viernes, 2 de agosto de 2019

UN DÍA PARA RECORDAR SIEMPRE

Aquel 1ro. de agosto de 1978, aproximadamente a las 01:40 Hs. de la madrugada, una bomba de gran poder estalló en un edificio ubicado en Pacheco de Melo entre Ayacucho y Junín de la ciudad de Bs. As., contiguo al que vivía el Sr. Alte. Armando Lambruschini. El artefacto explosivo fue colocado en la medianera de ambas construcciones. Dicho edificio aledaño al de la Flia. Lambruschini quedó destruido en sus tres o cuatro primeros pisos y hubo que derribarlo. En ese atentado terrorista murieron la joven Paula Lambruschini de solo 15 años y la señora Margarita Obarrio 82 años.

¿POR QUÉ HAY AUTORES DE CRÍMENES TERRORISTAS EN EL PARQUE DE LA MEMORIA?


Pedro José Güiraldes[1]

1 de agosto de 2019


"El Parque de la Memoria – Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado es una institución pública de carácter nacional, enclavada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a orillas del Río de la Plata", y está dedicado a "(…) las Víctimas del Terrorismo de Estado, detenidos-desaparecidos y asesinados y a los que murieron combatiendo por los mismos ideales de justicia y equidad" y en el mismo se registran, sobre un total de 30.000 placas, 8.751 nombres, correspondientes al periodo 1969-1983. "El monumento es, en sí mismo, un corte, una herida abierta (…) se trata de un recorrido en rampa, procesional, que lleva a los lugares de los nombres de cada uno de los desaparecidos o asesinados" (1ra edición del catálogo oficial, 2010).

Recorrerlo es volver a sumergirse en la mayor de las tragedias argentinas del siglo XX, la Guerra Revolucionaria de la década de 1970, y cuando lo hice por primera vez, en el invierno de 2012, busqué y me detuve frente a las placas de pórfido patagónico que llevan los nombres de quienes de más cerca conocí.

La más cercana de todos: Elena Holmberg, mi tía, hermana de mi madre, asesinada entre el 20 y el 22 de diciembre de 1978 y cuya muerte fue uno de los casos probados en la Causa 13/84, conocida como la del "Juicio a las Juntas Militares".

También me paré ante otras, las de amigos del rugby, hermanos de compañeros de colegio, familiares y conocidos de San Isidro y muchas más. Saliendo del monumento me detuve en las placas de las primeras víctimas del terrorismo de Estado para descubrir, consternado, las de Fernando Abal Medina y Carlos Ramus, ambos caídos en un enfrentamiento con la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en la localidad de William Morris, el 7 de septiembre de 1970.


Los entonces primer y segundo jefes de Montoneros, de 23 y 22 años respectivamente, habían acordado encontrarse esa noche, en un bar, con el resto de la cúpula de la "Orga": Esther Norma Arrostito, Carlos Capuano Martinez, Mario Firmenich, José Sabino Navarro y Luis Rodeiro. Abal Medina murió en el tiroteo y Ramus cuando le explotó una granada que intentó arrojar a los policías. Navarro y Capuano Martinez lograron huir, Rodeiro se entregó y Firmenich, junto con Arrostito, llegaron tarde y escaparon. Arrostito, Capuano Martinez y Navarro también están homenajeados en el Parque de la Memoria y sus posteriores muertes son atribuidas al terrorismo de Estado. De todos ellos, sólo Firmenich y Rodeiro lograron sobrevivir a la guerra revolucionaria que desataron.

Los jefes montoneros, vivos o muertos, fueron los responsables y ejecutores directos de los asesinatos del ex presidente de facto, el antiperonista Teniente General Pedro Eugenio Aramburu, el 1/6/1970 y del peronista, Secretario General de la CGT y posible heredero político de Juan Domingo Perón, José Ignacio Rucci, el 25/9/1973.

Fue entonces cuando Perón, elegido por tercera vez dos días antes, como Presidente de la Nación, por el 62% de los votos, decidió que las Organizaciones Político Militares (OPM) debían ser aniquiladas por las fuerzas legales. Tiempo después sería más drástico aún y comunicaría, en una carta dirigida a los militares de la Guarnición de Azul atacada por el ERP, que los integrantes de la subversión serían "exterminados, uno a uno", no sin antes calificarlos como "reducido número de psicópatas".

La herida de la tragedia argentina durante la Guerra Revolucionaria de la década de 1970, lejos de cicatrizar, parece haber sido profundizada por el Parque de la Memoria, como un tajo sin sutura, contribuyendo a ampliar la grieta.

Deportistas, artistas, escritores, científicos, empresarios, políticos, autoridades religiosas, premios Nobel, luchadores por los Derechos Humanos, los principales mandatarios e innumerables personalidades de todos los ámbitos, del mundo entero, han visitado el Parque de la Memoria, desde antes de su inauguración, el 7/11/2007.

Ceferino Reato fue, probablemente, el primero que llamó la atención, en 2010, sobre casos que no podían ser calificados como víctimas del terrorismo de Estado, como el de Fernando Abal Medina.

Como consecuencia de una denuncia periodística del mismo Reato, la que fue acompañada por los familiares de los Soldados Conscriptos José Mercedes Coronel y Dante Salvatierra, caídos en la heroica defensa del Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa (RI Mte 29), durante el ataque de Montoneros, el 5 de octubre de 1975, se retiraron las placas que los homenajeaban y se los sacó de la nómina del Parque de la Memoria.

