ENTREVISTA AL ALMIRANTE VENEZOLANO CARLOS MOLINA
TAMAYO,
JEFE DE LA CASA MILITAR DURANTE LOS SUCESOS DE 2002
Y REFERENTE POLÍTICO EN LA VENEZUELA DEMOCRÁTICA
“A Maduro y a su camarilla le espera un destino como
al de Pablo Escobar¨
“El covid-19 le vino de maravilla al régimen
venezolano porque distrae la atención sobre su grave crisis, tanto a nivel
exterior como interior”
“La salida óptima sería negociada, pero no descarto
una salida violenta ante la deriva del actual régimen venezolano”
“Estados Unidos sigue teniendo un rol muy activo en la
lucha contra la narcodictadura venezolana”
“Europa, lamentablemente, no parece que vaya a hacer nada por Venezuela y España, con este gobierno socialcomunista, tampoco lo va a hacer en las actuales circunstancias. Incluso, este ejecutivo de Sánchez es más un aliado del régimen de Maduro que de la oposición democrática venezolana”
A sus 67 años, el militar políglota y más
que suficientemente formado Carlos
Molina Tamayo se ha sumado, sin pensarlo ni dudarlo, a las filas de la
oposición democrática que actualmente lidera el presidente interino de
Venezuela, Juan Guaidó. Implicado en
los sucesos del año 2002, en que una revolución cívico-militar impulsó el
cambio en Venezuela y logró la renuncia del dictador Hugo Chávez, ahora vive
exiliado en España, aunque políticamente activo, y no renuncia a volver a su
país algún día después del final de la interminable dictadura comunista.
Ricardo Angoso: ¿Cómo valora la detención
del testaferro de Maduro, Alex Saab, y qué consecuencias puede tener la misma?
Carlos Molina Tamayo, contraalmirante de la Armada, participó en el golpe de 2002 contra el expresidente bolivariano |
Carlos
Molina: La detención y posterior extradición de
Saab a los Estados Unidos traerá consecuencias a muchos de los integrantes del
tramado delincuencial internacional del nefasto socialismo del siglo XXI, pues
saldrán los compromisos y pagos de petrodólares venezolanos a todos los
involucrados en la piñata que generaron Chávez
y Maduro para sus compinches rojos
en España, Nicaragua, Bolivia, Cuba, FARC, ELN, Hezbolá, Irán, Turquía y pare
usted de contar. Así como Pablo Escobar
lo que más temía era una extradición a los Estados Unidos, la camarilla que
rodea a Nicolás Maduro sabe que
están en lista de espera para vestir una braga (chándal) anaranjada en una
prisión de máxima seguridad en la gran democracia del Norte de América. ¡Están
acabados!
Ricardo Angoso: ¿Qué noticias tiene acerca del efecto del covid-19 en Venezuela, nos
puede dar alguna información?
Carlos
Molina: Las únicas informaciones que poseemos hasta
ahora son las que facilita el régimen y creemos que las mismas no se
atienen a lo que realmente está
ocurriendo en el país, como ocurre con casi todos los problemas que tenemos.
Además, en la situación tan caótica que atraviesa Venezuela, es realmente muy
difícil cuantificar los casos que hay ahora mismo y, aparte de esta
consideración, la gente le da más prioridad a la consecución de alimentos y
gasolina, principalmente, que a cuidarse
del covid-19, Venezuela está en otra situación muy distinta a la que viven
otros países que mantienen medidas de control sanitario y el confinamiento para
evitar la propagación de la enfermedad, que en nuestra nación es un elemento
más a añadir al caótico cuadro por el que estamos atravesando desde hace años.
R.A.: Parece
que, incluso, la situación humanitaria se agravó en los últimos días, ¿es así?
C.M.: La situación ha ido empeorando paulatinamente en los últimos años
en todos los órdenes de la vida, como si el régimen quisiera cocer a la
población lentamente. A los problemas habituales de cortes de agua y luz y falta de combustible, se le viene a unir
ahora el abastecimiento que, aunque ha mejorado algo en los últimos tiempos, lo
ha hecho a unos precios inalcanzables en muchos productos para la mayoría de
los venezolanos. Se está especulando con numerosos productos, que hay que pagar
en dólares, y los precios son incluso más altos que en los Estados Unidos,
cuando el nivel de vida de la media de los venezolanos es paupérrimo. Casi
todos los productos se importan y, por tanto, los precios, son muy altos porque
nuestro tejido productivo fue destruido en estos años por los gobiernos de Chávez y Maduro, cuya nefasta gestión, junto con un sinfín de erróneas
expropiaciones, nos ha llevado a esta situación absolutamente calamitosa.
LA
OPOSICIÓN ANTE LA CRISIS ACTUAL
R.A.: ¿Parece
que la oposición está muy debilitada, como que hubiera perdido la fuerza que
tenía hace un año, tanto en la escena internacional como en la nacional? ¿Qué
percepción tiene usted?
