sábado, 18 de enero de 2014

MENTE Y PLUMA PRODIGIOSA QUE MATA


La poesía como contribución a la literatura puede ir más allá de lo ideológico en la medida que las cuartetas no asesinen. El talento, cualquiera que sea, no es el Jordán. El talento forma parte de un todo, que se denomina hombría de bien... puede, el poeta, estar equivocado o no, puede luchar por sus ideales y principios...pero no puede matar ni siquiera con la mente. Me sorprende sobremanera que en el suplemento ADN Cultural de hoy, en los artículos dedicados al poeta Gelman estén cerradas las opiniones por la sensibilidad del tema...Habrían tenido igual actitud periodística con los muertos por la pluma insigne?. La muerte no redime nada sin el consentimiento de Dios, vaya paradoja, el poeta encontró a su nieta y también se va a encontrar con los que lo precedieron como víctimas de su brillante verba.

JOSÉ CAMPANELLA                                                                      

N. D.: Juan Gelman fue miembro de las FARC, de Montoneros, y se sabe que estuvo en el grupo que asesinó a Ignacio Rucci. Pero no, "era un poeta". FUENTE: http://inagist.com/all/423523572767027200/

DERECHOS HUMANOS

Foto del general Camilo Gay en la Galería de los Jefes de Unidad del Regimiento

Pasado mañana se cumple un nuevo aniversario del feroz ataque a la Unidad Militar de Azul, provincia de Buenos Aires. En él asesinaron al general Camilo Gay y a su señora, secuestraron durante diez meses al coronel Jorge Ibarzábal y asesinaron también al soldado Daniel González. Llama la atención que de estos hechos nadie hable. En la década del 70 hubo cerca de 20.000 atentados. Atentados producidos por jóvenes llenos de ideales o imberbes y psicópatas como le gustaba llamarlos al presidente Perón. El 23 de diciembre se homenajeó a los atacantes del Batallón de Arsenales de Monte Chingolo, autodenominados Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). El orador dijo conmoverse al escuchar la marcha del ERP, o el grito de "viva la revolución" y expresó que "la lucha continúa".

coronel Jorge Ibarzabal

Curioso país éste en donde existen categorías de víctimas: víctimas buenas y víctimas malas. Víctimas de primera y víctimas de segunda. Víctimas premeditadamente olvidadas por la historia oficial. Es como si quisieran borrar el pasado. Para nosotros, sus deudos, la lucha también continúa, solo que esta lucha es por la concordia nacional, con una mirada superadora acerca del pasado, lejos de odios, venganza y revanchismos.

Mientras tanto, el negocio de los derechos humanos es inagotable.

Silvia Ibarzábal
Presidente Asociación Familiares y Amigos de Víctimas del terrorismo en Argentina


NOTA: Las imágenes y negritas no corresponden a la nota original.






Pacificación Nacional Definitiva adhiere, convoca e invita a todos sus amigos a participar del acto de homenaje a las familias de los militares y policías muertos y a los miembros de las FFAA y FFSS que participaron en la defensa y recuperación de los cuarteles de los Regimiento de Infantería Mecanizado 3 "General Belgrano" y el Destacamento de Exploración de Caballería Blindada 1 "Coronel Suárez", ante el violento ataque terrorista  del autodenominado Movimiento Todos por la Patria, perpetrado durante el gobierno constitucional del entonces Presidente de la Nación Argentina, Dr. Raúl Alfonsín.

EL PAPA FRANCISCO Y LA RECONCILIACIÓN ENTRE LOS ARGENTINOS

por Emilio J. Cárdenas Ex Embajador de la República Argentina ante las naciones Unidas

Los duros acontecimientos vividos por nuestra sociedad durante el reciente fin de año y, muy especialmente, aquellos que tuvieron que ver con los saqueos que se sucedieron en distintos puntos de nuestro país, dejaron al desnudo algo nada sorpresivo. Me refiero al inmenso daño sufrido por nuestro plexo social como consecuencia previsible de la siembra constante y sistemática a lo largo de la última década y desde lo más alto del poder de odios, divisiones, descalificaciones, sentimientos de venganza y de toda suerte de resentimientos. Como nunca nos había sucedido hasta ahora.


Frente a ello, muchos de nosotros miramos con esperanza al Papa Francisco, un argentino excepcional. Pero ocurre que, además de admirarlo, es necesario escuchar lo que nos está diciendo. Ahora, como Pontífice. Con meridiana claridad. Y ponernos manos a la obra. Sin demoras, de modo de restañar algunas de nuestras profundas heridas re-abiertas.


