En un extenso
reportaje efectuado por el diario Clarín, el secretario de derechos humanos de
la Nación Claudio Avruj reconoce que las víctimas del terrorismo en la
Argentina han sido sistemáticamente relegadas y tratado de pasar al olvido…
ahora ante el valiente reclamo efectuado por la señora Jovina Luna, reconoce el
reclamo por esas víctimas.
Con el expreso deseo
que la declaraciones de Avruj no responden a intereses electorales, en una
campaña muy polarizada, le recordamos al secretario de derechos humanos de la
Nación algunos otros derechos que les han sido negados a esa víctima y al
personal de todas las Fuerzas Legales del país y que se encuentran sometidos a
un plan de venganza, discriminación y exterminio a través de los llamados
juicios de lesa humanidad:
1. Su
secretaría, en representación del estado, se presenta como querellante en esos
juicios. En repetidas ocasiones organizaciones y familiares de estos Presos
Políticos le han solicitado que deje de participar como querellante. El estado
que él representa, aunque los gobiernos hayan cambiado, es el mismo estado que
ordenó aniquilaran el accionar subversivo o terrorista -como más se lo conoce
ahora-. Según la Real Academia Española
de la Lengua aniquilar significa reducir a la nada o destruir enteramente.
Es una paradoja que el estado ahora sea querellante e impulse una política der
estado para juzgar órdenes impartidas oportunamente por sus más altos niveles
de conducción política.
2. En
el histórico juicio a las Juntas Militares dispuesto durante el gobierno de
Raúl Alfonsín ningún ex Comandante en Jefe de las FFAA fue juzgado por delitos
de lesa humanidad y menos por genocidio. Sí en cambio lo son ahora los
oficiales y suboficiales que eran los más jóvenes, por ende los de menor
jerarquía y que no tenían ningún poder de decisión en la conducción de la
guerra contrarrevolucionaria. Lo mismo pasa con el adjetiva de “genocidas” con el que algunas personas,
especialmente de las organizaciones de derechos humanos y de los medios de
comunicación, califican a diario a toda persona que en nuestro país vista el
uniforme concedido por la Patria.
3. Esa guerra civil limitada ahora negada,
fue reconocida en la sentencia de las Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal en la “Causa 13/84”.
4. Los
llamados juicios de lesa humanidad están plagados de irregularidades jurídicas,
por esa razón próximamente le haremos llegar una petición al gobierno a través de
sus 3 poderes, con más de 22.000 firmas adhiriendo a la misma, para que se
disponga efectuar una auditoría sobre todo lo actuado en los juicio de lesa
humanidad. Tales irregularidades
jurídicas nos permiten afirmar que los imputados no recibieron las garantías
del debido proceso, la que se encuentra claramente establecida en nuestra
Constitución Nacional. ¡Qué la ley sea
igual para todos!
CLAUDIO
AVRUJ: “EL RECLAMO DE LOS FAMILIARES DE VÍCTIMAS DE LA GUERRILLA TAMBIÉN ES
LEGÍTIMO”
Cara a cara
Fuertes definiciones
del secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, en una entrevista
exclusiva con Clarín.
Controversias. “Los organismos de derechos humanos siguen alineados a definiciones partidarias e ideológicas, equivocadamente para mí”, señala Avruj. Foto Luciano Thieberger |
27/07/2019
- Derechos
Humanos de la Nación administra el registro que acaba de crearse para que los
venezolanos denuncien abusos del régimen de Nicolás Maduro. ¿Qué obtuvieron
hasta ahora en las citas que hubo?
- Recabamos
testimonios en Buenos Aires como en el interior. Tenemos testimonios ya sobre
falta de medicina, y alimentos, pero también víctimas y testigos de prisiones
en prisiones y organismos de inteligencia. Asesinatos también. La gente tiene
que confiar. Somos optimistas y creemos que vamos a extender el plazo para
recibir denuncias. No existe en ninguna parte del mundo un registro así.
- Otra
cuestión que surgió en los últimos días es la adenda que negocian con los
británicos al acuerdo que se hizo para identificar a los soldados argentinos
enterrados en el cementerio de Darwin, que no lo estaban, desde 1982.
- El Plan Proyecto
Humanitario es sin duda uno de los hechos por los que este Gobierno va a ser
recordado. Tenía por objetivo identificar a los héroes de 121 tumbas que al
final dieron con 122 cuerpos allí. Hoy tenemos 114 identificados. Por otra
parte tenemos un universo mayor de familiares que dieron su ADN para
identificar a sus seres queridos. Pero hay al menos cuatro tumbas en las que
faltaría determinar quiénes son los que están enterrados allí. Eso, con los ADN
que ya tenemos, podría completar la información. Esta adenda ya fue conversada
con el embajador británico Mark Kent. Tenemos la esperanza de resolver las
cuestiones mayores antes de que finalice está gestión. Igualmente tiene que ser
refrendado por las familias.
