28 de agosto de 1975
- Aeropuerto de San Miguel de Tucumán
ESTO FUE NOTICIA EN
1975
Un avión Hércules
C-130 de la Fuerza Aérea Argentina fue derribado el 28 de agosto de 1975 en el
Aeropuerto "Teniente General
Benjamín Matienzo" de San Miguel de Tucumán
ACCIONAR
DEL AVIÓN HERCULES C-130 - MATRICULA TC-62 EN OPERACIONES ANTARTICAS
El avión Lockheed
Hércules C-130H, matrícula TC-62 de la Fuerza Aérea Argentina, que dependía del
Grupo 1 de Transporte de la I Brigada Aérea, con asiento en la localidad de El
Palomar, provincia de Buenos Aires, tiene un importante historial, además de
sus misiones específicas, había participado en muchas misiones de paz, ayuda
humanitaria y en la Antártida Argentina, en acontecimientos históricos, entre
ellos los más destacados que se mencionan a continuación:
El
1 de Marzo de 1969 sobrevoló en la Antártida Argentina
la isla Decepción y las bases Brown, Matienzo, Petrel y Esperanza, como
asimismo realizó un reconocimiento del futuro emplazamiento en la isla
Vicecomodoro Marambio, efectuando además lanzamiento de carga y correspondencia
sobre la Base Matienzo y Estación Petrel.
El
14 de Abril de 1969 apoyó el trayecto y proveyó la
información meteorológica en la ruta al avión biturbohélices de Havilland-Canada
DHC-6 Twin Otter matrícula T-85, equipado para las operaciones en la Antártida
con un sistema de esquí-ruedas, que despegó de Río Grande y anevizó en la Base
Aeronaval Petrel de la Antártida Argentina, cumpliendo la tarea de
reconocimiento visual y fotográfico de la meseta que corona la isla
Vicecomodoro Marambio y además someter a prueba el nuevo avión en vuelos de
enlace y traslado de personal, a la vez de adiestrar a las tripulaciones;
misiones que actualmente se cumplen con dicho avión en la Antártida.
El
23 de Abril de 1969 prestó el mismo apoyo al avión Twin
Otter matrícula T-85 que regresaba de la Antártida, conjuntamente con otro Twin
Otter similar, matrícula 1-F-1 de la Armada Argentina.
El
5 de Agosto de 1969 partió de Comodoro Rivadavia y
sobrevoló la meseta de la isla Vicecomodoro Marambio y la Base Aeronaval
Petrel, regresando en vuelo directo a su unidad de asiento en El Palomar,
provincia de Buenos Aires.
El
9 de Octubre de 1969 con este avión se lanzó sobre la
meseta que corona la isla Vicecomodoro Marambio, elementos de abastecimiento y
supervivencia para la Patrulla Soberanía, misión que permitió continuar con la
tarea que realizaba la misma, de construir a pico y pala la primera pista de
tierra en el Continente Antártico.
El
30 de Junio de 1970 participó en la realización de la
primera evacuación sanitaria por vía aérea desde la Antártida Argentina,
trasladando a la Base Marambio dos helicópteros Hughes 369HM, matrículas H-31 y
H-33, que ese mismo día volaron hasta la Base Matienzo, de allí a la Estación
Científica Almirante Brown donde relevó al jefe de la misma, quien presentaba
un estado de salud delicado, regresando a Matienzo y al día siguiente a la Base
Marambio, cargando los dos helicópteros y regresando con la misión cumplida.
El
17 de Mayo de 1971 unió por primera vez Buenos Aires (El
Palomar) en vuelo directo con la Base Marambio en la Antártida Argentina,
cubriendo el trayecto de 3265 km en 6 horas y 45 minutos.
El
17 de Agosto de 1972 arrojó dos toneladas de carga sobre
la Estación Aeronaval Petrel y luego aterrizó en la Base Marambio, donde
también desembarcó los dos helicópteros Hughes 369HM, matrículas H-32 y H-33,
que ese mismo día volaron hasta la mencionada Estación Aeronaval y al día
siguiente hicieron una evacuación sanitaria desde la Base Esperanza hasta la
Base Marambio, regresando con los dos helicópteros a bordo.