Uno de sus mensajes recientes más impactantes es el contenido en su exhortación apostólica: Evangelli Gaudium, del 24 de noviembre pasado, cuyo texto íntegro ha sido ya publicado por la Conferencia Episcopal Argentina. El documento es de una enrome riqueza y merece ser leído y releído con reflexión.

Nos detendremos esta sólo vez en uno de sus capítulos en particular. El que tiene que ver con la paz social. Aquel estado en el que, nos dice el Papa Francisco, una sociedad debe actuar responsablemente y no como masa arrastrada por las fuerzas dominantes.


El Papa nos habla de la importancia de la unidad. Puntual y específicamente. Esto es, de todo lo contrario a la división y a los enfrentamientos. Nos dice que los conflictos deben ser asumidos. Que nadie debe lavarse las manos frente a ellos.

Pero también que no se puede quedar atrapados, cautivos o prisioneros de los conflictos. Que es necesario resolverlos. Esto es, encararlos con vocación auténtica de superarlos. Para establecer lo que Francisco llama una comunión en las diferencias, precisamente aquello que Nelson Mandela lograra construir en su fenomenal visión de unir a su pueblo por encima de las diferencias y de la horrible tragedia que se había abatido sobre Sudáfrica.


El Papa nos advierte asimismo que la unidad, como objetivo, es superior al conflicto. Porque permite que la solidaridad construya la historia de una sociedad en una unidad que define como pluriforme. En razón de que la diversidad, nos dice, es bella cuando acepta entrar en un proceso de reconciliación hasta sellar un pacto cultural que permita emerger lo que el Papa bautiza como una diversidad reconciliada. La que aun no hemos encontrado.

Es momento entonces de preguntarnos si no nos ha llegado la hora de abandonar la siembra de la venganza y de reemplazarla por un diálogo maduro y sincero que, con una profunda humildad social, sea efectivamente un vehículo de encuentro entre todos y no un instrumento de más fracturas.


Diálogo que debería estar impulsado de inicio por una mística que procure busque acercarnos y no separarnos. Diálogo sincero que sea también el instrumento central de una búsqueda sincera de consensos y acuerdos, sin por ello dejar de lado el objetivo de construir una sociedad justa. Memoriosa sí, pero como nos dice el Papa sin exclusiones.

Para así poder construir la oportunidad demorada en exceso de poder vivir juntos y en paz, con un pacto social y cultural que obre a la manera de cimiento de una auténtica coherencia social. Para lograrlo es necesario obrar con respeto recíproco, vocación real de sanar, tolerancia por el disenso. Y con una cuota grande de solidaridad, que no sólo nos unifique, sino que nos mantenga en la unidad. La verdad no debe ser un aroma de agresión, sino un instrumento indispensable de construcción, con la mirada hacia delante.


Los argentinos sabemos bien que la paz obtenida con la punta de una espada es apenas una tregua. La paz duradera es fruto de la reconciliación, cuando ésta es auténtica. Para esto hay que saber que nadie es patria, sino que todos lo somos.



NOTA: Las imágenes y negritas no corresponden a la nota original.

miércoles, 15 de enero de 2014

FALLECIMIENTO DE OTRO PRESO POLÍTICO

Estimados Amigos:

A través del aviso de la Unión de Promociones hemos tomado conocimiento que el día sábado 11 de enero de 2014, falleció el señor Médico Cirujano Luis Domingo Favole (Servicio Penitenciario de la Provincia de Buenos Aires), injustamente detenido como Preso Político.


Con él, son ya 223 (doscientos veintitres) los Camaradas fallecidos, pertenecientes a todas las Fuerzas Armadas, de Seguridad, Policiales y Penitenciarias; en el marco de este proceso de persecución, teñido de incontables irregularidades jurídicas y sistemática venganza.

Expresamos nuestras sentidas condolencias a todos sus familiares, allegados, compañeros de Promoción y amigos, rogándole al Señor, les conceda pronta y cristiana resignación. Esperamos que la sociedad argentina y sus representantes políticos recuerden el manto de sangre y acciones del terrorismo que los llevaron a pedir y ordenar a las FFAA que aniquilaran al enemigo subversivo que pretendía alzarse con el poder mediante el miedo, terror y violencia. En todos sus reclamos contra el avallasamiento autoritario del poder de turno deberían incorporar un justo reclamo por la paz, concordia, justicia e historia completa dentro del marco de igualdad contra la ley.

