Ricardo Angoso |
La
clarísima intromisión de Turquía en el Cáucaso, atizando el conflicto entre
Armenia y Azerbaiyán a causa del enclave de Nagorno Karabaj y enviado armas y
voluntarios a los azeríes, aviva los riesgos de un conflicto generalizado en la
región en que pueden verse implicados otros actores, como Rusia, tradicional
aliado de la causa armenia, e incluso Irán.
Cada vez queda más clara la abierta
intervención de Turquía en la guerra
que está enfrentando en estos momentos a Armenia
y Azerbaiyán por el control de la
emblemática y estratégica región de Nagorno
Karabaj[1]. El presidente de
Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se
está implicando más que ningún otro mandatario turco en el pasado en un conflicto de vieja data y que tiene
numerosas implicaciones geoestratégicas, ya que, seguramente, enfrentará a los
dos viejos poderes, Rusia y Turquía, que siempre tuvieron intereses políticos, económicos y militares en esa
región.
Ilham Aliyev |
Zona del Conflicto del Cáucaso |
Azerbaiyán, tras haber sido humillada y
habérsele sustraído una buena parte de su base territorial, se ha armado
notablemente en los últimos años, aprovechando su bonanza económica a merced de su potente industria petrolera y sus buenas relaciones con Rusia, Turquía e
Israel, y está preparada para la guerra. Los azeríes han comprado en los
últimos años helicópteros T129 turcos, aviones F-16, 36 sistemas Smerch rusos,
varias baterías de Polonez bielorrusas, 21 T-300 Kasirga turcos y misiles
balísticos israelíes LORA, un ingente material listo para una guerra quizá de
larga duración y destinada a recuperar unos territorios que siempre ha
considerado suyos, aunque le fueran entregados injustamente y sin ningún criterio
étnico en los años veinte del siglo pasado.
También sobre Bakú, la capital de
Azerbaiyán, pesa la presión de los casi 800.000 refugiados y desplazados en el
conflicto de la década de los noventa del siglo pasado, hacinados muchos de
ellos en campos de refugiados construidos “provisionalmente”,
y la necesidad de ganar prestigio ante
los ojos de una comunidad internacional que condena las sistemáticas
violaciones de los derechos humanos por parte del régimen azerí del presidente Aliyev, hijo del anterior
presidente, Heydar Aliyev, en una
suerte de dinastía al estilo norcoreano
que controla totalmente el país desde la independencia, en 1991.
RUSIA,
TURQUÍA E IRÁN, IMPLICADOS EN LA CRISIS DEL CÁUCASO
Esta vez, a diferencia de lo que ocurrió en
la guerra de 1992-1994 y la de los “cuatro
días” del año 2016, parece que Azerbaiyán no está dispuesta a dar marcha
atrás en su ofensiva contra los armenios y pretende recuperar, a cualquier
coste, los territorios que considera como propios, mientras que Armenia se ve
arrastrada en el conflicto porque moralmente y políticamente no puede abandonar
a sus hermanos de Nagorno Karabaj.
“Rusia
no reconoce la República de Artsaj (Nagorno-Karabaj) y su interés es dejar el
conflicto congelado para seguir ejerciendo presión en armenios y azerbaiyanos;
de resolverse el conflicto (por proceso de paz o una guerra resolutiva) Rusia
se quedaría sin palanca negociadora. Por lo tanto, aunque Moscú apoyará a
Armenia no se implicará directamente en los enfrentamientos militares a menos
que azeríes y turcos traspasen ciertas líneas rojas”, asegura el analista Guillermo
Pulido con cierta razón. Pese a ese no reconocimiento, por parte de Moscú,
como territorio armenio a Nagorno Karabaj, es más que probable que Rusia trate
de lograr un alto el fuego entre las partes tendente a seguir manteniendo su
influencia sobre ambos países, a los que, paradójicamente, vende las mismas
armas con las que ahora se matan.
Recep Tayyip Erdoğan |
Hassan Rohani |
Así las cosas, y con la tensión en alza en
el Cáucaso, la guerra ha generado el miedo entre la población armenia que tiene
el temor a que la crisis degenere en una suerte de masacre colectiva o limpieza
étnica de los armenios que viven en esa región por parte de los azeríes. No olvidemos los
trágicos precedentes históricos en los que Turquía asesinó a más de dos
millones armenios en el genocidio perpetrado entre 1915 y el año 1922
-todavía no reconocido por Ankara-, que se ha negado oficialmente a pedir
perdón a Armenia al día de hoy.
Soldados de las Primera Guerra Mundial contemplan cráneos de víctimas del genocidio en la aldea armenia de Sheyxalan, en Turquía |
por Ricardo Angoso
ricky.angoso@gmail.com
NOTA: Las imágenes, destacados, referencias y enlaces no corresponden a la nota original.
[1] La región del Alto Karabaj, también conocida como Nagorno Karabaj (nagorno es una palabra rusa que se traduce como ‘tierras altas’), es un territorio montañoso de unos 4.400 kilómetros cuadrados situado en el este de Azerbaiyán, cerca de la frontera con Armenia.
[2] Aunque jurídicamente la región es azerbaiyana, se considera a sí
misma independiente bajo el nombre de República
de Artsaj. Ningún país miembro de la Organización de las Naciones Unidas
reconoce esta república, que en la práctica está controlada por Armenia.
[3] El Imperio safávida o dinastía safawi es considerado como el
más grande Imperio iraní desde la conquista musulmana de Persia. Los safávidas
son originarios de Ardabil, una ciudad del Azerbaiyán iraní, en ese entonces
una región en el norte de Irán.
[4] La Red Voltaire por la libertad de expresión es una organización
internacional sin ánimo de lucro, fundada en Francia en 1994 y ubicada en
París, que promueve la libertad y el laicismo. Publica un diario electrónico
gratuito traducido a cinco idiomas así como una revista bimestral.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
No dejar comentarios anónimos. Gracias!