Como familiar de un
desaparecido, siento un hondo rechazo por el manejo de los juicios de lesa
humanidad y la justicia militante. ¿Cómo podría vivir en paz con el cargo de
conciencia de haber sido parte de un sistema que busca la venganza y no la
verdad, que condena a partir de dudosos testimonios? ¿Cómo dejar librada la
verdad de un delito sobre un ser querido a un poder igualmente inmoral? ¿Dónde
están la ética y la imparcialidad de quienes actúan con espíritu de venganza,
esclavos de una ideología violenta que ya era anacrónica hace 50 años?
Los familiares de
desaparecidos no deberíamos prestarnos a ser usados por esta virtual dictadura
judicial, una pequeña muestra del infierno que habría sido la Argentina si el
terrorismo hubiera llegado al poder.
Ya lo había anunciado
Mario Santucho, jefe del ERP: "En la Argentina hay que asesinar a un
millón de burgueses". Ahora, los ciudadanos financiamos este "operativo venganza", una
suerte de continuación por vía judicial de la lucha armada de los años 60 y 70.
¿No es esta vergonzosa irracionalidad un
acto denigrante de lesa humanidad contra quienes el Estado ha convertido en
presos políticos? ¿O acaso las condenas no se realizan desde el poder del
Estado, y con posterioridad a la implementación en nuestro país del Estatuto de
Roma?
Manuel
Pedro Fraga
DNI 12.361.798
NOTA:
Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
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