sábado, 29 de septiembre de 2012

8 - N



DEFINITIVO: 8 DE NOVIEMBRE
EN EL OBELISCO, A LAS 20 HORAS

Ahora sí estamos en condiciones de confirmarles la nueva marcha y protesta convocada por los que convocaron la del 13-S. Los más de 20 grupos de las redes sociales ya la están difundiendo y están solicitando nuevamente la colaboración de TODOS.

Evento en facebook:

JUEVES, 8 de Noviembre a las 20:00. EN TODO EL PAÍS.

RECOMENDACIONES

  • No permitir manifestaciones agraviantes o groseras (que luego utilizaran -como ya lo hicieron) el oficialismo y sus hackers).
  • Fotografiar o filmar a quiénes se vea filmando o fotografiando, para luego escracharlos en los diarios e internet  (si se enteran antes, el  trabajo les va resultar más molesto).
  • La marcha y protesta se realiza para defender la Libertad y la Constitución Nacional.
Consignas

  • No a la Reforma Constitucional, ni a la del Código Civil, ni a artilugio legal que permita la re-re-elección de CFK ni de nadie en el futuro: Queremos que no nos cambien la Argentina.
  • No a la corrupción.
  • Sí a la Libertad. Respeto real a todos los derechos y libertades contemplados en la Constitución Nacional.
  • Por una verdadera y efectiva política de seguridad de lucha contra el narcotráfico y la delincuencia.
  • El primer derecho humano a custodiar es el del ciudadano común y su familia. (tema radares, Gendarmería en la frontera y Prefectura en el agua y puertos, etc.).
  • Por una verdadera, efectiva y no instrumentada  política de derechos humanos (que deje de ser utilizado como pantalla para realizar negocios y perseguir a los condenados por el poder), basada en la Constitución Nacional.

Dejamos constancia: las recomendaciones y consignas son una síntesis de las que nos hicieran llegar nuestros corresponsales, quienes estuvieron en las mayoría de las ciudades del 13-S.


A continuación les dejamos los lugares de encuentro.

Ciudad de Buenos Aires

Nos juntamos en dos columnas a las 19:00 horas.
1) Callao y Santa Fe
2) Corrientes y Pueyrredón

A las 20:00 horas marchamos al Obelisco

EN TODAS LAS PLAZAS DEL PAÍS
CONVOCATORIA DE TODOS LOS GRUPOS Y REDES SOCIALES
DE LA WEB... (LA UNIÓN HIZO Y HARÁ LA FUERZA)

NO SE SUSPENDE POR LLUVIA

PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Avellaneda: Plaza Alsina
Olivos: Quinta de olivos
San Isidro: Márquez y Centenario
Monte Grande: Plaza Mitre
Lobos: Plaza principal
San Miguel: Plaza principal
La Plata: Plaza Moreno
Ezeiza: Rotonda de Coto
Mar del Plata: Hotel Hermitage
Tandil: Plaza Independencia
Tigre: Playón Estación
Bahía Blanca: Frente al teatro Municipal
Quilmes: Mitre y Rivadavia
San Miguel: Plaza Principal
Azul: Plaza San Martín
Pilar: Frente a la Iglesia
Junín: Explanada del Colegio Normal
Lomas de Zamora: Frente a la Municipalidad
Lanús: Frente a la Municipalidad
Luján: Frente a la Municipalidad
Lomas del Mirador: Plaza del Cañon Mosconi y Eva Perón, Plaza 12 de octubre Pringles al 3100, Plaza Martín Guemes en Juan Manuel de Rosas al 500
Ramos Mejía: Plaza Mitre en pueyrredon al 100
San Justo: Plaza principal en Arieta e Irigoyen al 1500
Cañuelas: Plaza San Martín
Moreno: Plaza de la Municipalidad
Villa Domínico: Parque Domínico
Villa Mercedes: Plaza Pedernera
Wilde: Mitre y Las Flores
Garín: Plaza Central
Morón: Municipalidad
Pinamar: Bunge y Libertador
Ciudadela: Plaza de los Artilleros
Gral. Rodríguez: Plaza Central