En 2018 y luego de otra denuncia periodística, esta vez de Federico Andahazi, fueron también retiradas las placas de Epifanio Méndez Fleitas y Epifanio Méndez Vall, después de comprobarse que ambos, padre e hijo, eran paraguayos, que vivieron en la Argentina, que el primero murió, en un sanatorio, en 1985, en Buenos Aires y que el segundo está vivo, es periodista y tiene un programa en una radio porteña. Después del episodio de "los Epifanios", la base de datos el Parque de la Memoria, de la que se retiraron sus fichas, no estuvo disponible, por varios meses.

El 22 de junio de 2018, pasadas unas semanas después de haber interpelado públicamente a Nora Hochbaum, directora del Parque de la Memoria, la ahora muy conocida Jovina Luna se entrevistó en las oficinas del monumento con ella y su staff. Durante dicha entrevista, así como en la carta que ese día le recibiera Hochbaum, esta valiente formoseña le preguntó a la directora: "¿(…) cuáles son las razones por las que estos integrantes de la organización sediciosa Montoneros, que asesinaron a diez soldados conscriptos y tres agentes estatales para robar armamento y combatir a un gobierno constitucional son incluidos y homenajeados en el "Parque de la Memoria – Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado" que Ud. dirige?". Hochbaum le adelantó a Jovina que no contestaría la carta, "dado que las decisiones acerca de los incluidos en la nómina de la base de datos y las placas del monumento eran exclusiva decisión de la Jefatura de Gobierno de la CABA", lo que es falso.

Jovina tampoco se rindió ante la negativa de Hochbaum y el 28 de septiembre de 2018 presentó otra carta, casi idéntica a la anterior, esta vez dirigida al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, licenciado Horacio Rodriguez Larreta, la que tampoco ha sido contestada hasta hoy.

Las denuncias públicas por contradicciones, errores y omisiones en la nómina de numerosas y falsas víctimas del terrorismo de Estado arreciaron, pero nadie hasta ahora había logrado tanto como Jovina para que la base de datos del Parque de la Memoria sea puesta bajo severo escrutinio.

Jovina es una de los 12 hermanos del también Soldado Conscripto Hermindo Luna, primer mártir de la defensa del RI Mte 29 de Formosa al grito de "¡aquí no se rinde nadie, mierda!", luego de ser conminado a hacerlo y antes de caer, partido en dos, por una ráfaga de ametralladora montonera. Hace pocos días, el 26/6/19, Jovina Luna presentó una denuncia penal por indemnizaciones fraudulentas pagadas al amparo de las denominadas "leyes reparatorias", a los familiares de nueve de los 13 guerrilleros abatidos en combate, durante la llamada "Operación Primicia" de Montoneros. Dicha denuncia está basada en las investigaciones de José D'Angelo, las que fueron volcadas en su libro Mentirás tus muertos – Falsedades y millones detrás del mito de los 30.000 desaparecidos (El Tatú Ediciones, 2015), pesquisa que ha continuado hasta el día de hoy.

El libro de D'Angelo ha desnudado, además, numerosos otros casos falsos incluidos en los informes oficiales sobre muertos y desaparecidos: CONADEP 1984, Secretaría de Derechos Humanos 2006 y Registro Único de Víctimas del Terrorismo de Estado (RUVTE) 2015 y en la nómina Parque de la Memoria, además de denunciar miles de diferencias, entre todos ellos.

En Mentirás tus muertos el autor detalla casos de reaparecidos vivos, caídos en combate contra fuerzas o en operativos legales, ejecutados como traidores por sus propios compañeros de las OPM, suicidados, muertos en otros países, cuerpos mal identificados por portar documentos falsos, cadáveres enterrados clandestinamente por sus camaradas para ocultarlos, militantes destrozados por torpe manipulación de explosivos y, finalmente, insólitas inclusiones de muertes no relacionadas con las organizaciones subversivas, el Estado o la política.

D'Angelo ha seguido indagando en la base de datos del Parque de la Memoria y descubierto que 2.250 de las placas corresponden a integrantes de las siguientes OPM: Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Montoneros, Frente Armado de Liberación (FAL), Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT/ERP), entre otras y que los errores, contradicciones y omisiones, son numerosos y llamativos.

En el caso del ataque del RI Mte 29 de Formosa, si bien diez de los 13 montoneros abatidos están homenajeados en el monumento, sólo a cuatro de ellos se los reconoce como combatientes o militantes de la "Orga". Llama también la atención que, en la información relativa a "víctimas simultáneas o relacionadas", en ninguno de los diez casos se menciona que cayeron durante el mismo ataque.

Es difícil establecer si estos errores, contradicciones y omisiones son deliberados, producto de la ignorancia o una combinación de ambos. Pero en todo caso la responsabilidad recae sobre las autoridades del Parque de la Memoria y de la CABA.

Los crímenes de las organizaciones guerrilleras argentinas alcanzaron récords trágicos antes del golpe del 24 de marzo de 1976, fecha que dio comienzo a la última dictadura militar, durante la cual la represión estatal contra ellas se ejecutaría, como lo ordenó Perón, hasta su aniquilamiento. Los asesinatos registrados del terrorismo revolucionario son 1094, existen otros 3.500 heridos y afectados directos sobrevivientes y 13.000 víctimas de las guerrillas argentinas en distinto grado, según las definen las convenciones de Derechos Humanos y de Derecho Humanitario Internacional. El total general de víctimas de las OPM supera entonces las 17.500 y todas ellas permanecen olvidadas y sin acceso a la verdad, ni al reconocimiento, ni a la justicia, ni a la reparación.