- En
los últimos meses surgieron reclamos de indemnizaciones de las fuerzas de
seguridad que fueron víctimas del accionar de la guerrilla y cuestionamientos a
las que recibieron las víctimas del terrorismo de Estado. ¿Qué opina?
- El tema de las indemnizaciones despierta curiosidad en muchos,
y obviamente sospechas, en el marco de todo el universo de corrupción que día
tras día se va despertando o conociendo de la gestión anterior. Y este es un
tema tan sensible, donde se manejó muchísimo dinero, con un universo de
beneficiarios muy alto. En este momento tenemos una denuncia formal presentada
ante la Justicia por Jovina Luna (hermana de un conscripto muerto en el ataque
de un comando de Montoneros al Regimiento 29 del Ejército en Formosa, en 1975).
Ella reclama una ley reparatoria hacia los familiares de los soldados que
defendieron la institucionalidad, y por otro lado reclama por qué se les pagó
indemnización a aquellos que se levantaron contra el orden institucional. Yo
creo que es legítimo el reclamo de que aquellos que murieron defendiendo la
Patria, la institucionalidad, estando bajo el régimen de la ley obligatoria del
servicio militar, debían recibir una reparación del Estado. Y es legítimo, más
aun, cuando se confronta que los que recibieron sumas cuantiosas son aquellos
que no por un ideal de respeto a los derechos humanos, se levantaron contra el
orden constitucional, porque era el gobierno de Isabel Perón. No fue durante la
dictadura militar, fue en democracia y fue contra el orden constitucional.
- De
haber un nuevo gobierno de Macri, ¿existe posibilidad de que haya una ley
reparatoria para las fuerzas de seguridad?
- Estamos trabajando ahora para que haya una ley reparatoria. Hay
un proyecto del diputado Arce, que venimos impulsando desde el año pasado, que
nosotros como secretaría de Derechos Humanos dimos el aval, a su vez con el
aval del presidente Mauricio Macri, y se está trabajando para consensuarlo, y
esperamos tenerlo cuanto antes.
- ¿Cuánto
dinero ha dado el Estado en indemnizaciones a víctimas del terrorismo de
Estado?
- El estimado que tenemos, y que distintas fuentes coinciden, es
cercano a 30.000 millones de pesos, a valor actualizado. Tenemos que recordar
que hay leyes desde 1991, desde la época de Menem. Y después hubo una exageración
en el gobierno de Cristina Kirchner, que fue la última ley, que habilitó a
tener un resarcimiento económico a todos aquellos que demuestren haber sido
privados de libertad desde 1955 hasta 1983, por cualquier causa política. Eso
abrió a un universo gigantesco. Pero lo más grave, quizás, es que lo que se ha
pagado, que son cerca de 30.000 millones, pero que todavía hoy tenemos en
carpetas de investigación más de 27.000 expedientes, habiendo nosotros
procesado ya 12.000 en nuestros cuatro años.
Avruj, durante el cara a cara con Clarín. Foto Luciano Thieberger |
- ¿Puede
explicarlo mejor?
- De las 12 mil que procesamos nosotros muy pocas se pagaron,
pero hay en curso 27.000 carpetas ingresadas en solicitudes al Ejecutivo, entre
exiliados, detenidos del ‘55 al 83, pensiones. Y eso hace un número de casi 40
mil.
- El
gobierno de Macri vivió siempre una “batalla
campal” con los organismos de Derechos Humanos. ¿Cómo lo ve?
- Yo creo que no va a haber nada que lo mejore en tanto y en
cuanto los organismos de derechos humanos sigan alineados a definiciones
partidarias e ideológicas, equivocadamente para mí. Y sintiéndose los dueños de
la temática de los derechos humanos. Y ahí está la cuestión. Yo participé de
una reunión, la única reunión que hubo de los organismos de derechos humanos
con el presidente de la Nación en Olivos, al principio de la gestión. Una
reunión que propicié yo. En ese momento yo estaba discutiendo la continuidad en
el cargo de quién iba a ser el presidente del Archivo de la Memoria. Y ahí dijeron
“la Secretaría es nuestra y el Archivo es
nuestro”. Y ahí yo les contesté “están
equivocados, la Secretaría, el Archivo y todo lo que la Secretaría tiene es del
Estado nacional, es de todos los argentinos”.
- ¿En
qué situación están las denuncias en ONU de Milagro Sala?
- Absolutamente
cerrado el tema.
