En el bicentenario del natalicio del presidente Mitre no podía dejarse de recordar ese aporte a la educación mendocina y a la del país que hizo este gran personaje.
El presidente Bartolomé Mitre firma, el 9 de
diciembre de 1864, el decreto de creación del Colegio Nacional en
Mendoza. En ese mismo año se agregan otros 4 colegios nacionales en
Catamarca, Salta, San Juan y Tucumán.
En 1863 había creado el Nacional Buenos Aires, sucesor del Colegio hecho
por los jesuitas en 1667, reorganizado luego de la expulsión de esa
orden, como Colegio de San Carlos, por el virrey Vértiz.
En tiempos revolucionarios, Pueyrredón lo vuelve a poner en
funcionamiento como colegio de la Unión y, luego del colapso de 1820,
el ministro del gobierno de Buenos Aires Bernardino Rivadavia, establece el de
Ciencias Morales.
El colegio de Ciencias Morales languidece y desaparece en 1829. Igual
suerte tiene el Colegio de la Santísima Trinidad de Mendoza.
Esta provincia tuvo colegio en el siglo XVIII hasta la expulsión de los
jesuitas. En 1809 promovió la fundación de un colegio de estudios
secundarios Joaquín de Souza y Lima, suegro de Tomás Godoy Cruz. Esta
institución logra concretarse en 1817 con el apoyo del general San Martín y de
Toribio Luzuriaga. Llega a tener 160 alumnos entre pupilos y externos. El
colegio cierra con la guerra civil, que estalla ese año. En su edificio solo
funcionará una escuela de primeras letras. Después de Caseros reabre en 1853
pero el terremoto de 1861 lo destruye.
El único gobernador anterior a Caseros que funda una institución educativa
de ese nivel es Justo José de Urquiza. Lo hace en 1849 con el Colegio de la
Concepción del Uruguay. Muchos de sus profesores son emigrados
franceses por sus ideas liberales y serán, algunos de ellos, los
rectores de los Colegios Nacionales de Mitre.
En la presidencia siguiente, la de Sarmiento, se dota de Colegios
Nacionales a la totalidad de las provincias argentinas y se fundan las
primeras escuelas normales para formar maestros y maestras.
A su vez Avellaneda, el sucesor de Sarmiento logrará que en cada provincia
exista una escuela normal.
Y el siguiente presidente el general Roca logrará la sanción de la
ley de educación primaria obligatoria y gratuita, la 1420.
Urquiza, Mitre, Sarmiento y Roca, cuatro estadistas que tuvieron vínculos,
afinidades y enfrentamientos, pero que coincidieron en una verdadera
política de Estado que era educar al pueblo para lograr el progreso personal y
social en una democracia de ciudadanos y libre de caudillejos
ignorantes y patrimonialistas.
Mitre, que escribió la biografía de Belgrano, texto fundante de la
historiografía argentina, recoge la herencia ideológica del prócer del
tiempo de la ilustración. Belgrano promovía escuelas agrícolas, de
matemáticas, de náutica y dotó a cuatro escuelas del norte argentino y de la
actual Bolivia con sus premios militares por los triunfos en Tucumán y Salta.
Será uno de los mejores amigos de Belgrano el que recoge la bandera de la
educación, Rivadavia que funda la Universidad de Buenos Aires, en agosto se
cumple su bicentenario y el Colegio de Ciencias Morales. Pero además es
el primero que se ocupa de la formación de docentes en el país con el sistema
lancasteriano. Como Belgrano promueve la enseñanza de las ciencias exactas,
y naturales y contrata profesores en Europa y adquiere laboratorios y
telescopios.
Se perdieron más de veinte años pero la generación de la
organización nacional se propuso recuperar el tiempo y por cierto que
lo lograron.
El colegio nacional, tuvo un anexo, por resolución de Sarmiento de estudios
agrícolas. En 1853 el gobernador Segura había creado una escuela agrícola,
también sugerida por el estadista sanjuanino, pero el terremoto la
destruyó. Luego de 1880 se convierte en un instituto autónomo del
Colegio Nacional.
Este tuvo su sede en la calle general Paz entre Chile y 25 de mayo.
En 1904 se adquiere el terreno de Chile entre Sarmiento y Rivadavia y con
planos del ingeniero Molina Civit se levanta el edificio del Agustín
Álvarez, inaugurado en 1910.
En el bicentenario del natalicio del presidente Mitre no podía
dejarse de recordar ese aporte a la educación mendocina y a la del país,
que, hizo este personaje y la continuidad en la política grande de estos
hombres que fundaron el Estado argentino.
Al mismo tiempo esta generación debe auto incriminarse ante el
notorio retroceso de la educación argentina, resultado del facilismo,
de la demagogia y de haber convertido una cuestión de alta política en un
problema sindical.
FUENTE: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/santi-maratea-el-influencer-que-junta-millones-nid10072021/
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