viernes, 24 de agosto de 2018

LA SECTA DE LOS IMBÉCILES

Un dibujo de la cabeza de Oliver Cromwell en un pico, fines del siglo XVIII

En 1661 el cuerpo deOliver Cromwell es exhumado de la abadía de Westminster y sujeto al ritual de la ejecución póstuma. El proceso tiene lugar, de forma simbólica, el 30 de enero, la misma fecha en que él hizo ejecutar a Carlos I de Inglaterra.

Su cuerpo es colgado de unas cadenas en Tyburn durante un tiempo, hasta que finalmente será arrojado a una fosa, mientras que su cabeza decapitada será exhibida en lo alto de un poste clavado a la entrada de la abadía de Westminster durante veinticuatro años.

¿Agregó algo a la historia de Inglaterra esta farsa?, absolutamente nada en lo substancial, quedando la repugnante acción como una mera anécdota de qué barros infames puede pisar aquel que se ciega en la venganza.


Actitudes como estas se suceden periódicamente en la historia del mundo y, como esta agrupación mostrenca de “borradores de la historia” es universal, tampoco agregó nada a la historia argentina que un ladrón que venía de una tierra donde hay más ovejas que seres humanos y que por esta cualidad obraba en consecuencia, ordenara bajar el cuadro de un director del Colegio Militar de la Nación como si creyera, en su ignorancia, que lo malo de la historia desaparecía porque ordenara a un general con alma de ordenanza que se subiera a un banquito para descolgar el cuadro de marras.

Como para pertenecer a esta secta solo se necesitan dos cualidades: ignorancia y degradación moral, no es raro que se extienda como una mancha de petróleo en el mar de la estupidez y que cualquier pelafustán crea que la mejor y más rápida manera de pasar a la historia es cebándose en aquellos a los que la muerte dejó indefensos.

Carlos II solo es recordado por la infame exhumación de Cronwell, Néstor Kirchner además de sus robos es conocido como el burro que, diciéndole “¡proceda!” a un infeliz que nadie sabe cómo llegó al generalato creyó que la historia se borraba descolgando un cuadro.

Pedro Sánchez

Es probable que un castizo gilipollas como Pedro Sánchez, advenedizo y maricón, crea que pasará a la historia si logra exhumar -con la complicidad de una Iglesia cobarde- el cadáver de Francisco Franco Bahamonde del Valle de los Caídos.

Valle de los Caídos

El Recadito, 23 de agosto de 2018

Jose Luis Milia

NOTA: Las imágenes, enlaces y destacados no corresponden a la nota original.

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