OTRAS PROVINCIAS:

Rosario: Monumento a la Bandera
Mendoza: Peatonal Sarmiento y Av. San Martín (KM 0)
Córdoba: Patio Olmos
Córdoba: Villa Carlos Paz (En "El reloj")
Córdoba: Jesús María (Plaza San Martín)
Tucumán: Plaza Independencia
Misiones: Posadas (Plaza San Martín)
Chubut: Comodoro Rivadavia (Plaza San Martín)
San Juan: Plaza 25 de mayo
Santa Fe: Rosario Monumento a la Bandera
Santa Fe: Capital (Plaza 25 De Mayo)
Rio Negro: Bariloche (Centro Cívico)
Salta: Plaza de la Legislatura
Chaco: Plaza 25 de Mayo y Av. Alberdi
Santa Cruz: Caleta Olivia (en el Gorosito)
Entre Ríos: Paraná (Parque Urquiza)
Entre Ríos: Concepción del Uruguay (Plaza General Ramírez)
Entre Ríos: Gualeguaychú (Plaza de la municipalidad)
Neuquén: Capital (Av. Argentina y Roca - Monumento a San Martín)
Caleta olivia: en el Gorosito
Comodoro: frente al Shopping
Las Heras, Santa Cruz: frente al Banco Nación Argentina.
San Luis: Plaza Pringles
Santiago del Estero: Plaza Libertad
Sierra Grande, Río Negro: frente al Correo Argentino
Bariloche: en el Centro Cívico
Corrientes: en la Plazoleta en frente al Puerto
Jujuy: Plaza Gral. Belgrano (Frente a la Casa de Gobierno)
Tierra del Fuego: Ushuaia (Desde Av. San Martín y Guaraní hasta Casa de Gobierno)
Puerto Madryn: Monumento a la Mujer Galesa

Tomar el toro por las astas


Ha sido difícil, pero hemos tratado de no dejarnos llevar por la marea de críticas a todos los desatinos de la presidente en su última gira por USA: Asamblea General en la O.N.U, Universidades de Georgetown y Harvad. Hemos seguido atentamente su actuación internacional, y al igual que muchos argentinos tenemos un sentimiento de vergüenza ajena y de gran pena por la representatividad e imagen internacional de nuestro país.

Si han leído nuestras últimas notas, la mayoría de ellas son opiniones de terceros y referidas a la desigualdad en el trato de las Víctimas del Terrorismo en la Argentina, las que han sido sistemáticamente ignoradas y discriminadas por todos los gobiernos de los últimos años… inclusive por el último gobierno militar (1976-1983).


A propósito del último gobierno de facto, hemos rescatado de la entrevista exclusiva que el ex presidente  Tte. Gral. Jorge Rafael Videla le otorgara al periodista español Ricardo Angoso, el siguiente párrafo:

R.A.: ¿Por qué ustedes no le dieron un reconocimiento a las víctimas del terrorismo en Argentina, cuando es un asunto importante y todavía no resuelto en su país?
J.R.V.: Tiene usted razón, tenía que haberse abordado este asunto. El término víctima del terrorismo no fue tenido en cuenta, se veían muertos y víctimas por atentados, pero los consideramos víctimas como tales de estas acciones subversivas. Hubo también secuestros y asesinados, pero nunca se les vió como víctimas del terrorismo. En este momento, y visto con esta perspectiva, es algo que no se hizo. Se reivindicó a los combatientes, también se trabajó en la reivindicación de los presos políticos, que somos nosotros, y ahora se trabaja en esta última reivindicación, en la de las víctimas del terrorismo. Al margen de los combatientes y muertos, y de los presos políticos que estamos pagando un servicio a la patria, faltaban las víctimas del terrorismo y hay ya gente que está trabajando en este asunto, en la búsqueda de esa reivindicación, aunque si bien es cierto que todavía no se ha tenido éxito en lograr ese justo y merecido reconocimiento a ese colectivo por el que usted pregunta. Es un trabajo en él que se lleva trabajando desde hace años, pero este gobierno se niega a reconocer sistemáticamente que existieran víctimas del otro lado, ya que sí lo hiciera tendría que juzgar a los terroristas que produjeron aquellos hechos y actos que provocaron la existencia de víctimas. Fíjese que hasta en el gobierno de Menem había paridad y cierto respeto a las fuerzas de las dos partes que lucharon o se enfrentaron en aquellos años, incluso emite varios decretos que tienen una dirección simétrica hacia las dos partes. Reconoce con exactos argumentos a las dos partes.

