Días después de
conmemorar el 15° aniversario del ataque al Pentágono y a las Torres Gemelas,
varias explosiones en los Estados Unidos fueron objeto de la atención por parte
de la prensa internacional, cuando todavía retumban en el mundo los atentados
de Francia, Bélgica, Turquía, Tailandia y Alemania. Cada bomba significa
conmoción, pero no memoria en el caso del ciudadano argentino. El argentino no
recuerda cuando los estruendos se daban en Salta, Córdoba, Buenos Aires o
Tucumán, y las víctimas eran la sociedad civil y distintas instituciones de la
Nación. El blanco de esos ataques fueron las fuerzas policiales, armadas y de
seguridad, el juez Quiroga -que debía juzgar a terroristas que operaban en el
territorio argentino- y miles de argentinos, cuyas vidas fueron truncadas.
Quienes derrotaron al
terrorismo local son pagados con la muerte. Las leyes, los derechos humanos, la
avanzada edad, los certificados médicos, no existen para la justicia argentina.
El coronel (R) Fiorini y el juez Roca fueron los presos políticos número 376 y
377 muertos sin justicia. Quienes integraban el Tribunal Oral Federal en la
megacausa III que los juzgaba fueron miembros de la agrupación terrorista
Ejército Revolucionario del Pueblo.
Coronel Cayetano Fiorini, asistido para poder caminar sin ver |
David
San Román
DNI 36.346.156
NOTA:
Las imágenes no corresponden a la nota original.
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