C.M.: El covid-19 le vino de maravilla al régimen porque distrae la
atención sobre el mismo, tanto a nivel exterior como interior. Ahora, no
perdamos de vista que el gobierno interino, el legítimo de Venezuela, sigue
siendo el reconocido por la mayoría de los países democráticos del mundo y eso
es lo realmente importante. Pero, dicho esto, también quiero señalar que las
posibilidades de salir del régimen de Maduro utilizando los recursos internos,
es realmente muy difícil porque el régimen de Maduro utiliza el terror, al
estilo del régimen comunista cubano, para amedrentar a la población. Es, por
ello, que nosotros pedimos ayuda a la comunidad internacional para salir de
esta situación y, muy especialmente, a las naciones democráticas de América,
con la OEA y el grupo de Lima al frente, para superar esta crisis.
Europa, lamentablemente, no parece que vaya
a hacer nada y España, con este gobierno socialcomunista, tampoco lo va a hacer
en las actuales circunstancias. Incluso, este ejecutivo de Sánchez es más un aliado del régimen de Maduro que de la oposición democrática. El resto de las naciones
europeas, padeciendo ahora esta crisis del covid-19 y atendiendo a sus
problemas más acuciantes, tampoco están en condiciones de tomar la iniciativa
con respecto a la situación por la que atravesamos en Venezuela. Por eso, en estas
condiciones, esperamos más la ayuda de los Estados Unidos y las naciones
democráticas de América que de Europa. En lo que respecta a la oposición,
parece que su papel ha mermado o se ha debilitado pero no es así y sigue al
frente moralmente del país, liderando en la calle las protestas. No obstante,
sin la ayuda exterior, quizá en una primera fase diplomática y después con una
suerte de injerencia humanitaria, será muy difícil el cambio político en
Venezuela. Necesitamos la ayuda internacional para facilitar el cambio de
régimen porque internamente no se dan las condiciones para el mismo y las
fuerzas con las que contamos son escasas para hacer frente a la dictadura
brutal de Maduro.
R.A.: Se
tiene la percepción desde Europa que Estados Unidos se muestra menos interesado
en la salida de Maduro, ¿qué piensa al respecto?
C.M.: No lo creo, sino que estamos en otra fase de reflexión y análisis
dentro de la administración Trump
para dar la respuesta precisa y contundente al régimen. Creo que se están
tomando las medidas adecuadas para ir acorralando a la dictadura de Maduro, utilizando todos los resortes y
mecanismos adecuados para que el proceso sea exitoso. Por ejemplo, el
Departamento de Justicia de los Estados Unidos publicó una lista en la que
ponía precio a la cabeza de los jefes narcoterroristas de este régimen abyecto
y miserable que ha llevado a la miseria más absoluta a millones de venezolanos.
Se está en otra fase, pero se continúa luchando desde Washington contra la
narcodictadura.
LOS
SUCESOS DEL 2002 Y EL MOMENTO ACTUAL
R.A.: Han
pasado veinte años desde los acontecimientos del 2002, cuando todos esperábamos
un cambio que no se dio, y seguimos todavía esperando ya sin mucha esperanza.
¿Se atrevería a hacer un vaticinio acerca de lo que pueda pasar en los próximos
meses, hacia dónde va a ir Venezuela?
C.M.: Los acontecimientos del 2002 los viví muy intensamente como
protagonista y actor de los mismos, ya que era militar en funciones en aquellos
momentos tan difíciles. Le puedo decir que desde el 2002 hasta hoy, en que ha
llegado el presidente interino Juan
Guaidó, no hemos tenido una ventana tan grande como la que tenemos ahora
para salir de este régimen, aunque Maduro
juega a que el presidente Trump,
quizá su mayor enemigo ahora en la escena internacional, no salga elegido. Otra
apuesta del régimen, claramente visible, es la organización de unas elecciones
legislativas fraudulentas y acabar destituyendo al presidente interino. Esa
ventana que tenemos ahora seguirá abierta por unos meses y las condiciones son
muy óptimas para salir del régimen. La dictadura de Maduro está muy
desprestigiada, tiene una naturaleza criminal ilegítima y, además, tenemos
encima de la mesa unas órdenes de captura contra sus dirigentes que no van a
prescribir, es decir, tiene todos los elementos en su contra.
Tenemos que lograr que el régimen quiebre y
se pase esta página siniestra de la historia de Venezuela, aunque no será un
camino fácil porque los dirigentes de este narcogobierno saben que no
tienen ningún futuro y no encontrarán la
paz en ningún lugar del mundo. Saben que algún día serán detenidos y procesados
por sus graves delitos y también por sus crímenes contra el pueblo venezolano,
nunca tendrán descanso y lo saben. Además, las órdenes de busca y captura de la
justicia norteamericana no prescriben nunca y los dirigentes del narcorégimen
saben que no van a tener descanso hasta que no respondan ante la misma. Da la
impresión que estamos en un letargo, a causa del covid-19, pero creo que la
oposición democrática sigue teniendo la misma fuerza y el apoyo de la comunidad
internacional, a excepción del gobierno socialcomunista español, sigue siendo
el mismo.
