descrito, concluye que "no hay elementos de juicio ni siquiera con grado de probabilidad de un hecho homicida".

Pero si aun se quisiera tomar como hipótesis que hubo un crimen, que un vehículo los persiguió, los encerró, y después uno o varios sicarios asesinaron solo al obispo (dejando vivo a Pinto, una tesis absurda), eso probaría en todo caso un móvil político, nunca religioso. De acuerdo a ese encuadre, el obispo habría sido asesinado por oponerse a intereses políticos o económicos del gobierno de facto.

Estas mismas objeciones las expuso recientemente un editorial del diario La Nación, para disgusto del hasta ahora administrador diocesano de La Rioja, Marcelo Colombo, que había organizado una serie de actos en homenaje a Angelelli en el 42º aniversario de su fallecimiento. El texto periodístico recordó además la probada vinculación del prelado con la organización terrorista Montoneros y sus homilías a favor de la subversión.

Los reparos que genera la actuación pública del pastor son numerosos. El muy recomendable blog Wanderer, que repasó hace poco la vida de Angelelli, mostró cómo éste llevó a fondo las recomendaciones del Concilio y de Medellín, y cómo asumió e impuso en su diócesis el pensamiento y la acción del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Una corriente que constituía ya una iglesia clandestina que buscaba "instrumentar todo lo cristiano al servicio de una revolución social de inspiración marxista", como lo advertía entonces el filósofo católico Carlos Sacheri, quien sería asesinado por un grupo escindido del ERP.

María Lilia Genta, hija de otro profesor católico acribillado por el mismo grupo subversivo, Jordán Bruno Genta, cuenta todavía una anécdota más escalofriante sobre Angelelli. Su pedido de "algunos fierros para armar a los muchachos", formulada al capellán de Aeronáutica, Eliseo Melchiori. Algo que contó el propio Melchiori y que sucedió en 1968, antes de que estuvieran constituidos definitivamente los grupos guerrilleros, señal de la temprana afinidad del prelado con la lucha armada.

EJEMPLO

No, Angelelli no fue martirizado y no parece ser un ejemplo de santidad. Pese a los méritos que pueda acreditar en su preocupación por los pobres, al elevarlo a los altares el papa está proponiendo como modelo de vida cristiano y de virtud a un obispo que ideologizó su fe. Pero, además, el Santo Padre está desvirtuando el significado del martirio.

Por eso plantea una serie de interrogantes que se proyectan hacia un horizonte sombrío. Porque lo que aquí se considera no es ya una expresión privada de un sacerdote o del mismo papa, sino de un acto magisterial.

¿Puede el magisterio proclamar un martirio que no ocurrió? ¿Obliga ese decreto al asentimiento de la fe? Es decir, ¿estamos obligados a creer los católicos que el de Angelelli fue un crimen por odio a la fe? Y, en caso de no ser obligatorio, ¿qué consecuencias se deducen de esto? Pero también: ¿por qué no haber estudiado el martirio de Genta o de Sacheri, asesinados con armas de fuego mientras iban o volvían de misa por subversivos que sí se burlaron de su fe?

Son las dudas de todo católico consciente de su fe, desgarrado entre el respeto filial a los Santos Padres en el que fue criado y la rebelión interior a la que ya se vio sometido por otros actos magisteriales que minan la doctrina, las tradiciones e incluso la verdad de la fe. Como sucedió con las exhortaciones apostólicas Evangelii gaudium, donde se afirma que la Eucaristía "no es un premio para los perfectos" (cap. I, V, 47), y Amoris laetitia, que admite el acceso a la comunión a los divorciados vueltos a casar (cap. VIII), soslayando el pecado mortal e incluso el sacrilegio que estas situaciones comportan.

Para dilucidar si es infalible la proclamación de martirio, y la posibilidad de oponerse, consulté a un teólogo confiable, identificado con el mundo tradicional, que no es argentino. El momento actual de la Iglesia es tan absurdo, como otros han dicho ya, que un sacerdote en comunión con Roma que quiere transmitir la enseñanza de la Iglesia corre un riesgo, por lo que preservaré su nombre.

"Está claro -respondió el teólogo- que elevar a los altares al obispo Angelelli es un acto ideológico".

"Cuestiones semejantes conciernen a la canonización de Pablo VI", añadió, para enseguida aclarar que "las intervenciones del papa Francisco sobre este terreno no son verdaderamente magisteriales".

"Después del Concilio Vaticano II, la máquina magisterial ha sido de algún modo deteriorada por la adopción de un magisterio pastoral, explicó. "Pretende ser una enseñanza, pero que se da a priori como no infalible. De suyo, exige respeto (Lumen Gentium, n.25), pero no el asentimiento de la fe".

"Amoris laetitia -continuó- fue manifiestamente un acto de esta especie, como lo son las canonizaciones y declaraciones de martirio".

"Pienso que es por esta misma razón que uno está en su derecho de oponerse a la nueva liturgia, que es de manera equivalente pastoral".

Ante la duda de si no se corre el riesgo de caer en el protestantismo por oponerse al magisterio papal, el teólogo responde que no. "Al contrario, es una suerte de requerimiento hacia los órganos del magisterio: que nos enseñen con la autoridad de Cristo".

Con todo, la posibilidad de un repliegue y toma de distancia de las enseñanzas pontificias no puede significar otra cosa que la existencia, ya hoy, de una suerte de cisma informal, es decir, "dos iglesias" que conviven en el tiempo. "Sí", respondió. "Cisma informal parece ser la expresión que define, en efecto, nuestra situación. Lo que es más mortífero que un cisma declarado. De hecho, muchos católicos no lo son hoy más que como credencial", añadió.

Vivimos tiempos brumosos en que lo único seguro para no perder la fe será la doctrina y el magisterio constante de la Iglesia.