En la conmemoración
del 209° aniversario del cabildo
abierto de la sociedad criolla el 25 de mayo de 1810, debemos recuperar el sentimiento
de unidad y fuerza que emergió entre la población rioplatense para dar los
primeros pasos para independizarnos y dejar de ser una colonia del Reino de
España.
Debemos recuperar
aquellos sentimientos de vivir en libertad y los valores de nuestra cultura, tradiciones,
historia y especialmente los valores que fueron los cimientos de nuestra
civilización occidental y cristiana.
Hoy como en aquella
oportunidad la Patria nos convoca nuevamente a la Unidad Nacional, a la
Concordia y Pacificación de los ánimos. Debemos ser capaces de convocar a todos
los argentinos de bien y hallar el rumbo que hemos perdido navegando en un
mundo en el que los intereses políticos particulares han creado un nuevo Mar de
los Sargazos [1].
La República
Argentina debe recuperar a todas sus instituciones en forma acorde a las
necesidades actuales y futuras, que nos permitan recuperar todo lo perdido en años
recientes: la familia cómo célula básica de la sociedad
humana, seguridad jurídica, prosperidad y crecimiento económico, convivencia
armónica enmarcada por el respeto, honestidad, libertad, racionalismo al
adoptar decisiones que hacen al bien común, etc.
Por ello hoy la
Patria nos invita a conmemorar los inicios de nuestra libertad, que disfrutamos
en el presente, esa libertad se la debemos a quienes dieron su vida por ella: en
la guerra de la independencia hispanoamericana, en las luchas contra países
vecinos, en las luchas civiles y fratricidas de los siglos XIX y XX, la guerra
de Malvinas y muchos otros conflictos. Todos ellos son nuestros héroes de la
Patria, dieron su vida luchando por sus ideales y deseos de legarnos un país
mejor al que hoy tenemos, no podemos permitir que su sacrifico haya sido en
vano… Cumplamos sus sueños y nuestro compromiso de ser dignos herederos y
capaces de corregir nuestros errores del pasado, para a su vez legar un mejor
país a nuestros descendientes.
Que el descontento nacional
actual nos sirva de empuje para poner en marcha una Gran Convocatoria Nacional,
a todos los sectores sin ninguna exclusión, para buscar, encontrar y ejecutar
las acciones necesarias que nos saquen de la grieta que nos impide nuestra
maduración democrática en pos de un objetivo para lograr el bien común en paz.
Que nuestra voluntad
se imponga al odio y al disenso, demostremos que hemos crecido espiritualmente
como Nación moderna.
¡VIVA
LA PATRIA!
[1] La característica singular del mar de
los Sargazos es un formidable escollo para la navegación a vela, ha inspirando
innumerables leyendas y mitos sobre la imposibilidad de hacer bien lo correcto.
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