Todo indica que gracias a una valiente que no se rinde: Jovina Luna. Ha llegado la hora de que la Jefatura de Gobierno de la CABA y el gobierno nacional tomen cartas en el asunto, ordenen una exhaustiva revisión y den de baja a los miles de casos falsamente o erróneamente incluidos en la nómina del Parque de la Memoria y el RUVTE 2015 como víctimas del terrorismo de Estado o que sean registradas las verdaderas circunstancias de sus muertes y sus victimarios identificados.

Habrá llegado entonces el día en el que deberán ser incluidos también, en los registros oficiales y en el monumento frente al Río de la Plata, las víctimas mortales del terrorismo, para comenzar entonces a honrar a todos nuestros caídos durante la Guerra Revolucionaria de la década de 1970, suturar el corte, cicatrizar la herida, cerrar la grieta que nos divide, hasta hoy ahondada en el Parque de la Memoria.




[1] Ingeniero Civil
DNI 11.317.418
pedroguiraldes@fibertel.com.ar

miércoles, 31 de julio de 2019

UNA ENORME DEUDA SOCIAL



Debemos honrar y agradecer la valiente labor del personal de fuerzas militares y de seguridad que da la vida por sus compatriotas

30 de julio de 2019 

En plena campaña electoral, con vistas a las PASO del 11 del mes próximo, el presidente Macri honró en la Casa Rosada a personal de las fuerzas de seguridad caído en cumplimiento del deber. Su actitud es encomiable: quebró con valentía el ominoso silencio que se extiende al respecto en franjas de la sociedad.

Bomba en el comedor de la Superintendencia Federal - 2 de julio 1976

Tras aquella lucha antisubversiva a la que el terrorismo de izquierda arrastró a las Fuerzas Armadas y de seguridad, la condena política y social del terrorismo de Estado llegó al extremo de una punición desvalorizante del papel insustituible de estas instituciones para la República. De modo que ha hecho bien el Presidente, y lo ha hecho con coraje civil, al asumir como responsabilidad propia el dejar constancia de gratitud hacia quienes dan la vida por sus compatriotas. Como los liderazgos mejor ejercidos son los que contribuyen a superar las divisiones y los rencores del pasado, correspondería, por lo menos, que hicieran otro tanto los integrantes del Congreso Nacional y los candidatos a asumir la conducción de los destinos del país.

En 1975 el gobierno peronista ordenó aniquilar a la subversión

Se ha sembrado muchas veces con aviesa intención una confusión generalizada y la demagogia de quienes han pretendido escribir una redituable y absurda historia de los años 70 ha ocultado con rencorosa eficacia datos sin los cuales no se entendería lo que pasó. Primero, que el propio presidente Perón prometió en enero de 1974, después del ataque sangriento a un cuartel militar de Azul, el exterminio de la guerrilla. Y, segundo, que a mediados de 1975, durante el gobierno de su mujer, María Estela Martínez, ella misma dispuso el aniquilamiento de quienes mataban, secuestraban y robaban en pos de la conquista última del poder.


En la elaboración del retorcido relato de lo ocurrido décadas atrás se ha embarullado maliciosamente todo. Se ha llevado detallado recuento de la cantidad de ciudadanos del común abatidos, pero con negación deliberada de cuántos entre esos ciudadanos habían sido en realidad delincuentes sorprendidos in fraganti en la comisión de delitos, callando además respecto del alto número de bajas habidas entre las fuerzas de seguridad desde 2003 hasta la fecha.

“¿Cómo se puede vivir en una Argentina más segura si no cuidamos a quienes nos cuidan?”, reflexionó el Presidente. Sobre un registro parcial de lo sucedido en la última década, entre enero de 2010 y agosto de 2018 delincuentes comunes mataron a 42 policías en el territorio nacional. Solo entre enero y julio de 2018 se produjo la muerte en situaciones de violencia callejera de 7 efectivos bonaerenses.

Bomba contra avión Hércules con personal de la Gendarmería Nacional
28 agosto 1975

Ante deudos de policías, gendarmes, prefectos y agentes de la policía aeronáutica, Macri exaltó la valentía que se requiere para decir presente cuando se convoca a los servidores públicos, por ejemplo, para entrar en búnkeres de la droga o de trata, entre otros peligrosos reductos. O para enfrentarse, incluso cuerpo a cuerpo, con delincuentes armados y custodiar calles.

Hay un abismo entre los destinatarios de las elogiosas palabras presidenciales y el engendro del Vatayón Militante, que el anterior gobierno sacó a la calle abrevando en la marginalidad carcelaria. O entre la honra de la que ha dejado constancia el Presidente y la complicidad activa con supuestos líderes sociales que son la encarnación viva de la invitación a la violencia, sobre todo entre los más pobres.