Dadas las avanzadas edades y estados de salud de los Presos Políticos en la Argentina, estas lamentables noticias son cada vez más seguidas, lamentablemente casi son diarias. Una vez más levantamos nuestra voz hacia el poder de turno, no pueden continuar con esta matanza selectiva… es su obligación como presidente de todos los argentinos garantizar el debido proceso, la igualdad ante la ley, brindar asistencia sanitaria adecuada y por sobre todo lograr la unión de la sociedad para superar las antinomias que después de casi 203 años aún nos mantienen divididos. Es hora de sin odios, ni venganzas, es hora de una mirada superadora.

Sinceramente,

Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre

LOS BRAVOS DE LOS LUNES!!!



Lunes... madrugar. Marcos Paz. Visita a los Presos Políticos... uf, preparase temprano, amanecer antes que el alba, encontrarse en la panadería de la ruta con los del palo que no sucumbieron al desánimo, comprando poco comprando mucho para compartir después. Y en ese después de un rato, el abrazarse con aquellos a los que le han arrancado la libertad. Esas miradas ansiosas de los que desde atrás de las rejas buscan sus visitas...ahí vienen cargando sus bártulos en el hombro, arrastrando la silla en una pequeña mudanza de pocas cosas que son un mundo.

Y ese murmullo en el salón, esas carcajadas en la galería. Más allá, rejas y alambres y rejas y más alambres. Pero acá, en éste mundo de visita fraternal, todos libres en la pequeña y feliz libertad de la mesa compartida.

Compartiendo lo poco sin recordar las rejas ni los alambres... conjuros de la tristeza, chistes, noticias que se comentan, una realidad amarga que se intenta explicar en cada ronda de café o de mate. Amigos que se abrazan, camaradas que recuerdan, hijos que contienen las lágrimas junto a sus viejos. Viejos que esconden sus negros presagios en una cara preparada para la ocasión.

Los miro… esas caras que se ya se me han hecho familiar de tantas veces de cruzarnos en la requisa, de esperar en fila con el dedo preparado para que nos lo pinten de negro, de apretarnos en el viejo colectivo deshilachado que desanda los caminos internos del Penal, de mirarnos con miradas cómplices de "para qué le vas a discutir" cuando la chica de gorra gris que te mira a los ojos, achura con un cuchillo las medialunas que vos traes para compartir.

Nos han quitado muchas cosas… pero a los que estamos acá como tantos lunes, no nos han quebrantado la voluntad… ni siquiera han logrado herirnos el orgullo. Dignos. Entramos con las cabezas gachas, pero salimos con la frente en alto.

No insistas… si no lo has vivido nunca lo podrás entender.

Esto va a pasar… como ha pasado todo. Y cuándo esto pase yo podré contar que en un tiempo, donde todos eligieron la desmemoria, donde la mayoría guardó silencio, donde los más se paralizaron de miedo y donde los restantes se olvidaron de sus camaradas caídos, de los soldados perseguidos… yo podré contar orgulloso que fui del batallón digno y bravo de los muchos lunes. De los lunes del frío que te calaba huesos, de esos lunes en que el viento te cortaba la cara, del sofocante lunes que te arrancaba la piel, yo fui del batallón Bravo de los lunes... que venció el miedo, que no se quebrantó ante los verdugos, que no abandonó a los caídos y que le puso lucha y pecho, pecho y lucha a los perseguidos.

Y recordaré las caras de cada uno de los Bravos de los lunes… y las lágrimas que decían gracias, mientras aguantaban el adiós tras las rejas y los alambres… y con esos recuerdos hechos carne y dignidad, caminaré la vida y la historia sin nada, nada… pero nada que reprocharme.


Horacio R. Palma

CARTA DE UNA NIÑA "NO PONGAN MÁS BOMBAS"

Carta enviada por una niña de 11 años al diario Crónica luego del atentado que le costó la vida a los policías Russo, Godoy, Salvatierra y Pereda. Pide que los terroristas no pongan más bombas, y manda la donación que ella, sus primos y sus hermanos juntaron para la pequeña hija del suboficial Godoy.




EL ESPÍRITU DEL SOLDADO


Por Jorge Milia El siguiente artículo fue publicado días atrás por L’Osservattore Romano perteneciente a la serie "Il gergo di Francesco", del periodista, poeta y director de Diario CASTELLANOS.