Pero el gobierno actual se ha caracterizado por la asimetría y nos ha considerado solo a nosotros como la parte beligerante, como el Demonio que tiene  que ser condenado y encarcelado. El otro Demonio, los terroristas o los guerrilleros, no existen, eran simplemente "jóvenes idealistas". Y los esfuerzos que se han hecho en presentar casos de víctimas con nombres y apellidos siguen abiertos esperando el sueño de los justos; la justicia, en un caso, llegó hasta la segunda instancia, pero ahí se extinguió la acción y la lucha sigue. El gobierno sólo reconoce a las víctimas de una de las partes, pero le niega todos los derechos a la otra”.

Opinamos que la extensa respuesta del ex presidente Videla, refleja el quid de la cuestión, o lo que es lo mismo la parte importante del problema. Teniendo en cuenta lo dicho, una vez más vamos a insistir en nuestro reclamo que hace a la Pacificación Nacional Definitiva y que conlleva la unión de los argentinos, en un pueblo único y esperanzando en un mejor futuro, que nos permita acceder a una Patria justa, libre, soberana y en desarrollo sustentable, que valga la pena dejar como herencia a las generaciones venideras.


Resulta imprescindible presentar en la Cámara de Diputados un Proyecto de Ley que impulse la Pacificación Nacional Definitiva, que incluya:
  • La inmediata liberación de los miembros de las FF.AA., FF.SS. y civiles detenidos como "presos políticos",
  • El reconocimiento y reparación a las “Víctimas del Terrorismo”,
  • El “perdón y reconciliación nacional”,
  • La normalización de las “instituciones e independencia de los poderes”,
  • Una clara “política de Defensa Nacional” afín a nuestros objetivos nacionales,
  • Otra de “Seguridad Interior” que solucione el grave problema de la “inseguridad” que ha golpeado a toda la sociedad argentina.
  • Nuestra verdadera posición de pueblo democrático inserto en el concierto internacional.

Debemos lograr que ese Proyecto de Ley de Pacificación Nacional Definitiva se incluya en la Agenda Política y que la Cámara de Diputados impulse un Consulta Popular Vinculante para que la sociedad en su conjunto se expida sobre este tema, de ser aprobada se transforma automáticamente en ley y sin derecho a veto presidencial alguno (Arts. 39 y 40 de la Constitución Nacional de la República Argentina).

Es hora de animarse y "tomar el toro por las astas", caso contrario continuará el rencor, las muertes en prisión y el anárquico proceso en marcha. Basta... hay que ponerle un límite a los abusos del poder de turno  y a una justicia garantista, complaciente y que ha dado sobradas muestras de obediencia debida.

Sinceramente.

Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre

viernes, 28 de septiembre de 2012

La tarea que falta para reparar la memoria

LA NACION – 28sep12 – Opinión


La violencia de los 70

Los que se consideran herederos de los actores del enfrentamiento armado que enlutó al país deberían aceptar que todos los que perdieron la vida son argentinos. Y coincidir en la confección de una sola lista de víctimas.

Por Héctor Ricardo Leis – Para LA NACION

Las víctimas de una guerra entre naciones enemigas no se reencuentran jamás, ni tienen por qué. Su tierra, sus costumbres, sus raíces no son iguales. No es ése el caso de las víctimas de una guerra civil o de luchas intestinas dentro de una nación.

En el caso de la Argentina, las más de diez mil víctimas de la violencia política que hubo entre el 28 de junio de 1966 (el comienzo de la llamada Revolución Argentina) y el 10 de diciembre de 1983 (el retorno de la democracia) son registradas como si una parte de los muertos hablase un idioma y tuviese una bandera y un himno diferentes de los de la otra. Son pocos los que se animan a tomar conocimiento de que hubo una lucha entre argentinos.