Cuando la inseguridad golpea con violencia, son precisamente los más humildes quienes más sufren, por su propia condición de mayor vulnerabilidad. Lejos de propiciar el llamado “gatillo fácil” o cualquier otra forma de indebido avasallamiento de unos contra otros, proponemos revisar los vínculos ciudadanos con los encargados de la seguridad y el orden. Continuar hablando del “aparato represivo estatal” es confirmar que poco hemos aprendido de la historia o que escudarse detrás de conceptos equivocados ha demostrado, hasta aquí, ser un buen salvoconducto para violar las normas.


NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.

martes, 30 de julio de 2019

INCONGRUENCIA


Los guerrilleros muertos en el periodo de Isabel Perón han sido premiados (y sus familiares indemnizados) con un lugar en el Parque de la Memoria. Como contracara, los soldados y conscriptos muertos en enfrentamientos por defender los objetivos que debían custodiar no recibieron nada, ni siquiera una medalla por haber perdido la vida en cumplimiento del deber. Señores del Gobierno y la Justicia: ¿cómo le explico a mis nietos esta incongruencia? Están a tiempo de corregir tamaño error.

Ricardo Olaviaga


FUENTE: https://www.lanacion.com.ar/opinion/carta-de-lectores/de-los-lectores-cartas-mails-nid2272362

NOTA: Las imágenes no corresponden a la nota original.

SERVICIO MILITAR Y OTRAS YERBAS


Sr. Director,

Leo en un diario de la fecha, domingo 28 de julio, una columna de Martín Balza titulada Servicio militar obligatorio o voluntario. Ya no me da bronca, me da asco leer lo que escribe este hombre, traidor de sus compañeros de armas que pidió perdón, siendo Jefe del Ejército Argentino, por la necesaria represión llevada a cabo por las Fuerzas Armadas y de Seguridad en los años 70 que salvó al País de caer en manos del marxismo.. Olvidó que "el soldado no tiene que pedir perdón por haber defendido a la Patria". Menciona a las declaraciones del Señor Intendente del Partido de General Pueyrredón que calificó el cambio de un Servicio Militar Obligatorio por un Servicio Militar Voluntario como "una locura total de una manga de dementes". Para hacer su descargo dice que el señor Intendente se refirió a todos los presidentes y ministros de Defensa que hubo desde entonces y también a  los jefes de de las Fuerzas Armadas y del Estado Mayor Conjunto. Gran error. No conozco al Señor Intendente y ni siquiera tengo presente su nombre pero seguramente se refirió a Martín Balza, al Presidente Carlos Menem (dado que fue lo peor que hizo en su larga lista de errores) y a su Ministro de Defensa Oscar Camilión. Sin embargo Martín Balza, al inicio de la columna describe las virtudes que tuvo el servicio militar obligatorio que contribuyó a la alfabetización, inició a jóvenes en hábitos de disciplina orden e higiene, logró relevamientos médicos, rompió barreras sociales y se quedó corto en los elogios merecidos por el SMO. Aprovecho para opinar sobre el Servicio Cívico Voluntario en Valores que estará dentro de la órbita de la Gendarmería y que abarcaría a 1200 jóvenes. Mi primera impresión es que no sirve para nada, es escaso el número que quiere abarcar, conseguirán pocos voluntarios pues el que es "ni ni" no lo es por falta de oportunidades sino porque es vago, le quitará recursos a la Gendarmería para alegría de los narcotraficantes y gastarán el dinero de las arcas del Estado que seguramente saldrá del ANSES para perjuicio de los jubilados. Quizás no fui claro. Como siempre menciono mi dirección de email para los que quieran hacerme alguna consulta sobre lo que pienso.

Saludos cordiales

Dr. José Brunetta
DNI 4180958

lunes, 29 de julio de 2019

CLAUDIO AVRUJ: “EL RECLAMO DE LOS FAMILIARES DE VÍCTIMAS DE LA GUERRILLA TAMBIÉN ES LEGÍTIMO”



En un extenso reportaje efectuado por el diario Clarín, el secretario de derechos humanos de la Nación Claudio Avruj reconoce que las víctimas del terrorismo en la Argentina han sido sistemáticamente relegadas y tratado de pasar al olvido… ahora ante el valiente reclamo efectuado por la señora Jovina Luna, reconoce el reclamo por esas víctimas.


Con el expreso deseo que la declaraciones de Avruj no responden a intereses electorales, en una campaña muy polarizada, le recordamos al secretario de derechos humanos de la Nación algunos otros derechos que les han sido negados a esa víctima y al personal de todas las Fuerzas Legales del país y que se encuentran sometidos a un plan de venganza, discriminación y exterminio a través de los llamados juicios de lesa humanidad:

1. Su secretaría, en representación del estado, se presenta como querellante en esos juicios. En repetidas ocasiones organizaciones y familiares de estos Presos Políticos le han solicitado que deje de participar como querellante. El estado que él representa, aunque los gobiernos hayan cambiado, es el mismo estado que ordenó aniquilaran el accionar subversivo o terrorista -como más se lo conoce ahora-. Según la Real Academia Española de la Lengua aniquilar significa reducir a la nada o destruir enteramente. Es una paradoja que el estado ahora sea querellante e impulse una política der estado para juzgar órdenes impartidas oportunamente por sus más altos niveles de conducción política.