DERRIBO
DEL AVION HERCULES C-130, MATRICULA TC-62 CUANDO TRASLADABA GENDARMES DE
TUCUMAN A SAN JUAN
28
de agosto de 1975 a las 0900 el avión Hércules C-130, matrícula TC-62 despegó de la I Brigada
Aérea de El Palomar (Buenos Aires), aterrizando en el Aeropuerto Benjamín
Matienzo (Tucumán), a las 11:56 horas, llevando a bordo a 85 pasajeros de la
Policía Federal Argentina.
La misión de ese día
para el TC-62 comprendería, además de ese vuelo de Tucumán a San Juan, otro
traslado de La Rioja a Buenos Aires.
De inmediato se
procedió al embarque de 114 miembros de Gendarmería Nacional Argentina,
pertenecientes al Equipo de Combate "San
Juan", que aparte de ellos, se acomodaron dentro de la aeronave los
pertrechos, como también su armamento y munición.
Todos estaban
ansiosos por partir y reunirse con sus familias y la tripulación, a su vez,
cumplía con los últimos detalles de la partida y nada hacía suponer que en el
cumplimiento de una misión rutinaria, podría ocurrir minutos después.
Mientras todo esto
ocurría en el aeropuerto, un vehículo con las siglas de Agua y Energía,
estacionado a una cuadra y media de la entrada recibía instrucciones por radio
de un militante subversivo montonero infiltrado dentro de la estación aérea;
así daba inicio la última fase de la "Operación
Gardel" ejecutada por el Grupo Montoneros.
Ese día cuando
todavía no habíamos salido del estupor de otros hechos similares que estaban
ocurriendo, recibimos una noticia que nos conmocionó, el avión Hércules C-130
de la Fuerza Aérea Argentina, matrícula TC-62 había sido derribado a las 13:05
horas, por una bomba colocada y hecha estallar por control remoto, en plena
carrera de despegue, que la habían colocado por delincuentes subversivos en el
desagüe que pasaba por debajo de la pista de aterrizaje del Aeropuerto de
Tucumán "Teniente Matienzo",
quedando un cráter en el cemento de 12 m de diámetro por 2 de profundidad.
Sí, esto fue noticia
el 28 de Agosto de 1975, que mucha gente ya no lo recuerda y otros, aquellos
que tienen menos de 40 años de edad, lo desconocen, como muchos otros hechos
similares, porque no habían nacido o eran demasiado chicos.
Esta operación se
llevó a cabo con una gran precisión, pero por la pericia de la tripulación se
evitó que este atentado criminal alcanzara proyecciones de catástrofe, salvando
las vidas de más de un centenar de almas que se encontraban a bordo, como así
también el desastre que podía haber ocasionado de haberse precipitado sobre el
Barrio Obrero situado a continuación de la cabecera de pista de dicho
Aeródromo.
El aparato se
destrozó al caer a tierra y quedó envuelto en llamas, explotando con
impresionante violencia, lo que causó pánico entre los habitantes de la zona
próxima al Barrio San Cayetano.
Los restos del avión
quedaron esparcidos en un radio de aproximadamente 300 metros, mientras que el
grueso de la estructura se incendiaba a un costado de la pista envuelto en
llamas y en medio de una columna de humo negro visible a gran distancia del
lugar.
La tarea de rescate
se hizo muy difícil para los bomberos que estaban atacando el fuego, debido a
las explosiones posteriores, causadas por los tanques auxiliares de combustible
y el material transportado a bordo.
El día del atentado,
se habían registrado seis fallecimientos y veintitrés heridos, nueve de ellos
de gravedad.
Un hecho
significativo que merece ser recordado, fue que mientras se incendiaba el avión
y entre las explosiones, se vivieron escenas heroicas por parte de los
bomberos, la gente del lugar, como así también de los tripulantes del Hércules
y Gendarmes que habían podido salir de este infierno y volvían para rescatar a
los que quedaban atrapados entre los restos del avión, el cual quedó totalmente
destruido.
