A nadie se le mueve un pelo...

La Constitución Nacional en su artículo 18 establece: “Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidas en ellas...”.

Por otra parte la Constitución de la Provincia de Buenos Aires en su artículo 30, dispone: “Las prisiones son hechas para seguridad y no para mortificación de los detenidos. Las penitenciarias  serán reglamentadas de manera que constituyan centros de trabajo y moralización...”  Y lo mismo disponen otras constituciones provinciales.

Por su parte, existen además leyes específicas,  reglamentos internos, directrices y prácticas relacionadas con las condiciones de detención  que el Estado puede aplicar siempre que no sean contrarios a los principios y normas internacionales que rigen la materia.

Esa es la síntesis las normas legales vigentes… todo muy lindo y muy teórico, lejos de la realidad de las cárceles que sufren todos los detenidos en el ámbito de la República Argentina. No nos ocuparemos de los “reclusos comunes” ya que existen infinitas denuncias efectuadas por las Agrupaciones que los defienden: Derechos Humanos, Defensores del Pueblo, Familiares, etc. Este grupo de personas está asistido.

Volvemos a insistir una vez más sobre las condiciones de detención de los “Presos Políticos” en la Argentina, si bien existen numerosas denuncias por el escarnio al que son sometidos en su injusto y vejatorio encierro, ningún funcionario del Poder Judicial se hace eco de las mismas. Es como si todos los jueces, fiscales y funcionarios del Servicio Penitenciario Federal involucrados en el manejo de esos “peligrosos ancianos”, estuvieran cumpliendo directivas emanadas de un poder superior –cosa rara en una república- y los someten diariamente a una injusta e impiadosa venganza.

Ya son más de 130 los “presos políticos fallecidos en cautiverio”… y a nadie se le mueve un pelo. Esas personas fallecieron sin siquiera tener una sentencia judicial, lo hicieron durante un interminable proceso y sometidos a una prisión preventiva que excedió todas las seguridades que el estado, bajo cualquier circunstancia, debe ofrecer a los detenidos.

En algunos casos los fallecimientos ocurrieron después de una excarcelación forzosa y fueron liberados cuando sus condiciones de salud estaban tan dañadas, que ya no existía garantía de supervivencia alguna.

Tenemos el derecho a pensar que los jueces y el estado, al menos cometieron los delitos de  “abandono de persona” u “homicidio por omisión”. Las Unidades Carcelarias del país no están en condiciones de asistir en tiempo y forma a los ancianos enfermos y que necesitan atención médica urgente y especializada, esto lo saben muy bien los jueces que deben velar por sus derechos y garantías. Sin embargo ya tenemos muchos muertos en cautiverio y a nadie de le mueve un pelo.

Desde hace varios días se está denunciando que 23 “Presos Políticos” detenidos en la Unidad Carcelaria de Villa Floresta de Bahía Blanca, se encuentran en situación de hacinamiento y en riesgo su salud. Tampoco esta situación conmueve a sus señorías… es como si despreciaran la vida y la salud de las personas a las que están juzgando. Es la sensación de una condena a muerte anunciada, antes de haberse emitido una sentencia judicial. A pesar que la pena de muerte no existe en nuestro país… la misma está siendo aplicada en forma sistemática y con odio.

Estos extraños procedimientos judiciales hacen recordar a los famosos juicios revolucionarios del Che Guevara en Cuba, cuando se encontraba a cargo de “La Cabaña”.

Este gobierno se llevó por delante elementales principios del derecho y la justicia, tales como:

• Desconocimiento del valor de la cosa juzgada,
• La garantía del debido proceso,
• La jurisdicción de los jueces naturales… no se puede juzgar actos de guerra con el Código Penal, por ello existía el Código de Justicia Militar.
• El principio de legalidad según el cual ningún habitante de la Nación puede ser penado, sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso.
• Desprecio de la presunción de inocencia y la irretroactividad de la ley penal.
• Negar el derecho a la excarcelación a los mayores de 70 años.
• Mantener a los imputados detenidos 9 o más años, sin condena, contra todo lo dicen los Derechos Humanos.
• Vergonzosa aceptación de “testigos estrellas o falsos”.
• Desconocimiento de la Ley Igualitaria.
• Y toda otra impúdica felonía jurídica que se les ocurrió, solo para vengarse.

Todos estos atropellos han sido cometidos por un Poder Ejecutivo irracional y vengativo, un Poder Legislativo complaciente y un Poder Judicial obedientemente. ¿Dónde quedaron los principios republicanos de la independencia de los poderes del estado? ¿Estamos permitiendo todos estos atropellos a la justicia, al derecho y a la razón… por una cuestión ideológica de los años setenta?

“No es grave cometer un error. Todo el mundo lo comete. Lo grave es persistir en él, agrandarlo y justificarlo”, dijo Lenin… exactamente, es tan grande la torpeza de quienes nos gobiernan, y tal su empecinamiento en lograr la destrucción de las instituciones y de la producción… que terminaron por hartar a la sociedad.

Los últimos resultados electorales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la Provincia de Santa Fe demuestran que en aquellos distritos electorales, cuyos gobiernos no son “delegados del poder ejecutivo”… el electorado mantiene un alto rechazo a la continuación del modelo. De mantenerse esa línea, es muy probable que la tan mentada reelección presidencial termine en un rotundo fracaso.

Desde nuestra Asociación Civil Pacificación Nacional Definitiva (en trámite) sostenemos que no habrá paz si no cicatrizamos las heridas del pasado, la liberación de los “Presos Políticos”, el reconocimiento y reparación a las “Víctimas del Terrorismo” es un requisito indispensable para conquistar la Paz y la Concordia Nacional. 

De ser reelecto el actual gobierno,  nos parece que ese objetivo no se logrará en el próximo período gubernamental y nuestros "Presos Políticos" y "Víctimas del Terrorismo" continuarán en la lamentable situación por todos conocida. Razón por la cual invitamos a todas aquellas personas que comparten el mismo sentimiento, a votar inteligentemente e impedir la continuación de un modelo que solo ellos entienden y casi nadie quiere.