2. En el histórico juicio a las Juntas Militares dispuesto durante el gobierno de Raúl Alfonsín ningún ex Comandante en Jefe de las FFAA fue juzgado por delitos de lesa humanidad y menos por genocidio. Sí en cambio lo son ahora los oficiales y suboficiales que eran los más jóvenes, por ende los de menor jerarquía y que no tenían ningún poder de decisión en la conducción de la guerra contrarrevolucionaria. Lo mismo pasa con el adjetiva de “genocidas” con el que algunas personas, especialmente de las organizaciones de derechos humanos y de los medios de comunicación, califican a diario a toda persona que en nuestro país vista el uniforme concedido por la Patria.


3.  Esa guerra civil limitada ahora negada, fue reconocida en la sentencia de las Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal en la “Causa 13/84”.

4.  Los llamados juicios de lesa humanidad están plagados de irregularidades jurídicas, por esa razón próximamente le haremos llegar una petición al gobierno a través de sus 3 poderes, con más de 22.000 firmas adhiriendo a la misma, para que se disponga efectuar una auditoría sobre todo lo actuado en los juicio de lesa humanidad. Tales  irregularidades jurídicas nos permiten afirmar que los imputados no recibieron las garantías del debido proceso, la que se encuentra claramente establecida en nuestra Constitución Nacional. ¡Qué la ley sea igual para todos!




CLAUDIO AVRUJ: “EL RECLAMO DE LOS FAMILIARES DE VÍCTIMAS DE LA GUERRILLA TAMBIÉN ES LEGÍTIMO”
Cara a cara

Fuertes definiciones del secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, en una entrevista exclusiva con Clarín.

Controversias. “Los organismos de derechos humanos siguen alineados a definiciones partidarias e ideológicas, equivocadamente para mí”, señala Avruj. Foto Luciano Thieberger

NATASHA NIEBIESKIKWIAT
27/07/2019











- Derechos Humanos de la Nación administra el registro que acaba de crearse para que los venezolanos denuncien abusos del régimen de Nicolás Maduro. ¿Qué obtuvieron hasta ahora en las citas que hubo?

- Recabamos testimonios en Buenos Aires como en el interior. Tenemos testimonios ya sobre falta de medicina, y alimentos, pero también víctimas y testigos de prisiones en prisiones y organismos de inteligencia. Asesinatos también. La gente tiene que confiar. Somos optimistas y creemos que vamos a extender el plazo para recibir denuncias. No existe en ninguna parte del mundo un registro así.

- Otra cuestión que surgió en los últimos días es la adenda que negocian con los británicos al acuerdo que se hizo para identificar a los soldados argentinos enterrados en el cementerio de Darwin, que no lo estaban, desde 1982.

- El Plan Proyecto Humanitario es sin duda uno de los hechos por los que este Gobierno va a ser recordado. Tenía por objetivo identificar a los héroes de 121 tumbas que al final dieron con 122 cuerpos allí. Hoy tenemos 114 identificados. Por otra parte tenemos un universo mayor de familiares que dieron su ADN para identificar a sus seres queridos. Pero hay al menos cuatro tumbas en las que faltaría determinar quiénes son los que están enterrados allí. Eso, con los ADN que ya tenemos, podría completar la información. Esta adenda ya fue conversada con el embajador británico Mark Kent. Tenemos la esperanza de resolver las cuestiones mayores antes de que finalice está gestión. Igualmente tiene que ser refrendado por las familias.

- En los últimos meses surgieron reclamos de indemnizaciones de las fuerzas de seguridad que fueron víctimas del accionar de la guerrilla y cuestionamientos a las que recibieron las víctimas del terrorismo de Estado. ¿Qué opina?

- El tema de las indemnizaciones despierta curiosidad en muchos, y obviamente sospechas, en el marco de todo el universo de corrupción que día tras día se va despertando o conociendo de la gestión anterior. Y este es un tema tan sensible, donde se manejó muchísimo dinero, con un universo de beneficiarios muy alto. En este momento tenemos una denuncia formal presentada ante la Justicia por Jovina Luna (hermana de un conscripto muerto en el ataque de un comando de Montoneros al Regimiento 29 del Ejército en Formosa, en 1975). Ella reclama una ley reparatoria hacia los familiares de los soldados que defendieron la institucionalidad, y por otro lado reclama por qué se les pagó indemnización a aquellos que se levantaron contra el orden institucional. Yo creo que es legítimo el reclamo de que aquellos que murieron defendiendo la Patria, la institucionalidad, estando bajo el régimen de la ley obligatoria del servicio militar, debían recibir una reparación del Estado. Y es legítimo, más aun, cuando se confronta que los que recibieron sumas cuantiosas son aquellos que no por un ideal de respeto a los derechos humanos, se levantaron contra el orden constitucional, porque era el gobierno de Isabel Perón. No fue durante la dictadura militar, fue en democracia y fue contra el orden constitucional.

- De haber un nuevo gobierno de Macri, ¿existe posibilidad de que haya una ley reparatoria para las fuerzas de seguridad?

- Estamos trabajando ahora para que haya una ley reparatoria. Hay un proyecto del diputado Arce, que venimos impulsando desde el año pasado, que nosotros como secretaría de Derechos Humanos dimos el aval, a su vez con el aval del presidente Mauricio Macri, y se está trabajando para consensuarlo, y esperamos tenerlo cuanto antes.

- ¿Cuánto dinero ha dado el Estado en indemnizaciones a víctimas del terrorismo de Estado?

