Hace pocos días, en la cena de
camaradería de las Fuerzas Armadas, la Presidenta les dijo a los militares en
actividad que "no escucharan cantos
de sirenas como aquellos que están en los penales por hacer las cosas que les
hicieron hacer" y utilizó a Ulises como ejemplo.
¿No sabe acaso la Presidenta,
comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, que las órdenes no se debaten, sino
que se obedecen? La ley militar es muy clara sobre esto. Los militares deben
cumplir estrictamente lo que se les ordena y si se comete un delito el único
responsable es quien impartió la orden.
¿Cuántas personas están siendo
condenadas por el cumplimiento de las órdenes impartidas? ¿Ignora la Presidenta
todo esto?
Gabriela Parodi
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