"El
destino de la revolución dependía de nuestra capacidad para
suministrar pan de manera fiable al
proletariado y al ejército".
Oléxander
Shlíjter
Esta semana, en medio
de los furiosos huracanes que azotan la economía, el incendio de Notre Dame y
el suicidio de Alan García, pasó desapercibido un hecho político: un cínico, el
ex Ministro de Economía, Axel Kiciloff, presentó un libro, en el cual explica
las recetas que, a su entender, deberían aplicarse para sacar al país del
pantano en que él mismo -entre otros- lo introdujo e intentar justificar el
desastre -del que fue autor intelectual- que legó Cristina Elisabet Fernández a
su sucesor.
Entre los pecados de
los cuales pretende exculpación destaca la tremenda crisis energética, que
atribuye a una oferta estática frente a un explosivo crecimiento de la economía
durante el kirchnerismo. Este verdadero caradura intenta negar así la
catastrófica responsabilidad que le cupo a don Néstor, que provocó la pérdida
del autoabastecimiento, en un momento en que la Argentina exportaba gas y
electricidad a Chile, Uruguay y Brasil. Verdaderamente, nos toma por idiotas.
Y que lo hizo, con el
único fin de robarse el 25% de YPF, mediante la asfixia a la industria
petrolera nacional con el congelamiento de las tarifas en boca de pozo, y que
concretó a través de sus testaferros, la familia Eskenazi, la misma que había
colaborado en la fuga de los famosos "fondos
de Santa Cruz". He escrito innumerables notas sobre el tema y, por
ello, sólo reitero que los jueces no han siquiera llamado aún a sus miembros
como imputados en las causas de corrupción.
La cobardía de los
magistrados, que era casi patrimonio del fuero federal, se ha extendido a otros
ámbitos. La demostración fue la triunfal resistencia que opuso la Fundación
Madres de Plaza de Mayo ante un mero intento de inventariar sus bienes,
previsto por la ley en los casos de quiebra. El Juzgado interviniente, ante la
presencia hostil de militantes, retrocedió y sus oficiales debieron huir,
mientras eran escupidos y empujados.
Así, una vez más,
quedó claro que en Argentina hay hijos y entenados. Cualquier individuo que
hubiera cometido ese delito estaría ya tras las rejas, mientras que Hebe
Bonafini continúa insultando a la democracia, mientras pide a gritos la
destitución del Gobierno, como ha hecho tantas veces, siempre impunemente, pese
a las numerosas denuncias en su contra.
Mauricio Macri,
aterrado por las encuestas que ahora lo dan perdedor en un eventual ballotage
contra Cristina, lanzó un pequeño y paliativo paquete de medidas. Esas
pesquisas impactan en los mercados internacionales, y el miércoles el "riesgo país" alcanzó un nuevo
record. ¿Quién las paga si son carísimas, en especial en una campaña electoral
que, por los "cuadernos",
sufre de anorexia?
La ex Presidente,
asesorada por sus propios gurúes, mantiene un silencio absoluto sobre su
participación en las elecciones y, presumo, seguirá haciéndolo el vencimiento
del plazo para la oficialización de candidaturas. Por lo demás, esas
halagadoras encuestas garantizan que se presentará, atomizando así al universo
panperonista.
Multiprocesada, fue
nuevamente autorizada a viajar a Cuba (¡qué enorme diferencia con Perú, Brasil
y Ecuador!), ejerciendo el privilegio que le otorgan los fueros
malinterpretados por el Senado y los vientos que enfrían el ánimo de los jueces
que, por miedo a que regrese al poder, dan diarias muestras de su falta de
coraje para juzgarla.
¿Qué nos pasa?, ¿cómo
imaginamos que sería un nuevo gobierno del kirchnerismo?, ¿a qué magia podría
recurrir para regalar jubilaciones, subsidios, planes, tarifas, etc.? Es cierto
que Cambiemos ha fracasado, por impericia y soberbia, en casi todos los frentes
económicos, pero sigue contando con un enorme respaldo internacional, como lo
ha demostrado la actitud del FMI.
Por el contrario, si
la viuda regresara sólo podría contar con el apoyo de Irán y de la empobrecida
Rusia, ya que su admirada Venezuela se hunde en la mayor tragedia humanitaria
imaginable, y está arrastrando a Cuba a un nuevo "período especial", similar al que golpeó la isla cuando
la URSS implosionó; ¿recibiríamos también, como Maduro, "asesores" cubanos y "guardias
imperiales" iraníes? Después de permitirle instalar una base militar,
con cesión de soberanía, ¿qué más concedería a China, que cuenta con enormes
capitales y está ansiosa por aumentar su presencia en el continente por las
materias primas que tanto necesita?
¿Y qué pasaría cuando
lograra "democratizar" la
Justicia y transformarla en "militante"?,
¿qué sucedería con las libertades individuales y con la prensa indócil?,
¿cuánto valdrían entonces los campos, las casas, las empresas?, ¿qué más podría
robar la asociación ilícita que probadamente organizó y encabezó? Si la
ciudadanía volviera a darle el triunfo, ya no sería su víctima sino, lisa y
llanamente, su cómplice en la corrupción y el saqueo.
De todas maneras, y
según sean sus creencias, que tengan usted y su familia muy feliz Pascua de
Resurrección, o Jag Pesaj Sameaj.
Bs.As., 20 Abr 19
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
E.mail: ega1avogadro@gmail.com
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