- El estimado que tenemos, y que distintas fuentes coinciden, es cercano a 30.000 millones de pesos, a valor actualizado. Tenemos que recordar que hay leyes desde 1991, desde la época de Menem. Y después hubo una exageración en el gobierno de Cristina Kirchner, que fue la última ley, que habilitó a tener un resarcimiento económico a todos aquellos que demuestren haber sido privados de libertad desde 1955 hasta 1983, por cualquier causa política. Eso abrió a un universo gigantesco. Pero lo más grave, quizás, es que lo que se ha pagado, que son cerca de 30.000 millones, pero que todavía hoy tenemos en carpetas de investigación más de 27.000 expedientes, habiendo nosotros procesado ya 12.000 en nuestros cuatro años.

Avruj, durante el cara a cara con Clarín. Foto Luciano Thieberger

- ¿Puede explicarlo mejor?

- De las 12 mil que procesamos nosotros muy pocas se pagaron, pero hay en curso 27.000 carpetas ingresadas en solicitudes al Ejecutivo, entre exiliados, detenidos del ‘55 al 83, pensiones. Y eso hace un número de casi 40 mil.

- El gobierno de Macri vivió siempre una “batalla campal” con los organismos de Derechos Humanos. ¿Cómo lo ve?

- Yo creo que no va a haber nada que lo mejore en tanto y en cuanto los organismos de derechos humanos sigan alineados a definiciones partidarias e ideológicas, equivocadamente para mí. Y sintiéndose los dueños de la temática de los derechos humanos. Y ahí está la cuestión. Yo participé de una reunión, la única reunión que hubo de los organismos de derechos humanos con el presidente de la Nación en Olivos, al principio de la gestión. Una reunión que propicié yo. En ese momento yo estaba discutiendo la continuidad en el cargo de quién iba a ser el presidente del Archivo de la Memoria. Y ahí dijeron “la Secretaría es nuestra y el Archivo es nuestro”. Y ahí yo les contesté “están equivocados, la Secretaría, el Archivo y todo lo que la Secretaría tiene es del Estado nacional, es de todos los argentinos”.

- ¿En qué situación están las denuncias en ONU de Milagro Sala?

- Absolutamente cerrado el tema.

- De todas maneras, ella fue controvertidamente detenida…

- La primera detención fue controvertida, esto lo dijimos. Pero luego todo el proceso fue totalmente transparente. Y el cuidado de ella en detención también. Y se cumplió con todas las normas internacionales.

- ¿Y hace alguna autocrítica?

- Me es difícil encontrar la autocrítica en estos casos. Fuimos totalmente abiertos al diálogo, transparentes. En el caso de Milagro Sala, nosotros accedimos con Germán Garavano y con el equipo del Ministerio a la mesa por la liberación de Milagro Sala, pusimos a disposición toda la información desde el primer día; informamos permanentemente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, al Comité de Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas en Ginebra. Dimos todas las respuestas. En el caso de Santiago Maldonado (el artesano denunciado como desaparecido en una protesta contra Gendarmería en el sur que finalmente apareció ahogado en el Río Chubut) pusimos todas las respuestas que teníamos al alcance. Intentamos desde el primer día el vínculo con el hermano, que fue negado. Fui yo el que le dio la primera información al CELS, fui yo el que se la dio al director ejecutivo de todo lo que se estaba haciendo y a partir de ahí fue Horacio Verbitsky el que tergiversó todo y comenzó la gran pelea.

- ¿Pero no fue un error querer levantar el 24 de marzo como feriado?

- Eso, en su momento, sí. Evidentemente fue un error desde el punto de vista de que no fue consensuado ni fue dialogado. Independientemente de las posiciones que cada uno tengamos. Yo en ese momento manifesté que entendía que en el 24 de marzo era mucho más saludable tener a los chicos en las escuelas y hacer actos de homenaje, a que sea un día donde la gente se lo toma porque es un feriado puente, de vacaciones. Pero son posiciones, y esto se podía haber discutido. Sí, en el manejo fue un error.

- ¿En qué estado está el caso Maldonado a nivel internacional?

- Cerrado absolutamente. Nos hace sentir muy orgullosos. Y dicho en la boca de Bachelet, en la reunión privada que tuvimos días atrás, antes de que ella diera el informe que hizo sobre Venezuela.

- Hay temas pendientes de derechos humanos en Argentina más allá de la dictadura militar, las condiciones carcelarias por ejemplo. ¿En qué está eso?

- Este tema lo hablamos puntualmente con Bachelet en Ginebra. Le dije “tenemos un problema”. Tenemos un problema de cárceles, un servicio penitenciario obsoleto, edificios de más de 100 años sin cuidado durante añares, la superpoblación que existe y que tiene que ver por un lado con el mayor trabajo de la policía, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, y por otro lado con los problemas de la Justicia, que tiene que ver con las prisiones preventivas excesivas. Pero hay muchísimo trabajo que se está haciendo. Recorremos las cárceles, logramos que el Congreso conforme un mecanismo de prevención de la tortura, que es el que recorre y puede dar testimonio de lo que ocurre en las cárceles y sugerir medidas correctivas. La construcción de plazas carcelarias: en Mendoza, en Corrientes, en la provincia de Buenos Aires, la cárcel modelo que inauguró María Eugenia Vidal para los presos jóvenes y los que están a punto de salir. El tema carcelario fue abandonado durante décadas por la Argentina, igual que por toda Latinoamérica. No es algo que atrae votos, esto está claro, pero es una imposición moral que este gobierno se puso de entender la situación y trabajar en función de mejorar esa situación. Ahí también entra la discusión que tiene que darse de las prisiones domiciliarias, que es el cumplimiento de la ley, también: que las personas mayores de 70 años o estado de salud quebrantado tienen que tener el derecho a la prisión domiciliaria sin excepción.