En el período mencionado había muchos actores políticos enfrentados. La violencia, la ideología y el odio los fragmentaban en muchos pedazos, y quizá por eso no se reconocieran como argentinos. Pero el tiempo pasó y es hora de reconocerlo.

La democracia es un juego político entre ciudadanos vivos y no entre muertos. La Argentina se condena a no tener futuro si sus ciudadanos buscan su fuente de inspiración entre los muertos. El caso argentino es grave, porque algunos vivos apelan a los muertos no para honrarlos o criticar su papel en la historia, sino para mejor justificar lo que ellos quieren hacer. Esto se torna especialmente perverso cuando los muertos fueron víctimas de luchas entre argentinos.

El uso de la memoria de esas víctimas, que pertenecen claramente a otro contexto, envenena la atmósfera política de la democracia. Y este uso indebido de la memoria no proviene de un único actor. Lamentablemente, se encuentra tanto en el Gobierno  como en la sociedad civil y los partidos políticos, tanto en los ex militares como en los ex guerrilleros.

El registro histórico puede y debe diferenciar las intenciones, objetivos y actos de cada una de las víctimas, así como de los sobrevivientes. En ambos casos, cabe el análisis crítico y público de su comportamiento en ese período. Si se encontraran responsabilidades criminales entre los que aún están vivos, ellos deben ser juzgados y punidos de acuerdo con los crímenes cometidos. Pero la enemistad que sobrevive entre los vivos no puede ser trasladada a las víctimas. Cualquiera haya sido el papel o el pensamiento de una víctima en el pasado, si ella hoy estuviera viva podría pensar y sentir de forma diferente. Es propio de la condición humana cambiar de opinión. Por lo tanto, nadie tiene derecho a hablar por los muertos. Si ellos no pueden hacerlo, entonces nadie puede.

Las responsabilidades criminales por una guerra interna son individuales y selectivas, pero la responsabilidad moral es siempre colectiva, de la nación como un todo. Aun los que no toman las armas tienen responsabilidades. Cada uno puede pensar lo que quiere en provecho propio, pero es un hecho indudable que la guerrilla tuvo apoyo popular, así como los gobiernos que la combatieron, militares o civiles. La responsabilidad moral por la violencia política en la Argentina es, por lo tanto, de todos los argentinos. Su herencia, también.

Contra esa responsabilidad colectiva atentan los que se consideran herederos, por separado, de los principales actores del enfrentamiento armado de los años 70, imaginando de alguna manera que esos conflictos no están concluidos. Ellos no reconocen que las víctimas del otro lado son argentinas porque todavía conservan la esperanza de eliminarlos totalmente de la historia, sin dejar recuerdo de su presencia.

No serán rotas las cadenas que nos atan al pasado de resentimiento y muerte de aquellos años mientras la responsabilidad colectiva no sea asumida. Las víctimas de esa guerra son de todos y es fácil probarlo. ¿Acaso alguno de los argentinos (presentados en orden alfabético) de la breve lista que sigue es menos argentino que los otros? Jorge E. Cáceres Monié, militar; Bruno Genta, profesor; Arturo Mor Roig, político; Carlos Mugica, sacerdote; Rodolfo Ortega Peña, abogado; José Ignacio Rucci, sindicalista; Julio Troxler, policía.

Cada uno de ellos murió no por lo que hizo sino por lo que representaba. Eran argentinos que pensaban y actuaban políticamente de forma diferente de sus asesinos, pero su sacrificio fue el mismo. No fueron muertos por las mismas manos, pero todos murieron de forma ignominiosa bajo un gobierno democrático, entre los años 1973-1975. Esto nos dice que la democracia también puede adoptar formas viles en las que la vida vale poco. La lucha en la Argentina no fue sólo trágica, sino también confusa, y la lista de las víctimas es más confusa aún.