Las autoridades del
gobierno constitucional a cargo de la señora Presidente de la Nación Argentina,
María Estela MARTÍNEZ de PERÓN, condenaron enérgicamente este accionar
terrorista.
En esta acción
valerosa pereció por asfixia el Gendarme
Raúl Remberto CUELLO, quien salió ileso del avión y entró repetidas veces,
salvando valiosas vidas, hasta quedar atrapado por las llamas en el que sería
su último intento, dando un ejemplo de valor y coraje llevados hasta el supremo
sacrificio.
Gendarme Raúl Remberto CUELLO |
Fallecieron
en este atentado, los
Gendarmes Evaristo GOMEZ, Juan Argentino LUNA, Marcelo GODOY, Pedro YANES, Juan
RIVEROS y Raúl CUELLO.
Sargento Primero Pedro YANEZ |
Sargento Primero Juan RIVEROS |
Gendarme Marcelo GODOY |
Gendarme Juan Argentino LUNA |
Gendarme Evaristo GÓMEZ |
EN
HOMENAJE A LOS GENDARMES CAIDOS SE DESCUBRIO UNA PLACA DE BRONCE EN JACHAL -
SAN JUAN
Con motivo de rendir
homenaje a los Gendarmes caídos en el atentado al avión Hércules C-130 en el
Aeropuerto de San Miguel de Tucumán el día 28 de agosto de 1975, en oportunidad
de cumplirse 40 años de este acontecimiento, se llevó a cabo una emotiva
ceremonia en la Ciudad de Jachal, provincia de San Juan, con la presencia de
autoridades civiles, militares y familiares del personal fallecido.
Se dio lectura a la
Resolución del Honorable Consejo Deliberante de Jachal, autorizando a la realización
del acto homenaje e invitando al pueblo de Jachal a concurrir al mismo.
También pronunció
palabras alusivas el Comandante General (R) Mario Eduardo MEDRANO.
En el transcurso de
este acto se descubrió una placa de bronce en la Plazoleta "Sargento Ayudante Yáñez" del barrio 28 de agosto de esa
ciudad y se colocó una ofrenda floral.
Los que están en esa
placa son los integrantes del Equipo de Combate "San Juan", quienes fallecieron en el interior del avión,
al igual que el Gendarme Cuello, que había entrado al avión en varias
oportunidades para rescatar a otros camaradas.
Otros se salvaron al
abrir una abertura en un lateral del avión Hércules C-130 y pudieron salir del
interior.
En este acto, se leyó
una carta enviada por uno de los sobrevivientes de este luctuoso
acontecimiento, del navegador de ese vuelo, el Comodoro (R) Expedicionario al
Desierto Blanco y Veterano de Guerra de Malvinas D. Francisco Florencio MENSI,
que decía:
"Agradezco
la invitación a tan sentido acto en Jachal, en conmemoración a los héroes de
Gendarmería Nacional Argentina caídos en Tucumán. me gustaría que en ese acto,
si es posible, se leyeran las siguientes palabras, aquel 28 de agosto de 1975
era Capitán y me desempeñaba como navegador del avión Hércules C-130, matrícula
TC-62 y resulté severamente herido cuando fuimos derribados al despegar a las
13:06 hs de un hermoso día de invierno en Tucumán y quiero agradecer la invitación a este acto
conmemorativo, pero por muchas razones hoy no los puedo acompañar aunque
quisiera hacerlo, hoy quiero hacer llegar un profundo saludo a los familiares
de los caídos en ese ataque y comentarles que he visto el valor que los hombres
de la Gendarmería de nuestra Patria pusieron de manifiesto cuando, caídos y en
llamas se ayudaban. Eso lo recuerdo cada
día de la vida de estos 40 años; al
punto que un Gendarme y un Suboficial de la Fuerza Aérea Argentina me tomaron
de los brazos cuando estando caído, al lado del avión en llamas y herido, no me
podía mover, pero ellos me arrastraron lejos del peligro.
No
tengo palabras para decirles gracias y recordar a los caídos acompañando a la
distancia a los familiares en tan profundo dolor.
Hasta
siempre y ¡viva la Patria!"
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