Evangelii gaudium resulta ser una caja de sorpresas. Yo sabía que viniendo de Francisco esas sorpresas eran previsibles y encontraría varias. Pero no soy de lectura rápida, suelo tomarme mis tiempos y no sólo leer sino también releer. Por eso, cuando un amigo me llamó por teléfono y preguntó:

 - ¿leíste Evangelii Gaudium?

- Estoy en eso – le contesté un poco con la verdad y otro poco sin ella

- Bueno en el punto 96 ha incluido algo para ti –

- ¡Cómo va a incluir algo para mí! ¿qué es lo que ha puesto?- dije quejándome y cayendo en la trampa de quien me telefoneaba.

- ¡Un bergoglismo! – exclamó y yo suspiré aliviado obviando cualquier responsabilidad.

- ¿Cuál?

- El “habraqueísmo”

- ¡Oh! ¡Toda una doctrina! Este hombre está decidido a alterar la historia –

- ¿Del mundo?

- Del mundo seguramente, pero a mí lo que me preocupa es la de las palabras cruzadas.

Mi corresponsal  dijo que yo estaba definitivamente perdido y cortó. No sé por qué varios coinciden en eso. Por mi parte fui directamente al texto. Lejos de la chanza telefónica volví a la práctica de siempre. Sucede que cuando leo un texto suyo me parece estar escuchándolo. Se me estrujó el corazón al leer sobre “quienes se conforman con tener algún poder y prefieren ser generales de ejércitos derrotados antes que simples soldados de un escuadrón que sigue luchando”. Esa frase, pensé, sólo puede venir de un jesuita. Un Ignacio de Loyola que abandona la gloria de unas armas por la de otras distintas. Simples soldados de un escuadrón que siguen luchando sin importar el resultado de la batalla, porque la gloria se da por descontada cuando se lucha en el bando de Dios.  Y recordé a un Jorge Bergoglio S.J. muy joven, dirigiendo una ignota obra de teatro de otro jesuita, Juan Marzal S.J. sobre la vida de San Ignacio. Más jóvenes aún, Rogelio Pfirter y quien suscribe, dos de sus alumnos, jugando, el primero, el rol de Ignacio de Loyola y el segundo de un oficial pendenciero, amigote de juergas del Capitán de Artillería ahora convertido. Según dijeron los papeles estaban dados según el physique du rol de cada uno. Gracias Padre Bergoglio por lo que a mí me tocaba. Mi parlamento no era muy extenso. Le decía a un Ignacio ya repuesto de sus heridas:

- Vuelve a la guerra/ a fuer de caballero! – exclama Arregui que no quería perder a su amigo. Y él me explicaba con aire de reconciliación:

- No abandono las armas, / fuera indigno! / Yo las cambio, / en vez de espada /una cruz que no mata al enemigo,/ antes bien, le da vida…

Siempre recordé ese “No abandono las armas”, asociado a que la Fe era milicia y la batalla, permanente.

Me he detenido en esa imagen porque el bergoglismo de hoy apunta a la otra cara de la moneda. Así, frente a la acción, frente a la lucha, frente a esa “vida deshilachada en el servicio” aparecen los otros, los estrategas de la derrota, los cerradores de iglesias, los ahuyentadores de fieles. Los vanidosos teóricos de “lo que habría que hacer.

Francisco inaugura para ellos un nuevo pecado: el “habriaqueísmo”. Vistos en perspectiva hace mucho tiempo que se aprovechan de esa actitud, teñida de Fe como la de las viejas balconeras. Desde la comodidad de sus despachos estos generales derrotados teorizan sobre lo que habría que hacer, lo que habría que decir, lo que habría que pensar… Lo mismo que nunca se animaron a llevar a cabo. Porque era difícil, porque estaban cansados, por estar ahítos de comodidad, empachados de vanidad. No sé por qué me asaltan estos bergoglismos, pero entiendo, desde adentro, lo que marca al hablar de los generales  de la derrota. Aquellos responsables que perdieron contacto con la realidad sufrida de nuestro pueblo. Es que el general que olvida que es soldado y que lo que importa es librar un buen combate, está derrotado. Quizá porque ya no entiende que si nos acompaña la Fe la victoria está más allá del resultado de la batalla, no en la vanidad del reconocimiento mundano sino en el encuentro con Dios.

Jorge Milia