La tarea inconclusa se percibe con facilidad a partir de la lista anterior. Por increíble que parezca, esas víctimas no son registradas en un memorial o lista común. En la Argentina todavía se reivindica a las víctimas por separado. Cada uno quiere colocar en el Altar de la Patria exclusivamente a sus víctimas y que sólo ellas sean reconocidas como luchadores por la libertad y la democracia, negando ese derecho a las otras, a pesar de que todos los actores enfrentados se masacraron mutuamente de forma ilegal y por medio del terror durante todo tipo de regímenes políticos.

Después de una guerra intestina, la nación debe dejar a los muertos en paz. Su sacrificio puede haber sido inútil o bestial, heroico o banal, pero aun así les debemos a las víctimas -y sólo a las víctimas- un recuerdo sin manipulaciones de ningún tipo. Los vivos no pueden hablar por los muertos, como pretenden los fundamentalistas de la memoria. Insisto, no sabemos lo que los muertos estarían pensando ahora si estuvieran vivos. Mi caso es un ejemplo: si hubiera muerto como montonero -lo fui hasta noviembre de 1976, cuando abandoné las filas de la organización-, probablemente otros estarían hablando por mí. Se equivocarían, pues con el tiempo fui progresivamente distanciándome de mi pasado. Me pregunto cuántos otros argentinos están hoy también distanciados de su pasado, sean militares, guerrilleros o simplemente simpatizantes, pero no se animan a confesarlo en virtud de los pactos mafiosos de autopreservación imperantes en ambos lados.

Listar juntas a todas las víctimas es la única manera de desarmar a los fundamentalistas de la memoria instalados en nuestra sociedad y que se retroalimentan de forma maniquea y resentida. Esa lista común ayudará también, sin duda, a la mayoría de los argentinos a recuperar la dimensión de la realidad de aquellos años.

Los argentinos no pueden rumiar hasta la eternidad sobre el pasado violento habido entre 1966 y 1983. Un memorial conjunto de las víctimas, sin excluidos de ningún tipo, ni de inocentes ni de culpables, que incluya desde los soldados muertos en el asalto al regimiento de Formosa hasta los estudiantes secundarios desaparecidos en La Plata, desde los militares hasta los guerrilleros, abriría la posibilidad de un nuevo comienzo, de un ciclo de paz sin resentimientos. Quien no desea esto es una minoría, y no importa aquí hacer nombres. Pero es fácil descubrir quiénes son: basta ver quiénes son los que hablan en nombre de las víctimas.

Que haya entonces, en mármol o papel, una lista única por orden alfabético registrando apenas los nombres y la fecha en que murieron o desaparecieron esos argentinos y argentinas. No son sus hechos o pensamientos lo que importa, sino su sacrificio.

Corresponde a nosotros, ciudadanos, construir la voluntad necesaria para demandar esta tarea al Estado argentino. A él compete realizarla, independientemente de quien lo gobierne.


La propuesta de Héctor Ricardo Leis, si bien puede ser en papel o mármol como él mismo lo explica, es el significado del Valle de los Caídos o la Abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, monumento construido entre 1940 y 1958 en España y que pertenece al Patrimonio Nacional desde 1957, año de su apertura al público.


Allí se encuentran enterrados 33.874 combatientes de ambos bandos en la Guerra Civil, nacionales y republicanos. Los objetivos fundacionales del monumento se orientaron hacia una visión reconciliadora, centrándose más en el plano religioso y espiritual.

En este monte sobre el que se eleva el signo de la redención humana ha sido excavado una inmensa cripta, de modo que en sus entrañas se abre amplísimo templo, donde se ofrecen sacrificios expiatorios y continuos sufragios por los caídos de la Guerra Civil de España. Y allí acabados los padecimientos, terminados los trabajos, y aplacadas las luchas, duermen juntos el sueño de la paz, a la vez que se ruega sin cesar por toda la Nación Española.

Un proyecto similar, llamado Altar de la Patria, fue previsto por el gobierno argentino durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón.