- ¿Se refiere a militares con juicios de lesa humanidad con más de 70?

- Sí.

- ¿Usted ha sido un dirigente importante en la comunidad judía, cree como se ha dicho que declarar a Hezbollah entre los grupos terroristas fue un acto electoralista?

- No, no es un acto electoral. Yo creo que las medidas hay que tomarlas. Creo que es importante cuando se determinan, la denuncia del embajador de Israel es clara: cualquiera podía enarbolar una bandera de Hezbollah acá en Argentina, cualquiera podía enviar plata libremente a Hezbollah para financiarlo. Tiene que ver con un tema de educación cívica.

La cara de un cambio de enfoque en Derechos Humanos

Una mañana de junio de 2002, Mauricio Macri fue a dar una charla como presidente de Boca Juniors a la escuela Maimónides, donde estudiaban los hijos de Claudio Avruj. La Argentina aún sentía los coletazos de la crisis de diciembre de 2001 y Macri recién estaba al frente de la fundación Creer y Crecer y en la formación de Compromiso por el Cambio. “Lo escuché hablar de lo mismo que habla hoy: de la violencia, de los valores, del trabajo, del estudio, la transparencia, la decencia, de cómo superar a sus padres y de la manera que tenemos de salir. Entonces me dije, ‘si este tipo con la plata y la fama que tiene está apostando a esto, algo distinto tiene’. Y ahí me sumé a trabajar con él”, cuenta el hoy secretario de Derechos Humanos de la Nación para marcar el inicio de una relación de trabajo que comenzó cuando Macri fue electo jefe de Gobierno de la Ciudad.

Avruj estuvo siempre ligado a la dirigencia judía argentina, adonde se propuso volver si en la política nacional no encuentra más oportunidades. Vivió en Venezuela, y allí nació una de sus hijos. Tras el atentado terrorista a la AMIA fue llamado por la DAIA para hacerse cargo de un programa que movilizó a centenares de miembros de la comunidad para procesar en conjunto esa tragedia. Fue Director Ejecutivo de la institución hasta que en 2007, Macri lo convocó para asumir como Director de Relaciones Institucionales de la Ciudad. Intentó sin éxito llegar a la presidencia de DAIA en 2012. Avruj es un feroz crítico del memorándum de entendimiento con Irán, de 2013. Fanático de independiente, el fútbol le dio uno de los mayores sustos de su vida, cuenta. Un fin de semana de 2005 sobre final del partido le dieron una patada en la cabeza cerca del ojo, y le quebraron el hueso sobre la base del mismo. Entró en convulsiones. Está seguro de que estuvo por morirse. “Fue un segundo, yo doy fe de que vi la luz del final de mi vida en ese camino pero tuve suerte”. Avruj expulsó por su boca unos coágulos que según la evaluación médica le salvaron la vida y consecuencias cerebrales. “A partir de ese momento me aferré más a la religión, y comencé incluso a comer Kosher”.

En 2017, Avruj fue denunciado por incumplimiento de los deberes de funcionario público, por no haber apelado los sobreseimientos en la causa por el traspaso de Papel Prensa durante la última dictadura, tal como le correspondía según la normativa vigente. La denuncia fue desestimada. Con todo, cuenta que uno de los momentos más difíciles tuvo lugar en los días en que no aparecía el artesano Santiago Maldonado.

Avruj es la cara del cambio de enfoque en derechos humanos que encarna Macri, y entonces blanco de la ira de los organismos de derechos humanos. Por la calle le gritaban “¡Son 30.000!” en la polémica sobre la cantidad de desaparecidos de la dictadura o lo insultaban aún estando con su mujer, sus hijos o nietos por haber dicho que había que respetar un fallo de la Corte Suprema sobre el 2x1 para los militares. Pero el día más dramático dice que fue cuando quedó solo con su equipo en Esquel y un grupo de militantes rodeó el vehículo y le empezó a tirar piedras en reclamo de Maldonado.

Itinerario

Avruj, con larga trayectoria. Foto Luciano Thieberger.
Nacido en Villa Crespo, en 1959, y criado en Floresta, nieto de abuelos polacos, bielorrusos, ucranianos y argentinos. Es Licenciado en Dirección Institucional de la UNSAM, Vivió en Venezuela (entre 1991 y 1993) y en Panamá como Director Ejecutivo de la Bnai Brith Internacional para el Caribe (entre 1993 y 1995). Fue 13 años Director Ejecutivo de la DAIA y Subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad (2011-2015). Es Presidente Honorario del Museo del Holocausto de Argentina. A fines de los ‘90 fue director ejecutivo de la DAIA. Es padre de tres hijos. Y está en pareja, por segunda vez, desde hace 7 años.

Al toque

Un proyecto. El próximo viaje a rendir homenaje a los héroes del Crucero Belgrano en el mar.

Un desafío. Consolidar el cambio cultural también en la agenda de DDHH

Un Líder. Churchill

Un Prócer. San Martin

Una Sociedad que admire. La nuestra

Una Comida. Varenikes

Una Bebida. Fanta Naranja/Té.