- De
todas maneras, ella fue controvertidamente detenida…
- La primera detención
fue controvertida, esto lo dijimos. Pero luego todo el proceso fue totalmente
transparente. Y el cuidado de ella en detención también. Y se cumplió con todas
las normas internacionales.
- ¿Y
hace alguna autocrítica?
- Me es difícil
encontrar la autocrítica en estos casos. Fuimos totalmente abiertos al diálogo,
transparentes. En el caso de Milagro Sala, nosotros accedimos con Germán
Garavano y con el equipo del Ministerio a la mesa por la liberación de Milagro
Sala, pusimos a disposición toda la información desde el primer día; informamos
permanentemente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, al Comité de
Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas en Ginebra. Dimos todas las
respuestas. En el caso de Santiago Maldonado (el artesano denunciado como
desaparecido en una protesta contra Gendarmería en el sur que finalmente
apareció ahogado en el Río Chubut) pusimos todas las respuestas que teníamos al
alcance. Intentamos desde el primer día el vínculo con el hermano, que fue
negado. Fui yo el que le dio la primera información al CELS, fui yo el que se
la dio al director ejecutivo de todo lo que se estaba haciendo y a partir de
ahí fue Horacio Verbitsky el que tergiversó todo y comenzó la gran pelea.
- ¿Pero
no fue un error querer levantar el 24 de marzo como feriado?
- Eso, en su momento,
sí. Evidentemente fue un error desde el punto de vista de que no fue
consensuado ni fue dialogado. Independientemente de las posiciones que cada uno
tengamos. Yo en ese momento manifesté que entendía que en el 24 de marzo era
mucho más saludable tener a los chicos en las escuelas y hacer actos de
homenaje, a que sea un día donde la gente se lo toma porque es un feriado
puente, de vacaciones. Pero son posiciones, y esto se podía haber discutido.
Sí, en el manejo fue un error.
- ¿En
qué estado está el caso Maldonado a nivel internacional?
- Cerrado
absolutamente. Nos hace sentir muy orgullosos. Y dicho en la boca de Bachelet,
en la reunión privada que tuvimos días atrás, antes de que ella diera el
informe que hizo sobre Venezuela.
- Hay
temas pendientes de derechos humanos en Argentina más allá de la dictadura
militar, las condiciones carcelarias por ejemplo. ¿En qué está eso?
- Este tema lo hablamos puntualmente con Bachelet en Ginebra. Le
dije “tenemos un problema”. Tenemos
un problema de cárceles, un servicio penitenciario obsoleto, edificios de más
de 100 años sin cuidado durante añares, la superpoblación que existe y que
tiene que ver por un lado con el mayor trabajo de la policía, sobre todo en la
provincia de Buenos Aires, y por otro lado con los problemas de la Justicia,
que tiene que ver con las prisiones preventivas excesivas. Pero hay muchísimo
trabajo que se está haciendo. Recorremos las cárceles, logramos que el Congreso
conforme un mecanismo de prevención de la tortura, que es el que recorre y
puede dar testimonio de lo que ocurre en las cárceles y sugerir medidas
correctivas. La construcción de plazas carcelarias: en Mendoza, en Corrientes,
en la provincia de Buenos Aires, la cárcel modelo que inauguró María Eugenia
Vidal para los presos jóvenes y los que están a punto de salir. El tema
carcelario fue abandonado durante décadas por la Argentina, igual que por toda
Latinoamérica. No es algo que atrae votos, esto está claro, pero es una
imposición moral que este gobierno se puso de entender la situación y trabajar
en función de mejorar esa situación. Ahí también entra la discusión que tiene
que darse de las prisiones domiciliarias, que es el cumplimiento de la ley,
también: que las personas mayores de 70 años o estado de salud quebrantado
tienen que tener el derecho a la prisión domiciliaria sin excepción.
- ¿Se
refiere a militares con juicios de lesa humanidad con más de 70?
- Sí.
- ¿Usted
ha sido un dirigente importante en la comunidad judía, cree como se ha dicho
que declarar a Hezbollah entre los grupos terroristas fue un acto
electoralista?
- No, no es un acto
electoral. Yo creo que las medidas hay que tomarlas. Creo que es importante
cuando se determinan, la denuncia del embajador de Israel es clara: cualquiera
podía enarbolar una bandera de Hezbollah acá en Argentina, cualquiera podía
enviar plata libremente a Hezbollah para financiarlo. Tiene que ver con un tema
de educación cívica.