El 8 de julio de 1974, una semana después de la muerte de Juan D. Perón, fue promulgada la ley de creación del Altar de la Patria, ley sancionada por los diputados y senadores nacionales. El artículo 10 de la ley declara que "El frontispicio del panteón tendrá grabada una leyenda que exprese lo siguiente: Hermanados en la gloria, vigilamos los destinos de la patria. Que nadie utilice nuestro recuerdo para desunir a los argentinos”.

Tal vez ha llegado la hora de poner fin a una guerra de nunca acabar, hace rato que desde nuestro espacio venimos proponiendo, al igual que muchas otras organizaciones, la paz, la concordia, la justicia e historia completa dentro del marco de igualdad ante la ley. ¿Por qué unos sí y otros no? De una vez por todas, el pueblo debe rescatar lo mucho que nos une como argentinos y dejar en el pasado los factores de desunión… para así poder poner todo nuestro empeño en un mejor futuro y legar a las generaciones venideras una República Argentina digna de ser vivida.

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva

por una Nueva Década en Paz y para Siempre

jueves, 27 de septiembre de 2012

Rucci y las otras Víctimas del Terrorismo en la Argentina

No concordamos con el autor de la nota, quién califica de “moderado” a Juan Manuel Abal Medina, aún tenemos en nuestra memoria su figura trepado a los muros de la Cárcel de Devoto liberando a los terroristas juzgados y condenados, quienes luego fueron responsables del baño de sangre que enluta al país al día de la fecha.

De acuerdo a los principios básicos del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, les cabe la calificación de “Crímenes de lesa humanidad” a todos aquellos que articularon el ataque terrorista contra la población de la República Argentina, para apoderarse del poder del estado a través de la violencia.


Miles de víctimas y sus deudos han sido sistemáticamente ignoradas por los distintos gobiernos desde esos aciagos días hasta el día de la fecha, el 25 de septiembre se conmemoró el asesinato de Rucci… pero anualmente deberíamos de rememorar y pedir también, por ejemplo: los asesinatos de Arturo Mor Roig, Oberdan Sallustro, Pedro E. Aramburu, Argentino del Valle Larrabure, Igarzabal, Humberto A. Viola y su pequeña hija María Cristina Viola (3 años), Paula Lambruschini (15 años), David Kraiselburd (bebé de meses), María Guillermina Cabrera Rojo (3 años), Juan Barrios (3 años), Guillermo Capogrossi (6 años), Claudio Yanotti (9 años), Gladys Medina (13 años), Laura Ferrari (18 años), las víctimas de las bombas en el comedor de la Policía Federal, igualmente las víctimas de las bombas en el Bar El Ibérico y el avión Hércules en Tucumán, podríamos continuar con una larga lista de los crímenes de la barbarie, pero por razones de síntesis solo dejaremos enunciados que son miles y la mayoría de sus nombres están en poder de la justicia. En la breve lista precedente vemos que figuran políticos, empresarios, militares, policías, gendarmes, también niños y adolescentes inocentes, víctimas del despiadado y atroz accionar de la guerrilla que pretendía transformar a la Argentina en un estado totalitario comunista al más puro estilo cubano. Para todos ellos… muchos argentinos estamos reclamando su reconocimiento y reparación histórica… casi nadie escucha, especialmente el poder de turno y su justicia. Víctimas del Terrorismo… PRESENTES!!!




Rucci: El asesinato que yo testimonié
septiembre 27, 2012
By Luis Sobrino Aranda


Había sido yo designado por el General Perón asesor en Madrid para los temas militares. Eso me permitió poder compenetrarme -como consta en las revistas panorama y primera plana y diarios de esa época- de los hechos acaecidos y por acaecer. Desde esa asesoría fui designado interventor del movimiento en la provincia de Santa Fe, cuando el partido antes de las elecciones de 1973, se partió en dos, contra la posición disimulada de no estar de acuerdo con mi designación de Cámpora, Perón lo hizo, y luego ello me llevó a ser Diputado nacional por esa provincia y Secretario de Defensa Nacional por voluntad excluyente del General.