Un recuerdo. La primera vez con mi viejo en la cancha de Independiente/ las charlas con mi zeide.

Un placer. Escribir/el tiempo con la familia.

Un sueño. Una vejez apacible con mi mujer en una casa junto al mar.

Un Libro. Autorretrato sin mí, de Aramburu; El último hombre, de Camus.

Una serie. Stitzel.

Una película. La grande belleza; Los unos y los otros.


NOTA: Los destacados en color azul no corresponden a la nota original.

domingo, 28 de julio de 2019

SE REACTIVA LA CONTROVERSIA POR EL PARQUE DE LA MEMORIA

Nuevo reclamo a Rodríguez Larreta por el "inmoral" homenaje a terroristas

Por Agustín De Beitia


Un nuevo planteo fue presentado al jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, por el "inmoral" y "absurdo" homenaje que se rinde a terroristas en el porteño Parque de la Memoria. Es el segundo cuestionamiento que se reactiva en los últimos días por incluir en dicho monumento a los autores de diferentes ataques perpetrados por organizaciones armadas en la década del setenta, durante gobiernos constitucionales.

En este caso, se pide que sean removidas de ese memorial, erigido en 2007 en la costanera norte de la Ciudad de Buenos Aires, 52 placas con los nombres de integrantes del ERP que murieron mientras atacaban el Batallón Depósito de Arsenales 601 "Coronel Domingo Viejobueno", en la localidad de Monte Chingolo, el 23 de diciembre de 1975.

La petición fue presentada el jueves último por la abogada Victoria Villarruel, presidente del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), reactivando un reclamo que formuló varias veces desde hace diez años sin obtener respuesta. El expediente fue registrado con el número PV-2019-23368369-GCABA-MGEYA, y una copia del mismo fue dirigida al secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj.

Villarruel recuerda que un ex integrante de la estructura del PRT-ERP, Gustavo Plis-Sterenberg, ofrece en su libro Monte Chingolo - La mayor batalla de la guerrilla argentina una lista completa de los muertos del ERP en combate, y allí cuenta en detalle "las circunstancias específicas en las que varios de los guerrilleros murieron, mientras disparaban contra los militares y soldados que defendían el cuartel".

La petición efectuada a Rodríguez Larreta recuerda que una leyenda que encabeza el monumento del Parque de la Memoria indica que los nombres allí grabados comprenden "a las víctimas del terrorismo de Estado, detenidos-desaparecidos y asesinados y a los que murieron combatiendo por los mismos ideales de justicia y equidad".

"Sostener -dice la abogada- que quienes resultaron muertos mientras atacaban una institución de la Nación, por su propia iniciativa y durante un gobierno democrático, murieron combatiendo por `ideales de justicia y equidad' es una inmoralidad, una aseveración absurda e irracional, un agravio a la Constitución Nacional y una contradicción con el repudio que el monumento pretende demostrar frente a una interrupción del orden constitucional".

También afirma que "semejante homenaje resulta muy cercano a la apología del delito, si fue llevado a cabo a sabiendas de las causas de los respectivos decesos".

Hacer pasar a los victimarios como héroes o como víctimas inocentes, y a los oficiales, suboficiales y soldados que defendieron el cuartel como responsables de un acto de terrorismo de Estado, señala, es "una inversión de valores (que) repugna a la conciencia moral y jurídica".

Tras analizar una serie de fundamentos jurídicos, Villarruel concluye que "ni el objeto ni la causa ni la finalidad del acto que dispuso la inclusión de los citados nombres en el monumento del Parque de la Memoria son razonables, ni morales, ni persiguen un fin público. Ni siquiera se ajusta a los fines queridos por la ley de creación del monumento. Antes bien, son falsos, absurdos, contrarios a la ética y al interés público, en cuanto promueven la apología de quienes atacaron una institución de la Nación Argentina durante un gobierno constitucional".

La presentación va más lejos al cuestionar la naturaleza misma del monumento. "Resulta de una injusticia irritante -dice- que quienes murieron defendiendo a una institución legítima no tengan una sola placa de homenaje y, en cambio, sí la tengan quienes, desde la ilegalidad, perpetraron el ataque". La misma valoración le merece el hecho de que "las víctimas ocasionadas por esta organización armada tampoco sean incluidas en memorial alguno ni cuenten con un lugar donde honrarlas".

Hace diez días, integrantes de la promoción 93 del Colegio Militar de la Nación, a la que pertenecían los mayores post-mortem Humberto Viola y Miguel Keller, informaron que volverán a presentar un pedido ya formulado el 20 de mayo último para que las autoridades de la Ciudad remuevan del Parque de la Memoria los nombres de siete guerrilleros involucrados en el asesinato de ambos militares.

Los reclamos se reactivaron después de conocerse la explosiva denuncia penal por la falsificación de víctimas de la represión ilegal del Estado y el cobro indebido de millonarias indemnizaciones por los montoneros abatidos mientras atacaban un cuartel militar en Formosa. La denuncia es contra los funcionarios de la secretaría de Derechos Humanos y los particulares involucrados en ese fraude y fue presentada por Jovina Luna, hermana del soldado Hermindo Luna, uno de los caídos en la defensa del regimiento.

Agustín De Beitia