La cara de
un cambio de enfoque en Derechos Humanos
Una mañana de junio
de 2002, Mauricio Macri fue a dar una charla como presidente de Boca Juniors a
la escuela Maimónides, donde estudiaban los hijos de Claudio Avruj. La
Argentina aún sentía los coletazos de la crisis de diciembre de 2001 y Macri
recién estaba al frente de la fundación Creer y Crecer y en la formación de
Compromiso por el Cambio. “Lo escuché
hablar de lo mismo que habla hoy: de la violencia, de los valores, del trabajo,
del estudio, la transparencia, la decencia, de cómo superar a sus padres y de
la manera que tenemos de salir. Entonces me dije, ‘si este tipo con la plata y
la fama que tiene está apostando a esto, algo distinto tiene’. Y ahí me sumé a
trabajar con él”, cuenta el hoy secretario de Derechos Humanos de la Nación
para marcar el inicio de una relación de trabajo que comenzó cuando Macri fue
electo jefe de Gobierno de la Ciudad.
Avruj estuvo siempre
ligado a la dirigencia judía argentina, adonde se propuso volver si en la
política nacional no encuentra más oportunidades. Vivió en Venezuela, y allí nació
una de sus hijos. Tras el atentado terrorista a la AMIA fue llamado por la DAIA
para hacerse cargo de un programa que movilizó a centenares de miembros de la
comunidad para procesar en conjunto esa tragedia. Fue Director Ejecutivo de la
institución hasta que en 2007, Macri lo convocó para asumir como Director de
Relaciones Institucionales de la Ciudad. Intentó sin éxito llegar a la
presidencia de DAIA en 2012. Avruj es un feroz crítico del memorándum de
entendimiento con Irán, de 2013. Fanático de independiente, el fútbol le dio
uno de los mayores sustos de su vida, cuenta. Un fin de semana de 2005 sobre
final del partido le dieron una patada en la cabeza cerca del ojo, y le
quebraron el hueso sobre la base del mismo. Entró en convulsiones. Está seguro
de que estuvo por morirse. “Fue un
segundo, yo doy fe de que vi la luz del final de mi vida en ese camino pero
tuve suerte”. Avruj expulsó por su boca unos coágulos que según la
evaluación médica le salvaron la vida y consecuencias cerebrales. “A partir de ese momento me aferré más a la
religión, y comencé incluso a comer Kosher”.
En 2017, Avruj fue
denunciado por incumplimiento de los deberes de funcionario público, por no
haber apelado los sobreseimientos en la causa por el traspaso de Papel Prensa
durante la última dictadura, tal como le correspondía según la normativa
vigente. La denuncia fue desestimada. Con todo, cuenta que uno de los momentos
más difíciles tuvo lugar en los días en que no aparecía el artesano Santiago
Maldonado.
Avruj es la cara del
cambio de enfoque en derechos humanos que encarna Macri, y entonces blanco de
la ira de los organismos de derechos humanos. Por la calle le gritaban “¡Son 30.000!” en la polémica sobre la
cantidad de desaparecidos de la dictadura o lo insultaban aún estando con su
mujer, sus hijos o nietos por haber dicho que había que respetar un fallo de la
Corte Suprema sobre el 2x1 para los militares. Pero el día más dramático dice
que fue cuando quedó solo con su equipo en Esquel y un grupo de militantes
rodeó el vehículo y le empezó a tirar piedras en reclamo de Maldonado.
Itinerario
Avruj, con larga trayectoria. Foto Luciano Thieberger. |
Nacido en Villa
Crespo, en 1959, y criado en Floresta, nieto de abuelos polacos, bielorrusos,
ucranianos y argentinos. Es Licenciado en Dirección Institucional de la UNSAM,
Vivió en Venezuela (entre 1991 y 1993) y en Panamá como Director Ejecutivo de
la Bnai Brith Internacional para el Caribe (entre 1993 y 1995). Fue 13 años
Director Ejecutivo de la DAIA y Subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo
Cultural de la Ciudad (2011-2015). Es Presidente Honorario del Museo del
Holocausto de Argentina. A fines de los ‘90 fue director ejecutivo de la DAIA. Es
padre de tres hijos. Y está en pareja, por segunda vez, desde hace 7 años.
Al toque
Un
proyecto. El próximo viaje a rendir homenaje a los héroes
del Crucero Belgrano en el mar.
Un
desafío. Consolidar el cambio cultural también en la
agenda de DDHH
Un
Líder. Churchill
Un
Prócer. San Martin
Una
Sociedad que admire. La nuestra
Una
Comida. Varenikes
Una
Bebida. Fanta Naranja/Té.
Un
recuerdo. La primera vez con mi viejo en la cancha de
Independiente/ las charlas con mi zeide.
Un
placer. Escribir/el tiempo con la familia.
Un
sueño. Una vejez apacible con mi mujer en una casa junto
al mar.
Un
Libro. Autorretrato sin mí, de Aramburu; El último
hombre, de Camus.
Una
serie. Stitzel.
Una
película. La grande belleza; Los unos y los otros.
NOTA: Los destacados en color azul no corresponden a la nota original.
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