Desde el inicio se olían las diferencias y los distintos fines del pensamiento de Perón y el de la Juventud Peronista, que se rompe definitivamente con el asesinato del único dirigente gremial de absoluta lealtad a Perón: José Ignacio Rucci. El General nos manifestó varias veces en Madrid y Buenos Aires que era como un hijo pasa él, que no estaba al alcance -por su absoluta honestidad de principios y de conducta- de la famosa libreta negra, así la llamaba y mostraba San Sebastián, el Ministro de Trabajo del General Lanusse, que en ellas anotaba todas las comisiones de los distintos dirigentes gremiales, y de las cuales también estaban excluidos Lorenzo Miguel y Eleuterio Cardoso, entre otros pocos. El secretario administrativo del sindicato metalúrgico Franco -aún con vida- es testigo de esos hechos.

En Madrid, Rucci era un estorbo, no sólo para la JP sino para Cámpora y sus acólitos, por la firmeza de su lealtad. Rucci y Lorenzo Miguel avalaron el cambio de Galimberti por Juan Manuel Abal Medina, un moderado en cuanto a los ataques de los permanentes dichos en las manifestaciones de: “Se va acabar… se va acabar… la  camarilla sindical…”

CÁRCEL DE DEVOTO.
Desde los muros de protección "el moderado" Juan Manuel Abal Medina anuncia que ha logrado la libertad para los presos.”Los compañeros combatientes estaban nuevamente en la calle".
Procesados muchos de ellos por atentados,  acciones subversivas y asesinatos.

(Había también delincuentes comunes).


Cuando era inminente la autorización de Lanusse del retorno de Perón, San Sebastián quiso impedir una amplia solicitada de la CGT a favor del General, y allí fue sin duda que emergió la figura de Rucci que, sin permitir un solo argumento, sostuvo ante distintas posiciones dubitativas de gremialistas, “si es necesario, la firmo yo solo, carajo…!!!”

Mi relación con él en Madrid -como con Lorenzo Miguel- fue de absoluta coincidencia hasta los últimos días de ambos, aun yo actuando en el grupo de trabajo disidente de Isabel, una vez fallecido Perón.

La vuelta de Perón fue trágica, es de público y notorio, y el agravamiento de las relaciones, una consecuencia. Perón por todos los medios trató de hacerles entender a los máximos dirigentes de la juventud, por medio de un mensaje público que fue claro: “bueno, muchachos, ahora debemos todos unirnos y reconstruir la Patria…”, tres meses antes a grupos de peronistas de izquierda y derecha les dijo: “Deseo hacerles un llamado a todos, al fin y al cabo somos hermanos, para que comencemos a ponernos de acuerdo; tenemos una revolución unitiva que realizar, pero para que ella sea válida, ha de ser una reconstrucción pacífica. Y sin que cueste la vida de un solo argentino…”


Había consensuado ello con otro grande, el Dr. Ricardo Balbín, y construir una sólida amistad política con la cabeza del radicalismo, ese gran hombre que fuera Ricardo Balbín. Ambos habían hecho su catarsis de errores en un abrazo y se habían comprometido a unir el país y luchar por ello. La muerte de ambos impidió que Balbín hubiese sido presidente en 1983, según mis apreciaciones. La fórmula hubiese sido Balbín-Luder.

La gravedad se introdujo cuando la Juventud Peronista, ya unida con otros grupos armados de ultraizquierda, borró la última posibilidad de lograr los deseos de Perón.


Así llegamos al miércoles 25 de septiembre de 1974, a mediodía, cuando en un complot que se sostiene se realizó desde los ámbitos del gobierno de la provincia de Buenos Aires, es vilmente asesinado un hombre de paz y unión, honesto a carta cabal, y ese hecho produciría una condigna reacción de Perón, que con firmeza intervino de cuajo las importantes provincias que le había otorgado generosamente, en aras de paz, a la Juventud Peronista: Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, a cargo del histórico Bidegain -la primera- cuyos familiares lo habían inducido al cambio, Obregón Cano y Martínez Baca, respectivamente.