R.A.: ¿No
se detectan tampoco fisuras y que la estructura del mismo sigue siendo
monolítica?
C.M.: En estos regímenes dictatoriales y criminales, como sabe, cuando
sale una cabeza que disiente se le corta y punto final. No puede haber
disidencia dentro de una dictadura, pero sí en una oposición democrática, donde
hay disparidad de opiniones, como ocurre en Venezuela. Las disidencias en estas
dictaduras comunistas son acalladas y perseguidas de una forma implacable, tal
como han demostrado los Castro y también Maduro con numerosos ejemplos. No se
ven fisuras porque quien habla contra el régimen lo acaba pagando de por vida
y, entonces, nadie se atreve a desafiar a los tiranos. Tengo noticias de que
hay gente muy preocupada porque quiere salvarse, sobre todo después de la orden
emitida por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, poniendo precio
a las principales cabezas de este narcorégimen. Son algunos funcionarios que
han saqueado miles de millones de dólares de las arcas venezolanas y que no
quieren perder lo que tienen y acabar en la cárcel, tal como les espera; tienen
puente de plata para irse de Venezuela sin pagar por sus delitos y crímenes.
R.A.: ¿Piensa
que el disco duro del régimen venezolano está en Cuba, qué Venezuela se
convirtió en una colonia de La Habana?
C.M.: Me consta y sé que es así, tengo todos los elementos para afirmarlo
y sostenerlo. Fidel Castro primero
utilizó a Chávez, sacando todos los
recursos y el petróleo de Venezuela para uso propio, y después muy hábilmente
colocó a Maduro para que esa línea
financiera para apuntalar al régimen cubano continuara sin problemas. Maduro es un títere del régimen
comunista cubano. Cuba siempre mantuvo a su régimen con la ayuda de otros
países porque su modelo era un absoluto fracaso económico en todos los sentidos
y no se podía sostener por sí mismo, aprovechándose primero de la ayudas de los
soviéticos y después del régimen de Chávez
y Maduro. Castro siempre tuvo en el punto de mira a Venezuela, desde los
primeros años de la fracasada revolución cubana, y, finalmente, consiguió
instalar un régimen dócil y sumiso a sus intereses políticos y económicos.
R.A.: Han
pasado treinta años desde la caída del Muro de Berlín, ¿cómo será la salida de
Venezuela del comunismo?
C.M.: El escenario óptimo de salida sería una negociación política, algo
a lo que yo le apuesto ahora, pero no descarto una salida violenta, incluso con
linchamientos porque hay mucha ira y rabia en el pueblo venezolano tras haber
sido humillado, mancillado y herido durante lustros por este régimen infernal.
No descarto esa violencia contra las principales figuras del régimen y una
salida al estilo de las que se han dado en muchos de los países que vivieron la
Primavera Árabe, en que vimos la salida violenta de los dictadores de Egipto,
Túnez y Libia tras el hartazgo de sus pueblos hacia la forma despótica en que
eran gobernados. No descarto una salida
de ese tipo en Venezuela e incluso algunos episodios de violencia tras décadas
de tener postrado a un pueblo de rodillas.
NOTA: Las imágenes, referencias y destacados no corresponden a la nota
original que ha sido adelantada en exclusividad a este blog.
[1] Ricardo Angoso (1966, Salamanca) es sociólogo, analista internacional y periodista. Ha escrito, trabajado y colaborado, en los últimos años, para El Independiente, Diario 16, El Mundo, Fax Press, Colpisa, La Aventura de la Historia, Safe Democracy, Infomedio, Historia 16, Radio Francia Internacional, Radio Exterior de España, Ideas y Debate, Raíces e Historia y Vida. Durante mucho tiempo ha residido en el extranjero, siendo un buen conocedor de los Balcanes y habiendo pasado largas temporadas en Albania, Bosnia y Herzegovina, Hungría, Rumania, Macedonia, Montenegro, Serbia y Turquía. Como observador electoral de la Organización para la Seguridad en Europa (OSCE) ha participado en numerosos procesos electorales en una decena de países. A su vez, ha sido profesor en la Universidad Nacional de Honduras y becario del Ministerio de Asuntos Exteriores español en Hungría, Rumania y Turquía. También ha ganado varios premios literarios, entre los que destacan el Joven y Brillante, el Ciudad de Periana y el Ateneo de Jaén. En la actualidad, colabora en varios medios de comunicación, es Coordinador General de Diálogo Europeo y dirige la revista Lecturas para el Debate. Libros publicados: Europa a Debate, Las próximas guerras europeas y Rapsodia húngara sobre fondo rojo. En Argentina entrevistó en prisión al Tte Grl Jorge Rafael Videla.
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