Lo que los argentinos llamamos hoy, en forma elegante para quedar bien vaya a saber con quién, crisis económica, social demás, en ni más ni menos que la continuación de la guerra interna que se desató en la década de los 70.
Muchos son los mismos delincuentes de
aquellos años a los cuales se sumaron los descendientes y uno que otros “matones a sueldo” con nuevos métodos de
destrucción a medida de estos tiempos pero ¡con la maldad y el odio elevados a
la enésima potencia!
Hoy en el poder, los mismos terroristas de
antes más los de ahora, ya no se caracterizan en usar “bombas” a la hora de matar, en estos tiempos modernos recurrieron
a otros métodos peores, con más crueldad, más humillación, para someter y
perpetuarse en un gobierno solo para ellos. Canjearon la formas pero el
objetivo es el mismo, disfrazado con un relato cínico y vergonzoso que ¡hoy por
hoy se les terminó el libreto!
Cristina Fernández |
Ginés González García |
En el solo hecho de nombrar al frente del
ministerio de salud pública de la nación a un personaje siniestro como Ginés González García ya era un
atentado a la vida de los argentinos desde el comienzo “nomas” Su gestión direccionada por la “multiprocesada” vicepresidente, Cristina Fernández viuda de Kirchner, fue transcurrir de marchas y
contra marchas con decisiones que eran más que nada caprichos de una “zurda” fracasada terminó como lo planeó
esta: ¡con muchas muertes y ningún responsable preso!
Lo sucedido con la vacuna contra el Covid,
los privilegiados de los kirchneristas, no da para clasificar el tema de
escándalo porque sin dudas es un delito y donde hay víctimas tiene que haber
condenados.
Pero no podemos pedir “peras al olmo” si a estos mismos que asesinaron en forma cruel y
cobarde en las décadas pasadas en vez de tener castigos ¡tuvieron premios como
indemnizaciones millonarias y jubilaciones de privilegios por haber causado
miles de muertes!
¡Son
terroristas perfeccionados en lo que saben y les gusta hacer!
Apoderarse del sistema de salud pública, a
estos personajes oscuros, les trajo excelentes resultados para sus beneficios
maléficos y más aún en provincias donde operan desde hace muchos años.
Entre Ríos es testigo donde llevan muchas
veces hasta a la muerte misma a los que tratan a su manera a resistirse al
régimen privando de todo tipo de insumos, tratamientos médicos, remedios y
demás pero informar esta barbarie indudablemente merece un castigo y que sea un
ejemplo para que nadie más se rebele. Ni hablar de casos de maldad extrema que
ocurrieron por estos tiempos de público conocimiento como el de la niña Abigail Jiménez, enferma de cáncer, que
la maltrataron hasta el día de su muerte, este abuso de autoridad ocurrió en
Santiago del Estero tan solo por el capricho de estos asesinos de demostrar que
son ellos los que mandan en casi todos los ámbitos.
Por eso intervenir con sus formas en la
justicia, en la salud pública y otras tantas instituciones son sus estrategias
para adueñarse de los derechos de una población adormecida por los ataques que
simultáneamente es sometida por parte de estos victimarios. Estamos en una
guerra y lo peor que las mayorías no lo saben o se niegan a saberlo. Por este
motivo estamos muy vulnerables y ellos ni lerdos ni perezosos lo aprovechan
según sus necesidades.
Van por reformas judiciales, intentan
suspender elecciones, se resisten a cualquier metodología de reinicio de la
educación y van por un sin fin de hechos que hacen a una dictadura “camuflada” de democracia.
FUENTE: https://prisioneroenargentina.com/index.php/2021/02/27/la-guerra-que-aun-no-termino/
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