Ese asesinato cambiaría el país en un solo instante; ya nada sería igual. La Juventud Peronista se rompió en dos: la leal con Perón y la otra, que se implicó a fondo con las organizaciones especiales. Se había roto esa unidad; una JP adicta y leal a Perón y otra ya visiblemente unida a las formaciones especiales. Perón terminó la tarea interviniendo la Universidad de Buenos Aires, que también se las había otorgado, y colocando a un duro abogado entrerriano, a quien había conocido en su primer destino en el Regimiento 12 de Infantería, el Dr. Ottalagano, que inicia un durísimo cambio.

El país, por ese asesinato, se había partido inexorablemente en unos minutos en dos y era el inicio no deseado por Perón/Balbín de los hechos que se irían acumulando y produciendo inexorablemente, de muertes injustas de un lado y del otro, creciendo una figura no deseable como lo fue José López Rega.

En la primera denuncia que realizó la familia Rucci, fui testigo de cargo, porque sostuve en el expediente que en plena sesión de diputados de ese día vi entrar a uno de la JP y decir de viva voz: “Lo hicimos…” Y abrazarse con ellos en el sector izquierdo, contra la pared de la sala de sesiones, que era el lugar fijado para ellos.

Aquel crimen cambió el país y el curso de la historia real de las fuerzas populares enfrentadas hasta ahora lamentablemente. La Juventud Peronista se fracturaría en la Lealtad una y las primogénitas, las otras, y ellos mismos sufrieron las consecuencias del hecho acaecido para desgracia del país.

Ese juez fue el primero en negar la realidad, ahora otro, el Dr. Ángel Lijo se agrega a negar los hechos y el negar la calificación de genocidio al asesinato, anteayer, que contraría los principios básicos de la Corte de Derechos Humanos de La Haya, cuyo fiscal es un argentino.


Ayer la presidente rechazó una invitación a presidentes a un almuerzo ofrecido por Barack Obama, por un homenaje a Evita, que nos consta a los aún vivientes integrantes y asistentes a la conformación de la Confederación General Universitaria (CGU) como herramienta de lucha en noviembre de los ‘50 contra la FUA, pues Evita era sin duda opositora al dominio en esos momentos de comunistas y socialistas de las distintas casas de estudio y nos convocó a un congreso realizado en el teatro Cervantes bajo su presidencia, en esa fecha, para dejar en claro que esa organización sería de ideología de centro, o sea, la tercera posición. Viven aún para testificarlo, a más de mi diploma, el Ing. Rufino Beltrán, de esta ciudad, el Dr. Helio Lobo Asencio, ex integrante luego de la Corte de Justicia santafesina bajo el gobierno de Silvestre Begnis en el ‘73, y Héctor Villalón, leal acompañante de Perón en Madrid, en su exilio, y hoy con residencia en Nueva York, todos ellos y el suscripto fundadores de esa institución creada, apoyada y concretada para defender la ecología peronista.

Querer sostener que existe coincidencia en algo entre el peronismo de Perón/Evita, ambos indisolublemente unidos en bien o mal, con el kirchnerismo es una herejía ideológica.

Obran en mi poder documentaciones que he otorgado a muchos periodistas actuales y especialmente a los historiadores Reato y Yofre.


La reunión de anteayer de peronistas, gremialistas y personas que se han adherido al acto convocado por Hugo Moyano, para exigir justicia por el asesinato, con la compañía entre otros de Graciela Camaño, Adolfo Rodríguez Saá, Momo Venegas, Juan Manuel de la Sota, entre otros, fue muy oportuna, porque hoy la Cámara de Apelaciones tratará la apelación de los hijos de Rucci y recibirá el informe del abogado de ellos, Dr. Miguel Ángel Pío, en refutación del fallo del juez Ángel Lijo, que ordenó el cierre de una causa sin sólidos fundamentos para ello.

Entiendo que es mi obligación, siguiendo el deseo de Perón / Balbín de unir el país, expresar acontecimientos que desde mi vida acompañan la exactitud de los reclamos de la familia de Rucci y el deseo, sin duda, que tenía Perón de clarificar ese asesinato que cambió el curso de la vida del país.













Dr. Luis Sobrino Aranda